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Especulación urbanística
Hormigón y pelotazos: radiografía del futuro PGOU de Getxo
El pasado 26 de julio, con agosticidad y alevosía como se suele decir, y con los y las vecinas despertando de la resaca de las paellas de Aixerrota, el pleno municipal de Getxo confirmó la aprobación provisional del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Este documento, en la medida que estructura el futuro desarrollo urbanístico, social y demográfico del municipio, supone un error histórico que destruirá los últimos entornos rurales, permitirá lucrativas operaciones inmobiliarias y aportará pocas o ninguna solución al problema de accesibilidad a la vivienda para las clases populares.
Para hacerlo posible se anunció un nuevo acuerdo entre PNV, PSE y PP. Si bien el gobierno municipal está formado por PNV y PSE, podemos hablar de un tripartito de facto en el municipio getxotarra. Desde el inicio de la legislatura estos tres partidos políticos han ido de la mano para aprobar todo: el reparto de asesores y sueldazos (el sueldo de la alcaldesa de Getxo es igual que el del presidente del Gobierno), los presupuestos del presente ejercicio y el PGOU. Mientras el gobierno ni contacta con el resto de partidos, PNV, PSE y PP acuerdan hasta la aprobación de facturas ligando su gobernabilidad exclusivamente a una derecha cada vez más extrema que tan silo días después del asesinato de un joven en Algorta, y en plena campaña europea, montó un mitin racista en la calle.
“Si sumamos las 6 operaciones urbanísticas de Andra Mari con la de Salsidualde, se artificializará una cantidad de suelo equivalente a 100 campos de fútbol. El 6,5% de la superficie total de Getxo”
Volviendo sobre el plan aprobado, este PGOU va a suponer la pérdida irremediable de una ingente cantidad de suelo rural y natural. En el barrio de Andra Mari (barrio original del municipio allá por el siglo XI) se prevé la urbanización de cinco sectores residenciales y uno empresarial. Si sumamos las seis operaciones urbanísticas de Andra Mari con la de Salsidualde, se artificializará una cantidad de suelo equivalente a 100 campos de fútbol. El 6,5% de la superficie total de Getxo. Un atropello ecológico en un momento en que las legislaciones por la conservación del suelo de valor agroecológico y por la restauración de ecosistemas empiezan a avanzar tímidamente.
Este PGOU, al igual que el nefasto plan de 2001 que preveía cubrir todo Azkorri de chalets y adosados hasta que la Ley vasca del suelo de 2006 lo impidió, va casi al máximo de aumento de población que permiten las DOT. Se apuesta por un total de 3.994 viviendas nuevas (cuando la cuantificación residencial máxima permitida es de 4.790 viviendas). Con el argumento de mejorar el acceso a la vivienda de la juventud disparan la oferta, cuando ya desde la burbuja inmobiliaria de hace dos décadas se ha visto que el problema del precio de la vivienda en todo el Estado es por falta de regulación y el aumento de la oferta no consigue bajar los precios.
El gobierno municipal de Getxo no ha tomado en dos legislaturas ninguna medida seria para la regulación del mercado inmobiliario. Si bien presumen de prever 832 nuevas viviendas de alquiler social, no toman ninguna medida para los más de 900 pisos vacíos que tiene el municipio. El decreto vasco para la vivienda deshabitada aprobado en 2021 sigue en un cajón: ni canon ni alquileres forzosos. Nada. Tampoco para que se hagan correctamente los cálculos para declarar Getxo como zona tensionada, como denunciamos desde Podemos a principios de año.
¿Va a modificarse la situación estructural de la vivienda en Getxo? Definitivamente, no. Por tanto, ¿va a aumentar la oferta de vivienda libre? Eso seguro. Pero ya veremos quién puede pagarla porque, dejando de lado Donostia y Bilbao, Getxo sigue siendo el municipio donde más sube el precio de la vivienda en los últimos meses. ¿Va a aumentar la oferta de vivienda protegida? Parece que sí. Ya veremos cuándo y cómo porque nuevamente quedará a merced de la “buena voluntad” de las constructoras. En todo caso, se va a perpetuar el modelo de vivienda de lujo, el de aquellos pocos que podrán permitirse los actuales precios.
