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Pueblo kurdo
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) anuncia su disolución
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El PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, ha anunciado este lunes su disolución y pone así fin a 40 años de “lucha armada” contra el Estado turco, un hito histórico en la región, azotada por la violencia desde hace cuatro décadas y que ha causado unas 45.000 muertes.
A finales de febrero, su líder, Abdullah Öcalan (1949), hizo un llamado a deponer las armas y el cese de las hostilidades. Öcalan, encarcelado en régimen de aislamiento en la cárcel de Imrali, situada en una isla del mar de Marmara desde 1999, aseguró entonces que este paso se daba para desarrollar una democracia kurda y para conseguir, como objetivo a medio- largo plazo, la creación de un estado kurdo. “Hago un llamamiento a dejar las armas y asumo la responsabilidad histórica de este llamamiento”, escribía Öcalan el pasado 27 de febrero en un comunicado.
A pesar del anuncio del alto el fuego, en abril, los bombardeos y ataques de las Fuerzas Armadas Turcas aumentaron un 78 % en comparación con el mes anterior, según se publicó en ANF, la agencia de noticias del PKK.
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Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
Construir una sociedad democrática y “asumir responsabilidades históricas”
Ahora, y a través de Firat, medio afín, la formación asegura que su “misión histórica” ha concluido. Tras las numerosas negociaciones de paz fallidas con el Estado turco, este anuncio, dado a conocer tras el XII Congreso Extraordinario, abre una nueva etapa en las relaciones kurdo-turcas. “Nuestro honorable pueblo, que ha resistido las políticas de negación y aniquilación, el genocidio y las políticas de asimilación, abrazará el proceso de paz y de sociedad democrática de una manera más consciente y organizada", explican.
“Tenemos plena confianza en que nuestro pueblo comprenderá mejor que nadie la decisión de disolver el PKK y poner fin al método de lucha armada y que asumirá los deberes del período de lucha democrática sobre la base de la construcción de una sociedad democrática. Es de vital importancia que nuestro pueblo, bajo el liderazgo de las mujeres y los jóvenes, establezca sus propias organizaciones en todos los ámbitos de la vida, se organice sobre la base de la autosuficiencia con su lengua, identidad y cultura, se defienda frente a los ataques y construya una sociedad democrática comunal con espíritu de movilización”.
El comunicado también afirma que creen que “los partidos políticos, las organizaciones democráticas y los líderes de opinión kurdos cumplirán con sus responsabilidades para desarrollar la democracia kurda y garantizar la nación democrática kurda”, se puede leer en el comunicado. Y prosigue: “El legado de nuestra historia de libertad, marcada por la lucha y la resistencia, se desarrollará con más fuerza con el método político democrático con las decisiones del XII Congreso del PKK, y el futuro de nuestro pueblo se desarrollará sobre la base de la libertad y la igualdad”.
“Nuestro honorable pueblo, que ha resistido las políticas de negación y aniquilación, el genocidio y las políticas de asimilación, abrazará el proceso de paz”
En el comunicado de la organización también se hace un llamado a que el Estado turco “desempeñe su papel con responsabilidad histórica” y se anima a que todos los partidos representados en el Parlamento, y también la sociedad civil, las distintas comunidades religiosas, la prensa, el mundo de la academia y del arte, los sindicatos y otras organizaciones de diferente índole participen en el proceso de paz que justo se inicia.
También se invita a la comunidad internacional a que asuma sus responsabilidades “en las políticas genocidas que desde hace un siglo se llevan a cabo contra nuestro pueblo; a no obstaculizar la solución democrática y a hacer contribuciones constructivas al proceso”.
Un paso histórico tras un siglo de conflicto
El conflicto entre el Estado turco y el pueblo kurdo, que cuenta con entre 30 y 40 millones de personas sin estado reconocido que viven entre Turquía, Irak, Irán y Siria, tiene su origen desde la creación de la República de Turquía, en 1923. A lo largo de estos más de cien años de lucha y negociaciones fallidas, el pueblo kurdo ha pasado de perseguir una independencia de facto a perseverar en la idea de una autonomía democrática. Quien no ha variado su postura base respecto a los derechos de los y las kurdas es el Estado turco, que se ha mantenido férreo en la negación de esta autonomía, a pesar de haber propiciado momentos de más y menos apertura.
