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Racismo
Nazrin Hasanova: “En la UPV/EHU existe un racismo más silencioso"
Nazrin Hasanova vino de Azerbaiyán a los cinco años. Ahora tiene 20 y, además de estudiar Administración y Dirección de Empresas en la facultad de Sarriko (Bilbao), es miembro de la Asociación Estudiantil Antirracista de la UPV/EHU, A!ESAN. Hasanova es una mujer decidida y luchadora, una mujer que desde el activismo trata de poner voz a los problemas más invisibilizados de la sociedad. Sueña con comerse el mundo, provocando cambios en el sistema de opresión racial. Para ello, como tantas otras mujeres en la historia, dedica todo su empeño, carácter y buena parte de sus energías vitales.
¿Cuándo os disteis cuenta de las carencias que había en la UPV/EHU?
Es algo que muchas personas sentimos. No es algo tan evidente como otros problemas que ha habido en la universidad, como, por ejemplo, el tiroteo que tuvo lugar el 13 de octubre en el campus de Leioa. Sin embargo, es algo que notamos por parte del profesorado, del alumnado: caras, maneras de hablar, miradas… Es un racismo más silencioso, más mudo.
Pero igualmente dañino.
Para mí es peor. El racismo que no se ve a simple vista es que, a veces, más duele. Prefiero que me digan las cosas a la cara.
Entre el alumnado, el profesorado y el resto de trabajadores de la UPV apenas se ven personas racializadas, ¿a qué se debe?
Creo que no se anima a las personas racializadas o a otros colectivos más oprimidos a participar en cosas de la universidad o simplemente a estudiar. Además, los trabajos que no suelen necesitar de muchos estudios o de alguna formación específica o los trabajos en los que tienes uno o varios jefes los suelen realizar la gente racializada. Muchas veces estas personas no tienen estudios o se decantan por un grado medio o superior, por lo que es difícil que se llegue a ser profesor en la universidad. Es importante que nos preguntemos cuántos profesores extranjeros hemos tenido a lo largo de nuestra vida, porque la respuesta es muy triste. Y este es un colectivo más pequeño, pero, ¿por qué en los Consejos de Estudiantes y en asociaciones apenas hay gente racializada? Yo creo que soy de las primeras mujeres presidentas de mi facultad y la primera no blanca.
“He visto cómo han animado a compañeros blancos a estudiar y cómo no veían al compañero racializado”
¿Creéis que desde la dirección deben hacer una crítica a su política?
Mira, desde la universidad se ha ido a diferentes colegios e institutos a animar a las chicas a hacer carreras de ciencias o de ingeniería, porque se ve una clara diferenciación entre hombres y mujeres en este ámbito. Es algo que agradezco que se esté haciendo, pero con el tema racial aún estamos muy lejos de lo que podríamos estar. La universidad puede hacer mil cosas, como animar a las personas a hacer un grado universitario, porque, a veces, desde el instituto no se hace. He visto cómo han animado a compañeros blancos a estudiar y cómo no veían al compañero racializado. Lo sé, porque a mí me ha pasado. Yo era una de esas personas a las que, pese a mis notas, no se veía. Y esa situación me hizo despertar.
¿De qué manera afecta al alumnado racializado la falta de referentes en el proyecto educativo?
Pues que al no ver a nadie racializado haciendo lo que sueñan hacer ellos, se desmotivan. Es importante tener a un igual como referente. Alguien a quien sientas cercano, que haya venido del mismo sitio que tú, que haya tenido tus mismas vivencias y te muestre que eres capaz de hacer las mismas cosas. Esto te hace pensar que con esfuerzo puedes llegar a donde llegaron ellos o más, pero si no tienes esos referentes, es difícil encontrar motivación. Y esa ausencia de referentes racializados también afecta a las personas blancas, porque la diversidad te ayuda a abrir la mente.
Ganasteis el premio “Erronka globalen aurrean, gazteak martxan”, con el proyecto Descoloniza tu menta, africaniza tu conocimiento, ¿En qué consiste esta iniciativa?
Es una antesala a un programa de movilidad como el Erasmus, pero en África, en concreto con la Universidad de Dakar Cheikh Anta Diop. Para ello, contamos con la colaboración de Médicos del Mundo, la CNAAE y de Odome Angone (profesora de Lenguas Modernas en dicha universidad). Nuestro proyecto consistía en una mesa redonda en la que participarían tanto la profesora Angone como representantes de organismos universitarios de Dakar y del País Vasco, para hablar de un punto de unión entre los dos países. Consiste en hacer puntos de conexión con las personas, así si alguien se va a Camerún, por ejemplo, puede tener a una persona con la que contar, con la que hablar, alguien que te pueda ayudar. Esta iniciativa pretende crear una verdadera red de comunicación para ayudarnos entre nosotros.
¿Qué supuso esta victoria para A!ESAN?
Ganar el primer premio nos dio visibilidad y reconocimiento. Sentimos que se interesaban por nuestro proyecto y eso es importante para nosotras. La victoria motiva a seguir trabajando. Además, la financiación ayuda a poder realizar actividades e iniciativas que no podíamos permitirnos.
“La universidad tiene grandes oportunidades de avanzar en el tema del antirracismo y no lo está haciendo”
¿La UPV/EHU es un entorno seguro para el alumnado racializado?
