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Centrales nucleares
Apagón pronuclear en Extremadura: seguimiento institucional limitado e irrelevante respuesta popular

Lo que había llegado a proclamarse como el “gran apagón por Almaraz”, iniciativa de la Plataforma “Sí a Almaraz, Sí al futuro” en demanda de una prórroga de la vida de la central nuclear y en contra de su desmantelamiento, cosechó ayer unos resultados que podrían calificarse de modestos, circunscribiendo su éxito a algunos monumentos y edificios oficiales. El lema de la campaña era claro: “Extremadura se apaga para que no nos apaguen”, y contaba con el respaldo de la propia Junta de Extremadura (en manos del PP), la Diputación de Cáceres (gobernada por el PSOE) y ayuntamientos como el de Cáceres, Coria, Plasencia o Navalmoral. La Cámara de Comercio cacereña también dio soporte a la iniciativa, presentándose la misma en su sede.
La convocatoria del apagón ―de tan solo dos minutos de duración― debía tener lugar ayer, 10 de abril, a las diez de la noche, y fue difundida, como ya viene siendo habitual en los últimos meses, por todos los grandes medios de comunicación de la región, tanto públicos como privados, que durante varias jornadas dedicaron numerosas informaciones al respecto. Los titulares, en algún caso, resultaban explícitos. Así, la COPE llegaba a hablar de “El Gran Apagón de Extremadura: una región unida por Almaraz y su futuro energético”, mientras El Periódico Extremadura adelantaba que “Las principales ciudades extremeñas se sumarán al ‘gran apagón’ para pedir la continuidad de Almaraz”.
Energía nuclear
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A la hora de las valoraciones sobre el alcance del llamamiento pronuclear, el “Extremadura se apaga por la central de Almaraz” del diario HOY quedaba reducido, según sus propias estimaciones, coincidentes con la mayoría de los medios, al apagado institucional de unos cuantos edificios públicos y entornos monumentales: ayuntamientos como los de Badajoz, Cáceres, Don Benito, el propio Almaraz o Navalmoral de la Mata, el mural de la catedral de Plasencia o los castillos de Trujillo y Belvís de Monroy... No fueron estos todos los lugares donde la iniciativa tuvo efecto, pero sí los más significativos.
En Mérida, su Ayuntamiento no secundó la cita que, en palabras del alcalde, Antonio Rodríguez Osuna (PSOE), fue calificada de “pantomima”, afirmando también que la demanda de las eléctricas de una reducción de impuestos para asegurar la continuidad de Almaraz resultaba ser una “estafa” y un “pelotazo energético”
En Mérida, su Ayuntamiento no secundó la cita que, en palabras del alcalde, Antonio Rodríguez Osuna (PSOE), fue calificada de “pantomima”, afirmando también que la demanda de las eléctricas de una reducción de impuestos para asegurar la continuidad de Almaraz resultaba ser una “estafa” y un “pelotazo energético”. En la capital regional sí se desconectó la iluminación, como no podía ser de otra manera, de la sede de la propia Junta de Extremadura.
Fuera de la comunidad autónoma no quisieron faltar a la cita, tampoco, ni la Consejería de Medio Ambiente de Madrid ni las murallas de Talavera de la Reina (Toledo), localidad de residencia de algunos trabajadores de la central.
Indiferencia ciudadana
La convocatoria intentó traspasar el ámbito institucional, convirtiéndose en un llamado a la participación ciudadana, pero no hay ninguna fuente ni información que ofrezca estimación de seguimiento popular alguno de la misma, pasando totalmente indiferente para la población. En fechas previas a la cita incluso se habilitó una plataforma digital para manifestar el apoyo a la propuesta, elgranapagon.es, que en el momento de redactar esta información contaba con la modesta cifra de 2.468 adhesiones. En la web se disponía, incluso, de la opción de recordar a sus usuarios el momento del apagado de luces.

No es la primera vez que intentos de movilización popular a favor de la continuidad de la central nuclear encuentran menos respaldo del esperado. El 18 de enero, en lo que explícitamente María Guardiola, presidenta de la Junta, calificaba como “movilización histórica” a favor de la planta, fue convocada por la “Plataforma Sí a Almaraz” una manifestación precedida de un abrumador despliegue de medios materiales y propagandísticos, públicos y privados, concitando el consenso y soporte del Gobierno regional, numerosas instituciones (ayuntamientos, diputaciones), partidos, organizaciones empresariales y asociaciones de distinta naturaleza. Finalmente, su alcance fue mucho más modesto de lo pronosticado, llegando a ser calificado como “pinchazo” por la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel: no más de 7.000 personas acudieron a la cita, según los cálculos ofrecidos por la Guardia Civil y Canal Extremadura, la radiotelevisión pública regional.
Para establecer una comparación realista, basta recordar que escasas semanas antes, el 10 de noviembre, la convocatoria de una manifestación contra la mina de litio de Valdeflores a cargo de la Plataforma Salvemos la Montaña logró, según todas las estimaciones, la misma cifra de participantes (un mínimo de 7.000), sin apoyo empresarial, mediático ni institucional alguno, con la oposición frontal abierta del Partido Popular y Vox y la indiferencia del PSOE regional, titular de la alcaldía cacereña hasta que esta recayera en manos de los populares en los últimos comicios locales.
Irene de Miguel (Unidas por Extremadura): “la señora Guardiola va de fracaso en fracaso; empezaron anunciando una manifestación histórica que no llegó a cubrir ni sus propias expectativas y el apagón de ayer fue irrisorio”
El apagón de ayer, por su parte, ya había cosechado distintas críticas previas. En este sentido, Ecologistas en Acción ya mostró en un comunicado su “profundo rechazo” al mismo, señalando cómo sí vería necesario “un apagón eléctrico como protesta por los retrasos en los pagos a las personas y empresas que no han cobrado las subvenciones destinadas a las instalaciones al autoconsumo, por la ausencia de empresas regionales y municipales dedicadas a la producción de energía, por los miles de megavatios de renovables que han instalado las mismas empresas que se han lucrado con Almaraz en macroproyectos que se han realizado con incumplimientos de las medidas de protección ambiental, por la casi nula reducción de los gases de efecto invernadero que se está realizando en Extremadura pese a la introducción de 7.000 MW de energías renovables en los últimos años y de 16.000 MW programados para 2030, porque en Extremadura pese a ser la pila de muchos territorios como Madrid”. Tampoco escatimó la federación ambientalista críticas al tratamiento mediático del proceso de cierre de Almaraz, denunciando que “ha desaparecido la pluralidad en los medios de comunicación tanto públicos como privados y la única voz que se escucha es la afín a los intereses de las eléctricas y de las personas que trabajan para ellas en contra del bien común”.
Desde Unidas por Extremadura, su portavoz Irene de Miguel, en declaraciones a este medio ha valorado la convocatoria de ayer señalando que “la señora Guardiola va de fracaso en fracaso; empezaron anunciando una manifestación histórica que no llegó a cubrir ni sus propias expectativas y el apagón de ayer fue irrisorio y, sinceramente, nos alegramos de que los extremeños no apoyen seguir alimentando las arcas de Iberdrola, que es lo que plantea la señora Guardiola, seguir haciendo de oro a empresas eléctricas que tributan fuera y que llevan tratándonos como a una colonia décadas. Yo creo que ya basta de ser los pagafantas del sistema eléctrico español […] Mantener abierta Almaraz por unos cuantos empleos no va a ser el modelo que haga de Extremadura una región de futuro”.