Israel
Eitay Mack: “NSO no actúa en solitario, hay que apuntar más contra el gobierno de Israel”

El abogado israelí y experto en exportación de armas en Israel, Eitay Mack, intenta impedir la venta del sistema de ciberespionaje Pegasus, el producto estrella de NSO.
Eitay Mack

La controvertida empresa israelí NSO, creadora de la herramienta de ciberespionaje Pegasus, vuelve a ocupar titulares. Esta vez no lo hace por la revelación de nuevos casos de persecución contra activistas o disidentes bajo regímenes totalitarios, como en ocasiones anteriores, sino por la sustitución en lo alto de su organigrama.

Shalev Hulio, hasta ahora el CEO de la empresa, ha abandonado el cargo el pasado 22 de agosto, después de que el grupo haya recibido críticas por supuestamente facilitar la represión alrededor del mundo. El mismo comunicado de NSO que anunciaba su sustitución informaba del giro de la empresa, que pretende ampliar la cooperación con los estados miembro de la OTAN. La recolocación de Hulio, que de ahora en adelante desempeñará otros cargos dentro de la empresa, parece buscar un aumento de la reputación del grupo en Occidente, después de que los EEUU la incluyeran en la lista negra de empresas que propician la represión transnacional. 

Espionaje
Espionaje ¿Quién le corta las alas a Pegasus?
El Parlamento Europeo tiene la llave para establecer un marco que limite los daños creados por el software Pegasus, de la compañía israelí NSO. España ha sido el último país en el que ha estallado un escándalo relacionado con este sistema de espionaje digital.

Eitay Mack, abogado israelí y experto en exportación de armas en Israel, es uno de los mayores conocedores de Pegasus, el producto estrella de NSO. Mack está detrás de las peticiones ante el sistema judicial de Israel para frenar la venta de este sistema de ciberespionaje, que ha sido comercializado en países como Arabia Saudí, Hungría, India, Ruanda o el estado español. Sin embargo, los tribunales israelíes han denegado sus denuncias. 

Entrevistamos al abogado para conocer mejor el contexto en el que se importa esta potente arma de ciberespionaje en Israel, a cuyo gobierno Mack acusa de comerciar con material militar sin tener en consideración los derechos humanos. La falta de supervisión del uso que los compradores hacen del armamento adquirido en Israel lleva a regímenes represores de todo el mundo a elegir a las autoridades israelíes como proveedoras de este tipo de herramientas.

¿Cómo valora el cambio en el liderazgo al frente de NSO y qué es lo que intuye que hay detrás?
No tengo confianza en los comunicados de NSO y la verdad es que se hace muy difícil saber qué es lo que ocurre dentro de la compañía. La empresa tiene una política de cero transparencia y, como ejemplo, no existe manera de conocer la lista de clientes de NSO. Shalev Hulio, además, seguirá ocupando una posición de liderazgo dentro de la empresa. Aunque Hulio abandonara NSO, o incluso aunque NSO cerrara mañana mismo, el problema seguiría siendo el mismo: la política de exportación de equipamiento militar y de espionaje del gobierno de Israel.

Dices que la política de exportación es un problema que hace único a Israel. ¿Por qué?
Sí. Existen otros países con sistemas como Pegasus. El problema está en la política de exportación del ministerio de Defensa de Israel, que no tiene los derechos humanos en consideración. No hay transparencia: no les interesa ni supervisan el uso que el comprador hace de Pegasus. Muchos países compran estos sistemas a Israel y no a otros estados porque saben que no criticará las violaciones de derechos humanos.

Israel exporta a dictaduras, a democracias problemáticas y a autores de genocidios y de crímenes de guerra. No tiene límite

La venta de Pegasus ha tenido fines diplomáticos, lo cual es un riesgo.


Hace 10 años que Israel practica la diplomacia a través de Pegasus, sobre todo con Benjamin Netanyahu como primer ministro. Es peligroso, porque Israel está preparado para vender lo que sea a quien sea para obtener beneficios  diplomáticos. El único límite es Irán, además de la China, por el veto de EEUU. A parte de esto, Israel exporta a dictaduras, a democracias problemáticas y a autores de genocidios y de crímenes de guerra. No tiene límite.

¿Habría que apuntar más contra Netanyahu y los gobiernos israelíes, y no solo contra NSO como iniciativa privada?
Sí, porque ellos son quienes expiden la licencia de exportación a NSO. En Israel no se ha abierto ninguna investigación pese a los escándalos destapados en todo el mundo sobre el mal uso de Pegasus. Si la prensa habla de NSO como un actor que actúa en solitario, no pondremos fin al problema. Israel está muy cómodo en ese relato.

