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Elecciones del 26 de mayo
Mercedes González: “José Manuel Calvo es el concejal favorito de gente como Florentino Pérez”
El PSOE aspira a gobernar la capital junto con Más Madrid a partir del próximo 27 de mayo. Durante la pasada legislatura, las mayores desavenencias se produjeron en el área de Urbanismo. Mercedes González, número 2 de la candidatura de Pepu Hernández, repasa la actualidad de la ciudad y de la Operación Chamartín.
Mercedes González (Madrid, 1975) ha sido la responsable de Urbanismo del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Desde esta posición ha encontrado en confrontación con el área del concejal José Manuel Calvo. La Operación Chamartín, sobre la que ha girado buena parte de la campaña electoral, es uno de los puntos de fricción. Pese a que Fomento, con José Luis Ábalos, sigue insistiendo en que se lleve a cabo y cuenta con la complicidad de Ahora Madrid, pocos días antes de las elecciones, la legislatura se cerró sin avances en un proyecto clave para el BBVA y clave para entender las tensiones en el interior de Ahora Madrid. Desde su posición, González ha asistido a cómo el grupo que gobernó desde 2015 se rompía. En las elecciones del próximo domingo, el PSOE aspira a sumar los suficientes concejales para gobernar con Más Madrid en la capital.
¿Por qué ha habido un amago de última hora de llevar la operación Chamartín a un pleno extraordinario? ¿Por qué el PSOE se negó a ese pleno?
Es un poco de sentido común. Es una operación que lleva 25 años desbloqueándose y bloqueándose y siempre en el último momento, y siempre en periodo electoral: en 2015, Ana Botella no tuvo valor para convocar un pleno en plenas elecciones. Lo que no tenía sentido esta vez era convocar un pleno con un expediente de 48.000 folios el día antes de la jornada de reflexión.
Es verdad que el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, dijo que iba a ser imposible que llegara el informe medioambiental preceptivo. De repente el expediente llega, se filtra el domingo a un medio de comunicación, a las 9:23 del lunes llega al ayuntamiento. A mí me parece utilizarlo para intentar montar in extremis el final de ese expediente y teñir de precipitación y rapidez la operación urbanística más importante de esta ciudad.
¿Por qué crees que la alcaldía se lo piensa?
Porque entiendo que a raíz de ese informe medioambiental y de las aclaraciones que pide, tres o cuatro —aunque de hecho, de momento no hemos tenido acceso a ese informe —, esas aclaraciones tienen que ser contestadas y tienen que ser contestadas por los técnicos de desarrollo sostenible. No sé si son sustanciales y no sé si se tiene que someter o no a información pública, esa es otra. A partir de esas aclaraciones, había que montar el informe técnico jurídico que consolide y cierre el expediente para su aprobación provisional —estás hablando de los últimos días antes de unas elecciones, en una semana— creo que ni la alcaldesa, ni el Ayuntamiento, ni el área de Desarrollo Sostenible estaban en condiciones de montar ese expediente de forma tan exprés.
Referentes del PSOE en el tema de urbanismo como Jesús Espelosín o Eduardo Mangada están hablando de la operación a futuro y están cuestionando que se tenga que hacer con el BBVA. Desde el grupo socialista ¿cómo veis la posibilidad de sacar al banco de la ecuación?
Son dos referentes, Mangada es una guía para mí. Es cierto que este es un acuerdo que han heredado todos los gobiernos con un convenio que es un tanto anómalo, que durante 25 años se está prorrogando, con la entidad bancaria, pero aquí lo importante es qué es la Operación Chamartín. En 1993 ya se inició la operación Chamartín: es una operación en torno a la estación de Chamartín que en aquel momento ya se dijo que era nuclear y central para la ciudad, que tenía que ser el nudo de comunicaciones básico para la red ferroviaria que necesita Madrid para su conexión con el resto de España y con Europa. 25 años después, la estación de Chamartín no se ha tocado. Es verdad que cuando se hizo se hizo a través de un banco público que era Argentaria y luego la vida ha cambiado.
