Migración
Quedarse en Ceuta o ser devuelto a Marruecos, lo que hay detrás de la historia de Zakaria y Ahmed

El cierre del comercio del porteo en 2019 y la irrupción de la pandemia meses después han acabado de asfixiar económicamente a los habitantes de Castillejos, que huyen desesperados hacia España en busca de un futuro mejor.
Ceuta 18 de mayo - 3
8.000 personas han intentado llegar a nado a Ceuta durante los últimos días Irina Samy /No Name Kitchen

El lunes, al otro lado del teléfono, Oussama escuchaba la voz de su tío comunicándole la noticia: “Oye, tu hermano ha entrado por mar y no sabemos cómo está”. Su hermano, Zakaria, tiene 16 años y es una de las más de 8.000 personas que han intentado cruzar a Ceuta durante los últimos dos días.

Iban pasando las horas y la preocupación de Oussama, impotente en Tarragona, crecía. No solo por su hermano, también por su madre, porque ya son dos los hijos que han huido de Marruecos en busca de una vida mejor. “Aunque mi madre y mi padre no están bien económicamente, no le querían dejar que se fuera a Ceuta, pero él [Zakaria] se escapó”.

Al final Oussama conseguía confirmar que su hermano estaba a salvo en la ciudad española, atendido por la Cruz Roja. Pese a los más de 1.000 kilómetros que les separan, y pese a no poder hablar con Zakaria directamente, intentó acercarse como pudo, a través de un amigo en Ceuta, pero la respuesta fue negativa: “Me dijo que no le puede ver porque les han metido en el Tarajal”. Se refiere a la nave donde están siendo atendidas las miles de personas que han conseguido cruzar la frontera. “Lo van a pasar muy mal porque Ceuta es una ciudad pequeña y está llena de gente. Encima de que ya hay muchos menores en el centro”, continua Oussama. En concreto, el número de migrantes que han entrado estos últimos días en la ciudad representa casi un 10% de su población total.

Oussama vive en la calle en Tarragona, su hermano Zakaria tiene 16 años y es una de las más de 8.000 personas que han intentado cruzar a Ceuta durante los últimos dos días

Son unas dimensiones que este joven tiene bastante claras. Él es de Castillejos, la localidad marroquí casi pegada a la frontera con Ceuta desde donde han cruzado menores, mayores y familias enteras estos días. Él también entró a España por allí, hace meses, cuando era menor, junto con su amigo Abdo. Los dos se conocen de toda la vida. En Ceuta compartieron durante meses la calle, después entraron en un centro de menores y, al cumplir los 18, a Abdo le trasladaron a Tarragona. Por suerte, unos meses más tarde Oussama siguió la misma trayectoria y volvieron a reunirse. Desde entonces no se han separado, ya sea en pisos tutelados o, como están ahora, en la calle.

El hermano de Abdo, Ahmed, y el de Oussama también son amigos. Y los dos cruzaron el lunes a nado hacia Ceuta, pero solo uno tuvo suerte. “Al hermano de Abdo lo devolvieron a Marruecos. Estaba mezclado con la gente mayor y los policías pensaron que era mayor, aunque tiene 16 años”, cuenta Oussama. Fue uno de las más de 4.000 que las autoridades españolas obligaron a hacer el camino inverso, de vuelta a Marruecos.

Aún así, tanto Oussama como Abdo, los dos sobreviviendo en Tarragona como pueden, aseguran que es mejor arriesgarse a morir llegando a España que quedarse en Castillejos, porque allí no hay ningún futuro.

Las madres y padres de estos dos chicos hacían de porteadores en la frontera, como muchísimos otros, y se quedaron sin trabajo. “Antes en la frontera podían trabajar tres días a la semana y cada día ganaban 10 euros, 20 euros y así. Pasaban ropa y comida entre Ceuta y Castillejos, llevándolo todo encima de la espalda. Pero como lo cerraron… En nuestra ciudad hay gente que está buscando en la basura para comer. Estos días mi barrio se ha ido casi entero, con mujeres, con hombres, con niños, con todo”.

“En nuestra ciudad hay gente que está buscando en la basura para comer. Estos días mi barrio se ha ido casi entero, con mujeres, con hombres, con niños, con todo”

Para entender esas palabras de Oussama, que contienen alguna de las raíces de esta enorme crisis humanitaria, hay que retroceder varios años. Según describen en el informe Porteadoras: La feminización de la pobreza en la Frontera Sur, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), hasta 2018 se permitía el paso de unas 4.000 personas al día cargando mercancías de un país a otro —comercio atípico se le llama oficialmente, por su difuso encaje entre lo legal y lo ilegal—. A partir de esa fecha, el número se redujo a la mitad, y en octubre de 2019 —antes de la pandemia— Marruecos cerró el paso fronterizo del Tarajal y cortó ese flujo comercial de golpe.

Meses después, el covid-19 se encargó de añadir argumentos para que ese cierre se mantuviera y se extendiera, a la vez que agudizaba la crisis económica en aquella zona y todo el país. El informe Ceuta a pie de muro: hacia una aproximación de la frontera hispano-marroquí, de Alicia Fernández, coincide con el de la APDHA en que casi el 50% de los ingresos anuales de Ceuta provenían del trabajo de los porteadores. De ahí la desesperación de muchas de esas personas que se han visto en las imágenes de medios y redes sociales.

Frontera sur
Porteadoras Porteadoras marroquíes: fronteras cerradas, futuro incierto
Con el cierre de las fronteras en Marruecos, la subsistencia de miles de trabajadoras transfronterizas quedó en suspenso. Un informe de APDHA revisita la vida de las porteadoras que dejaron de portear.

Una desesperación que ya se había puesto de manifiesto de otras maneras. Sin ir más lejos, en enero de este mismo año, un centenar de personalidades de Castillejos firmaron un manifiesto para pedirle a Marruecos que salve a la población de la “grave crisis económica” provocada por el cierre de la frontera con Ceuta, una de las fronteras más desiguales del mundo. El PIB per cápita de España multiplica por nueve el de Marruecos.

“Estamos buscando trabajo para ayudarles, pero es que no hay”, termina Oussama. Sus historias son solo una pequeña parte de los motivos que han empujado a esos miles de personas a aprovechar como sea esta ventana de dos días de frontera abierta.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Personas refugiadas
Asilo y refugio El asilo crece en España hasta el 18,5% pero se queda muy lejos del 46,5% de la media europea
A pesar de que aún no se conoce ningún borrador por parte del gobierno español, CEAR considera que una nueva Ley de Asilo apegada a los derechos de la movilidad podría posicionar a España al frente de la Europa de los valores y derechos.
Grecia
Grecia Las familias de los ahogados en el naufragio de Pylos en 2023 continúan buscando respuestas
Se cumplen dos años de uno de los peores naufragios en las costas griegas. La madrugada del 14 de junio de 2023, un pesquero en el que viajaban unas 750 personas, colapsó. Solo hubo 104 supervivientes.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Filosofía
Brais Arribas, filósofo “Non se trata de empoderar senón de disolver o poder”
Durante a conversa, o profesor reflexiona sobre a saúde da filosofía galega, o poshumanismo, as novas masculinidades ou a experiencia da pandemia.