Durante los últimos meses se han reportado múltiples casos de espionaje mediante la aplicación Pegasus en todo el mundo. ¿Hay que regular Pegasus o las democracias deben acostumbrarse a este tipo de herramienta?
Antes creía en la regulación de este tipo de sistemas, pero tras las revelaciones de este último año defiendo su prohibición absoluta. La tentación de abusar de ellos por intereses políticos es demasiado grande e implica violaciones de derechos humanos. Lo ocurrido en el estado español lo demuestra: España, una democracia pese a tener sus problemas, la ha utilizado contra políticos, abogados y activistas. En países aún peores como Hungría, EAU, Arabia Saudita o Azerbaiyán, estos sistemas pueden implicar la pérdida de libertad o de vidas para alguien  perseguido.

La política del gobierno israelí es de no interferir en los asuntos internos de otros países, con la idea de que esa misma política se aplique a la inversa, es decir, que nadie interfiera en los territorios palestinos ocupados

NSO asegura que Pegasus detiene criminales.
El tema es que NSO no trabaja por cuenta propia, sino a través de licencias de exportación del  ministerio de Defensa israelí. La política del gobierno israelí es de no interferir en los asuntos internos de otros países, con la idea de que esa misma política se aplique a la inversa, es decir, que nadie interfiera en los territorios palestinos ocupados y en la causa palestina. Israel no se meterá en cómo el comprador utilice Pegasus.

En Israel, la policía ha empleado a Pegasus para espiar israelíes. ¿NSO preocupa ahora al país, a diferencia de antes?
No, de hecho ha ocurrido todo lo contrario. Las autoridades, a través de una Comisión de Investigación del ministerio de Justicia, declararon que todos los casos de espionaje revelados en Israel se habían llevado a cabo de acuerdo con una orden judicial. Ello propicia que la sociedad mire adelante y se olvide de ello. Y NSO se ha fortalecido, porque ha recibido el visto bueno de las autoridades encargadas de aplicar la ley, que utilizan Pegasus abiertamente y reconocen que el sistema no tiene sustituto.

¿El uso de Pegasus llega con el empeoramiento de la calidad democrática?
Sí, pero en el caso de Israel la calidad democrática ha sido problemática desde el nacimiento del país, con regímenes militares sobre los palestinos.

Muchos medios de comunicación israelíes tienen vínculos con el gobierno y sus periodistas son como portavoces del ministerio de Defensa. Los israelíes no están bien informados: mientras se publicaba sobre Pegasus en todo el mundo, en el país apenas se mencionó. Pero no ocurre solo con Pegasus: tengo problemas para crear concienciación sobre la exportación israelí de otro tipo de armamento y entrenamiento militar.

Espionaje
Espionaje Un contrato “secreto” del Gobierno Vasco desata una batalla entre dos firmas conectadas al caso Pegasus
Mientras el PNV exige en Madrid desclasificar documentos de la trama de espionaje Pegasus, el Gobierno Vasco declara “secreto por razones de seguridad” el expediente para la “evolución del sistema de intervención legal de comunicaciones de la Ertzaintza”. Ambas son distribuidoras de la empresa que ha diseñado el programa de espionaje israelí.

¿Tampoco pasará nada después de que la policía utilizara Pegasus contra civiles israelíes sin supervisión legal?
No. El fiscal general declaró que se realizó con una orden judicial. A menudo, las autoridades no necesitan demostrar mucho para conseguir una orden judicial para utilizar herramientas como Pegasus. La guerra contra el terror o la lucha contra el crimen son conceptos que permiten obtener órdenes judiciales con facilidad.

Pegasus debería estar prohibido porque no puedes confiar en que el tribunal no dé la orden judicial que el gobierno le pide. En Cataluña ya había políticos imputados por sedición, ¿no? Si Madrid lo pide y el tribunal ya ha decidido antes su opinión sobre el independentismo, le dará la orden judicial.

¿Cómo sale parado Israel de los escándalos provocados por el uso de Pegasus?
Se fortalece. A los dictadores les gusta y las democracias, también en la UE, ya lo tienen o quieren tenerlo. Si lo utilizan, ¿por qué querrían prohibirlo o pedir cuentas a Israel o a NSO?

Israel prueba que Pegasus se puede volver en tu contra. ¿Parará esto los compradores?
No, porque quieren tenerlo para ellos mismos y utilizarlo contra sus enemigos, que no son solo organizaciones terroristas, sino también rivales políticos. Si no fuera por la investigación publicada el pasado abril por CitizenLab, nadie sabría que Madrid utilizaba Pegasus. Es invisible. No es como una detención masiva de opositores o como la tortura y el asesinato. No pagan ningún precio político, pero golpean al movimiento opositor de turno.

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