Sanidad pública
Profesionales y pacientes comparten su lucha por la sanidad pública madrileña

Las Jornadas por la Sanidad Pública han puesto en común experiencias de profesionales y usuarios frente al desmantelamiento de lo público.
Jornadas Sanidad Pública 2
El auditorio durante las jornadas. Foto: @VecinasSanidad
11 oct 2023 05:00

Era septiembre del 2020, en la segunda ola de la pandemia. En Abrantes, uno de los barrios de renta más baja de Madrid, el centro de salud amaneció con un cartel: “No hay médicos ni por la mañana ni por la tarde”. Es el centro de referencia de 30.000 personas. Durante las Jornadas por la Sanidad Pública, convocadas por la organización Vecinas y vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid y celebradas en Madrid los días 6, 7 y 8 de octubre, profesionales de diferentes áreas han compartido de primera mano otras experiencias parecidas: de 25 médicos en las urgencias del hospital del Sureste (Arganda), ahora quedan 12. En el distrito de Latina han estado más de un mes con un pediatra para 234.000 personas. Etcétera. 

“La intención de la Comunidad es deteriorar la atención primaria haciendo insostenible el sistema”, opina Rosa Gómez Honorato, enfermera del centro de Carabanchel. Reconoce que los planes que ha aprobado la Comunidad de Madrid en los últimos años, como la llamada Ley Ómnibus, suenan bien en el papel: “Hablan de que sus objetivos son mejorar la experiencia de los pacientes, reducir costes y conjugarlo con mejorar la experiencia de los profesionales”, dice la enfermera. “Pero en la práctica lo que vemos es que lo único que se ha cumplido es la reducción de costes”.  

Un modelo cuestionado

Para describir lo que ha pasado en la sanidad madrileña en los últimos veinte años suele usarse un mismo concepto: desmantelamiento. Los datos nos aproximan a esta tendencia: la Comunidad de Madrid es la que menos invierte en Atención Primaria y la que menos camas hospitalarias tiene (Cataluña tiene casi el doble). Hay más de un millón de personas en lista de espera. Y quien no puede esperar, huye a la sanidad privada: Madrid lidera el porcentaje de población con seguro privado (un 38%). 

Todo esto se traduce en aspectos que los usuarios de la sanidad pública sufren en sus carnes: aumento de las demoras y las listas de espera, plantillas insuficientes, una ruptura de la continuidad asistencial (aunque está comprobado que ser atendido por el mismo profesional disminuye la mortalidad en hasta un 25%, hay en Madrid más de un millón de personas sin médico asignado), inequidad y disminución, en general, de la calidad de la atención. 

Para Gómez Honorato, se legisla para privatizar: cree que, con la Ley Ómnibus principalmente, se ha creado una agencia sanitaria de contratación y servicios al margen de criterios públicos. 

“La salud genera unos gastos y necesita unas infraestructuras de tal manera que en un país como el nuestro no se puede concebir fuera de un servicio público”, dice Carlos Castaño, traumatólogo del Gregorio Marañón y presidente de la Asociación de Facultativos y Especialistas de Madrid. El especialista denuncia la existencia de un conflicto de intereses, y ofrece datos que dan la vuelta al mantra de que la gestión privada resulta más económica: los hospitales de gestión mixta tienen un sobrecoste de unas ocho veces lo que nos costarían si fuesen públicos (como el caso de la Fundación Jiménez Díaz), y los privados, un sobrecoste de un 15%. “La base de todo esto es el fundamentalismo neoliberal. Lo que importa es el dinero, no los derechos sociales o individuales”, denuncia. 

Maltrato a los trabajadores

Ana Ruiz García, enfermera del 12 de octubre, lleva muchos años en la lucha por la sanidad pública y ha observado que las circunstancias han cambiado bastante en ese tiempo. En la época de la potente respuesta de la Marea Blanca a las privatizaciones de hospitales en 2012, los profesionales se movilizaron de inmediato, explicaron a la ciudadanía qué pretendía hacer la Consejería de Salud, y lograron su apoyo. “Creo que dentro de la sociedad española existe una sensación de que la sanidad pública funciona, nos beneficia a todas, y se confiaba en los profesionales”, dice Ruiz. “La gente reaccionó. Eso fue lo que hizo que pudiéramos parar (en parte, con sus matices) que se vendieran esos hospitales: viene de esa unión entre trabajadores y usuarios”. 

