COP25
El fracaso de la COP25 ensancha la brecha entre la calle y la inacción de los gobiernos

Los principales países contaminantes y las presiones de las grandes corporaciones convierten a la cumbre de Madrid en un nuevo fiasco, sin compromisos firmes ni acuerdos que permitan luchar contra la emergencia climática. “Esta COP ha fallado a las personas y al planeta”, declara la red Climate Action Network.

Marcha por el clima 3
Centenares de miles de personas desfilaron por la Castellana el 6 de diciembre para pedir compromisos reales frente a la crisis climática. Byron Maher
16 dic 2019 14:36

“El mundo grita emergencia y los gobiernos se tapan los oídos”. Con esta frase, Ecologistas en Acción resume el resultado de la Cumbre del Clima, finalizada este domingo 15 de diciembre en Madrid.

La 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) estaba llamada a ser “la COP de la ambición”, como señalan desde Juventud por el Clima-Fridays for Future España. Tras las movilizaciones multitudinarias de 2019 por de todo el planeta lideradas por Fridays For Future, la declaración de emergencia climática en un gran número de países y regiones, y las masivas acciones de protesta que rodearon a la COP25 “se esperaba que en esta cumbre el problema se empezase a abordar como la emergencia que es”.

El fracaso es absoluto. Ni siquiera se ha conseguido concretar con “compromisos reales el insuficiente Acuerdo de París”, señala Ecologistas en Acción
Pero no fue así. El fracaso de las negociaciones deja, según la valoración de Juventud por el Clima, “unos compromisos insuficientes para mantenernos por debajo de los 1,5º [de aumento de temperatura sobre los niveles preindustriales]; la utilización de un lenguaje débil que no incluye referencias a los derechos humanos, fundamentales para que la justicia climática sea real; y se posponen muchas decisiones para la futura COP26”.

COP25
Los grandes contaminadores bloquean el acuerdo final de la COP25

EE UU, China, India, Brasil y Sudáfrica, entre otras naciones, se cierran a la adopción de consensos para poner en marcha el Acuerdo de París y acelerar la reducción de emisiones global. Es más, las ONG denuncian que incluso podría rebajarse la ambición planteada en 2015 por dicho Acuerdo. El movimento por el clima ya habla abiertamente de “fracaso de la cumbre”.


Lejos de cumplir el principal reto de la COP25 —que los gobiernos aumenten la ambición para dar respuesta a la emergencia climática—, el bloqueo impuesto por los principales países contaminantes ha llevado a que incluso esté en entredicho el cumplimiento de los insuficientes acuerdos tomados en la cumbre de París en 2015.

El fracaso es absoluto. Ni siquiera se ha conseguido concretar con “compromisos reales el insuficiente Acuerdo de París”, señala Ecologistas en Acción en la valoración de los resultados de la cumbre. También se han aplazado, denuncian desde esta organización ecologista, aspectos importantes como el refuerzo de la financiación para el Fondo de Adaptación, para el Fondo Verde para el Clima y la creación de otro fondo para el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre pérdidas y daños, todas ellas herramientas pensadas para que la transición ecológica sea justa y no se cargue sobre los países y los sectores con menores recursos.

COP25
La Cumbre del Clima se acerca al abismo ante la falta de acuerdos

Los principales contaminantes bloquean las negociaciones en las últimas horas de la COP. Fridays for Future llama a una sentada masiva en la entrada del Palacio de Congreso del Ifema este viernes para presionar a los gobiernos a que firmen una acuerdo ambicioso.


La confederación defensora del medio ambiente reconoce escasos avances en la cumbre, principalmente la aprobación del Plan de Acción de Género, una iniciativa por la cual la variable de género deberá estar muy presente en el desarrollo de las estrategias nacionales de reducción y descarbonización de la economía, algo que nunca había conseguido aprobarse en las COP. 

BLOQUEADORES CLIMÁTICOS

A la presión de los grandes “bloqueadores climáticos”, como Estados Unidos, China, Brasil o Arabia Saudí, se le ha sumado, según denuncia Greenpeace, la acción de “los lobbies de los combustibles fósiles y de las corporaciones, que solo defienden sus propios intereses”. El miedo a que sus “lucrativos negocios se vieran afectados ha hecho que ejercieran toda su influencia para evitar un acuerdo multilateral que abordara de forma decidida la emergencia climática”, remarca la ONG.

Greenpeace describe una cumbre donde “se ha cerrado literalmente la puerta a la ciencia y a las exigencias de la sociedad civil”, que pedían soluciones urgentes
El hecho de que los patrocinadores de la cumbre fueran las principales empresas contaminantes del Estado español fue un mal augurio. Greenpeace describe una cumbre donde “se ha cerrado literalmente la puerta a la ciencia y a las exigencias de la sociedad civil”, que pedían soluciones urgentes. En cambio, señalan desde este ONG internacional, “los políticos se pelearon por el modelo de tráfico de emisiones del Artículo 6, que amenaza los derechos de los pueblos indígenas y pone un precio al medioambiente” con la intención de convertir en global los mercados de compraventa de emisiones de carbono, un debate que al final se pospone a la siguiente cumbre, en Glasgow.



