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Bebés robados
Eduardo Vela ni sabe ni recuerda el caso de la bebé robada Inés Madrigal
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado hoy la primera sesión del juicio contra el médico Eduardo Vela. Es el primer juicio por robo de bebés que se celebra. La fiscalía pide once años de prisión para Vela.
—No puedo decirle.
—¿Recuerda si había algún protocolo, cuando llegaba una mujer para dar a luz?
—No sabía más que el tema médico
—¿Recuerda si iban monjas a la clínica con mujeres para que dieran a luz?
—No recuerdo.
“No lo sé” y “no lo recuerdo” han sido las dos contestaciones que se han repetido hoy, pregunta tras pregunta, durante el interrogatorio del médico Eduardo Vela.
Hoy, en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, ha tenido lugar la primera de las dos sesiones del juicio contra Eduardo Vela Vela, ginecólogo de la clínica San Ramón, en Madrid, acusado del supuesto robo de bebés en el caso de Inés Madrigal.
Vela, que actualmente tiene 86 años de edad, se enfrenta a una petición por parte de Fiscalía de 11 años de cárcel por delitos de detención ilegal y suposición de parto. La acusación pide para él penas de cárcel trece años de cárcel por los delitos citados, a los que suma falsedad documental y adopción ilegal.
El caso de Inés Madrigal es el primero de bebés robados en llegar a juicio. Madrigal nació en la clínica San Ramón en 1969. Cuando tenía 18 años, en 1987, su madre le contó que era adoptada. 23 años más tarde, cuando leyó en El País una noticia sobre los casos de bebés robados en la clínica San Ramón, comenzó a investigar. Según ha ratificado hoy en el juicio, se encontró con que su partida de nacimiento estaba falsifica y su madre le contó que el médico de la clínica le dio instrucciones para simular un embarazo poco antes de hacerle entrega del bebé, de Inés Madrigal.
La jornada de juicio ha comenzado hoy con el interrogatorio de Vela, primero por parte de Fiscalía:
—Y el registro de nacimiento o defunción, ¿quien se encargaba de eso?—Las asistentas, las matronas….
—¿Dónde se guardaban estos registros? —continúa la fiscal.
Eduardo Vela calla.
—¿Se acuerda de si se tramitaban adopciones? ¿Qué pasaba con esos niños?
La callada por respuesta. Mientras, se oye un móvil en la sala. “Esa señora, sorda o no, que se vaya”, ordena la juez María Luisa Aparicio.
—Entiendo que ha pasado mucho tiempo, pero solo le pregunto que si se acuerda de que se tramitaran adopciones —reitera la fiscal—.
Silencio.
Durante la siguiente media hora, el médico ha continuado negando o negando recordar. También ha rechazado que fuera suya la firma del parte de nacimiento de Inés Madrigal, a pesar de que, según recordó la fiscal, durante la instrucción de la causa admitió que es suya.
Afirmó no recordar tampoco a la propia Inés Madrigal, ni al matrimonio formado por Inés Pérez e Ignacio Madrigal, padres adoptivos de Inés, ya fallecidos.
—¿Recuerda que acudió a un careo con Inés Pérez en Plaza de Castilla?
Vela mueve la cabeza en sentido horizontal. También niega recordar al padre Félix Sánchez Blanco, el jesuita que, según el relato de Madrigal, habría servido de intermediario.
—El motivo por el que está usted aquí es porque ese documento certifica que atendió en el parto a una señora que tuvo una niña y después se vio que era falso, que no era su hija. ¿Recuerda? —insiste la fiscal refiriéndose al documento cuya firma Vela niega que sea suya—.
De nuevo, niega con la cabeza.
—¿Recuerda si falsificó un parte de nacimiento?
Tampoco lo recuerda.
— Hacer la pregunta así tampoco va a solucionar nada —le dice la juez a la fiscal—.
