Energía nuclear
Dos preguntas impertinentes (y unas coletillas innecesarias)

Con Almaraz de telón de fondo, siempre presente, algunos cuestionamientos radiactivos y con eco nuclear antimilitarista formulados desde Extremadura.
Explosión atómica
Explosión atómica Wikimedia Commons (CC0 )
16 may 2025 06:00

No es mi intención añadir miedo al miedo. Ya nos tienen bastante asustadas. Hay, sin embargo, demasiados sitios a donde no queremos mirar, de los que preferimos con demasiada frecuencia no saber nada. Que en Gaza pueden llegar a masacrar a dos millones de palestinas y palestinos. Que hemos sobrepasado ya casi todos los límites que permiten asegurar el mantenimiento de la vida tal como la conocemos. Que la mentira y la publicidad ―suponiendo que sean cosas diferentes ya lo invaden todo. Sólo por citar rápidamente algunos de los más graves.

Es difícil huir de estos temas, aunque nos empeñemos. Me gustaría, sin embargo, plantear dos preguntas menos presentes en la dictadura de los medios de comunicación. Para que al menos les dediquemos, si es posible, una mirada.

Energía nuclear
José Luis Ybot y Paca Blanco “Cada central nuclear resulta ser una potencial bomba sucia”
Colectivos en Lucha de Extremadura, Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear recorren Extremadura esta primavera para contrarrestar la ofensiva del lobby pronuclear. Hablamos con dos de los protagonistas de la gira informativa.

Primera pregunta: ¿Es posible el empleo de armamento nuclear en alguna de las muchas guerras presentes o latentes? Empiezo diciendo una obviedad: las carreras de armamento suelen desembocar en guerras. Y estamos en una desbocada carrera de armamentos que, detrás de muchas veladuras, es sobre todo contemplada por los poderes reales como una salida de la actual (y muy grave) crisis. Parece un intento descabellado intentar explicar la actual crisis en pocas y sencillas palabras, pero voy a atreverme: los milmillonarios han acumulado tanto capital que tienen serias dificultades para seguir ganando más miles de millones. La especulación financiera (comprar, vender, comprar, vender…, dinero, papeles, derechos, futuros... con inmensos beneficios) es, por definición, una salida frágil e insegura, si no hay debajo una economía real creciente. Y esta, ni la hay, ni se la espera.

La carrera de armamentos es un gran negocio, sobre todo si el existente se va quedando anticuado… o se termina empleando (en matar y en destruir). Tal vez pensamos que la carrera de armamentos afecta a unas pocas y especializadas industrias, pero la realidad es bastante distinta: casi ninguna industria (y casi ninguna actividad económica) se queda al margen de la carrera de armamentos. Siderurgia, metalurgia, energía, electrónica, textil, construcción, química, transporte, farmacia… ven incrementada sustancialmente su demanda cuando una carrera de armamentos se desboca. Y, naturalmente, la nuclear.

La Destrucción Mutua Asegurada ha evitado en el pasado el estallido de conflictos que podían terminar en una hecatombe absoluta. Tal vez pensamos que este temor nos va a garantizar siempre que no haya un empleo bélico del armamento nuclear. Ojalá fuera así. Pero hay determinados cambios que podrían hacernos dudar. Ahora hay, además de las grandes bombas estratégicas capaces de producir la destrucción total muchas veces, armas nucleares tácticas, concebidas para ser usadas en batalla y contra objetivos precisos. Mucho menos controladas que las estratégicas. Hay también bombas de neutrones (que matarían a las personas, pero no dañarían las infraestructuras), hay, por si fuera poco, bombas “sucias” (armamento convencional con material radiactivo) y hay incluso proyectiles con uranio empobrecido. El riesgo está en que se comiencen utilizando proyectiles con uranio empobrecido (probablemente ya se han utilizado), se responda con bombas “sucias”, se siga con armas nucleares tácticas “pequeñas”… y se inicie así una escalada imprevisible.

Y el mar de fondo: guerras comerciales, exacerbación de los nacionalismos, autoritarismos, fascismos viejos y nuevos, machismos, el desarrollo cancerígeno de la cultura de la violencia… que apuntan, además de a los intereses de la ínfima minoría que realmente nos gobierna, a la posibilidad de salidas belicistas. Hay muchos conflictos abiertos y otros muchos latentes. No parece que vayan a ir a menos, sino todo lo contrario.

Y, por si fuera poco, el movimiento pacifista, tan potente hace unos años, parece desaparecido. De momento.

Segunda pregunta (algo menos impertinente que la anterior, aunque inevitablemente ligadas ambas): ¿Qué tiene que ver el armamento nuclear con las centrales nucleares? Las centrales nucleares ya tienen bastante peligro de por sí: residuos radiactivos de decenas de miles de años de duración, para los que no hay solución responsable y posibilidad real, como demuestra el pasado y el presente, de accidentes gravísimos. Pero es que, además:

- Proporcionan la materia prima necesaria para todos los tipos de armamento nuclear o radiactivo: el uranio enriquecido, el plutonio (tanto para las bombas de plutonio -fisión-, como para las termonucleares ―fisión/fusión/fisión―, como para las bombas de neutrones -fisión/fusión-), el uranio empobrecido y el material radiactivo.

- Proporcionan la tecnología. La tecnología necesaria para el armamento nuclear es “inferior”, más simple, que la necesaria para una central nuclear. Dominando esta, se tiene acceso a aquella. De ahí el miedo y la hipervigilancia para la expansión de la energía nuclear a países “enemigos”.

- Y, por si fuera poco, una central nuclear es un potencial objetivo bélico, se trata de una infraestructura básica, especialmente si se llega al empleo de armamento nuclear, aunque sea limitado.

Coletillas posiblemente innecesarias: ¿Conocemos las consecuencias potenciales de una guerra nuclear, aunque sea limitada? ¿conocemos el peligro que suponen, aunque no se usaran nunca, los arsenales nucleares existentes? ¿conocemos las fuentes “huérfanas” actualmente existentes de material nuclear potencialmente utilizable en armamento?

Se puede ir a toda velocidad y pendiente abajo, hacia el abismo... y se puede frenar justo en el borde. ¿Qué puede salir mal? ¿Y si, además, vamos sin conductor, dirigidos por control remoto por quienes se creen fuera de peligro?

Tal vez en el movimiento pacifista solo dormimos y andamos esperando que algunas hagamos lo imposible para despertarnos.

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carnedeyunta
16/5/2025 21:07

Gracias, Ricardo

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Paco Caro
16/5/2025 11:03

Una de las creencias que nos consolaban durante la Guerra Fría, era que no podía haber un líder político (al principio, solamente USA y URSS tenían armamento nuclear) lo bastante loco como para iniciar su destrucción mutua asegurada. Bueno, pues yo creo que ya hay suficientes líderes políticos que piensan que, para que te tomen en serio, tienes que demostrar de lo que eres capaz. Y hay más de dos naciones con armamento nuclear. Nuestros líderes tienen mentes del siglo XIX, mientras que, lo que necesita la Humanidad, es someter todas las naciones a gobernanza global.

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