Benjamin Netanyahu elecciones 2022
El gobierno de Netanyahu se encuentra amenazado por la rebelión de los ultraortodoxos.

Análisis
El servicio militar de los ultraortodoxos tensa la coalición liderada por Netanyahu

El Tribunal Supremo de Israel ha decretado que, a partir del 1 de abril, quedarán suspendidas todas las ayudas estatales destinadas a estudiantes ‘haredíes’ que hayan rechazado realizar el servicio militar obligatorio. Desde los partidos ultraortodoxos responden: “Es una vergüenza”
31 mar 2024 11:12

Conoce muy bien Binyamin Netanyahu, primer ministro israelí desde diciembre de 2022 por la gracia de variopintos e inestables apoyos, hasta dónde pueden llegar los partidos ultraortodoxos cuando sienten que sus intereses fundamentales están siendo violentados. Fueron ellos los que, en definitiva, forzaron la caída de su último gobierno en 2019, desencadenando con ello la época de mayor inestabilidad política jamás experimentada por el estado sionista desde su fundación en 1948 (y en la que, en cierta medida, se continúa): cinco elecciones en cuatro años, un gobierno del ‘cambio’ que apenas duró un suspiro y, finalmente, la vuelta al poder de un Bibi ahora más debilitado, obligado por la aritmética parlamentaria a introducir en el gobierno tanto a la extrema derecha sionista como a los diferentes partidos ultraortodoxos.

Esa pesadilla, que mostró a Netanyahu que también él podía ser víctima de la injusta voluntad democrática, capaz de arrebatar el poder a excelentes y sacrificados primeros ministros como él, también le dejó una lección grabada a fuego en su manual de buen déspota: No enfadar a los haredíes. Y, precisamente, son estos los que más enfadados están en el escenario político israelí esta semana. Lo más curioso de todo es que el origen de este enfado es el mismo que el de 2019, a saber, la cuestión del servicio militar obligatorio entre los jóvenes ultraortodoxos estudiantes de la Torá.

El mayor elemento de división en la sociedad israelí ha sido, es y será el de la convivencia entre laicismo y confesionalismo

A poco que uno haya metido el pie en la candente piscina de la política israelí, sabe que el mayor elemento de división en la sociedad de este país ha sido, es y será el de la convivencia entre laicismo y confesionalismo. Y esta división irresoluble, anterior incluso a la Guerra de Independencia (el inicio de la Nakba palestina), no se manifiesta con mayor virulencia y encono que en la pregunta ¿deberían estar obligados los jóvenes ultraortodoxos a defender su estado como el resto de sus compatriotas?

Haredí (traducido normalmente como ultraortodoxo) proviene de una raíz hebrea que significa terror, pavor, temblar de miedo. Bajo ese nombre se engloba a las comunidades de judíos que rechazan la vida moderna y solo aceptan la autoridad de los textos religiosos judaicos y la de sus más ilustres intérpretes. Este es, precisamente, el elemento diferenciador de los haredíes y el que los aglutina a todos a pesar de sus incontables diferencias: la autoridad de los sabios, los más versados en la tradición, sobrepasa cualquier contestación, ya venga de esa cosa llamada estado, ya venga de esas ideas modernas que no encuentran cabida en los textos sagrados.

Ocupación israelí
Masacre en Gaza Tal Mitnick, objetor israelí: “Tenemos que romper con esta lacra que supone el militarismo”
Con 18 años, Mitnick es el primer israelí que se ha negado a alistarse en el ejército desde el pasado 7 de octubre. Su decisión sacude una sociedad alineada detrás de un gobierno decidido a arrasar Gaza hasta el final.

Teniendo esto en cuenta, resulta sencillo comprender por qué mandar a sus jóvenes a la mili constituye una violación de sus principios más básicos. En primer lugar, porque el Estado de Israel, así como su ejército, no deja de ser un accidente, una herejía incluso, que nada tiene que ver con su religión. Y en segundo lugar, y quizás más importante, porque el servicio militar obligatorio (tres años para los hombres y dos para las mujeres en el caso de los ciudadanos no ultraortodoxos) constituiría una amenaza para la autoridad de esos mismos líderes-rabinos, en tanto en cuanto mostraría a los chavales los peligros de otra moral, otra forma de ver el mundo.

