Fronteras
Del paraíso del Caribe al infierno de las deportaciones: Punta Cana se resiste a la caza de personas migrantes

El pasado octubre el gobierno de República Dominicana anunció la deportación de 10.000 personas a la semana hacia Haití y los planes no se han hecho esperar: así lo están viviendo las personas a pocos kilómetros de las mejores playas de Punta Cana.
refugiados haiti - 1
Elena Etienne repartiendo agua y galletas a personas atrapadas en el furgón de la policía migratoria que están a la espera de que los lleven hacia Haití a la fuerza. Bárbara Bécares
Punta Cana. República Dominicana
26 dic 2024 06:00

Estamos a menos de cinco kilómetros del aeropuerto de Punta Cana. A siete kilómetros de alguna de las playas caribeñas y azulísimas que presentan el ensueño de unas vacaciones de lujo y resort a ritmo de pulsera all included. A diez kilómetros de Playa Bávaro con todos sus hoteles más populares, muchos de ellos españoles, donde tanta gente va cada año a desconectar del mundo y a no conectar con nada fuera de ese hotel y del entusiasmo turístico.

En ese sitio vive y habla Yomaris. Está en un pequeño, muy pequeño cuarto donde vive con sus tres hijos. Cuenta que no puede dormir, que lleva semanas en vela. Aunque no dijese nada, su cara muestra una gran preocupación, estrés. Explica que su marido fue deportado a Haití y que ella no se atreve a salir de casa por si le pasa lo mismo.

Qué sería de sus hijos si se la llevan también a ella al país vecino y quedaran aquí solos. Sin su marido, la familia no ingresa ni un peso y ella, como le está pasando a muchas personas haitianas en República Dominicana, ya no se atreve a salir en busca de trabajo por no correr la misma suerte que su pareja.

Migración
Fronteras 2024, otro año de guerra contra las personas que migran
El concepto “deportación” ha protagonizado la retórica migratoria durante un año en el que desde Europa, a Estados Unidos, pasando por Japón o Sudáfrica, los estados receptores de personas en movimiento han dejado en suspenso los derechos humanos.

El 2 de octubre de 2024, el gobierno de República Dominicana anunció un plan para deportar a Haití a 10.000 personas migrantes por semana y no se ha hecho esperar para ponerlo en marcha. En el país hay más de medio millón de haitianos viviendo y la mayoría están sin documentación que regule su situación.

Punta Cana es un sitio crucial en todo esto porque muchísimas son las personas originarias de Haití que aquí llevan décadas: es una región con mucho empleo, llena de dinero del turismo y en constante crecimiento. Un crecimiento que necesita la mano de obra barata de quienes no tienen derechos laborales. Mano de obra para construir los edificios y para limpiar casas y hoteles.

refugiados haiti - 4
Hasta 40 familias pueden vivir en estos barracones de Villa Playwood, a solo 5 km del aeropuerto de Punta Cana. Bárbara Bécares

La dificultad de regularizar la situación para los migrantes haitianos

Al mismo tiempo, muy pocos son los haitianos que tienen papeles en República Dominicana por la casi imposibilidad de conseguirlos: hay un laberinto de trabas burocráticas y normas que llevan a personas a pasar décadas en el país sin poder tener nunca esos documentos.

Incluso hay muchas personas que han nacido en República Dominicana, pero se mantienen en el colectivo de ser migrantes haitianos, sin haber pisado nunca Haití, sin haber migrado en su vida. Son, básicamente, personas apátridas que, eventualmente también podrían ser agarradas por la policía en la calle, y transportados a la fuerza a Haití, sin conocer ese país. Al mismo tiempo, muchas personas desde Villa Playwood se quejan de que no solo República Dominicana los maltrata. Sino que el gobierno haitiano no hace nada por ellas, ni siquiera facilitarles hacer unos documentos que permitan a la gente dejar de ser apátridas en un mundo regulado por las diferencias entre naciones.

Ese sitio, tan cerca de algunas de las mejores playas de los resorts all included, está lleno de familias como la de Yomaris. En muchos cuartos, convertidos en casas de familias, viven mujeres “recién paridas”, como ellas mismas explicarán, contando su situación con bebés recién nacidos. Explicarán que han visto que el padre de la criatura que estaba creciendo en sus cuerpos, fue atrapado con violencia por la calle en las últimas semanas, y deportado al país vecino, del que volver es muy complicado.

La policía de migración agarra a las personas cuando pasean por la calle, cuando vuelven de trabajar o cuando van, si salen a comprar a la tienda… incluso se cuela en sus casas por la noche

La policía de migración agarra a las personas cuando pasean por la calle, cuando vuelven de trabajar o cuando van, si salen a comprar a la tienda… incluso se cuela en sus casas por la noche, cuando duermen para que sea más complicado escapar. Lo relatan muchas voces desde Villa Playwood, en los estrechísimos pasillos que separan unos cuartos de otros.