“El pueblo kurdo, que entre 1830 y 1850 ya había protagonizado revueltas nacionalistas, no pudo articular un movimiento independentista fuerte hasta finales del siglo XIX y principios del XX. El credo islámico y la falta de apoyos internacionales fueron factores clave, pero no concluyentes, en este proceso fallido: los islamistas debían proteger el califato, sin embargo, a diferencia de los kurdos, los árabes sí se independizaron, secundados por las potencias colonialistas”; escribe el periodista Miguel Fernández en el informe El conflicto en Kurdistán norte. Del colapso del Imperio otomano al confederalismo democrático de Abdullah Öcalan, publicado por 'Nationalia'.
“Después de décadas de conflictos sangrientos, los militares revolucionarios turcos, encabezados por Mustafa Kemal, Atatürk, instauraron la República de Turquía en 1923, refrendada por la comunidad internacional en el Tratado de Lausana. Se obvió la política de respeto y tolerancia étnica del Imperio otomano y se acrecentó la desconfianza hacia las minorías. Atatürk empezó una campaña de asimilación que negaría la existencia de cualquier otra nación que no fuera la turca”.
Pueblo kurdo
Pueblo kurdo Abdullah Öcalan: cómo se construyó el líder del movimiento kurdo
Es en este contexto cuando se empiezan a llevar a cabo las primeras rebeliones kurdas, y también los primeros movimientos forzosos de población que huía de la represión. Se inicia, entonces, una reconfiguración demográfica de Anatolia. En 1978 se crea el PKK, que llevaría a cabo sus primeros atentados en agosto de 1984.
Desde entonces, esta organización se fue consolidando como uno de los principales grupos secesionistas del mundo. “Teniendo en cuenta la superioridad militar turca, el PKK optó por librar una guerra asimétrica en la que cometía un atentado y se replegaba a zonas rurales, bajo el resguardo de una población connivente”, se explica en el informe. Los años 90 se caracterizaron por una guerra sucia entre la formación y el Estado turco.
El PKK da inicio a una nueva etapa para la región y para Turquía, que consigue lo que llevaba años persiguiendo: la disolución unilateral de la formación
En 2008 se inicia un proceso de “apertura” hacia las minorías, incluidas la kurda y la armenia, que empezaría a cerrarse con el giro nacionalista de Erdogan en 2013, coincidiendo con las protestas de Gezi. En 2015 colapsa el último proceso de diálogo entre el PKK y el Estado Turco y se intensifican las ofensivas de este último sobre el territorio kurdo en Turquía: una decena de ciudades kurdas fue reducida a escombros tras una lucha urbana que duró más de un año.
Ahora, con este nuevo paso histórico, el PKK da inicio a una nueva etapa para la región y para Turquía, que consigue lo que llevaba años persiguiendo: la disolución unilateral de la formación.
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Pensar que un estado turco que lleva 15 años gobernado por un Erdogan que ha encarcelado a políticos y periodistas kurdos, bombardeado al pueblo kurdo en Turquía y los países vecinos y denegado cualquier tipo de autonomía al Kurdistan, ahora va a abrirse y permitir una democracia asamblearia, es tomar por tonto a su pueblo.
Los kurdos apenas ganaran ningún derecho y Turquía aprovechara para imponerse con el monopolio de la violencia.
Deseo que hayan pensado mucho y sosegadamente este paso y que no sea sólo, por humano que sea, una consecuencia del cansancio y la represión. Decir que ni Erdoğan ni el Estado turco son de fiar es una obviedad.
Es una derrota clara y total, un abrazo de las tesis turcas y un abandono de sus ideales para lograr la autodeterminación y la democracia asamblearia.
Y que nadie se confunda, que lo digo desde la tristeza por lo sucedido.