Especulación urbanística
Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación

Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.
Cogreso PNL medio ambiente Canarias  - 1
Concentración frente al Congreso de los diputados. David F. Sabadell
19 abr 2024 05:00

Huelgas de hambre. Concentraciones en las calles. Ciberactivismo en las redes. Canarias dice “basta” y protagoniza movilizaciones ciudadanas que pasarán a la historia como unas de las más importantes alrededor del cuestionamiento del modelo socioeconómico que enriquece a unos pocos mientras dificulta, daña y precariza las vidas de la mayoría. Tal es así que el informe ‘Estado de la pobreza en las islas Canarias’ (EAPN, 2023) indica que Canarias cuenta con más de un tercio de su población (36,2%) en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

El lema “Canarias se agota” no solo tiene que ver con el territorio, sino también con las personas que están agotadas por las circunstancias de precarización y pobreza: “Estamos viviendo en un decorado y la gente local está aquí para servir. El incremento de los alquileres es consecuencia de un problema mayor que es sistémico. Por ello, Canarias sale a las calles para exigir unas condiciones de vida dignas”, sostienen las organizaciones convocantes. 

Las marchas empezarán a las 12:
-Plaza Weyler, Santa Cruz de Tenerife
-Auditorio Alfredo Kraus, Las Palmas de Gran Canaria 
-C/ 1° de mayo. Plaza de la Iglesia, Puerto del Rosario, Fuerteventura 
-Quiosco de la Música, Arrecife, Lanzarote 
-Recinto del mercadillo, Puntagorda, La Palma
-Calle Doctor Quintero, Valverde, El Hierro
-Plaza de las Américas, San Sebastián de la Gomera 
-Explanada del Muelle, La Graciosa
-Puerta del Sol, Madrid
-Plaça d'Urquinaona, Barcelona 

 

Si el sistema capitalista ya es desigual de por sí, esta situación se acentúa en zonas turísticas donde los barrios pasan a convertirse en decorados cuyos beneficios enriquecen a grandes empresarios y a industrias como la hotelera. Frente a ello, el próximo 20 de abril tendrán lugar, en todas las Islas Canarias, las manifestaciones ‘Canarias tiene un límite’. A la convocatoria se han sumado otros lugares donde personas canarias han tenido que partir como Madrid, Barcelona, Berlín, Ámsterdam y Londres, entre otras. 

Buscando casa en islas como Fuerteventura, el alquiler medio ronda los 900 euros cuando el archipiélago canario es la segunda comunidad con el salario más bajo del país

Noelia Sánchez Suárez, portavoz de la Federación Ben Magec Ecologistas en Acción, una de las más de veinte organizaciones convocantes de la manifestación, explica a El Salto las problemáticas tras la consigna ‘Canarias tiene un límite’: “Canarias tiene un límite tanto de los espacios naturales como del modelo insostenible de turismo. También se han sobrepasado todos los límites en relación a la dificultad en el acceso a la vivienda con la inmensa subida de alquileres”. Y es que, buscando casa en islas como Fuerteventura, el alquiler medio ronda los 900 euros cuando el archipiélago canario es la segunda comunidad con el salario más bajo del país, según la Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE (2023). A esto se suma que, tanto las Islas Canarias como las Baleares, cuentan con la cesta de la compra más cara de España, como concluye el estudio de supermercados de la OCU (2023).

Otro lema, explica la activista, es ‘Canarias se agota’ porque todo esto supone una presión grande sobre el territorio y los recursos hídricos: “Otra de las cuestiones que ha hecho que salgamos a la calle es la falta de acceso a un bien tan fundamental como el agua". Islas como Tenerife y Fuerteventura han estado viviendo una emergencia hídrica con constantes cortes de agua para la población local y el sector primario, y no para los hoteles. Así lo cuenta la artista Ana Pology en este vídeo que reivindica, en tono de humor, la problemática de los constantes cortes de agua en las islas para la población mientras que los hoteles jamás carecen de ella. 

Noelia Sánchez indica que es importante recordar cuál es el detonante de las movilizaciones: “Se ha reactivado la construcción de un hotel en La Tejita (Tenerife) que estaba parado, así como el proyecto de Cuna del Alma en el Puertito de Adeje, una urbanización de lujo que se había conseguido parar debido a su impacto ambiental y en pro de la conservación de las especies protegidas que allí habitan. A esto hay que añadirle que el Ministerio de Transición Ecológica se ha pronunciado en torno al Oliva Beach de Fuerteventura para establecer que debe ser derribado por encontrarse en un parque natural protegido. Frente a ello, la activista critica que las instituciones estén defendiendo los intereses de las grandes hoteleras frente a los intereses generales y frente a cuidar y restaurar el espacio natural: “La ciudadanía percibe que se defienden antes los intereses de empresas y particulares frente al interés común. Esto unido al caldo de cultivo que supone la llegada anual de 16 millones de turistas, turistificando incluso los barrios más pequeños que cada vez tienen más viviendas vacacionales, que repercute significativamente en la subida de los alquileres. Lo que ha hecho que la gente no pueda más y se espera que estas movilizaciones sean absolutamente históricas, pues el bajo poder adquisitivo de la clase trabajadora y las condiciones precarias son una realidad a pesar de vivir unas cifras récord de beneficio turístico en las islas”. 