“Acabo de ver a una mujer gritando mucho. La policía migratoria la quería atrapar y meterla al furgón y ella suplicaba que no lo hicieran que sus hijos estaban en la escuela y que no tenían a nadie más para cuidarlos”, explica Frisien, un hombre que llegó hace 20 años de Haití y que sí cumple los requisitos para poder llegar a regular su situación, pero no tiene cita hasta dentro de muchos meses para ello, lo que también le deja en una situación de vulnerabilidad, mientras tanto.

Y en este contexto, aparecen tres mujeres llenas de energía: son Mildre, Elena y María. Tres mujeres unidas, de forma espontánea, por sus caracteres, sus iniciativas, sus “no saber ver las injusticias y quedarse quietas”... que han ido conformando en este momento de emergencia un Comité de Protección en Villa Playwood para ir aliviando el hambre de estas mujeres con hijos que tienen a sus maridos deportados; o de las personas atrapadas por la policía, a la fuerza por las calles y encerradas durante horas en camiones al sol.

refugiados haiti - 3
Mildre Vargas y María Isabel Leonardo en la escuela de Villa Playwood. Bárbara Bécares

La unión de Mildre, Elena y María

Mildre Vargas es trabajadora social experta en migraciones. Tras años trabajando en la frontera de República Dominicana y Haití lleva ahora un tiempo gestionando un proyecto en Punta Cana contra la trata de mujeres, como parte de Save The Children. Si la prostitución es un problema en el mundo que ataca la libertad de miles de mujeres, lo que llaman el ‘turismo sexual’ es una lacra que afecta a muchos países del mundo y resulta que República Dominicana es uno de los países del mundo que más visitantes reciben que tienen este objetivo en su viaje, tal y como han alertado muchos organismos internacionales como el World Economic Forum. También el gobierno dominicano ha puesto la mira en este problema.

Para acceder a Villa Playwood y contar con la confianza de las familias, para que se atrevan a denunciar casos de tráfico sexual (que, en muchas ocasiones, utiliza a menores de edad), Vargas tiene varias bazas. Por un lado, da charlas de sensibilización en centros educativos para que los y sobre todo las jóvenes, sepan identificar si están siendo víctimas de trata sexual o alguien que les ronda está intentando que tenga una relación con un hombre por este motivo. Y también se valió de dos mujeres que llevan tiempo ayudando en el barrio: María y Elena.

María Isabel Leonardo, por su parte, lleva casi dos décadas gestionando una escuela en el barrio de Villa Playwood. La única escuela que hay en la zona y en donde todo el mundo tiene acceso a estudiar. Esto se traduce a que los niños y niñas de origen haitiano, cuyos derechos básicos están atacados por el hecho de ser originarios del país vecino (o porque han nacido con los derechos arrebatados porque sus padres sean de Haití), no tengan acceso a escuelas públicas cerca de su casa. Solo la escuela de María da esa oportunidad.

Opinión
Fronteras racistas La necropolítica migratoria en la República Dominicana
En el metabolismo político dominicano, todos los partidos del sistema compiten por presentarse cada uno como el más anti-haitiano, utilizando un populismo pseudonacionalista.

María fue elegida líder comunitaria hace 20 años. Dice que ella no quería pero está claro que sus vecinos y vecinas le vieron madera de la líder que necesitaban para afrontar los problemas de esas calles polvorientas tan cerca de resorts lujosos. Y ella asumió ese cargo con toda la responsabilidad que conlleva. Tanto que desde que es líder comunitaria ha estudiado dos carreras universitarias.

Cuando en 2006 ella arrancó esta tarea de líder, como vecina se dio cuenta que un gran problema era que muchos menores no estaban escolarizados y convirtió la educación en una prioridad. Más tarde, comentará Elena, hablando de esta escuela que, “en los tiempos en los que vivimos, donde la comunicación se basa en gran parte en la lectura y en la escritura, no saber leer, ser analfabeto es como tener una discapacidad que impide a las personas resolverse en la vida por sí solos”.

María cuenta su historia en el patio de la escuela que recibe en total a 280 niñas y niños. Mientras lo cuenta, se escucha todo el bullicio de las varias aulas donde hasta 40 alumnos por clase se aglutinan para aprender las lecciones de las maestras.

refugiados haiti - 2
Elena Etienne repartiendo en su moto. Bárbara Bécares

“Varias de las maestras tienen otro trabajo en escuelas donde ganan su dinero y luego, cuando acaban, vienen aquí donde podemos pagarles un sueldo muy escaso, pero ellas quieren colaborar y ayudar en la alfabetización de las niñas y niños del barrio”, explica María que está cubriendo un hueco esencial que el estado se ha negado a respetar: el del acceso a la educación de todas las personas.

