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Escrita por Víctor Chamorro y dirigida por Pedro Polo, esta obra nos sitúa ante la mayor revuelta jornalera acontecida en Extremadura, en la que decenas de miles de jornaleros y yunteros ocuparían centenares de fincas para romper las cadenas de la miseria del latifundismo, acelerando la aplicación una auténtica reforma agraria desde abajo.
Tal episodio histórico trascendental se enmarca dentro de una primavera del Frente Popular, en la que la victoria de las fuerzas democráticas suscitó amplias luchas por transformaciones radicales en favor de los trabajadores y el pueblo. Para hacer frente a este movimiento y ahogar a la democracia republicana, se levantaría un conglomerado de militares facciosos apoyado por la banca, los terratenientes y la Iglesia. Y los mismos campesinos que habían protagonizado la citada revolución agraria se situarían en primera fila de combate para defender las libertades populares y las conquistas obtenidas.
La historia posterior es conocida. La victoria de los fascistas en la guerra hundirá a España en la más negra opresión y explotación, y los campesinos partícipes en los procesos de socialización y reparto de tierras, padecerán la más rabiosa de las venganzas de clase, que arrastró un saldo de miles de asesinatos respaldados por los grandes propietarios.
La obra que los cacereños tendrán ocasión de ver se enmarca dentro de esta labor de recuperación consciente y combativa de nuestro pasado que viene promoviendo la Asociación de 25 de Marzo
Todo este terror se quedará grabado en el tiempo. En muchos hogares el miedo se transmitirá de generación en generación. Parte del hilo rojo se romperá con la destrucción de las organizaciones obreras y el exterminio de sus militantes más destacados. Por ello, en estos momentos en que siguen pendientes objetivos como la reforma agraria, se hace necesario participar en la reconstrucción de la memoria histórica del pueblo trabajador extremeño no solo desde un mero enfoque recordatorio o nostálgico, sino para aprender de estas experiencias y seguir peleando en las batallas del presente.
La obra que los cacereños tendrán ocasión de ver se enmarca dentro de esta labor de recuperación consciente y combativa de nuestro pasado que viene promoviendo la Asociación de 25 de Marzo. Constituye, a su vez, un esfuerzo por desarrollar una cultura al margen de los cauces hegemónicos, subvencionados y apesebrados, desprovistos de cualquier crítica y convertidos en maquinaria de embrutecimiento.
Este viernes tenemos pues una cita imprescindible con el arte crítico realizado desde abajo, de forma independiente, que activa conciencias y nos invita a continuar peleando, desde las circunstancias de hoy, por unas aspiraciones y sueños de libertad, igualdad y justicia compartidos con la historia de luchas que nos antecede.