Memoria histórica
Gernika, la paz bajo el árbol

Se cumple este año el 80 aniversario del bombardeo de la “ciudad mártir”, y el 30 de Gernika Gogoratuz, la iniciativa pacifista que —junto al Museo de la Paz y el Centro Autogestionado Astra— recoge el legado de su memoria histórica.

Arbol Gernika
El árbol de Gernika está ubicado en la Casa de Juntas de la localidad vizcaína Ione Arzoz
30 nov 2017 18:33

Gernika-Lumo, la histórica villa vizcaína enclavada en la comarca de Busturialdea y nacedero del estuario —y Reserva de la Biosfera— de Urdaibai, nunca quiso ser nada más que la cuna de las libertades y fueros vascos. Pero tras su destrucción en 1937 se convirtió en símbolo de la tragedia de la guerra moderna. Hoy es una pequeña urbe de cerca de 17.000 habitantes, con una sólida hegemonía abertzale, que vive de cerca la cultura de paz.

En la colina que domina la ciudad se levanta la Casa de Juntas de Bizkaia, el macizo edifico neoclásico construido en 1826 por Antonio Etxeberria, que no sufrió daños durante el ataque. Nadie diría que en el tranquilo interior de esta mezcla de parlamento e iglesia con pilas de agua bendita y bancadas tapizadas de terciopelo rojo, y que ahora recorren inquisitivos turistas alemanes, se hayan celebrado tantos plenos históricos y homenajes a monarcas españoles. El de 1981, días antes del golpe de Tejero, cuando lo visitó Juan Carlos I y los diputados y junteros de Herri Batasuna y Laia en pie y puño en alto cantaron el Eusko Gudariak, es difícil de olvidar.

Juntas Gernika
Interior de la casa de juntas de Bizkaia Ione Arzoz
En el exterior sigue creciendo, todavía verde al comienzo del otoño, el último retoño del Arbol de Gernika plantado en 2015 —donde jura su cargo el Lehendakari— al lado de su antepasado, el “árbol viejo”, protegido bajo una templete circular; un tocón del roble plantado en 1700 que, abierto como una vieja herida, semeja una escultura de Mendiburu. Como en 1811 se preguntaba Wordsworth en The Oak of Guernica aludiendo a la Guerra de Independencia, quizá de manera premonitoria: “How canst thou flourish at this blighting hour?/ ¿Cómo pudiste florecer en esta hora de destrucción?”.

La paradoja es que Gernika —tal y como recoge en su diario el Comandante del bombardeo Von Richthofen—, fue seleccionada como objetivo militar por el carácter simbólico del “roble sagrado” que, al mismo tiempo, salió indemne. ¿Quizá destinado a refundar la legitimidad de los vencedores?

Cuenta la leyenda hagiográfica del escritor y político franquista Jaime del Burgo Torres que tras el bombardeo, cuando la villa fue conquistada por los nacionales, el entonces capitán del Tercio de Begoña formó un escuadrón de requetés armados con bombas de mano para protegerlo del vandalismo de los falangistas, que querían talarlo (aunque de talar los fueros —señalan algunos— ya se encargaría su hijo, el ilustre Jaime Ignacio del Burgo, artífice el Amejoramiento del Fuero navarro).

Una ausencia muy presente

Más allá del Museo Euskal Herria y del Parque de los Pueblos de Europa, en la Plaza de los Fueros, se encuentra el Museo de la Paz, en el antiguo edificio de Juzgados y Correos. Este pequeño museo municipal —uno de los primeros en su género en el país— dispone de un Centro de documentación, recoge testimonios y piezas del bombardeo, y despliega un recorrido pedagógico sobre la cultura de paz y los derechos humanos. Labor sobre la que se cierne una ausencia, la de Guernica de Picasso, el lienzo antibelicista unido al trágico destino de la villa vasca. Para repararla, los sótanos del Museo gernikarra esconden una grata sorpresa: Reimaginando el Guernica, una exposición del norteamericano Ron English, padrino del Street Art y del concepto de “POPaganda”, que combina iconos de alta cultura y cultura popular. En su descacharrante serie de más de 100 versiones del lienzo picassiano —de la Guerra de las Galaxias a Los Simpsons— propone “transformar la tragedia incomprensible en una historia del cómic”, para denunciar como un “producto de la cultura corporativa mundial, utiliza la guerra como entretenimiento y el entretenimiento como guerra”.

No está claro si la recurrente campaña Gernika Gernikara, que abogó en su día por traer, siquiera temporalmente, el lienzo de Picasso (que acabó primero en el Casón del Buen retiro, y luego en el Reina Sofía) tiene a estas alturas demasiado sentido. Y no sólo por los aspectos técnicos de la conservación, sino por las resbaladizas pendientes de la turistización banal. Ahora bien, la reproducción del cuadro, que en otros tiempos inundó las casas vascas como símbolo de resistencia, sigue presente en numerosos murales y en nuestro imaginario cultural, y desde su ausencia omnipresente, está más vigente que nunca.