“La estrategia de la Comunidad de Madrid es evitar que los profesionales puedan volver a estar junto a los usuarios”

Eso hizo que la Consejería cambiara de táctica: ahora, frente al deterioro de la sanidad pública en favor sanidad privada, “la estrategia de la Comunidad es evitar que los profesionales puedan volver a estar junto a los usuarios”, dice. Lo hacen mediante el “desprestigio”, el “insulto”, los mensajes que refuerzan la idea de que los sanitarios no quieren trabajar (“en algunos centros de salud no cogen los teléfonos, se cuelgan, de repente no hay médicos…”, llegó a decir Díaz Ayuso). “Es un mensaje que va calando en la sociedad. Hace años no te lo encontrabas”, añade la enfermera. 

A eso se suma que la precariedad laboral es otro de los aspectos que van de la mano de este modelo sanitario. Además de la disminución de plantillas y aumento de carga de trabajo, la temporalidad de los facultativos en Madrid es más de la mitad de los contratos (un 54,3%) y el 14% de los médicos en situación temporal tiene más de 60 años. “En los contratos temporales incluimos los interinos, los contratos de un mes, de días, de horas, de guardias…”, dice Juan José Llador, médico universitario del Hospital de Móstoles y miembro de la Plataforma de médicos y facultativos no fijos de Madrid. Él tiene contrato temporal tras 17 años tratando a cientos de pacientes. “Esto dificulta la conciliación familiar, el poder pedir un préstamo o hipoteca, vivir en Madrid (una de las comunidades más caras de España)”. Denuncia que la temporalidad es uno de los motivos de la fuga de profesionales. 

En 2023 ha habido una huelga de residentes, de urgencias extrahospitalarias, de médicos no fijos y dos de atención primaria

Los profesionales frente al desmantelamiento

Los artífices de este modelo sanitario se han encontrado con la resistencia de los profesionales: este año 2023 se inició con una convergencia de huelgas sanitarias, incluyendo una huelga de residentes, de urgencias extrahospitalarias, de médicos no fijos y dos de atención primaria. Respecto a la importancia de la atención primaria, Isabel Vázquez Burgos, médica de familia, es rotunda: “Si los centros de salud desaparecen, somos más débiles y con menos capacidad de atender, de modo que el conjunto de la sociedad estará más enfermo”, dice. Participó en la huelga porque “no queríamos ver a 80, 90 o 100 pacientes a diario. Esto hay que regularlo, nadie quiere trabajar en estas condiciones. Eso pasa por aumentar el número de profesionales de los centros de salud”. 

En ese contexto de huelgas hubo experiencias como la del encierro en el centro vecinal de Manoteras, en enero. “Fue algo novedoso, que los médicos se encerrasen en una asociación vecinal durante casi tres meses, mañana tarde y noche”, cuenta Alfonso López García de Biedma, médico de familia jubilado que participó en el encierro. “Llevábamos mes y pico en huelga y las cosas eran tensas con la gente que negociaba. Dijimos, tenemos que hacer acciones duras”. La idea surgió cuando la asociación de vecinos del barrio se ofreció a prestarles su espacio el tiempo que necesitaran: “Nos pusieron frigorífico, cama, las llaves… disponíamos de toda la asociación”. Al principio se enclaustraron apenas una decena de médicos haciendo turnos de guardia; en poco tiempo, ya participaban 150 profesionales de todo Madrid. “Manteníamos el encierro veinticuatro horas. Menos yo, jubilado, todos los demás compañeros trabajaban”, cuenta. Y añade: “Tengo 72 años y he estado metido en todos los fregaos del mundo. Creo que es la experiencia más emotiva, gratificante y que más me ha llegado al corazón de toda mi vida”.  

“Reunirnos en Manoteras hizo que nos encontráramos los que estábamos en la misma situación”, recuerda Elena Tutor Pallacín, doctora del centro de salud de Ávila. “Incluso la gente que no hacía huelga iba allí y podía hacer otras cosas, informar a la población de lo que estaba pasando”. Le dolió ver la tergiversación que se hacía en los medios de comunicación públicos sobre el encierro: “Informaban de cosas para poner a la gente en nuestra contra, no se hablaba de lo que nosotros queríamos conseguir…”.