¿Qué es lo que nosotros decimos para eso como lo que dicen Mangada o Jesús Espelosín? En nuestra alegación, una línea roja para nosotros fundamental es que haya un consorcio público que controle esa operación. Esa operación tiene sobre suelo público y por lo tanto tiene que tener un control público. Lo hicimos cuando gobernamos en el pasillo verde ferroviario, y creo que ahora hay que hacerlo, sin duda, en la operación Chamartín.
El PSOE especialmente en urbanismo ha hecho un diagnostico muy duro y muy claro sobre el área de José Manuel Calvo, pero a la hora de poner nombres le cuesta más. Por ejemplo, con el BBVA se cuestiona por qué un banco se mete a promotor bancario, ha pasado con Villar Mir, tenemos un cierre de la línea 2 que es responsabilidad en gran medida de una obra que no tenía que haberse hecho. ¿Es reticente el PSOE a poner en cuestión a esos grandes poderes de la ciudad?
Yo no voy a hablar del BBVA, creo que ha quedado ya retratado en los medios recientemente, pero eso no tiene nada que ver esto: el BBVA tiene un convenio con todas las administraciones y tiene unos derechos adquiridos, que son derechos que revierten que es la remodelación de la estación de Chamartín, como se merece Madrid.
Con Villar Mir, en más de una ocasión le he dicho a José Manuel Calvo que, cuando salió el autobús de los poderosos, él se había abrazado a todos los poderosos de esta ciudad y lo he dicho con nombres y apellidos. José Manuel Calvo es el concejal favorito de gente tan importante como Florentino Pérez y, cómo no, de Villar Mir. Villar Mir es una persona que está más que cuestionada por su relación con la financiación del PP y la operación Canalejas es un atentado contra el patrimonio y nosotros estamos en contra, lo hemos denunciado reiteradamente.
Creo que en estos cuatro años he sido muy clara poniendo nombres y apellidos a cómo se está gestionando el urbanismo y cómo se han llegado a acuerdos sobre el Paseo de la Dirección, un 15 de mayo, en el despacho de la alcaldesa con Florentino Pérez. El gobierno de Ahora Madrid ha abrazado a los poderosos mucho más que el PSOE.
Según las encuestas Mas Madrid va a salir ganadora y el PSOE está dispuesto a entrar en un Gobierno. ¿Urbanismo es una pieza clave para esa negociación?
El urbanismo y la cultura han sido los dos grandes azotes que hemos tenido de enfrentamiento con Ahora Madrid —o con José Manuel Calvo y la alcaldesa, por ser justos, porque Ahora Madrid se ha roto por el tema del Urbanismo— Y yo creo que Más Madrid surge de la política urbanística que ha hecho Ahora Madrid y Madrid en pie surge por la política urbanística que ha hecho Ahora Madrid, porque es ahí donde han surgido los disensos básicos. Habrá un programa de Gobierno. Espero que la gente el 26 de mayo lo tenga muy claro que en estas elecciones solo hay dos opciones: o gobierna la izquierda o gobierna la derecha con la extrema derecha. Que la extrema derecha condicione por primera vez en democracia la ciudad de Madrid, para una persona que nació en 1975, es absolutamente peligroso. Para que eso no ocurra nos vamos a poner de acuerdo todas las izquierdas que entremos en el Ayuntamiento de Madrid. El urbanismo ha sido una de nuestras confrontaciones, por lo que será en uno de los temas en los que más nos tenemos que poner de acuerdo.
Sin desdeñar el miedo a la extrema derecha, creo que la política municipal es mucho más asimétrica de lo que es la política del gobierno central o de la comunidad. Hemos visto en la pasada legislatura que se han hecho pactos entre Ahora Madrid y Ciudadanos. ¿Cómo se asegura el PSOE de que esas rupturas en las votaciones que se han visto en Ahora Madrid no vuelvan a darse?
