Movimientos sociales
Quinquis, lavanderas y ecologistas: identidades subversivas en torno al Manzanares a su paso por Madriz

Pese a ser capital, Madrid es también territorio. Y el Manzanares, como elemento vertebrador del espacio físico, imprescindible para entender la historia de la ciudad y de sus movimientos sociales.
Lavanderas Manzanares
Baldomer Gili Roig. Las lavanderas del rio Manzanares (Madrid) ,c. 1915
Ecologistas en Acción
20 may 2022 08:30

El cine quinqui, las profesiones feminizadas de finales del s. XIX y la lucha ecologista madrileña tienen en común el mismo escenario poco explotado por el imaginario chulapo: el río Manzanares. Un ecosistema que se encuentra actualmente en un momento de esplendor tras más de cien años de penurias y decadencias varias,  gracias a la lucha del movimiento ecologista. Pero, ¿quién hacía del río parte de su identidad, antes de que llegaran las ecolos a renaturalizarlo?

Un manto blanco formado por un collage de ropa tendida al sol inundaba la orilla del Manzanares. Las lavanderas eran las encargadas de este trabajo de cuidados casi esclavo, que en muchas ocasiones acababa con la salud y la vida de estas mujeres. A cuatro patas, con las rodillas hincadas  en el lecho del río, eran consideradas, por si fuera poco, indecorosas. La posición que tomaban sus cuerpos a la hora de frotar las prendas con el agua llevó a la creación de lavaderos cerrados, para preservar la moral de aquellos que las miraban trabajar.

Las lavanderas eran mujeres trabajadoras organizadas, las Kellys del XIX, como las denomina Victoria Gallardo Romera, autora de “Fuimos indómitas”. Coetáneas de otros movimientos de mujeres de oficios feminizados. Compañeras de las verduleras, de las cigarreras de la Tabacalera, de las aguadoras... Todas ellas consideradas mujeres indecentes, malhabladas, reticentes a acatar las normas y los abusos de poder. A las pruebas me remito: los cambios en el reglamento del Lavadero de Paseo Imperial en 1892, que las forzaban a pagar más tributos por realizar un trabajo de por sí precarizado, las llevaron a amotinarse. Lucharon por un trabajo digno en torno a un río sucio y contaminado por los desechos de la urbe.

Silenciadas  y desterradas a lavar todo lo inmundo en la periferia que marca el Manzanares. Una línea azul que separa el centro de todo lo demás. Una lavandera dio a luz a un niño llamado  Pablo Iglesias,  que luego fundó el PSOE; otra parió a Arturo Barea, el autor de La forja de un rebelde. Todas y cada una de ellas desaparecieron de manera fulminante cuando su actividad se detuvo en 1926, al canalizarse el río Manzanares e implementarse el agua corriente en las casas particulares.

Poco después de la canalización el río sufrió una Guerra Civil en la que sirvió de barrera física para el Madrid que resistía. Las trincheras a ambos lados del río eran enclaves vitales para la resistencia republicana. No fue suficiente. El fascismo atravesó el río y bombardeó sus puentes. Ya durante el franquismo aparecieron los primeros poblados de absorción de migrantes extremeños, andaluces y gallegos donde nacería el imaginario quinqui. Los poblados de absorción trasladaron a la población migrante rural, previamente asentada en espacios de auto-construcción, a edificios levantados de forma “ordenada, rápida, y barata” por el régimen.

Estos espacios, en principio provisionales, dieron paso a los “poblados dirigidos”, una iniciativa urbanística del Plan Nacional de la vivienda de los años 50. La ribera del Manzanares se llenó de edificios con el yugo y las flechas falangistas en sus fachadas, un sello inconfundible que muchas vecinas de la capital reconocerán en sus propios portales. Los barrios de San Fermín o Zofío, en Usera, colindantes con el río Manzanares, fueron ejemplos de este urbanismo de control y contención social, una estrategia franquista para convertir  a los proletarios en propietarios, ladrillo mediante.

En la orilla sur del, por aquel entonces, no-renaturalizado río Manzanares, se abrieron paso las bandas hijas del éxodo rural, la precariedad y la represión. En “Todo el odio que tenía dentro” de Servando Rocha, se describe a la perfección cómo era la vida en las orillas de los desposeídos.  Muchos jóvenes, a principios de los años sesenta, toman la calle, a través de disturbios y bailes inspirados por el estreno de West Side Story. Los Ojos Negros de Usera, se convierten en la banda más conocida, cuya intrahistoria está atravesada por el Manzanares.

El imaginario quinqui madrileño comienza a fraguarse en este espacio físico que se da alrededor del río (aunque no solo), inundado de poblados y barriadas donde cierta juventud sobrevive gracias a la delincuencia. Carabanchel, Usera o Villaverde son algunos ejemplos de distritos vinculados históricamente con el río  que fueron territorios de expulsión y segregación de las clases bajas, y por lo tanto cuna de lo quinqui.

“Se llamaba el Barrio de las Injurias. Allí aprendí todo lo que sé, lo bueno y lo malo. A rezar a Dios y a maldecirle. A odiar y a querer. A ver la vida cruda y desnuda, tal como es. Y a sentir el ansia infinita de subir y ayudar a subir a todos el escalón de más arriba. Yo sé lo que es ser el hijo de la lavandera; sé lo que es que le recuerden a uno la caridad.”* Lo que había sido las Injurias en el siglo XIX, hogar de lavanderas, estaba controlado en los años 50 por una banda de quinquis llamada Los Piratas, que sobre todo actuaban en la Calle Peñuelas. En esta calle, hoy, se encuentra el Ateneo la Maliciosa, sede de Ecologistas en Acción, Traficantes de sueños y la Fundación de los Comunes -los primeros, responsables de que la canalización del río que dejó sin trabajo a las lavanderas, pasara a la historia-.

La renaturalización del tramo urbano del Manzanares es una de las grandes victorias ecologistas en la ciudad de Madrid. Desde el año 2017 su agua vuelve a fluir libremente, lo que ha supuesto una auténtica explosión de vida y una transformación radical del río y de la ciudad que atraviesa. Me gusta pensar que las ecologistas de Madrid son nietas de aquellos migrantes labradores, mano de obra barata que atestó los dos lados del río. Vecinas de las bandas de los quinquis que bailaban, navaja en mano, las canciones de West Side Story. Y que las lavanderas son algo así como sus bisabuelas políticas. El río Manzanares, marco de una identidad biorregionalista aún por definir, delimita un territorio a defender y cuidar, junto a todos los barrios a los que riega.

*La forja de un rebelde. Arturo Barea

Sobre o blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Ayuntamiento de Madrid
Especulación urbanística El Ayuntamiento de Madrid planea la urbanización de Huerta de Mena, el “pulmón verde” de Hortaleza
En esta finca centenaria, que antaño fue espacio de encuentro de la Generación del 27, se construirán desde edificios de oficinas hasta apartamentos turísticos y de co-living.
Sobre o blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas as entradas
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Más noticias
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.