Experiencias de vecinos y vecinas 

Durante las jornadas se han compartido experiencias que demuestran que estas movilizaciones no vienen solo de los profesionales: las luchas ciudadanas, diferentes pero conectadas, de Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, de los familiares de las residencias de mayores (Marea de Residencias y Verdad y Justicia) o la de los afectados por el covid persistente. 

Una de las claves de estas luchas, dice Jorge Aranda, de la asamblea de Vecinos de Carabanchel, es revertir el malestar de la ciudadanía y transformarlo en movilización y protesta. “La situación de desmantelamiento de la sanidad pública genera mucho sufrimiento. Esa es la respuesta que tenemos que dar colectivamente”, propone. “Que toda esa gente nos organicemos y demos una respuesta colectiva. Eso genera una serie de posibilidades que muchos barrios venimos desarrollando, en la medida de nuestras posibilidades”. 

“Tenemos información, datos y argumentos en torno a la defensa de la sanidad pública que son irrevocables. Pero hay una parte de la población a quienes no les llega. Eso es un reto, un problema que tenemos que solucionar”, añade José Luis Yuguero de Blas, de Latina en Defensa por la Sanidad Pública. 

Las herramientas de todas estas organizaciones van desde las manifestaciones regulares en los centros de salud o las mesas informativas hasta el diálogo con los vecinos o las campañas en el pequeño comercio del barrio, poniendo carteles para abrir conversaciones en el bar o la frutería. “Hay que estar muy a pie de calle, hablando con la gente… Requiere paciencia y flexibilidad”, dice Aranda. “La gente te va a contar lo que ve en la tele, pero eso no puede ser un obstáculo porque es muchísimo más lo que te une que lo que te separa”. 

“En nuestra asamblea hemos intentado hacer lazos de familiaridad entre nosotros, una red de ayuda”

El objetivo de este trabajo “de pico y pala” que tanta gente libra de forma invisible e incansable es hacer a la ciudadanía cómplice, que sea la protagonista de la defensa de la sanidad pública y romper con el discurso del individualismo. “En nuestra asamblea hemos intentado hacer lazos de familiaridad entre nosotros, una red de ayuda”, concluye Yuguero. “Hay que ir a lo común, a la defensa del colectivo”.  

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Tribuna
Escuela pública madrileña Del tupper war a #MenosLectivas: razones para la huelga de la educación pública madrileña en tres actos
Más de una década después de los inicios de las movilizaciones de la Marea Verde, el proyecto neoliberal se ha profundizado, pero las respuestas también se están articulando.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas y vecinos de Madrid acampan frente al Hospital Doce de Octubre de Madrid
El colectivo prevé permanecer frente al gran hospital madrileño para mostrar su rechazo al deterioro de la sanidad pública y programa actividades para los próximos tres días.
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Obituario
Obituario | Luz Fandiño Ata sempre, comandanta!
Luz Fandiño era unha punky, inamovible nos seus ideais e no seu discurso. Unha muller que, a pesar de ter vivido as peores miserias, chegou ao final da súa vida coa súa enerxía adolescente e co seu espírito de loita intacto.
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
Más noticias
Opinión
Opinión La necesidad de reelaborar la memoria del fascismo italiano
El autor reclama la necesidad de organizar una ofensiva en torno a la elaboración del pasado fascista y la política del recuerdo en Italia.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Genocidio
Genocidio Las acampadas por Gaza se expanden mientras Netanyahu espera noticias de La Haya
Desde que estudiantes de la Universidad de Columbia levantaran la primera acampada, iniciativas similares se están repitiendo llamando al fin del genocidio. En Gaza, Israel castiga a la población superviviente a una muerte silenciosa, denuncia MSF.
Tribuna
Tribuna Se trata de recuperar nuestra vida
Pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.
Genocidio
Fairouz Qasrawi “En Alemania, si eres pro-palestino, harán todo lo posible por intimidarte”
Aliada incondicional de Israel, Alemania es uno de los países donde más se están persiguiendo las protestas contra el genocidio en Gaza. La palestina Fairouz Qasrawi, aporta una panorámica de cómo se vive la represión y la censura en el país.