Al otro lado de las vías del ferrocarril, se encuentra la antigua Astra, una fábrica decó con un toque futurista de Ricardo Bastida, respetada por la aviación nazi. Hace 10 años fue okupada y reconvertida en un Centro Autogestionado modélico, referencia en todo el Estado. Parece un acto de justicia poética que la que fuera fábrica de armas hasta 1997 —donde se producían las célebres pistolas de la marca y hasta carcasas de las bombas químicas empleadas contra la población civil de la Cabilia en la Guerra del Rif—, sea hoy un laboratorio ciudadano para la vida social y cultural de la comarca y sede, entre otras, de numerosas actividades relacionadas con la memoria histórica y el pacifismo. El edificio, restaurado en 2012 gracias un programa de “fábricas de creación”, proyecta una imagen de centro de arte contemporáneo, pero su interior alberga, en la planta baja, barra, ludoteca y escenario para conciertos, donde se guarecen familias y hacen vida social jóvenes y asociaciones culturales; y, en el primer piso, espacios polivalentes o “factorías” para las artes y la danza, talleres y proyecciones, un aula informática, e incluso el embrión de una radio comunitaria. Solo en el exterior, frente a la fachada, un alargado búnker de cemento de medio cañón recuerda la guerra civil.

Astra Gernika
Vista del centro social autogestionado Astra en Gernika Ione Arzoz
Gernika, la ciudad inmolada, la ciudad reconstruida, la ciudad símbolo bajo el árbol, pese a la abundancia de hitos e iniciativas antibelicistas, no corre de momento el riesgo de convertirse en una ciudad-marca de la paz. En el contexto del fin de la violencia de ETA, los bombardeos en Oriente Medio y los atentados yihadistas en las calles europeas, o la amenaza nuclear del club del tupé (Kim Jong-un/Trump), ofrece una experiencia socio-cultural para conocer, imaginar y proyectar la cultura de paz hacia las nuevas generaciones. Sin embargo, el trabajo cotidiano de las pequeñas iniciativas que se desarrollan, al amparo de la memoria viva del bombardeo, difícilmente obtendrá reconocimientos como el de ICAN, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, que este año ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz.

Por su parte, y tras la resaca de Donostia 2016 (Capital de la Cultura dedicada a la paz y la convivencia), Gernika Gogoratuz, Centro de Investigación por la Paz, celebra actualmente su trigésimo aniversario, con nuevas actividades como “Cuerpos gramaticales”, performances del Colectivo AgroArte, o un “Curso formativo del Teatro del Oprimido”. María Oianguren y Andreas Schäfter, vasca ella, alemán él, se mantienen al pie de su cañón pacifista, casi como supervivientes paritarios; haciendo maravillas de un presupuesto lamentablemente menguante. Este año, la programación siempre innovadora y de perfil activista, que ha generado un potente espacio de encuentro internacional y especialmente programas de arte y paz, está dedicada al arte urbano del rap y el grafiti.

Desde el Guernica picassiano al más humilde dibujo infantil, el arte “artivista” es, sin duda, una vía más necesaria que nunca para profundizar en las políticas civiles de la vida frente a la guerra y la muerte.

El raid aéreo, ensayo de la guerra total

El 26 de abril de 1937, la Legión Cóndor, unidad área de la Luftwaffe alemana, y aviones italianos, arrasan la población durante cuatro horas. Descargan 31 toneladas de bombas explosivas e incendiarias, destruyendo el 71% de los edificios del casco urbano. Aunque todavía sigue la controversia, y se ha llegado a estimar que causara 1.654 muertos y 889 heridos, lo cierto es que el grupo de historiadores Gernikazarra solo ha constatado una lista provisional de 153 fallecidos. La singularidad de este ataque reside en que se trataba de una ciudad sin valor estratégico y que carecía de defensa antiaérea. De hecho, su infraestructura más importante, un puente, y la fábrica de armas, quedaron intactos. Resulta evidente, pues, que un día de mercado como aquel, los objetivos fueran la población civil y el simbolismo del lugar.

Tunel GernikaTuneles u
Tuneles usados durante el bombarrdeo de Gernika Ione Arzoz
Tan solo unas horas más tarde, cuatro corresponsales anglosajones enviaban sus crónicas alertando de la masacre, entre ellos el británico George L. Steer para The Times, autor del texto que serviría de inspiración a Picasso. Hasta tiempos no tan lejanos, algunos historiadores revisionistas franquistas han sostenido que fue provocada por “rojos y separatistas”.

