Opinión
Silvia Saavedra, una piedra en el riñón de Ciudadanos
Perder los papeles es una de las mayores aficiones de Silvia Saavedra, tal y como demostraba en el debate del pasado miércoles. Un fanatismo ‘antiizquierdas’ por el que es capaz de ponerse los disfraces más llamativos, aunque desentonen.

Por una carambola del destino —o un cólico nefrítico— la concejala de Ciudadanos Silvia Saavedra ya está en el podium de la carrera por el meme electoral. Su actuación en el debate de Telemadrid de la noche del miércoles le ha permitido permanecer dos días en la lista de Trending Topics con su exitazo ‘Lenin’. Mientras la aspirante a alcaldesa, Begoña Villacís, vivía el debate en una habitación de hospital —fue ingresada por piedras en el riñón— Saavedra se deshacía entre carteles, gráficos y nitrógeno.
Las y los electores, con empacho de campaña electoral, necesitaban este revulsivo. La número tres en la lista de Ciudadanos para Madrid causaba una explosión de gas de la risa que incrementaba los niveles de nitrógeno (o lo que sea) que soporta el vecindario de Chamberí, de Retiro y de Arganzuela. Y todo gracias a una imagen de Lenin, al que sacó tumbado, para acusar a Ahora Madrid de propagar el comunismo por la capital; un gráfico sobre los niveles de contaminantes que supuestamente se han incrementado con Madrid Central —cuyo nombre no acertaba a pronunciar— y una foto de Junqueras, Puigdemont y la actual alcaldesa en Cibeles.En el debate Ciudadanos mostró una representante histriónica de cabreo impostado, cocinada a fuego rápido en el estilo riveresco, a la que da pena no haber conocido antesUn debate en el que sólo nos enteramos que para Ciudadanos Carmena es igual a separatismo y Cataluña. Un programa del que solo adivinamos que incluye la disminución del IBI para las familias que han tenido más de dos y tres hijos “porque son unas valientes”. Y una representante histriónica de cabreo impostado, cocinada a fuego rápido en el estilo riveresco, a la que da pena no haber conocido antes.El gran público era ajeno a su existencia, no así los concejales de Ahora Madrid que llevan cuatro años sufriendo su ira. Aunque no nos acordemos, Saavedra saltó a la fama acusada de xenofobia, tras afirmar que la concejala Rommy Arce “cuando vino de Perú y adquirió la nacionalidad española jurando la Constitución parecía que estaba prometiendo cargarse España”. Arce había cedido una nave del Matadero para celebrar un evento crítico con la colonización española de América Latina. ‘Descolonicémonos. 12 de octubre, Nada que celebrar’ era el nombre de la cita. El grupo municipal pedía su dimisión por tan desafortunadas palabras. Rita Maestre acusaba a Saavedra de utilizar “comentarios xenófobos” mientras Villacís y la susodicha acabaron abandonando un pleno con aires coloniales, no sin antes afirmar que la bancada en el gobierno había incitado “el odio y la violencia” contra su persona.Antes de esto, la concejala naranja ya había acusado a Ahora Madrid de propagar el odio, comparando su gobierno con el de “los nazis”. En esta ocasión, acusaba al consistorio de una “iniciativa totalitaria” por una campaña publicitaria para promocionar la participación ciudadana. “Cuidado, no pierdas todos los papeles”, le advertía el delegado de esta área, Pablo Soto.Y es que, lo de perder los papeles, es una de sus mayores aficiones, tal y como demostraba en el debate del pasado miércoles. Un fanatismo ‘antiizquierdas’ por el que es capaz de ponerse los disfraces más llamativos, aunque desentonen. Unos aires hooligans con los que en 2016 explicaba en plena comisión cómo el 15M ha usado el lenguaje de signos para las asambleas. En una caricatura de sí misma movía los brazos de izquierda a derecha, formaba una ‘t’ con las manos o extendía las extremidades para hacer círculos, movimientos salidos de una tabla de ejercicios que nunca se ha realizado en Sol, ante las risas del resto de ediles y de las de ella misma, ajena a su desajustada imagen más próxima a Jane Fonda que al movimiento de protesta.Pero, quién es y de dónde ha salido. La información que muestra la página municipal solo indica un cargo previo: abogada del Ayuntamiento desde 2006. Licenciada en derecho por la Universidad Autónoma de Madrid cuenta con tres propiedades patrimoniales, una de ellas por un valor de medio millón de euros. También figura una acción en un Club de Golf. Y está hipotecada hasta las cejas. Poco más se sabe. Lo bueno es que, a partir de ahora, ya no le perderemos la pista, llamadas por la curiosidad de tan peculiar liberalismo del esperpento.Desde Ciudadanos, posiblemente, no estarán tan contentos. Si Villacís tuviera alguna posibilidad de hacerse con el bastón de mando de la ciudad, tras la catarsis vivida en el pasado debate, ya se ha esfumado cualquier viso de esperanza. Toca volver a esperar otros cuatro años entre bambalinas. La próxima vez pondrán más cuidado en quién depositan la confianza… y la carpeta con imágenes.
Ayuntamiento de Madrid
Ahora Madrid pide la dimisión de la concejala de Ciudadanos
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