Opinión
Historia contra patrañas

El autor propone una reforma radical del currículum en la Enseñanza Secundaria para evitar la ignorancia y la regresión social.

Archivo Ramon Adell Cambio Social -casco
Casco de los famosos ‘maderos’ con escudo de la dictadura de 1939. Álvaro Minguito

profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales en la UAM y especialista en la historia del comunismo español

16 abr 2019 07:08

Un municipio del área metropolitana sur de Madrid. Una casa de comidas próxima a un polígono industrial. El telediario refiere la última hora sobre la exhumación de Franco. Dos hombres en mono de trabajo comparten sobremesa: uno, frisando los cuarenta, debió transitar por el BUP; el otro, un veinteañero fruto de la LOGSE: “Mejor Franco que Maduro ¿Tú sabías que, con la República, el jefe del gobierno mandó a su escolta a matar al líder de la oposición?” El más joven mira al mayor como si escuchase a Don Marcelino Menéndez Pelayo, con respetuoso silencio. La vulgata revisionista aromatiza los postres y el café.

Aeropuerto de Barajas. Dos docenas de estudiantes de bachillerato se disponen a emprender un viaje de fin de curso. Todos despliegan una increíble capacidad para desenvolverse en tres planos simultáneos: jugar con sus móviles, compartir fotos y comentar memes. De repente, sobre el rumor de las conversaciones banales se escucha: “Pues yo voy a votar a Vox”. El móvil emite un silbido y un muchacho replica un tuit. Alguien que nunca será un conscripto musita las estrofas de El novio de la muerte. Un millenial va a estrenar su condición de ciudadano votando a un partido que enaltece un pasado de autarquía, censura moral y plato único.

¿Cómo se explica que trabajadores de uno de los últimos enclaves del muy desvaído cinturón rojo repitan falacias históricas propaladas por quienes, por otra parte, pretenden precarizar sus condiciones laborales y bajar los impuestos a las rentas altas? ¿Qué lleva a unos postadolescentes a formular a la ligera un envite contra su futuro con el mismo talante despreocupado con que acudirían a la casa de apuestas de la esquina de su instituto?

El retorno de viejos relatos

Son muchos los factores que están conduciendo a un cierre reaccionario de la crisis de representación abierta en 2011. La mayor parte de ellos no son coyunturales. La demolición del estado del bienestar y la centrifugación de toda coalición defensiva frente a las imposiciones de un capitalismo definitivamente asilvestrado tras la Segunda Gran Depresión, la desarticulación de la mesocracia, el ensueño melancólico de un pasado próspero pulverizado por la amenaza del paro crónico, la devaluación salarial y el agarrotamiento del ascensor social, el resentimiento del penúltimo contra el último en la pugna por el acceso a un trabajo escaso y a recursos sociales menguantes, el chauvinismo de retorno respecto a un proceso catalán percibido como un atentado a los arcanos identitarios que constituyen la última línea defensiva frente a la desaparición de todo lo que era sólido, todos estos factores han contribuido a la coagulación de fuerzas antes aletargadas o que se movían en los fondos abisales del piélago conservador.

Los elementos que integran el imaginario de la nuevamente pujante extrema derecha parecen sacados de la vieja Enciclopedia Álvarez. Glorificar a Hernán Cortés, discutir con Portugal sobre la primacía en la vuelta al mundo, declamar panegíricos a Blas de Lezo, vindicar una antigüedad para la nación española cuatrocientos años anterior a que se constituyese como sujeto de soberanía o invocar en sede parlamentaria europea Covadonga o Lepanto como antídotos contra Eurabia son fórmulas habituales entre aquellos que, cuando se trata de condenar a la dictadura franquista o de honrar a sus víctimas enfatizan de forma melodramática la necesidad de no mirar atrás. Una puja por la cima de lo rancio en la que no ha faltado, todo hay que decirlo, la contribución de algún ministro socialista recomendando como lectura canicular un subproducto editorial contra la Leyenda Negra, poniendo de manifiesto que el mal provoca contagios por capilaridad.

Un currículum inabordable

La amplia difusión de estos lugares de supuesto sentido común debería ser motivo de preocupación: denota que, en los cuarenta años de vigencia del régimen constitucional, casi dos generaciones de españoles han pasado por la escolarización obligatoria sin abordar satisfactoriamente el estudio de nuestra historia reciente. Y ha sido así por razones que cualquiera puede identificar en su propia autobiografía escolar: ¿Quién no ha oído que el programa era muy amplio; el tiempo, muy escaso; que al último trimestre siempre se llegaba con agobio; que los temas de la República, la guerra civil y la dictadura franquista eran muy problemáticos porque podían suscitar conflictos con las familias, llamadas de atención de la inspección educativa o, en definitiva, que eran demasiado recientes —solo han pasado entre cuarenta y ochenta años de nada…— como para ser tratados con objetividad y desapasionamiento?