En La Laguna, Tenerife, las activistas están generando movilizaciones colectivas y, el 11 de abril, comenzaron una huelga de hambre 

En La Laguna, Tenerife, las activistas están generando movilizaciones colectivas y, el 11 de abril, comenzaron una huelga de hambre, así como una cadena humana, por la regeneración social y económica del archipiélago. Bajo el lema ‘Canarias se agota’ reivindican unas medidas muy claras: implementación de asambleas ciudadanas de gobernanza, moratoria turística para toda Canarias y la paralización definitiva de las obras mencionadas. De este modo, pretenden hacer frente a la precarización y daños en el medio ambiente de las islas a partir de la creación de círculos en los que se proponen ideas para el cambio y tienen en cuenta las voces de la ciudadanía. También se pide una ecotasa dirigida a mejorar y paliar las consecuencias nocivas que el turismo tiene sobre las islas y que se limite la compra de vivienda para fondos de inversión, ya que adquieren viviendas en Canarias como activos financieros o para ponerlas en alquiler vacacional. Además, exigen la protección efectiva de los espacios naturales con más medidas y recursos. Como critica ‘Canarias Resiste’, ninguna de las instituciones Canarias se ha puesto en contacto con las activistas para atender las reclamas pese a la amplia cobertura mediática que han tenido.

En definitiva, se exige que haya un cambio real del modelo socioeconómico y que se haga frente de una vez al problema del cambio climático, que requiere que se cumplan las medidas ambientales. En torno a la emergencia del cambio climático, Canarias es una de las regiones españolas más vulnerables al mismo debido, entre otros factores, al impacto de la industria del turismo (Informe Sostenibilidad del Turismo en Canarias, 2023).

La sobrecarga de trabajo que enferma a las kellys

Marcia Díaz, portavoz de la asociación Las Kellys en Gran Canaria, cuenta a El Salto que se suman a esta convocatoria del 20-A: “Porque somos parte de este pueblo explotado, porque desde que nos fundamos nuestra lucha va encaminada a la mejora de la clase trabajadora, que es la que produce la riqueza. Para ello siempre hemos dicho que este modelo de turismo no nos sirve. Es colonialismo porque ofrece sueldos míseros a nuestra gente, así como condiciones laborales de explotación moderna y destrucción de nuestro medio ambiente. Mientras tanto, este sistema enriquece a un empresario que obtiene beneficios desorbitados y, todavía, quiere más”. Añade: “Como nosotras, hay muchas con trabajos invisibles pero absolutamente imprescindibles para el sector turismo. Esta invisibilidad y la no regularización de las personas que trabajan de manera ilegal son las que más constituyen, junto a otros sectores, la explotación moderna debido a la sobrecarga de trabajo que puede llegar a superar las doce horas en algunos casos. La precariedad en el contrato y la externalización de los servicios provocan que tengamos unas nóminas bajísimas. Estas condiciones nos llevan a un estado insalubre y, en la mayoría de los casos, tenemos que sobremedicarnos para sobrevivir. La salud y la dignidad no se negocian”.

El 70% de las 'Kellys' tiene que automedicarse para soportar la carga de trabajo que deriva en daños cervicales, lumbares, estrés y ansiedad

Anna Pacheco en Estuve aquí y me acordé de nosotros: una historia sobre turismo, trabajo y clase (Anagrama, 2024), aborda lo insostenible del modelo de turismo, así como la contradicción entre el lujo de los hoteles de alta gama y la realidad social, económica y laboral de quienes trabajan para ellos. Recoge las palabras de una camarera de piso de 45 años: “Los hoteleros piensan que las camareras son robots, son máquinas. Allá las chicas hacen 14 habitaciones y hasta 16. Todas están reventadas. A mi compañera a veces le hace la mano así y le traquea”. En esta línea, Díaz cuenta: “La sobrecarga de trabajo de las camareras de piso hace que enfermemos. El cuerpo se resiente mucho, casi todas están jodidas del codo, de la mano, del hombro, las cadenas… Además de las altas tasas de depresión y estrés, motivo por el que reivindicamos una jubilación anticipada a los 58 años”. Expresa que, entre las reivindicaciones más importantes, se encuentran el reconocimiento de enfermedades profesionales y que se les contrate según el convenio. También acabar con la sobrecarga de trabajo, que se respeten sus salarios y que se realicen estudios ergonómicos en los hoteles, pues están vulnerando sus derechos fundamentales: “Necesitamos que se mire más por las trabajadoras y trabajadores y no por los empresarios que les es rentable que nos enfermemos”. A esto añade que se puedan cubrir las bajas médicas de las trabajadoras que enferman: el 70% de las 'Kellys' tiene que automedicarse para soportar la carga de trabajo que deriva en daños cervicales, lumbares, estrés y ansiedad, según datos de CCOO. 

