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Pista de aterrizaje
Didi: “Lo que hago es para debatir y hacer pensar”
La grafitera Didi se vio envuelta recientemente en una absurda polémica cuando uno de sus grafitis, que viste la persiana metálica de un local en el barrio de Salamanca, no gustó a algunos vecinos.
En sus años en el instituto descubrió en las paredes de su barrio una forma de expresión artística, desde entonces combina el arte del grafiti con otros trabajos gráficos que próximamente la llevarán a exponer en Osaka y Berlín. Recientemente se vio envuelta en una absurda polémica cuando uno de sus grafitis, que viste la persiana metálica de un local en el barrio de Salamanca, no gustó a algunos vecinos. La artista decidió explicarse y defender la libertad de expresión y creación en el Pleno del distrito. Salió bien parada.
¿Cómo te defines?
Soy todo en uno. No puedo diferenciar entre grafitera y artista porque lo que me ha hecho formarme como artista ha sido el grafiti. Lo que me ha hecho empoderarme, tener fuerza y creerme artista es ser grafitera.
¿Cuándo fue la primera vez que encontraste en una pared la oportunidad de expresarte?
Hace más de una década. En el barrio y en mi instituto conocí gente que se dedicaba a eso. Después me fui a vivir a Alcorcón, donde existe una cultura del grafiti desde siempre, allí es donde ya me puse en contacto con grafiteros y grafiteras que estaban en la escena en ese momento.
¿Cuál ha sido tu sello en cuanto al dibujo?
El icono que más me representa es la perra. Las perras que dibujo suelo meterlas en ilustraciones, tatuajes o grafitis... porque a través del dolor que he sentido y de las cosas que he vivido me he hecho como un alter ego sobre mí misma, y otras mujeres que me han importado e influenciado a la hora de crecer artísticamente. Es la manera de escenificar todas esas cosas. Las dibujo heroínas, mujeres fuertes, por eso el icono de las metralletas, siempre luchando.
A algunas personas tus heroínas les parecen hipersexualizadas.
Yo creo que hoy en día existe una doble moral bastante arraigada. Vemos como algo cuestionable o negativo la parte artística, pero no cuestionamos la publicidad ni los medios ni ningún otro tipo de canal donde se exhibe a la mujer como un producto. A día de hoy es algo que me sigue chocando mucho porque mi arte no está hecho para vender ningún producto, está hecho para debatir y pensar.
¿Por qué crees que molesta?
Vincular determinados atributos físicos a una mujer no creo que la hagan menos inteligente, ni menos feminista, cosas que no sé por qué se vinculan muchísimo a una estética o estereotipo físico. Por lo que yo realmente lucho es que se caiga esta capa del físico, para mí el cuerpo es solo una carcasa que no dura en el tiempo y solo sirve para utilizarnos en determinados momentos, como hablaba antes, para la publicidad, para vendernos. En el momento que se empiece a quitar esa capa de vernos con unas tetas y unos culos se entenderá que la mujer da igual cómo sea, que lo importante es cómo tenga amueblado su cerebro y sus actos.
¿Qué opinas de las críticas?
En determinados ámbitos como es el artístico, creo que opinar puede todo el mundo, pero censurar o denunciar sin conocer el trabajo y lo que hay detrás de un artista me parece violento. Si hubiera una investigación sobre mi trabajo y mi carrera artística, pues las bases están allí para saber que yo llevo en el feminismo y luchando por ello toda la vida.
A priori las cosas pueden parecer algo, pero de eso trata el arte, de investigar y enterarse de lo que esa artista promueve o por qué lucha, que se conozca el fundamento de todo esto.
Ningún grafiti tuyo ha sido atacado, ¿no?
Han tenido buena aceptación en los sitios donde los he hecho pero influye mucho la clase social y la zona donde esté. Reconozco que mis pinturas suelen tener muchos colores, muchos dibujos... Si directamente fueran letras o una frase como “arriba el feminismo”, o “bitch power” serían más criticados que a lo mejor los muñecos. Es un reclamo que, sobre todo a los niños, les encanta. Además es algo que le da vida a las calles que están tan grises y plagadas de publicidad, incluso de publicidad de prostitución, esto sí que me parece muy violento. Sobre la prostitución, no estoy a favor ni en contra. Debe debatirse entre las personas que la ejercen.
¿De qué estéticas te has alimentado?
Del arte japonés, el manga, la época punk de los 80, mujeres iconos de la música, la danza y del arte en cualquiera de sus variantes —el grafiti es una fuente de inspiración constante— y de lo que tengo alrededor. Me gusta mucho curiosear y si de repente me agrada algo empiezo a investigar, me obsesiono y empiezo a sacar ideas, por eso a veces voy como por etapas.
¿Vives de tu arte?
Sí, puedo decir que sobrevivo y vivo de mi arte.