El ataque es considerado, junto con el de Durango llevado a cabo en marzo y que provocó entre 248 y 336 víctimas, uno de los primeros ensayos de “guerra total” aérea: los bombardeos en alfombra o por saturación cuyo objetivo es amedrentar a la población civil, y cuyo modelo se impondría a gran escala a partir de la II Guerra Mundial —desde Dresde y Coventry hasta Hiroshima y Nagasaki—. La doctrina del General Mola (“hay que sembrar el terror... dar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensan como nosotros”) y de Von Richthofen (“la moral es más importante para las batallas que las armas”), es la misma que guió la destrucción de Bagdad a manos de la coalición internacional en 2003 bajo el lema “conmoción y pavor”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Memoria histórica
Opinión La maldición de los agotes
Los agotes son una minoría que habita el Pirineo occidental. Están concentrados principalmente en el valle del Baztán, en Navarra, y si bien su origen no está claro, hay varias teorías al respecto. Se cree que la palabra agote proviene del francés cagot y significa “perro godo”. El término es por tanto un insulto.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.
Memoria histórica
Ofensiva contra la memoria Vox y PP registran en Extremadura una Ley de Concordia que derogará la Ley de Memoria Histórica
La Ley de Concordia surge como exigencia de Vox para aprobar el paquete de medidas fiscales del PP, niega el término dictadura, incluye a víctimas del terrorismo y acaba con la financiación y con los organismos públicos creados con la ley vigente.
#86646
7/4/2021 11:39

Canción "El roble de Guernica". Letra: Jorge Padula Perkins. Música: Rodrigo Stottuth. Voces: Nery H. González Artunduaga.

Conmemoración del bombardeo de Guernica.
https://youtu.be/gfYiK5lolUE

El árbol fue testigo de los gritos de espanto;
silencioso testigo de la sangre y el llanto.
El roble que en Guernica enterró sus raíces
y acompañó a la vida en los tiempos felices.

La planta silenciosa soportó los estruendos
y se alumbró en las llamas de los crudos incendios.
Sus ramas se enlutaron con las almas en duelo
y sus hojas sufrieron el temor por los vuelos.

Los pájaros dejaron con pavor su follaje,
mientras la gente corría, buscando resguardarse.
Y después de las bombas, desolación y ruina
y el árbol, conmovido, sosteniendo la vida.

Porque el roble no es solo hojas, ramas y fruto.
Es el símbolo del pueblo; de Guernica atributo.
Emblema libertario de vascos y Vizcaya
que al horror de la guerra contrapone esperanza.

El roble de Guernica. El roble de Guernica.

0
0
Asturias
Asturias Cinco muertos en la mina de Zarréu: demasiadas preguntas sin respuesta
El accidente más grave en la minería asturiana en casi tres décadas vuelve a poner en cuestión el sistema de permisos, controles y ayudas públicas para minas en proceso de reconversión.
Estados Unidos
Estados Unidos Estudiantes de Columbia luchan contra las amenazas de deportación
Los estudiantes de Columbia se unen mientras el ICE y el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) atacan el activismo palestino. “[Columbia] está dispuesta a concederle al gobierno de Trump todo lo que quiera”, declara un estudiante a Mondoweiss.
Culturas
Culturas Lorca fue también un visionario que intuyó los vínculos entre la música negra y el flamenco
La 24ª edición del Festival de Flamenco de Nueva York abrió un espacio de debate para analizar el impacto que tuvo el movimiento cultural del Renacimiento de Harlem en la obra del poeta granadino.
Análisis
Análisis Algunas preguntas incómodas sobre el rearme europeo
Si la UE ha de librar un conflicto con Rusia o China, no sería convencional y en teatro europeo, sino con más seguridad en África, donde se desplazarán con toda probabilidad gradualmente buena parte de las contradicciones del sistema.
Violencia obstétrica
Violencia obstétrica Helena Eyimi, matrona: “El parto es un misterio y queremos controlarlo todo, pero no podemos”
Consentimiento informado, trato personalizado y libertad de elección. Para Helena Eyimi (Madrid, 1975) , matrona asesora de Naciones Unidas, es fundamental que las mujeres se sitúen en el centro de las decisiones durante el parto y esos tres conceptos son clave.

Últimas

Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.
Universidad
Educación El Gobierno anuncia el endurecimiento de la normativa para la creación de universidades privadas
El Consejo de Ministros aprueba la tramitación urgente de una modificación en la legislación que regula la creación de centros privados de enseñanzas universitarias.
Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.
Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Madres protectoras
Madres protectoras Una madre, condenada a tres años y medio por secuestrar a su propia hija, solicita su indulto
La libertad de Jewel Lázaro depende de la respuesta del Ministerio de Justicia de España a su petición de indulto con el fin de no separarla de otro bebé de nueve meses.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.

Recomendadas

Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.