Acceso a la vivienda

Vanesa Iglesias, portavoz de la asociación Alquileres Justos en Fuerteventura, explica que su principal reivindicación para la manifestación del próximo día 20 es promover el derecho al acceso a la vivienda: “Queremos visibilizar la crisis habitacional que enfrenta nuestra comunidad y exigir una legislación que garantice este derecho fundamental para toda la ciudadanía. Es urgente abordar las problemáticas relacionadas con el acceso a una vivienda digna como la falta de construcción de viviendas públicas, los altos precios, la escasez de pisos de alquiler de larga temporada y el predominio de viviendas vacacionales”. La brecha entre los salarios y los precios de la vivienda es evidente. Una persona joven, para poder vivir sola, debería destinar el 94% de su salario como muestran los datos del Informe de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (2023): “El precio mediano del alquiler en el primer semestre de 2023 es el más alto desde que existen registros: 944 euros al mes. Esto supone el 94% del salario medio neto de una persona joven”. 

Melinda Decker Pajunen, activista antirracista e integrante de Mujeres Afro (en) Canarias, añade que es importante tener en cuenta, en relación a la problemática de la vivienda, que ya se partía de una discriminación racista que dificulta a muchas personas el acceso a la misma. Esto se une al aumento de vivienda vacacional, a los edificios de uso turístico, a la falta de vivienda pública y al desplazamiento de las comunidades racializadas y migrantes a las ‘periferias’. La premisa de las movilizaciones es que Canarias se está agotando, pero la gente que vive en Canarias también: “Se lleva mucho tiempo sobrepasando las capacidades de la gente y del territorio, y el acceso a la vivienda que tiene la población migrante y racializada en el estado español es minoritario”. El informe ‘Discriminación racial en el ámbito de la vivienda’ (Provivienda, 2022) muestra que “la vivienda es el ámbito donde se produce discriminación racial o étnica con mayor intensidad y, a su vez, es la esfera donde se ha experimentado el mayor incremento en los últimos años”. Indica que está desembocando en un aumento de los procesos de vulnerabilidad y exclusión residencial. Mujeres Afro (en) Canarias asegura que el racismo institucional y social ubica a mujeres migrantes y racializadas en situaciones de extrema precariedad y explotación laboral: “Ellas son quienes sostienen la red de cuidados y labores que hace posible que grandes empresas hoteleras, hostelería y particulares logren máximos beneficios económicos y recuerdan: “nosotras también somos parte de este territorio”.

Las plazas de vivienda vacacional en Canarias suponen un 36% del total de la oferta alojativa, frente al 18% de los apartamentos tradicionales

A esta situación, que viene ya de una discriminación histórica, se suma la gentrificación, la especulación y el auge de las viviendas vacacionales, encontrándose localidades como La Oliva (Fuerteventura) entre los cinco primeros municipios de España con mayor porcentaje de vivienda vacacional (INE, 2021). Las plazas de vivienda vacacional en Canarias suponen un 36% del total de la oferta alojativa, frente al 18% de los apartamentos tradicionales, mientras que los hoteles ascienden al 46% como refleja el informe ‘Distribución y concentración del alojamiento turístico en Canarias’. Además, tal y como recoge la Dirección General de Ordenación, Formación y Promoción Turística del Ejecutivo regional, en Canarias hay empresas con hasta 500 viviendas vacacionales en propiedad. No olvidemos que se trata de un problema sistémico de base: no es casual que el 1 % más rico acumule casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial, como especifica el informe ‘La ley del más rico’  (Oxfam, 2023). 

Judith Morales, activista y portavoz del 20-A en Fuerteventura, plataforma que agrupa los diferentes colectivos convocantes, señala a El Salto: “Se ha centrado todo en un motor económico que realmente no se materializa en unas buenas condiciones de vida para la población local porque tenemos unos niveles de pobreza altísimos, rozando el 40%. Para paliar estos daños se pide una moratoria turística, porque estamos batiendo récord mes a mes y al final lo que está produciendo es la sobreexplotación de los recursos. Con consecuencias para la población materializadas en listas de espera en urgencias saturadas y en cortes de agua mientras se están regando campos de golf o llenando piscinas”. 