Por su parte, Elena Etienne tiene una pequeña tienda en Villa Playwood donde vende ropa, bisutería y calzado. Ella es haitiana pero sí ha logrado regularizar su situación, por lo que vive en el país de forma legal. Ese privilegio que ella tiene frente a la mayoría de habitantes de Villa Playwood lo ha usado para ayudar a sus compatriotas. Gracias a saber bien el idioma creole y a que pasa las horas en su tienda, puede comprender a fondo las realidades del barrio y conocer las necesidades y ahí ha sido de gran ayuda a Mildre para identificar posibles casos de trata.

En los últimos dos meses, la presencia en Villa Playwood de estas tres mujeres tan activas ha sido esencial para poder conocer cómo las deportaciones constantes marcan la vida de la gente. Cómo estas deportaciones destruyen familias. Y también para poder identificar qué familias son las más vulnerables y las más necesitadas de ayuda.

Qué hace el comité de protección de Villa Playwood

Varios son los frentes que encuentra este Comité de Protección (donde más personas están dando apoyo con diversas formas, que las tres mujeres mencionadas) en una situación de emergencia que ha surgido tras el anuncio del gobierno el pasado mes de octubre.

Varias veces a la semana la policía de migración se adentra en los barrios de mayoría haitiana para, literalmente, atrapar a las personas, meterlas en camiones, y tras varias horas, deportarlas al país vecino. Es común que lleguen avisos a menudo explicando que la policía migratoria está atrapando gente, o mujeres que cuentan que se han llevado a su marido recientemente.

El Comité de Protección de Villa Playwood se ha organizado en tiempo récord para hacer lo que puedan con las pocas manos que tienen. Han llevado la información más allá, informado a colectivos ubicados en Santo Domingo y conseguido apoyos de instituciones reconocidas. Los apoyos son pequeños por ahora pero han tenido un gran impacto. Solo entre el 27 de noviembre hasta el 2 de diciembre, lograron llevar alimentos nutritivos y vitaminas a unas 150 personas. El 18 de diciembre Mildre vuelve a compartir feliz que han recibido más kits alimenticios para repartir de nuevo. Quienes están recibiendo el apoyo son familias sin ingresos, la mayoría de mujeres, muchas de esas mujeres con bebés recién nacidos.

Varias veces a la semana la policía de migración se adentra en los barrios de mayoría haitiana para, literalmente, atrapar a las personas, meterlas en camiones, y tras varias horas, deportarlas

Al mismo tiempo, otra de las iniciativas que llevan a cabo cuando consiguen los recursos para ello es proveer de agua y “galleticas” a las personas atrapadas en los camiones durante horas, con este calor. Piden permiso a los policías para, por las rendijas de las camionetas donde la gente aguarda a ser deportada, repartir agua y alimento. La espera puede ser de horas. Horas bajo el sol que, en esta región del mundo casi nunca se cansa de brillar. Con su ayuda intentan que esa espera sea menos tortuosa.

Del proceso, lo que llama la atención son las formas. Como explica Mildre Vargas, que es la coordinadora del proyecto y también trabaja para Save the children, República Dominicana es un país soberano y tiene derecho, por su legislación, a deportar a personas cuando están indocumentadas. Sin embargo, cada una de esas deportaciones incumplen con los derechos humanos y otras leyes, como las que protegen a los menores, en diferentes formas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Crisis climática
Crisis climática La UE se entrega al ardor guerrero mientras descuida la crisis social y la emergencia climática
Varios países de la UE ya están recortando drásticamente en servicios públicos y estado del bienestar para poder costear el aumento del presupuesto militar.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andre Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Senegal
Senegal Una ‘Escuela de rehenes’ o cómo Francia usó la educación en África para transformar las mentes
La administración colonial francesa puso en marcha en 1855 un centro educativo que tenía el objetivo de formar a los hijos de los reyes locales mediante el borrado de su cultura.

Últimas

Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.
Más noticias
Series
Series Masculinidad hegemónica o plomo: la sátira contra los hombres en ‘The White Lotus’
La serie culmina de forma trágica, llevando al extremo la lógica neoliberal, y se cuestiona si es posible una transformación que no termine cooptada por el propio patriarcado.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.
Almería
Artes escénicas Almería reclama su (dancístico) lugar
A menudo relegada al olvido en los mapas culturales, esta provincia oriental sigue siendo una gran desconocida, a pesar de su riqueza histórica, su diversidad paisajística y su potencia creativa.

Recomendadas

Minería
Minaría Bruxelas cava fondo: litio galego para o novo militarismo europeo
No medio do rearme ordenado pola UE, Galiza entra no ámbito xeopolítico como potencial provedor de litio para a industria de defensa. Un enclave de alto valor ecolóxico en Doade (Ourense) converterase en canteira de baterías militares.
Camboya
Camboya 50 años del inicio del genocidio en Camboya
El régimen de Pol Pot acabó con la vida de más de dos millones de personas. Solo tres integrantes de los Jemeres Rojos han sido condenados por crímenes contra la humanidad.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.