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PNV
¿A quién benefician los presupuestos de Bizkaia?
Las cuentas del PNV en Bizkaia están fundamentalmente centrados en las políticas del cemento y las privatizaciones de los servicios públicos, favoreciendo que sean unas pocas personas quienes se lucren a costa de la mayoría social. ¿Bien común o clientelismo?
Juntera por Elkarrekin Podemos-IU en Bizkaia
Durante estos días se ha hablado mucho de la falta de acuerdo entre los diferentes grupos políticos del Parlamento Vasco para aprobar los presupuestos del Gobierno Vasco y de lo que ello puede suponer para la ciudadanía. Sin embargo, apenas se ha hablado de los presupuestos de la Diputación Foral de Bizkaia y de su incidencia en el presupuesto autonómico. No en vano la Diputación de Bizkaia es la institución foral que más aporta a las cuentas del Gobierno Vasco.
A veces no somos conscientes de la importancia y trascendencia que tiene el presupuesto vizcaíno, ni de que cualquier iniciativa, cualquier política pública, cualquier actuación institucional que se haga desde el gobierno vasco y desde la Diputación Foral, depende, por una parte, de los ingresos que tenga esta última institución (y por tanto, de su política fiscal); y por otra, de las prioridades que cada una de ellas se marque a la hora de gastar los dineros ingresados. Recordemos que en eso consiste numéricamente el presupuesto, en consignar, por un lado, la previsión de los gastos, y por otro, la estimación de los ingresos para financiar dichos gastos.
Pero el presupuesto es mucho más que unos números: es el espejo de quien gobierna, la forma y la posibilidad de hacer política, el vehículo mediante el cual el ejecutivo establece prioridades y concreta acciones que determinan el tipo de sociedad que quiere construir.
No somos conscientes de la importancia del presupuesto vizcaíno y de las prioridades a la hora de gastar los dineros ingresados, ya que la Diputación de Bizkaia es la institución foral que más aporta a las cuentas del Gobierno Vasco
Este proyecto de presupuestos no es una herramienta eficaz para construir el modelo de sociedad feminista, sostenible, generadora de empleo de calidad, cohesionada social y territorialmente al que aspiramos.
Son unos presupuestos centrados fundamentalmente en las políticas del cemento y las privatizaciones de los servicios públicos, favoreciendo que sean unos pocos quienes se lucren a costa de la mayoría social.
Son unos presupuestos que priorizan la construcción de la segunda fase de la SuperSur, por valor de 45 millones de euros, frente a la construcción de la variante de Rekalde y el derribo del viaducto y las líneas 4 y 5 de metro que permitiría cohesionar el barrio Rekalde de Bilbao y unir Bilbao con el Hospital de Galdakao-Usansolo.
Son unos presupuestos que siguen sin articular medidas efectivas a los problemas provocados por la crisis de 2008: la desindustrialización, el cierre de empresas y la alta tasa de paro registrado en comarcas como Ezkerraldea- Meatzaldea y Enkarterri. Situación que se ha visto agravada por el cierre de La Naval y la no implicación de las distintas administraciones públicas. De hecho, la cámara vizcaína, las Juntas Generales, aprobaron por unanimidad en el pleno de noviembre que la Diputación se implicara para mantener los empleos y las condiciones laborales. Aun así, la Diputación, una vez más, se ha puesto de perfil.
Son unos presupuestos que aumentan las privatizaciones de los servicios públicos. Tal y como muestran los datos, desde el año 2016 se ha producido un aumento de más de 27 millones de euros en servicios privatizados. En 2019, más de 472 millones del presupuesto van a ir a parar a manos privadas. Más de la mitad de ellos, 250 millones se destinan para la gestión privada de residencias, centros de discapacidad, de menores, dependencia, servicios públicos que deberían estar orientados a la calidad del servicio y no a la obtención del beneficio económico de unas pocas empresas.
En 2019, más de 472 millones del presupuesto van a ir a parar a manos privadas. La mitad, 250 millones, se destinan para la gestión privada de residencias, centros de discapacidad, de menores o dependencia, unas partidas que han aumentado en 27 millones desde 2016
Son unos presupuestos que no dan la suficiente importancia a la cuestión medioambiental. Baste nombrar que en materia de residuos siguen priorizando la incineración y el negocio privado que conlleva su gestión.
Estos son solo algunos ejemplos de las prioridades políticas que ha mantenido este gobierno foral formado por PNV-PSE. Es un presupuesto que antepone las prioridades de las elites económicas y privilegiadas a las de la mayoría de la sociedad vizcaína, a la justicia social, a la igualdad, a la sostenibilidad y la cohesión social y territorial de Bizkaia. Son unos presupuestos que perpetúan un modelo al servicio de grandes infraestructuras, de privatizaciones y de gestión clientelar que ahonda en el deterioro de los servicios públicos, desperdiciando una gran oportunidad de empezar a caminar en el sentido de la gente, abordando realmente sus necesidades, demandas y reivindicaciones. Un modelo que desoye al movimiento feminista, al conjunto de organizaciones sindicales que reclaman mejoras en la calidad del servicio de las residencias, que desoye a las plataformas vecinales y movimientos en pos de una transición de futuro social, ecológico y productivamente sostenible.
Mientras tanto, no queda otra que la ciudadanía tome conciencia de su poder y se siga organizando, se siga movilizando, peleando y exigiendo, pues en sus manos está la llave para conseguir una Bizkaia justa, social, ecologista y feminista.