En 2015 cometimos un error: no entramos en el gobierno y podríamos haber dado a Ahora Madrid lo que le ha faltado: unidad, unión y equipo. Somos un partido de 140 años que ha gobernado y ha nacido para cambiar la vida de la gente. Si nosotros entramos en gobierno, gran parte de las cosas que han pasado no hubieran pasado. Por tanto, si entramos en un Gobierno con Más Madrid, desde el primer momento dejaremos las cosas claras —aunque me gustaría antes que hablase la gente porque soy un poco supersticiosa, porque he vivido una cosa que se llama tamayazo—. Es verdad que gran parte del urbanismo que ha desarrollado Ahora Madrid, o la parte que ahora está en Más Madrid, es un urbanismo que se ha sacado con Ciudadanos y con el Partido Popular. No tengo dudas de que si el PSOE está en el gobierno se hará un urbanismo de izquierdas.
¿Qué líneas buenas hay que reforzar en la siguiente legislatura?
Yo estoy muy orgullosa de haber dado un giro radical a la Empresa municipal de la Vivienda en sus estatutos. La vivienda pública no se vende, la vivienda pública se alquila. Cuando entramos había una EMVS quebrada, en la que se habían vendido más de 4.000 viviendas a fondos buitres, 2.000, que tenemos todavía en los tribunales. Y se cambiaron dos cosas: primero, del régimen de venta al alquiler, y segundo, esas viviendas son para gente que realmente tiene emergencia residencial. El PP estaba dando las viviendas a gente con ingresos anuales mayores a 60.000 euros, nosotros hemos hecho tres veces y media el IPREM. Estamos hablando de gente que realmente lo necesita. Yo de eso personalmente, y tengo que reconocer que ahí también votó Ciudadanos, me siento orgullosa.
La Ingobernable ¿se desaloja en cuanto se llegue al poder como parece que Mas Madrid defiende?
No estoy siguiendo el tema de la Ingobernable. Mi principal obsesión con Prado 30 era que no se hiciera el proyecto de Prado 30. Creo que lo hemos conseguido sufriendo muchas presiones, conjuntamente Ahora Madrid y el PSOE, que teníamos muy claro que había que rescatar Prado 30 para lo público, que el distrito centro necesita dotaciones, que el distrito centro necesita prestaciones que no tiene y que eso es lo fundamental. Que La Ingobernable está dentro en este momento, entiendo que hay que cumplir la ley y que, cuando toque, esas personas tendrán que irse. Pero no me cabe ninguna duda de que será un centro de dotación pública donde gran parte de las actuaciones que están llevando a cabo estas personas que están gestionando socialmente ese espacio, tendrán cabida.
¿Qué hace falta para que te cedan un edificio en Madrid? Tenemos la nave de Matadero es una cesión a 50 años a una galerista o el edificio de Alberto Aguilera para una Casa de México.
Nos opusimos tanto a lo de la galerista, que fue una decisión de Luis Cueto, del que tengo una opinión muy consolidada, como a lo del edificio de Alberto Aguilera que es ahora la Casa de México. En distritos, insisto que están tan consolidados, que tienen tan pocas dotaciones, tenemos que dar dotaciones. Estás hablando de que el distrito de Chamberí ha pedido una escuela de música, ha pedido una escuela infantil... Han sido tics bastante botellistas [por Ana Botella] de Manuela Carmena a la hora de dar estos edificios. No sé qué pasa pero algunas personas cuando llegan a la alcaldía consideran que los edificios públicos son suyos y que los dan como si fueran suyos. Y no lo son. A mí me parece muy bien que la embajada de Mexico tenga un edificio, pero el distrito necesitaba esas dotaciones y necesitaba un edificio tan maravilloso como el de Alberto Aguilera para darle recursos y darles equipamientos. Y por eso nos hemos opuesto.
Mi compañera Mar Espinar ha sido un azote con el tema de la galerista —que probablemente tenga una colección maravillosa, no la conozco— pero es que esas cosas no se hacen así. Y es verdad que hay colectivos sociales, que hay asociaciones que lo necesitan más. Hay que ser justos, también esta EVA en el mercado de frutas que está haciendo su gestión. Ni es lo que cuenta el PP o Ciudadanos de que se está dando todos los centros públicos a los amigos y que se está promocionando por parte de Ahora Madrid a los okupas y este discurso increíble, ni tiene sentido darle edificios por 75 años a entidades privadas sin ningún tipo de beneficio para la ciudad.