Especulación urbanística
País Vasco Planificación urbanística en Getxo: 16 años de oposición vecinal
La única cuestión positiva que podemos sacar de esta última versión del futuro PGOU getxotarra es la planificación de 832 viviendas de alquiler social, que no estaban previstas inicialmente pero han tenido que ser incluidas esta vez por obligación de la Ley estatal de vivienda. Resulta paradójico que PNV y PP tengan que aprobar esta cuestión cuando votaron en contra de esta ley y la han recurrido ante el Tribunal Constitucional.
A pesar de este detalle, la realidad es que dicha vivienda solo saldrá si es construida desde lo público (por parte de Visesa, dado el nulo interés por contar con un parque de vivienda pública municipal) porque nuevamente la parte menos lucrativa de la vivienda de protección social ha quedado fuera de las obligaciones para las constructoras. De los cinco sectores previstos de suelo urbanizable para vivienda, los sectores 4 y 5 (Dendariena y Diliz-Goikoa respectivamente) podrán empezarse a construir cuando los 3 iniciales (Tosu, Muru y Peña Santa Marina) se hayan consolidado tan solo en un 75%. Esto sería: toda la vivienda libre (20%), toda la vivienda tasada (20%) y el 35% de la vivienda de protección oficial. El 4% restante de la de protección oficial y toda la de alquiler social (21%) podrá quedar sin hacerse mientras las constructoras ocupan nuevo suelo.
Corrupción
PNV y PSE-EE El pelotazo urbanístico en un batzoki del PNV de Getxo
Este es un PGOU ante todo con ganadores y perdedores. Entre los perdedores están lamentablemente todas las familias de Salsidualde y Andra Mari que quedan fuera de ordenación y sus casas serán derribadas. Hablamos en muchos casos de baserris centenarios a los que se les ha quitado la protección patrimonial, algunos a pesar de contar con un informe de Diputación Foral recomendando su protección, como es el caso del Caserío Tosu.
Ganadores son los vecinos de Salsidu-Los Puentes, cuya voluntad de no dejar sus viviendas ha sido respetada (108 familias). Pero sin duda alguna, los grandes ganadores son aquellos a quienes se les han permitido lucrativas operaciones inmobiliarias en suelo urbano: Sener, cuyas oficinas se convertirán en 57 viviendas libres; Telefónica, que convertirá sus oficinas de Areeta y Algorta en 92 viviendas libres; y, por supuesto, el Batzoki de Algorta, que construirá 14 viviendas libres en el centro de Algorta en la parcela que hoy usa la escuela pública de Zabala como patio.
“El pelotazo del batzoki va a reducir el patio de la escuela de Zabala en tal manera que ya no podrán contar ni con un campo de futbito”
Y es que este PGOU es también un ataque a la escuela pública de Algorta. El pelotazo del Batzoki va a reducir el patio de la escuela de Zabala en tal manera que ya no podrán contar ni con un campo de futbito. Como dijo uno de los padres de la escuela en el pleno: “¿Qué familias van a matricular a su hijo/a en un colegio sin cancha de deporte?”. Es un cierre encubierto. Al igual que lo es el de la escuela pública infantil de San Martín (Algorta) cuya categoría para de equipamiento público docente a equipamiento público genérico.
En último lugar, cabe destacar la operación Martiturri donde, en suelo rural, se preve la construcción con participación del Gobierno Vasco de un centro empresarial. Sabemos dónde se ubicará, pero no qué empresas se instalarán en él, y es que después de que Seneranunciara que se trasladará a Zamudio, este espacio ha perdido todo el interés y tienen visos de convertirse en un centro empresarial de gimnasios y tiendas como lo es Errotatxu. Resulta paradójico que mientras en otros municipios se busca la mixturas de suelos, juntando lo empresarial con lo residencial para reducir la necesidad de desplazamientos en coche, en Getxo se ha optado por convertir los suelos de Sener o Telefónica en vivienda de lujo e invitar a las empresas a irse a las afueras. Todo un avance hacia la movilidad insostenible.
Con todo, se acaba de aprobar en la comarca otro PGOU decidido a hormigonar toda Uribe Kosta, al igual que sucede en municipios vecinos como Urduliz o Berango. En este último caso destruyendo el proyecto colectivo de Otxantegi Herri Lurra. La pregunta que cabe hacerse es, lamentablemente, ¿cuántos PGOUs más faltan en Getxo para que el cemento llegue hasta los acantilados de Azkorri?