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Derecho a la vivienda
El despertar de conciencias de la expropiación de viviendas a las inmobiliarias en Berlín
El pasado septiembre, un 56,4% de los berlineses y berlinesas votaron a favor de proponer al gobierno local desarrollar una ley de expropiaciones de viviendas a grandes inmobiliarias que posean más de 3.000 viviendas. La medida, que afectaría a unos 240.000 pisos, fue iniciada por un grupo de activistas llamado Deutsche Wohnen & Co enteignen. (Expropiar a Deutsche Wohnen y cia., en español). Uno de los portavoces, Kalle Kunkel, explica a El Salto que después del referéndum es antes del referéndum y no piensan bajar la guardia: “Estamos preparándonos para seguir manteniendo la presión y movilizar a todas las fuerzas que han hecho posible la victoria en las urnas”.
La pelota está ahora del lado del nuevo Senado berlinés, que es quien tiene que desarrollar la ley que han pedido los berlineses en las urnas. “Esperamos que una coalición que quiera tener una legitimidad democrática aplique el deseo democrático de los berlineses, que han votado en mayoría por la expropiación”. Los activistas quieren “permanecer muy alerta porque ya hemos recorrido un largo camino” al tiempo que tratarán de presionar a los nuevos diputados “y por supuesto con la protesta en las calles”.
Derecho a la vivienda
Victoria del 'sí' en el referéndum Más de un millón de ciudadanos en Berlín votan a favor de expropiar a las grandes inmobiliarias
Una de las críticas al proyecto es que no crea nuevas viviendas. Kunkel responde: “Tenemos varios problemas en Berlín que tienen lugar al mismo tiempo: necesitamos más suelo, pero este referéndum está orientado a que en las viviendas que ya hay, se evite una explosión de los precios del alquiler y que los y las berlineses sean expulsados de su ciudad”. En ese sentido, la medida sí supondría una solución, asegura, ya que “de este modo las viviendas pasan a manos públicas y se puede limitar el alquiler y establecer criterios para trabajar con dichas viviendas.” Lo que tienen claro es que “mientras las casas que deberían estar protegidas estén en manos de estas grandes empresas, éstas seguirán subiendo los precios”.
En Berlín uno de los principales problemas para los arrendatarios son los nuevos contratos. “Cuando alquilas una casa de nuevo pueden subir el alquiler de forma masiva y de ese modo aumenta la presión para deshacerse de los antiguos clientes con actualizaciones con las que se puede subir el precio y otras formas de expulsar a los arrendatarios actuales”. Unas prácticas que rallan en la ilegalidad y que, en ocasiones, incluso son ilegales y han llegado a inspirar novelas como “Kreuzberg Blues”, del escritor de novelas policíacas Wolfgang Schorlau.
Otra de las cuestiones más debatidas es cómo afectarían las expropiaciones a las decenas de cooperativas de arrendatarios de la capital. “Algunos directivos de estas cooperativas llevaron a cabo una campaña, asegurando que no se las podría diferenciar de las grandes inmobiliarias, pero lo cierto es que es falso simplemente”, explica Kunkel. En la concesión de terrenos, de hecho, se les da prioridad por tratarse de organizaciones sin ánimo de lucro directo. “Pero también en el ámbito legal pagan impuestos reducidos por el hecho de ser cooperativas y no empresas”, asegura.
“Este movimiento ya no es berlinés sino que se ha convertido en un despertar de conciencias global, porque gente de todo el mundo empieza a preguntarse cómo poder organizar el mercado inmobiliario de forma que no este orientado tan solo a los beneficios”.
Preocupa a muchos berlineses que, llegados al punto de que el gobierno de Berlín se decida a implementar la voluntad popular, el Tribunal Constitucional ponga obstáculos. “Especular sobre eso en este momento es muy difícil, porque la posibilidad de que vaya al Constitucional es alta, pero es importante lo que diga dicho tribunal en concreto: si es por dificultades, por ejemplo, con la leyes europeas, por las indemnizaciones o por otro motivo”, explica el portavoz de Deutsche Wohnen & Co enteignen. “Habrá que ver qué respuestas se da, pero lo importante es que este movimiento ya no es berlinés sino que se ha convertido en un despertar de conciencias global, porque gente de todo el mundo empieza a preguntarse cómo poder organizar el mercado inmobiliario de forma que no este orientado tan solo a los beneficios”.
Expropiación y negociaciones para formar el gobierno
El gobierno de Berlín decidirá qué ocurre con el resultado del referéndum, pero el mismo está siendo a su vez uno de los principales temas en liza en las negociaciones para formar el nuevo gobierno de la capital. Se llevó a cabo junto con las elecciones al parlamento regional así como al Bundestag alemán, y los resultados exigen la formación de un gobierno de coalición.
Las elecciones las ganó el partido socialdemócrata SPD con un 36% de los votos, seguido del partido verde Die Grüne con el 32% y los cristianodemócratas de la CDU con un 30%. En cuarto puesto quedaba la izquierda de Die Linke con el 24%, los ultranacionalistas de AfD con el 13% y los liberales del FDP con el 12%. En este momento, los partidos que ya formaban una coalición progresista en el pasado, SPD, Grüne y Linke, se plantean repetir en el mando.
La candidata socialdemócrata ya aseguró que la idea no le gusta, aunque respetaría lo decidido, y los verdes también son, cuanto menos, escépticos de la expropiación cambie algo sustancial en el mercado inmobiliario
Hasta ahora, los tres partidos tienen opiniones diferentes de qué hacer con el deseo popular y lo que ha trascendido de las negociaciones es que querrían constituir un grupo de expertos que valore cuál sería la mejor opción, o la practicable dentro de la economía de mercado alemana. La candidata socialdemócrata ya aseguró que la idea no le gusta, aunque respetaría lo decidido, y los verdes también son, cuanto menos, escépticos de que la realización de la expropiación cambie algo sustancial en el mercado inmobiliario de la capital.
En Die Linke hay voces críticas con la idea de dicha comisión de expertos. Los más radicales hasta ahora fueron las juventudes de Die Linke en la capital alemana, Linksjugend, que decidieron esta semana pedir a su partido en una resolución con 37 votos a favor y 25 en contra que abandone las negociaciones para formar el gobierno en la capital “y posicionarse de forma clara en los medios en contra de una alianza con el SPD y los Grüne”, así como que no acepten a la candidata del SPD, Franziska Giffey, que pertenece al ala conservadora del partido, como nueva alcaldesa. Uno de los motivos es el referéndum. Aseguran que el documento en base al cual se está negociando la coalición “traspasa todas nuestras líneas rojas”, en especial “las tácticas dilatorias de SPD y Grüne en relación al resultado del referéndum del 26 de septiembre con el fin de no implementarlo”.