2021 es la fecha en la que se resuelven los grandes pliegos de limpieza. ¿Qué hace falta para que la limpieza básica de la ciudad mejore, que no se vea como una oportunidad de negocio como en la época del Partido Popular?
El lunes 20 de mayo hemos presentado el proyecto de limpieza. Nos hemos comprometido a hacer unos pliegos en 2021 que no tengan que ver con los que hizo Botella en 2013. Nos hemos comprometido a meter más trabajadores en la limpieza en las calles. Nos hemos comprometido a hacer un contrato de limpieza, no a hacer esos contratos integrales que hizo Ana Botella, donde te metían la limpieza, los pedales para los mayores, las áreas infantiles... Era un totum revolútum como el que hemos vivido con los contratos de movilidad. Nosotros nos hemos comprometido a hacer un contrato de limpieza. Con 50 millones de euros más y volviendo a introducir mil trabajadores en la limpieza y consolidando los derechos laborales de esas personas. Porque estamos hablando de unos contratos, los anteriores, que sacaron de limpiar de la ciudad a 2.000 trabajadores.
Vamos a hacer unos contratos de limpieza en donde prime el interés de los barrios más desfavorecidos: porque no es lo mismo vivir en el distrito de Salamanca que en Usera. Es un contrato integral, el actual, absolutamente desintegrado. Hay zonas de Madrid donde se limpia más y mejor y otros barrios de Madrid completamente abandonados. Tiene que primar el interés de la ciudad y no el de las empresas y sobre todo tienen que centrarse en los barrios más necesitados.
¿Si no se aceptan esas condiciones que proponen, cabe la posibilidad de municipalizar esos servicios? O, si no se acepta por parte de las empresas, ¿hay que buscar a otras empresas?
El ayuntamiento publicará, licitará unos nuevos contratos, con unos nuevos pliegos, y si hay más dinero las empresas entrarán con más gusto. Nosotros no hemos hablado en ningún momento —ya sé que un determinado partido sí lo ha hecho— de municipalizar el servicio de limpieza. En 2021 sacaremos unos pliegos, por consiguiente, contrataremos con empresas privadas el servicio de limpieza de la ciudad de Madrid. Pero con calidad.
Me llamó la atención en una entrevista publicada en Cuarto Poder durante la campaña que hacías una distinción bastante clara entre Begoña Villacís y José Luis Martínez Almeida. ¿Es un tic del bipartidismo o has visto algo en Villacís que te preocupa especialmente?
Villacís es la señora que se puso en la foto de Colón. Y esa es la foto que nosotros queremos impedir el 26 de mayo. Y para eso ha salido Pepu Hernández de su casa hace cinco meses: para parar a la extrema derecha. Hemos demostrado que veníamos a jugar el partido, y lo hemos hecho porque en este país hay un peligro —y en esta ciudad hay un peligro— y es que venga la extrema derecha.
¿Que me parece mas solvente Martínez Almeida que la señora Villacis? Sin ningún género de dudas. Ella ya ha demostrado en todos estos años que es la veleta naranja, que es una etiqueta bien puesta por parte de Vox. Se puede acordar algo con Begoña Villacís por la mañana y que no se cumpla por la noche. Por tanto, no es el bipartidismo, es que hay gente de palabra y gente que no tiene palabra. Hay gente que ha gestionado, como el señor Martínez Almeida, y esta señora que no ha gestionado absolutamente nada.
Creo que Martínez Almeida no va a ser alcalde de Madrid por mucho que él lo desee, igual que la señora Villacís, que lleva un año contando que va a ser alcaldesa, no va a serlo. Estoy convencida de que la izquierda va a gobernar a partir del lunes la ciudad de Madrid. Una izquierda más sólida de la que nos está gobernando durante estos cuatro años.