Acuerdos comerciales
Conseguimos derrotar al TTIP. ¿Qué ha pasado desde entonces?

El futuro del régimen de inversiones y de la economía mundial.
carguero containter

9 dic 2021 15:13

En 2015, millones de personas por toda Europa protestaban contra la firma del tratado transatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos (el conocido TTIP), que se había convertido en el símbolo del poder de las grandes corporaciones y el mercado sobre nuestras sociedades. El poder colectivo logró vencer al TTIP bajo el lema “las personas y el planeta primero”.

Una de las partes más controvertidas del tratado era el mecanismo de resolución de disputas entre inversores y Estados (también conocido como ISDS, por sus siglas en inglés), un sistema exclusivo de tribunales de arbitraje presente en más de 3.000 tratados bilaterales de inversiones, usado por empresas transnacionales para demandar a los países que toman decisiones en contra de sus intereses económicos.

El TTIP no solo destapó el ISDS ante la ciudadanía europea, también fue útil para facilitar la comprensión de los perjuicios que acarrea el actual régimen global de comercio e inversión: la pérdida de derechos sociales y ambientales, la cesión de soberanía a las empresas transnacionales y la degradación de la democracia. Este sistema ya estaba provocando graves efectos negativos en otros países, sobre todo en América Latina, Asia o África.

Un ejemplo claro es el de Argentina, que tuvo que desviar miles de millones de euros de las arcas públicas tras recibir una avalancha de demandas de inversores extranjeros por las medidas adoptadas para mitigar la peor crisis económica, social y política de su historia, en 2003. Ese dinero podría haberse usado para la recuperación del país.

Cómo cambiar algo para que nada cambie

Sabemos que la Comisión Europea ha aprendido alguna lección del fracaso del TTIP, pero, desgraciadamente, las incorrectas. La UE es parte del bloque de países interesados en mantener este sistema a salvo. Introducen reformas marginales que buscan “modernizar” los viejos acuerdos comerciales, pero en realidad amplían los derechos de las corporaciones. Esta tendencia está cobrando importancia en algunos espacios de toma de decisiones liderados por la UE, Canadá, Estados Unidos y China.

Pero vamos a quedarnos en Europa. Desde el fracaso del TTIP y gracias a estas reformas marginales, la UE ha firmado el acuerdo de comercio con Japón, que amenaza con facilitar la destrucción de bosques o aumentar la caza ilegal de ballenas; el acuerdo de comercio con Singapur, que abre las puertas a un nuevo ISDS edulcorado; o el acuerdo con Vietnam, criticado por la violación de derechos humanos. Por otro lado, el acuerdo entre la UE y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) ha dividido a Europa en dos bandos y su ratificación está en punto muerto: la reducción de los aranceles y el aumento del comercio de materias primas podría ahondar, aún más, la destrucción de la Amazonía y la violación de los derechos de los pueblos originarios.

Además, hay tres grandes acuerdos que están en proceso de “modernización”: el acuerdo con México, que en lugar de garantizar los derechos humanos concede más protección a las empresas transnacionales; el acuerdo con Chile; y el Tratado de la Carta de la Energía, que todavía no incluye dos de las reformas más necesarias: la exclusión de las inversiones en combustibles fósiles y la del ISDS.

Resistencias a la hegemonía comercial

También hay cambios positivos. Cada vez hay más respuestas de los países que más han sufrido este sistema: cuestionan que la única vía para atraer capital extranjero sea garantizando seguridad jurídica por medio de la firma de tratados de inversión.

No todos los Estados están siguiendo el mismo camino. Venezuela y Bolivia pusieron fin a gran parte de sus tratados. Ecuador realizó una auditoría ciudadana integral de los suyos. Otros países, como Sudáfrica, Indonesia, Australia o Brasil, optaron por revisar algunas de las cláusulas. Incluso organismos internacionales que fueron promotores del sistema ahora cuestionan las supuestas bondades del régimen global de comercio e inversión. Por ejemplo, en 2018 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) concluyó que no existe una correlación positiva entre la firma de tratados y el aumento de las inversiones.

Cómo será el futuro del régimen de inversiones y de la economía mundial está por definirse. Pero el papel de la sociedad civil será fundamental para impulsar el debate y la movilización y hacer posible que el cambio de paradigma sea, efectivamente, para que las personas y el planeta estén por encima de los intereses corporativos.

Puedes descargar el contenido publicado originalmente en la revista aquí.

Acuerdos comerciales
Contra la impunidad: hacia un tratado internacional sobre empresas transnacionales y derechos humanos
En los últimos siete años, la sociedad civil y las comunidades afectadas han iniciado un camino para acabar con la impunidad de las corporaciones: impulsar un acuerdo vinculante en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para regular las actividades de las empresas transnacionales.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Unión Europea
Israel Cómo y por qué suspender el Acuerdo entre Israel y la UE
“El respeto a los derechos humanos y los principios democráticos constituye un elemento esencial del presente Acuerdo.” — Artículo 2 del Acuerdo de Asociación UE-Israel.
Congreso de los Diputados
Aranceles El Congreso aprueba el decreto de aranceles por la mínima
La mayoría parlamentaria que invistió al ejecutivo, con la abstención de Podemos, se impone al voto en contra de PP y Vox.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.
LGTBIAQ+
LGTBIAQ+ Unha casualidade, unha resposta masiva e un debate incómodo: a sentenza de Samuel Luiz en contexto
O 22 de maio, o TSXG ratificaba o veredicto do xurado popular e recoñecía que o asasinato de Samuel Luiz foi un crime motivado por LGTBIfobia. O caso supuxo unha mobilización sen precedentes.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.