Si lo ponemos en palabras grandes y resumidas rápidamente, sí. Sí, porque no ves violencia directa. Pienso que hay muchas cosas a mejorar, que la situación no es tan mala como podría ser en otros sitios, porque también hay que decir que el País Vasco difiere mucho de otras comunidades autónomas. Yo cuando era pequeña sí sufrí bullying, ataques racistas y xenófobos. Pero en la universidad en el tema racial no he visto nada, ni bueno ni malo. Nada que avance ni nada que retroceda. Es un balance bastante equilibrado, esto puede ser bueno porque las personas racializadas pueden sentirse bien estudiando ahí. No obstante, la universidad tiene grandes oportunidades de avanzar y no lo está haciendo. Las personas racializadas no tenemos, por ejemplo, cargos de poder. Siento que a veces te ponen tan en el suelo, que cuando te levantas, te quedas de pie, porque no quieres avanzar ni correr, solo estar ahí, porque estás cómoda.
En el colegio se suele confundir el bullying con el racismo.
El colegio es una representación de los padres y de su entorno. Yo me enfadadaba con los niños, pero llegó un punto en mi vida en el que empecé a enfadarme con las familias, porque un niño o una niña no aprenden solos a decir “vete a tú país”. Ellos no saben lo que eso significa, lo que implica. Es algo que aprenden en casa o en la tele.
En redes habláis del trato diferencial que existe en la universidad por parte del profesorado, ¿a qué os referís y cómo os afecta?
Es el racismo mudo del que hablaba antes. Existe por parte de los profesores [de la UPV/EHU] y duele muchísimo. Se puede ver en algo tan claro como las notas o los comentarios que te hacen en una presentación. A mí y a mis compañeras negras, por ejemplo, nos hacen comentarios más fuertes. Ese trato diferencial provoca que no nos sintamos igual que nuestros compañeros. También te digo que el alumnado en general tiene un miedo increíble al profesorado. Y se suelen poner las quejas después de los exámenes, por si eso te afecta a la nota. Ese miedo no debería existir, porque te paraliza y luego la universidad no te ayuda a gestionar ese miedo o los efectos que tiene en la salud mental.
¿Qué estrategias se pueden seguir para no limitar académicamente a las personas no blancas?
Una de las cosas que debería cambiar en el ámbito administrativo es que en los exámenes no se escriba el nombre y apellidos del alumnado. Debería bastar con el documento de identidad u otro tipo de número con el que no se pueda identificar a quién se está evaluando, porque eso puede influir y no es justo. Además, deberían tener un trato igualitario con todo el estudiantado, sin discriminaciones ni juicios.
Racismo
Quinndy Akeju, estudiante de enfermería y afroactivista “Ocupamos espacios que históricamente nos han negado”
La afroactivista Quinndy Akeju tuvo un conflicto con Deia¸ porque decían que era inmigrante y que había llegado a España huyendo de la guerra, cuando ella había dicho que no era así. ¿Crees que la mayoría de las personas tienen esa lectura de las personas racializadas?
Muchas la tienen. Es triste que cuando ven a una persona racializada y no la han escuchado hablar se de por hecho que es extranjera. Mi madre es blanca y tiene el pelo claro. Ella tiene acento. Pues es cuando habla y se lo notan cuando la empiezan a tratar diferente. Hay muchas personas racializadas que han nacido en España, que tiene detrás generaciones de gente española. Además, los españoles están de por sí muy mezclados, porque aquí ha habido muchas tribus. Es algo que a muchos les cuesta meter en la cabeza. Que me digan qué es lo que significa realmente ser español. También veo una diferencia entre los jóvenes adultos y las personas de entre 40 y 50 años. Estas tienen una mente más cerrada y, en parte, hay que entenderlo porque han tenido una educación diferente y no podemos culparles por ello. Sin embargo, deberían aprender o deberíamos enseñarles a tener una mente más abierta, hacer que comprendan que todos somos de diferentes culturas y que la nacionalidad, la raza y la etnia son conceptos diferentes. En fin. Ya no vale con no ser racista, lo importante es ser antirracista.
“Si un chiste es racista, si ofende a alguien, hay que decirlo, porque deja de ser un chiste cuando las dos partes no se ríen”
A menudo cuando alguien hace un comentario racista cuesta reaccionar porque le van a mirar mal, como si estuviera más admitido hacer comentarios racistas que hacer una defensa antirracista, ¿cómo se puede reaccionar ante esa presión del entorno?
Hay un miedo a la opinión de las otras personas o a lo que te puedan contestar que no es lógico. Si un chiste es racista, hay que decirlo. Si el chiste le ofende a alguien, hay que decirlo. Un chiste deja de ser un chiste cuando las dos partes no se ríen. Y habrá quien te llame pesada o se tome a mal que hayas dado una opinión antirracista sobre el chiste, pero si alguien se ofende por eso es porque algo hay. Lo más preocupante es cuando un grupo de gente blanca hacen chistes de gente negra y todos están cómodos y callan.
¿Qué es A!ESAN?
Es la única asociación estudiantil antirracista dentro de las universidades del País Vasco. Y, actualmente, todas las personas que integramos la asociación somos racializadas y pertenecemos a lugares muy diversos: África, Oriente Medio, Latinoamérica…
¿Y cómo nace esta organización?
Las fundadoras observaron una serie de situaciones que ha habido en la propia universidad que no las dejaban conformes como estudiantes y, por eso, decidieron crear un instrumento de defensa y ayuda para intentar mejorar la situación de las personas racializadas de la UPV/EHU y de otros colectivos que no tienen tanta representación como el LGTBI+.
Por último, ¿cuáles son sus planes a largo plazo?
Lo que queremos es difundir el mensaje y el trabajo de la asociación. Hacer que la gente la conozca y animar al alumnado a unirse y ayudar. Nos gustaría acudir a colegios para contar cómo surgió la asociación y por qué. Desde A!ESAN queremos ayudar y dar voz a las personas que tienen una voz aún más pequeña que nosotras y seguir en la lucha. Esos son nuestros planes.