Por todo ello, y en un intento por no agitar de más las aguas, el Ministerio de Defensa, de la mano del mismísimo Ben Gurión, concedió a los alumnos de las yeshivot (escuelas para el estudio de la Torá) una excedencia condicionada del servicio militar obligatorio. Esta situación de excepcionalidad, que fue abarcando a un número cada vez mayor de jóvenes con el paso de los años, los gobiernos y los cambios demográficos, se vio truncada finalmente en 1999, cuando el Tribunal Supremo de Israel decretó que la exención de los ultraortodoxos contravenía la igualdad de todos los ciudadanos y que el Ministerio de Defensa no gozaba de la competencia para ofrecerla, por lo que urgía al gobierno a formular una legislación que normalizara y respetara los principios expuestos.

Para los ultraortodoxos el estado de Israel, así como su ejército, no deja de ser un accidente, una herejía incluso, que nada tiene que ver con su religión

Sí, 1999. Y ahí siguen. 25 años de proyectos de ley y grandes algaradas que por lo general no acababan en nada; 25 años en los que el propio Tribunal Supremo tumbó tres leyes de reclutamiento, por considerarlas insuficientes; 25 años de recursos y prórrogas. Prórrogas que, trágicamente para los haredíes, acaban este 2024.

Y es entonces cuando se forma la tormenta perfecta: una coalición imposible de manejar, una orden provisional para la exención de ultraortodoxos cuyo plazo vence en breves (tras lo cual nadie sabe lo que va a pasar), la mayor guerra en el país desde hacía décadas, la formación de un gobierno de unidad nacional que hace aguas, una oposición que muerde como nunca, luchas intestinas en el propio partido de Netanyahu, etc. La política israelí nunca fue sencilla, pero el embrollo de estos últimos meses está alcanzando el paroxismo, o el ridículo.

Ante la incapacidad del gobierno de Bibi para presentar un proyecto de ley satisfactorio al Tribunal Supremo, para lo que tenía de plazo hasta este miércoles, la sala ha ordenado que se suspendan todas las ayudas financieras procedentes del erario público destinadas a yeshivot con estudiantes en edad de servir en el ejército y no lo estén haciendo, un movimiento sin precedentes en contra del status quo. La medida entrará en vigor este mismo 1 de abril. Desde los partidos ultraortodoxos las reacciones, cargadas de indignación, no se han hecho esperar.

“La decisión del tribunal mancilla la identidad judía del estado de Israel”, declaraba enfadado el secretario general del partido de los haredíes sefardíes Shas, Arye Deri. “La medida adoptada por el Tribunal Supremo, cuyo único objetivo es atacar injustamente a quien estudia la Torá, es una vergüenza y un oprobio”, decía por su parte Yitzhak Goldknopf, ministro de vivienda y miembro del partido de ultraortodoxos lituanos Agudat Israel.

Todo el mundo es consciente de que los haredíes no cederán; también que las escuelas rabínicas no podrán sobrevivir mucho tiempo sin la ayuda del estado. El futuro inmediato de la coalición es de todo menos previsible. La situación de belicismo que vive el país, en este caso, puede acabar echando una mano a Netanyahu, pues los partidos haredíes estarían tomando un riesgo muy grande si forzasen unas elecciones en estas circunstancias. Sin embargo, como bien aprendió Bibi hace cinco años, siempre hay que tomarse muy en serio el enfado de esos adorables rabinos.

Arquivado en: Israel Genocidio Análisis
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Análisis
Análisis Vidas que importan. A propósito de la recién aprobada resolución del Parlamento alemán
El Parlamento alemán ha aprobado una resolución sobre el problema del antisemitismo en Alemania que constituye un instrumento político contra las voces disidentes. Pero también tiene como objetivo la instrumentalización del antisemitismo.
Opinión
Opinión Yoav Galant, exministro de Defensa, criminal de guerra y última víctima de la debilidad bibista
Aprovechando la atención generada por las elecciones norteamericanas, Netanyahu hizo pública el pasado martes la destitución de su ministro de Defensa, con la esperanza de que las miradas distraídas no llegaran a intuir la perversidad de la jugada.
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Más noticias
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.