Vela continuó sin recordar. Tampoco recordó a las periodistas francesas que, en 2014, consiguieron que admitiera en la televisión pública francesa France2 el caso de Inés Madrigal. “Sí, la he regalado”, afirmó. “Pero ella dijo inmediatamente que no me había pagado nada. Tengo la conciencia tranquila”, explicó entonces. Para conseguir la confesión, las periodistas, que están citadas a declarar mañana en la continuación del juicio, se hicieron pasar por clientas y utilizaron una cámara oculta.
Tras las preguntas de la Fiscalía, le llegó el turno al abogado de Inés Madrigal, Guillermo Peña. El abogado le volvió a preguntar por cuántos médicos iban a la clínica San Ramón. También sobre si había monjas en la clínica. De nuevo, Vela no sabía o no recordaba.
Después de la comparecencia de Vela, testificó Inés Madrigal. Madrigal relató cómo en 2010 comenzó a investigar sus orígenes y, el 13 de septiembre de 2011 confirmó con un análisis de sangre que Inés Pérez y Ignacio Madrigal no eran sus padres.
“En el 87 me lo contó mi madre. Me dijo que, cuando tuviera 20 años, me iba a decir algo. Le pregunté que si lo que me iba a contar es que era adoptada”, continúa Madrigal. Cuenta cómo, en el colegio, algunos compañeros, hijos de amigos de sus padres, la llamaban “la ‘adoptá’, así como hablan en Los Molinos (Madrid)”, donde la familia vivió varios años.
Madrigal no sabía nada del doctor Vela, pero sí que había nacido en la clínica San Ramón, ubicada en el paseo de La Habana, en Madrid. Explica que, en 2010, con la ayuda de Antonio Barroso, presidente de la asociación Anadir y también bebé robado, accedió al Registro Civil y comprobó que su documentación estaba falsificada. Se lo dijo a su madre, que le contó cómo fue el proceso que llevó a que la consiguieran.
“Mi madre siempre contaba que recibieron una llamada telefónica en la lechería del pueblo, que era el único sitio con teléfono. Y creen que fue el propio Vela. Fueron a la clínica y Vela les recibió con mucho cariño, como si los conociera de toda la vida”. El médico entonces le habría aconsejado a Inés Pérez que simulara estar embarazada, poniéndose cojines bajo la ropa y fingiendo los síntomas del embarazo.
“A la semana volvieron a llamar y dijeron que tenían una sorpresa para ellos, que fueran a la clínica con ropa de bebé”. Esa sorpresa era Inés Madrigal. Aunque no hay fotos de su bautizo, Inés afirma que la bautizó el jesuita Félix Sánchez Blanco. “Mi madre me dijo que [Sánchez Blanco] siempre me había seguido la pista”, explica Madrigal en referencia al sacerdote. “Llegué a pensar que había una relación biológica”, continúa.
Durante su intervención también han salido los nombres de Margarita Carnicer y Álvaro Gordón, una pareja que contrajo matrimonio el mismo día que ella nació. Inés invitó al matrimonio a su propia boda, a petición del padre Félix Sánchez Blanco. Ese día, escuchó cómo Margarita le decía a su madre: “De menuda nos hemos librado, ha habido redada en Madrid por lo de los niños”.
Inés lleva varios años cruzando perfiles de ADN con la esperanza de encontrar a sus padre. Hasta ahora lo ha hecho cuatro veces, siguiendo las fechas e historias que concuerdan con la suya de las que se entera a través de las asociaciones de bebés robados y de las redes sociales.
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En las Islas Canarias, en el viejo hospital de Santa Cruz de La Palma ( en la Breña Alta, Isla de La Palma), sigue un ginecólogo igual, se llama Luis Hernandez Guimera, un fascista que intentaba robarnos el recién nacido hijo!
Y sabemos de otras parejas (un poco hippie) quien tenía la una experiencia muy parecida de violencia. Fue casi mortal por los dos mujeres! Es un crimen que se repite en días de hoy! Intendabamos ir al juicio, pero encajaban el caso sin tratarlo... corruptos!
“Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”.
General Queipo de Llano 1936"
"Punch a nazi" no es una frase hecha. Si no lo haces pasan cosas.