Huelva
La marisma de Doñana desaparecerá en 60 años según un estudio

La memoria es corta y nos cuesta recordar que hace algo más de dos años, en 2023, Andalucía estuvo al borde de perder uno de los entornos naturales más emblemáticos que tiene: el Parque Natural de Doñana. La presión social y ecologista logró paralizar la amnistía total de los regadíos ilegales del espacio protegido.

Esa bala esquivada, a medias, no ha supuesto la salvación del abismo del Parque. Así lo demuestra un estudio impulsado por la Universidad de Sevilla en el que se da una fecha concreta para la desaparición de las marismas en el entorno: dentro de 61 años. No es el único escenario que maneja este informe, que en su exposición más negativa tan solo le da 45 años a la supervivencia de este espacio hídrico y la más optimista, 175 años. 

El grupo de investigación insiste en que la solución para revertir estos pronósticos está en el cierre definitivo de pozos ilegales y el control efectivo del uso del agua.

El estudio basado en el monitoreo de recursos hídricos desde 2005 hasta 2024 arroja datos desoladores; en ese período de tiempo, el humedal ha perdido un 15% de su capacidad; el 13% se ha producido en los últimos quince años. El investigador Emilio Ramírez Juidias apunta que en este último período es “cuando se registra un aumento de las temperaturas y sobre todo un descenso acuciante en las precipitaciones, ayudado por la extracción ilegal de los recursos hídricos en la zona”.

Este grupo de investigación vuelve a insistir, como han incidido expertos en otras ocasiones, en que la solución para intentar revertir estos pronósticos está en el cierre definitivo de pozos ilegales y control efectivo del uso del agua, así como en la transición hacia un modelo de agricultura más sostenible que no emplee tantos recursos hídricos. Doñana está rodeada por pueblos dedicados en su mayoría al cultivo en invernadero de frutos rojos y fresas; la WWF puntualizó que al menos 30.000 toneladas de esos frutos están regados con extracciones ilegales del Parque Natural.

El Gobierno Central ha expuesto que desde que se puso en marcha el Plan Doñana, se han recibido 1.300 multas, valoradas en 14 millones de euros, por uso ilegal del agua en el entorno. Sin embargo, estas sanciones y límites a los pozos ilegales no llegan a todo el mundo. La Casa de Alba, que se encuentra investigada por la justicia por el robo de agua de Doñana, ha recibido el permiso oficial para hacer legales sus pozos ilegales. Un informe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha elevado en más de 84.000 euros el daño que la familia aristócrata ha perpetrado en el entorno hídrico de Doñana a través de una de sus fincas.

Nuevas antiguas amenazas

Doñana ha cumplido 31 años como Patrimonio Mundial de la Humanidad y espera pronto volver a formar parte de la lista Verde de la UICN, de la que fue expulsada en 2023. Una resolución positiva que la Junta de Andalucía espera que devuelva el espacio a la lista en 2026.

El Parque Natural se sigue enfrentando a peligros como la construcción de un proyecto de gas fósil, el deslinde aprobado por el Gobierno o los vertidos de la reapertura de la mina de Aznalcóllar.

Sin embargo, los peligros que acechan al parque natural, que en 2025 ha vuelto a perder población en fauna esencial como el águila imperial y el milano real, la alejan de gozar de un gran estado de salud. Además de las extracciones de agua, el Parque Natural se enfrenta a un posible proyecto de extracción de gas fósil de su suelo ante el que los grupos ecologistas se han alzado y exigen al gobierno que desista del mismo para que Doñana “se convierta en una infraestructura privada para almacenamiento de combustible fósil”.

Además, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobaba en octubre un deslinde que afecta a las marismas de Hinojos, Almonte y Aznalcázar, y que según WWF podría causar “daños irreparables a Doñana”, a lo que se le suma el impacto que tendrán las decenas de miles de litros de aguas tóxicas que el proyecto de reapertura de la mina de Aznalcóllar podría hacer llegar a las puertas del Parque Natural.