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Rock
Qué placer verte otra vez, Ciro
Una hora antes de que empiece el concierto, la blanquiceleste tiñe la cola de personas que esperan para ver a Ciro y Los Persas. Da igual que se divisen las inmediaciones del recinto en la Riviera de Madrid o del Marenostrum de Fuengirola (Málaga), la camiseta con el número 10 de Maradona y las banderas de Argentina abundan entre el público, que rezuma ganas de volver a ver en concierto a Andrés Ciro Martínez (Buenos Aires, 1968) y su banda. Ciro y Los Persas es uno de los grupos de rock argentino más queridos desde 2009, tras la despedida de su antigua formación, Los Piojos.
“¿Cómo andan, che? Es una alegría que estén acá”. Así da la bienvenida el cantante. Como si no hubieran pasado más de dos años desde su primera y última fecha a este lado del charco. Y, siguiendo su costumbre, el compositor viste de negro. “Negro Blues, gran cartel”, como el primer verso de la canción “Taxi Boy” de Los Piojos, segundo de los temas del concierto. El código de vestimenta solo es roto por un faravahar blanco, uno de los símbolos más conocidos de la antigua Persia, estampado sobre su espalda.
Si bien el vocalista viaja con Los Persas —Juan Manuel Gigena Ábalos, Rodrigo Pérez, João Marcos Cezar “Broder” Bastos, Julián “Lulo” Isod y Martín Löhrengel— durante su gira en el Estado español, solicita ayuda al notorio en algunos momentos de la noche: “Si nos pueden hacer unos segundos los vientos…”, bromea Andrés, confesando que no han podido traer al resto de componentes de la banda a Barcelona, Madrid, Fuengirola (Málaga), Palma de Mallorca y Mislata (Valencia) durante el mes de septiembre.
El silencio se rompe con el sonido de su armónica. Como siempre, su fiel compañera le acompaña en buena parte de su repertorio de 22 temas que, en esta ocasión, contienen éxitos tanto de sus cuatro discos de estudio con Ciro y Los Persas —Espejos, 27, Naranja Persa y Naranja Persa 2—, como en nuevas versiones de canciones de ayer y de hoy, gracias a su último álbum Guerras (un viaje en el tiempo).
Después del paseo, no serán los mismos
“Sepan que, después del paseo, no serán los mismos”, vaticina una voz en off antes de comenzar con la segunda parte del espectáculo en la que el público, mayoritariamente conformado por personas de entre treinta y cincuenta años que disfrutaron en su juventud al ritmo de Los Piojos, se deleita de la capacidad vocal e interpretativa de Ciro sobre el escenario.
“Vamos a hacer algunos temas de un viaje en el tiempo, gracias al disco acústico que está disponible en Spotify y que son versiones, así descansamos un poco sentados”, afirma el cantante entre pieza y pieza, consciente de la dificultad de mantener la distancia de seguridad entre fans deseosos de bailar sus canciones más emblemáticas.
Se refiere a Guerras, su último álbum, en el que Ciro y Los Persas recorren una suerte de viaje espacio-temporal que lleva al compositor en bicicleta por las tres décadas de su carrera, desde la céntrica calle porteña de Corrientes, en Buenos Aires, hasta los distintos escenarios de su gira española, sobre los que incluso canta mientras pedalea.
Este disco es el primero de una trilogía que, como todo en el recital, parece un juego casual programáticamente pensado. El tercer álbum Sueños está siendo grabado antes del segundo, Amores, con la Orquesta Filarmónica de Mendoza, lo que genera una paradoja que también es comentada durante el espectáculo por el compositor.
Homenaje a los Redonditos de Ricota
Cambios de vestuario, pero respetando siempre el negro; un paseo en bicicleta entre las violas, como llaman a las guitarras los músicos argentinos; juegos de luces y una versión de “Me matan, Limón”, la conocida canción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Mientras comienzan los primeros acordes y los vítores se acrecientan, la pantalla se ilumina con dos de los cuadros más conocidos del artista colombiano Fernando Botero, retratando los últimos minutos del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, protegido por su guardaespaldas, apodado como “Limón”.
Mientras Ciro canta “¡Me matan, Limón! ¡Hijueputas, Limón! ¡Por los techos viene el bloque, otra vez!”, se observan las dos obras de Botero: “La muerte de Pablo Escobar” de 1999 y “Pablo Escobar Muerto” de 2006. Con todo, el espectáculo audiovisual permanece en segundo plano al escuchar al polifacético Ciro, acompañado de Los Persas, durante su particular homenaje a una de las bandas más laureadas del rock argentino en las últimas décadas.
Aire de Chacarera
Pero la atención no solo recae en el cantante del grupo durante las más de dos horas de recital. Juan Gigena Ábalos, guitarrista y miembro de una conocida familia de compositores de folclore argentino visita la chararera. Con su particular “Chacaloop”, Ábalos embelesa con este ritmo tradicional del país, principalmente de la provincia de Santiago del Estero, creando un bucle de capas armónicas y melódicas grabadas con un pedal de loop y su guitarra. Este fue el último respiro en un concierto sin descanso en el que la emoción por la vuelta a los directos y el reencuentro con el público transoceánico resignificaron estas cinco fechas de Ciro y Los Persas en el Estado español.
Tan solo
“Uó-bamba-uó-bamba” es la onomatopeya con la que comienza “El farolito” y que hace saltar a los presentes en todos y cada uno de los conciertos. Inspirada en la canción “Dance (pt. 1)” de los Rolling Stones, este tema de Los Piojos es, como “Tan solo”, uno de los más populares. Precisamente en septiembre de 2020, el cantante de Ciro y Los Persas lanzó un vino elaborado en Mendoza con el nombre “Tan solo”. Este caldo, ahora con cosechas de 2019 y 2020, es visto de soslayo por el público del concierto gracias a un vídeo promocional que, entre canción y canción, permite mostrar la actividad de la banda durante el confinamiento y agradecer a sus fans el apoyo durante este tiempo tan complicado para la cultura en todo el mundo.
En 2015, Ciro y Los Persas sacaron el álbum en directo Qué placer verte otra vez, un doble CD y DVD grabado en diferentes espectáculos en el estadio del Ferro de Buenos Aires a los que llegaron a asistir 30.000 personas. Por “Antes” y “Después”, títulos de sendos discos, el grupo fue galardonado con los Premios Gardel 2016 a la mejor canción del año y nominados como mejor álbum de artista rock.
Seis años después, el antiguo compositor y cantante de la mítica banda de rock argentino Los Piojos cruza el Atlántico por segunda vez como Ciro y Los Persas tras el parón derivado de la pandemia y las entradas están agotadas en la mayor parte de las ciudades. Lo dicho, “Qué placer verte otra vez, Ciro”.