Movimientos sociales
Movimientos sociales Los proyectos que hacen resurgir las movilizaciones sociales en Tenerife
Las movilizaciones contra el macroproyecto Cuna del Alma en Adeje y el Circuito del Motor en Granadilla de Abona han visibilizado las luchas medioambientales a las que se enfrenta la isla de Tenerife en torno al territorio. Mientras las administraciones aseguran que ambos proyectos van a servir para generar empleo, las lagunas respecto a la seguridad jurídica y la falta de protección de especies planean sobre ambos casos.

Un modelo subvencionado

Morales, alrededor de la idea de que el turismo es nuestro motor económico, reflexiona: “Cuando te pones a rascar un poquito y ves los números que hay detrás de esta industria, te das cuenta de que es un sector ampliamente subvencionado por el Gobierno de Canarias mientras la población local no puede ni pensar en un futuro que no sea un trabajo precario en relación al sector del turismo”.

Cuenta que se encuentra en búsqueda activa de empleo y que prácticamente todas las ofertas del mercado laboral en Fuerteventura son puestos precarios en servicios o turismo: “Cuando ves puestos de dirección y demás están directamente escritos en alemán, holandés, etc. Estamos ante una industria que está mayoritariamente gestionada por turoperadores, cuyos beneficios apenas llegan a las islas”. Y es que Canarias cuenta con una alta dependencia de la turoperación: el 47,8% de los turistas contratan paquete turístico y el 34,9% de los turistas contrata todo incluido (Promotur, a partir de la Encuesta sobre Gasto Turístico del ISTAC, 2022). 

Meryem El Mehdati, en su obra Supersaurio cuestiona el sistema desigual que hace que la población precaria del archipiélago canario no tenga otra opción que el servilismo excesivo al turista. Ante estos datos, la autora escribe en su obra: “En ocasiones alguien podría llegar a pensar que los hoteles salen de la tierra misma y crecen a base de regarlos todos los días. El sitio en el que crecí es una sucesión de hoteles que se enroscan hacia el infinito y pueblan las montañas [...] Las playas son cada vez más chicas, las montañas más pequeñas”. En esta línea, la escritora Andrea Abreu, explica en una entrevista que ha sido la hija de los obreros que construyen los hoteles: “La teoría feminista me ha hecho repensar incluso el concepto de colonialidad. Creo que hay una realidad colonial innegable que en la actualidad precisamente se convierte en la desigualdad que hay entre los dueños de todos los hoteles de las islas y la gente que trabaja para ellos”.

El periodista David González escribe que oponerse a este modelo socioeconómico consiste en estar en contra de un sistema que empobrece a la mayoría: “No es tener algo en contra del alemán que encontró un chollo en una web de viajes y viene a nuestra ciudad en busca de algo de sol para desconectar de su vida precaria”. Así, invita a recordar la naturaleza nociva del capitalismo, a oponerse a los empresarios que vienen a hacer negocio a nuestra costa y a transformar la rabia en esperanza por un cambio y hacerlo juntas. 

Por su parte, Azahara Alonso se plantea en Gozo (Siruela, 2023) si acaso el modelo de turismo actual no dificulta las vidas de quienes aquí vivimos mientras facilita la de los visitantes. También si no es cierto entonces que los lugares se entienden como bienes consumibles, si el turista repara en que la pobreza no se cancela durante sus días libres, en qué desea alguien que vive en lo que la publicidad llama “el paraíso” y si acaso no queremos acabar con las injusticias económicas del sistema que presenta las vacaciones como el único modo de acceder a nuestra verdadera vida. “Los sitios web de las inmobiliarias son una herramienta del demonio para gentrificar lugares”. Recupera las palabras del sociólogo Rodolphe Christin: “La atosigante invitación a la movilidad y al escapismo no habla tanto de libertad como de reclutamiento para que la rueda de la industria turística siga girando”.

Si bien estas protestas son un despertar ciudadano que llena de esperanza, no hay que olvidar las movilizaciones históricas de activistas que las precedieron. Entre ellas, las concentraciones en Los Pocillos para protestar por la construcción de un complejo hotelero en esa playa de Puerto del Carmen (Tías) en 1988, o las más de 15.000 personas que dijeron “no” al Puerto de Granadilla en una manifestación en Santa Cruz de Tenerife en 2009, entre otras. 

Se han sumado a la convocatoria artistas canarias como Asiria Álvarez, Arístides Moreno o Fon Darias, quien canta: “Bienvenidos al hotel adorados clientes, pidan lo que quieran, nos tienen enfrente. Durante su estancia estarán cómodos y calientes, y tranquilos, somos buenos sirvientes. La piscina está llena, los estanques vacíos, y tu cama está hecha con el sudor de los míos [...] Nosotros explotaos’ y los empresarios quedándose el dinero. Yo quiero ser libre”. Se puede descargar la cartelería con las consignas en este enlace. Los convocantes esperan llenar las calles por una vida mejor para todas.

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