De ahí que el conocimiento histórico acumulado por millones de ciudadanos (casi diez en los años que van desde los años 90 hasta hoy) se caracterice, en general, por la carencia de profundidad y de rigor y consista en retazos de los manuales mal rememorados, episodios estereotipados, retales de debates televisivos, fragmentos de la pacotilla editorial, simplificaciones pseudoacadémicas y evocaciones de experiencias subjetivas de raíz familiar: un patchwork proclive a arropar todo tipo de mistificaciones.

Incluso el profesorado más comprometido tiene serias dificultades para llevar al aula los periodos clave de nuestra Historia reciente. La selección de contenidos no es fácil. Explicar las revoluciones burguesas, el surgimiento del Estado-Nación, la revolución industrial, las dos guerras mundiales, el comunismo, los fascismos, la guerra fría, el imperialismo, la descolonización, la globalización y sus correspondientes correlatos en la historia española resulta una tarea titánica con tres horas de clase a la semana.

La dificultad es estructural: de todas las divisiones formales de la Historia, la Contemporánea es la única que permanece abierta. El currículum de Secundaria siempre arranca con la crisis del Antiguo Régimen, tanto en 4º ESO como en 1º de Bachillerato. La secuencia temporal de la contemporaneidad española en los manuales escolares apenas ha variado desde la Ley General de Educación de 1970. Precedido de un tumultuoso siglo XIX, el reinado de Alfonso XIII abre un siglo XX no menos convulso. La Dictadura de Primo de Rivera se presenta como doble respuesta a la agudización de la conflictividad social y a las consecuencias de la guerra de Marruecos. Segunda República y Guerra civil suelen aparecer amalgamadas en una misma unidad, con las lecturas teleológicas que ello supone. El franquismo, por su extensa duración, casi geológica, se escinde en dos periodos con el Plan de Estabilización y los comienzos del desarrollismo como parteaguas. Por último, la transición, enfocada desde las instituciones – “de la Ley a la Ley”- y con el pueblo español como espectador de platea cierra virtuosamente dos siglos de confrontación cainita.

Una propuesta radical

La toma de la Bastilla fue la metáfora fundacional de la nueva era para los historiadores del siglo XIX, pero para nosotros han trascurrido casi dos siglos y medio. Si no se opta por un cambio de paradigma, estamos condenados a que siga sin haber tiempo suficiente para la enseñanza de la Historia más próxima y, aunque el diseño curricular contemple, en teoría, todos los acontecimientos comprendidos entre aquel hito inaugural y la realidad compleja de nuestro tiempo, los episodios que van del franquismo hasta el presente se encontrarán sumidos en un agujero negro. Una ignorancia fértil para las campañas de la extrema derecha político-mediática.

La enseñanza de la Historia Contemporánea más reciente adquiere hoy un carácter de imperativo cívico y democrático. Es necesario modificar sustancialmente la secuenciación de los contenidos curriculares. Nadie debería abandonar las aulas sin conocer las claves de los procesos que han conformado la sociedad en que va a insertarse en breve como sujeto en plenitud de derechos políticos. Para ello, es preciso otorgar a la Historia reciente –el “corto siglo XX”, en expresión del Eric Hobsbawm- el protagonismo de un curso propio, el último de la Secundaria obligatoria. Hay que redistribuir la secuencia de los contenidos en cuatro bloques: 1) Las vías a la modernización: el lento despegue bajo la Restauración (1903-1923); la modernización autoritaria (1923-1930); y la modernización democrática (1931-1936). 2) La guerra civil como crisol de los conflictos secularmente irresolutos (económico, social, territorial, político y cultural) y escenario de la protoguerra mundial (1936-1945). 3) La dictadura franquista como régimen totalitario imbricado en los cambiantes escenarios internacionales y de modulación tardía al capitalismo maduro (1936-1977) 4) El proceso de transición a la democracia, sus condicionantes, sus logros y sus límites (1969-1986).

La cronología podría resultar chocante, pero está justificada: obedece a la idea de que la guerra civil y la dictadura franquista interrumpieron un proceso de modernización que se había iniciado, bajo varias facetas y distintas velocidades, en el primer tercio del siglo XX; que la España franquista fue parte actora de la Segunda guerra mundial como integrante del Pacto de Acero y suministradora de tropas para una guerra de agresión —la División Azul—, y que sus gambitos de pasividad no llegaron a alcanzar la neutralidad absoluta; que el comienzo de la dictadura hay que situarlo en la propia guerra civil, en la que se configuró el que durante toda su vigencia se reivindicó a sí mismo como el “régimen del 18 de julio”; que su final no se produjo con la muerte del dictador sino con la derogación efectiva de las instituciones dictatoriales; y que los orígenes de la transición hay que rastrearlos en los alineamientos de fuerzas bajo el tardofranquismo, y su final prolongarlo hasta la primera vez desde 1933 en que un gobierno de centro-izquierda pudo sucederse a sí mismo en el poder sin que lo impidiera un pronunciamiento militar.