Aunque el bloqueo en la discusión sobre el Artículo 6 se vivió como un fracaso en las negociaciones, para Ecologistas en Acción no lo es tanto ya que “tanto mercados de carbono como mecanismos de desarrollo limpio son herramientas que no benefician a la justicia climática y social”.

CUMBRE POLÍTICA

“Los Gobiernos deben replantearse totalmente cómo han actuado, porque el final de esta COP es totalmente inaceptable”, señalaba Jennifer Morgan, directora de Greenpeace. “Se preveía que esta COP fuera técnica, pero finalmente ha sido más más bien política y hemos visto cómo operan los grupos de presión de los sectores más contaminantes que torpedean las negociaciones, así como la profunda desconfianza de la juventud hacia la clase política”, indica Morgan.

Las movilizaciones masivas “han marcado un punto de inflexión en la lucha climática, que muestra la separación entre los gobiernos y la ciudadanía en defensa de un presente y un futuro habitables”

La responsable acusa a un “puñado de poderosas economías del carbono” de haber “asaltado” el Acuerdo de París, un tratado ya calificado como “insuficiente” por la comunidad científica ante las nuevas evidencias de aumento de la temperatura en todo el planeta.

Las organizaciones de la sociedad civil dentro de la cumbre han terminando su participación en la sesión plenaria con una declaración que no deja lugar a interpretaciones sobre la desilusión generalizada sobre las conclusiones de la cumbre: “Esta COP ha fallado a las personas y al planeta”.

Las movilizaciones masivas de la sociedad civil, analizan desde Ecologistas en Acción, “han marcado un punto de inflexión en la lucha climática, que muestra la separación entre los gobiernos y la ciudadanía en defensa de un presente y un futuro habitables”.

COP25
Los ecologistas cifran en 500.000 personas la asistencia a la Marcha por el Clima

La protesta, acto central del movimiento de contestación a la falta de ambición climática de los líderes globales, busca presionar para que la COP25 termine de cerrar un Acuerdo de París realista que contribuya a frenar la emergencia climática.


La red global de organizaciones por la justicia climática Climate Action Network hablaba de un “desconexión nunca vista entre la ciencia y las demandas de la gente con los debates y las propuestas de los gobiernos”. Que el planeta, hoy en día, se dirija directamente a un incremento de 3,5ºC sobre los niveles preindustriales no ha parecido ser suficiente razón para un acuerdo ambicioso.

Para Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, aunque la movilización empieza a tener efectos visibles, para conseguir compromisos tangibles habrá que seguir en la calle. “Tal y como se ha visto, la presión social ha conseguido que para algunos países sea imposible salir de esta cumbre con un mal acuerdo que desoiga el grito ciudadano de los últimos meses. Vamos a seguir saliendo la calle para demandar que se haga caso a la ciencia y seguir demandando justicia climática”.

Un montón de mierda

Para celebrar el final de la COP25, el colectivo Extinction Rebellion entregó el pasado 14 de diciembre un regalo a los líderes mundiales: una tonelada del “mejor estiércol de caballo de Madrid”, es decir, un “montón de mierda” arrojada en las puertas del recinto donde se celebraba el evento, en una acción con la que querían mostrar su parecer sobre el resultado de la cumbre climática. “Estamos en la mierda a no ser que nos unamos, pensemos de manera más grande y transformadora. Recordad que de la mierda más acre, crecen las más bellas rosas”, declaraba Blanca Lagunas, del Equipo de Apoyo Internacional de Extinction Rebellion.

Esta activista climática definía el próximo año como clave para enfrentar las consecuencias del calentamiento global: “Lo que el mundo haga el próximo año afectará el curso de la humanidad. Los puntos de inflexión ya se están cruzando, necesitamos que la comunidad internacional se una, como nunca antes, y haga posible lo imposible”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Crisis climática
Un pacto europeo que incluya energía nuclear y gas natural no será un pacto verde
VV.AA.

El Pacto Verde europeo ha de servir para impulsar un modelo energético distribuido, basado en la eficiencia y ahorro energéticos y en el autoconsumo con energías renovables. Sin embargo, es una grave contradicción que en la taxonomía del Pacto Verde se pretenda considerar como energías verdes la energía nuclear y el gas natural.

Tribuna
COP25: comprender y superar el enésimo fracaso

Existe un hilo que conecta las protestas en las calles de Santiago y el futuro del clima: la tarea política fundamental del siglo XXI es enhebrarlo.

Personas refugiadas
Refugiados climáticos: ¿una herramienta para la justicia global?

La propuesta de ampliar la definición de persona refugiada dando pie al término refugiado climático persigue defender los derechos humanos. Sin embargo, se debate que este concepto pueda acabar resultando en una nueva herramienta de control migratorio. 

Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Más noticias
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.