Opinión
Nos toca y nos (re)mueve

A los chavales y chavalas se les niegan constantemente sus necesidades, sus pensamientos, sus emociones y, al mismo tiempo, se juega con la representación retórica de querer que las nuevas generaciones sean críticas, respetuosas, empáticas, socialmente responsables y emocionalmente competentes. ¡Qué disonancia!
12 mar 2022 06:00

El otro día, estábamos mi hijo y yo paseando por un pinar próximo a una urbanización de esas con barrios sin equipamientos ni servicios, de casas idénticas con vecinas distantes. Estábamos observando algo en el suelo, cuando de pronto, un chaval de unos 14 años que paseaba con su perrita se nos acercó tímidamente. Sin mucho rodeo, nos saludó y nervioso, antes de decir nada más, se disculpó. Nos comenta que necesita hablar. Antes de nada, nos presentamos y le invitamos a caminar un rato con nosotros cosa que acepta con alivio y alegría. Al parecer, a Pedro (nombre ficticio), le han expulsado 6 días del instituto y necesita hablar con alguien. Además de por la expulsión por parte del centro, Pedro se sentía mal porque no había dicho toda la verdad de lo sucedido a sus padres, quienes por su parte, también le habían castigado. Según me cuenta, y como es natural en esta etapa en la que el ensayo error es parte inherente y fundamental, Pedro, se había visto envuelto en una serie de eventos (nada fuera de lo común en este contexto) con la mala fortuna de resultar perjudicado como consecuencia de los diferentes obstáculos en la comunicación (malentendidos, prejuicios, etc) por quienes ostentan el poder de castigar o redimir. 

Sostiene, que su principal problema es que no tiene con quien hablar para poder expresar, compartir, aclarar, justificar o reparar lo sucedido porque, según entiendo, no encontraba a nadie dispuesto a escuchar, recibir, confiar, apoyar y acompañar en la gestión de ese conflicto. Las decisiones ya estaban tomadas de antemano y las consecuencias (castigos por un lado y por otro) aplicadas sistemáticamente como si en las relaciones interpersonales dos más dos fueran cuatro.

Pedro, expresa que se siente angustiado y con miedo de hablar. Dice que no es por las represalias, ya que, añade, los castigos ya los padece sin opción a ello. Expresa que le preocupa haber ocultado parte de lo ocurrido y que al haber sido expulsado por primera vez, profesorado, compañeras y compañeros le etiqueten y estigmaticen por lo sucedido creando una representación y expectativa sobre él que le perjudique. Pedro, sabe que se ha equivocado y lo asume, pero no ha tenido opción de disculparse, ni rectificar, tampoco aclarar lo sucedido. Estas situaciones, tan desafortunadamente como inevitablemente comunes, podrían bien ser una oportunidad excelente para favorecer aprendizajes, generar confianza y responsabilidad, facilitar un desarrollo adecuado y saludable para estas personas en esta etapa tan intrínsecamente compleja. Sin embargo, ¿qué hacemos las personas adultas en estos casos?, sermonear, (pre)juzgar, no dejar hablar, no escuchar, no confiar, no preguntar, no validar, no aceptar, castigar, etc. Es curioso que cuando suceden cosas realmente graves, y que estamos viendo con mayor frecuencia de un tiempo a esta parte, con las personas jóvenes, todas nos echemos las manos a la cabeza preguntándonos ¿Qué estamos haciendo mal?. Sí queremos una respuesta útil, esta debe ser necesaria incomoda, contestar con sinceridad a esta pregunta nos pondría frente a un espejo roto y su consecuente imagen. Si buscamos una respuesta rápida y seguir con lo nuestro, sería más fácil preguntarnos ¿qué estamos haciendo bien? Darnos unas palmadas en la espalda y punto.

Por mi parte, me limité a escuchar a Pedro. Le di mi opinión, no sin antes preguntarle. Comparto mi sorpresa y le agradezco enormemente, y así se lo hago saber, su valor y confianza para acercarse y compartir sus emociones, necesidades y pensamientos con nosotros, unos perfectos desconocidos. Al mismo tiempo, este hecho me inquieta, me preocupa y desconcierta. Él no sabe que trabajo con adolescentes como él y que conozco la realidad de los centros educativos, así como la facilidad y creatividad de acudir a las medidas punitivas con el objetivo de mantener a las personas a raya, a veces tengo la sensación de que esa es la principal tarea y preocupación de éstos. No me lo han contado, lo he vivido en mis carnes como adolescente y lo veo cada semana en los diferentes centros educativos donde acudo a desarrollar mi trabajo, precisamente a trabajar cuestiones que tienen que ver con la prevención: convivencia, habilidades sociales, igualdad, gestión de conflictos, etc., allí veo de todo. Hay personas, profesores y profesoras que hacen una labor admirable, que realmente se esfuerzan para ofrecer lo mejor a los chicos y las chicas que acuden allí de forma obligatoria, pero son más las que comenten los mismos errores de forma sistemática porque, al fin y al cabo, se encuentran en un sistema axiológicamente equivocado que les engulle o les embauca. 

A los chavales y chavalas se les niegan constantemente sus necesidades, sus pensamientos, sus emociones y, al mismo tiempo, se juega con la representación retórica de querer que las nuevas generaciones sean críticas, respetuosas, empáticas, socialmente responsables y emocionalmente competentes. ¡Qué disonancia!, ¡Qué error!, ¡Qué terror!. Echarse las manos a la cabeza ante las atroces realidades que experimentan las personas jóvenes no parece suficiente. Parece más acertado, aunque también más trabajoso, armarse de valor y reconocer la parte que nos toca.

Arquivado en: Juventud Opinión
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Sentido y senilidad
La senilidad que he estado viendo en la industria cinematográfica no se limita a la edad de ciertos directores. Es algo mayor que eso, se ha convertido en una manera de pensar, en un fenómeno cultural.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Últimas

Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.
Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.