Es solo un bosquejo y una aportación para el debate social. Una intervención, por decidida que sea, en la forma en que la ciudadanía aprende Historia en la escuela no será el bálsamo de Fierabrás contra el populismo reaccionario, pero sí una parte de la posología. No rendirá frutos de inmediato, pero al menos contribuirá a evitar en un futuro no muy lejano que podamos contemplar el Medievo como un horizonte de progreso.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
Culturas
Servando Rocha “La modernidad de Madrid está edificada con la sangre de la gente”
En su nuevo artefacto, situado entre la literatura y la investigación histórica, Servando Rocha cartografía espacios de Madrid donde se registraron experiencias insólitas que han permanecido en el olvido durante mucho tiempo.
Euskal Herria
Cultura Los judíos en la tierra del euskera
Un repaso de la acogida que les brindó el Reino de Navarra tras su expulsión de Castilla y Aragón, a la red clandestina que los ayudó a cruzar la muga durante la ocupación nazi de Francia y las relaciones con el Estado de Israel
Miguel VL
20/4/2019 8:42

Gracias al autor por poner encima de la mesa uno de los problemas de la enseñanza de la Historia en secundaria. Independientemente de que no se logre el "acuerdo total" en los programas concretos, resulta imprescindible abordar este asunto.

0
0
NosoyLiberal
20/4/2019 0:18

Lo de un país en vías de modernización me ha sonado fatal...me ha recordado al libro de Fusi, la teoría de la modernización, además de oler a naftalina, no me parece muy de izquierdas, más bien lo contrario. Eso independientemente de que Franco no trajera a este país nada bueno ni nada que hubiera podido conseguir sin semejante dictadura.
Por otro lado, mientras los profesores no puedan expulsar de las aulas a todos aquellos que no guarden unas mínimas formas de respeto y convivencia....ningún cambio en el currículum servirá de mucho.

0
0
#33097
16/4/2019 11:06

La Historia no la hacen solo los contemporaneístas. Hobsbawm, Gellner, Anderson... ¿Sabían algo de moderna, de medieval, de antigua?

0
2
Fernando Hernández Sánchez
16/4/2019 15:56

Anderson escribió su tesis sobre "El Estado absomutista" y editó "Transiciones de la Antigüedad al feudalismo". Hobsbawm comentó las tesis de Marx en "Formaciones económicas precapitalistas". Nadie dice que haya que eliminar el estudio de las fases anteriores: lo que sostengo es que se imparta en condiciones satisfactorias la Historia del Presente.

4
0
#33117
16/4/2019 17:15

Me refería a Benedict Anderson, no a Perry Anderson. En cuanto a Hobsbawm, estudiar a un pensador del siglo XIX no es hacer historia moderna. A lo que vamos: se les fue la mano con la tesis de las comunidades imaginadas. Ni Francia, ni Gran Bretaña, ni Alemania, ni España surgieron como naciones en el siglo XIX.

0
0
#33096
16/4/2019 11:02

Puesto que el pueblo no fue sujeto de soberanía en Europa hasta 1789, antes el pueblo no existía.

0
2
Alberto Reig Tapia
16/4/2019 8:29

Brillanre y certero análisis de un experto en la materia. Ojalá que su propuesta no caiga en saco roto.

4
0
Opinión
Opinión Camino por València y pienso en Palestina
El viernes 29 de noviembre se cumplió un mes desde el desastre de la dana, coincidiendo con el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, declarado así por la ONU.
Racismo
Safia El Aaddam “El racismo no surge de la ignorancia, es un ejercicio consciente”
Escritora, divulgadora, filóloga y activista antirracista Safia explica las raíces coloniales que sustentan la islamofobia y el racismo antimoro de este país en su nuevo libro 'España ¿racista?'.
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Análisis
Análisis El pueblo mozambiqueño: la unidad del colectivo como respuesta a los desafíos presentes y futuros
Tras los primeros días de huelgas y manifestaciones, ganaba fuerza la pregunta “¿Hasta cuándo podrá aguantar la gente?”. Pues esta pregunta sigue sin respuesta.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Justicia
Juana Rivas La Fiscalía italiana acusa al exmarido de Juana Rivas de violencia física, vejaciones y amenazas a sus hijos
La Fiscalía italiana ha presentado un escrito de procesamiento ante el Tribunal de Apelación de Cagliari contra Arcuri por “haber maltratado a sus hijos menores, sometiéndoles habitualmente a violencia física, vejaciones, injurias y amenazas”
Ecologismo
Crisis climática Coches bomba bajo la dana
En caso de catástrofe, a menudo el vehículo privado es una trampa mortal, un peligro público y un estorbo para la supervivencia
PSOE
Congreso del PSOE El PSOE borra la Q y el ‘plus’ de las siglas LGTBIAQ+ y los colectivos responden: “Se trasladará en violencia”
Unas enmiendas aprobadas durante el 41º Congreso Federal del PSOE piden excluir a las mujeres trans del deporte femenino y eliminan la ‘Q’ y el ‘plus’ en las siglas del colectivo queer en los documentos internos del partido.
Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros

Recomendadas

Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.