Vecinos de Lavapiés denuncian el “estado policial” que viven tras un incidente contra un niño de diez años

Las familias denuncian que no es un hecho aislado, que la presencia de la Policía Nacional amedrenta a los menores en el parque y rechazan que los agentes asuman cualquier “rol educativo”.
Concentración Lavapiés contra violencia policial - 6
Manuel del Valle Concentración en el año 2023 del vecindario de Lavapies en la plaza de mismo nombre, en protesta por el acoso policial.

“Esto que le ha pasado a mi hijo es una vulneración mínima, pero hay menores mucho más desprotegidos del barrio, que no están acompañados, que sufren una represión continuada y mucho más brutal”, denuncia el padre del niño de diez años que el pasado 12 de noviembre tuvo un incidente con agentes de la Policía Nacional. Según el padre, los testigos y la Asociación de Familias del colegio Emilia Pardo Bazán al que pertenecen, el niño increpado iba con dos de sus compañeros al empezar una actividad extraescolar. “Un grupo de niños hizo una broma referida a la ocupación del parque por parte de los vehículos policiales”, explican, y relatan que “minutos más tarde, los agentes que iban en el vehículo, fueron a la cancha a buscar a uno de los niños y lo amenazaron con llevárselo detenido a la comisaría, lo cual causó una violenta situación que angustió al niño y preocupó al grupo y a su monitor, quien temió que realmente se lo llevaran detenido”. 

Una vez calmado el menor y ya en casa, el padre bajó a hablar con los agentes. La versión de estos es diferente, ya que aseguran que el menor hizo el gesto de cortar el cuello con el dedo, lo que se entiende por una amenaza. Tanto los testigos como el niño lo niega. “Es un pasito más en la represión policial que vemos día a día en el barrio”, asegura el padre que vive muy cerca del parque del Casino de la Reina donde pasó este incidente y muchos otros denunciados en las últimas semanas. “Que la policía asuma el rol educativo, es para no creerlo”, asegura, ya que cuando habló con los agentes, uno de ellos le insinuó que si los menores no eran educados por sus progenitores tendrían que hacerlo ellos. 

Ante esta situación, los padres se han unido con la AFA del su colegio y numerosas entidades del barrio para pedir a la Delegación del Gobierno y a la Junta de Distrito del Ayuntamiento de Madrid que tomen cartas en el asunto. “A Delegación del Gobierno le pedimos depuración de responsabilidades para que no vuelva a pasar, pedimos que no haya patrullas motorizadas en los parques, porque es un peligro, y que se frene el acoso policial”, explica el padre del menor a El Salto. Desde la asociación de familias se pide que “las rondas policiales se hagan a pie, dando así más proximidad y evitando coches en el interior del parque”. 

Además, denuncia, “es una barbaridad a la velocidad que van los coches de policía nacional en las calles de Lavapiés” y más en la calle del colegio del chico increpado, donde hay dos centros de educación infantil y primaria y tiene acceso al parque. “A la Junta de Distrito llevamos mucho tiempo pidiendo que se peatonalice la calle del Casino de la Reina y que busquen soluciones para el acceso a los garajes de los residentes”, indica. Esta presencia policial está justificada por algunos por la presencia de personas sin hogar que se refugian en el parque, algo que rechazan los padres de los niños del barrio. “Hay una convivencia tranquila entre los niños, las familias, y las personas que viven en el parque, los problemas vienen por la falta de limpieza por parte del ayuntamiento y la ausencia de baños, que usaríamos todos”, explican y por eso piden al Ayuntamiento de Madrid que mejoren estos puntos. 

El colectivo denunciante lo asocia a otro hecho que ocurrió en octubre cuando la policía retuvo a dos asistentes de un partido de los Dragones de Lavapiés

Tantra para la familia del menor como para los colectivos que apoyan este comunicado, el punto esencial es que “cese la presión policial a las vecinas y vecinos del barrio por perfil racial y/o por razones de origen, etnia, clase, disidencias sexuales o situación de calle”. Y es que quince días antes de este suceso, el pasado 30 de octubre, se vivió una situación muy violenta para menores y familias cuando la policía irrumpió en las gradas del mismo parque donde se celebraba un partido del club de fútbol del barrio, los Dragones de Lavapiés. Según explican desde el club, la policía retuvo durante 45 minutos a los únicos padres que estaban en las gradas y se señala el componente de que eran racializados. Un caso más, para muchos, de la presión policial que reciben las personas racializadas y que ha sido denunciado en muchas ocasiones, con los ejemplos de las llamadas redadas racistas

“Nosotros lo enmarcamos claramente en este hecho”, explica el padre del menor y comenta que ya han registrado su petición de reunirse con Delegación de Gobierno, con la Junta de Distrito y que harán llegar este tema tanto al Defensor del Pueblo como a la Inspección de los Servicios de la Secretaría de Estado de Seguridad, una especie de asuntos internos donde la ciudadanía puede hacer llegar posibles malas prácticas. 

“Hemos denunciado muchísimas veces situaciones donde, por ejemplo, detenían a un menor de catorce años por siete policías, poniéndoles las esposas”, explica Dolores Galindo

Otro aspecto de situaciones como las vividas por el niño de diez años es las secuelas que deja la violencia a los menores. Esto está siendo denunciado por el propio club de fútbol, Dragones de Lavapiés. Como indica a este medio su presidenta, Dolores Galindo, son mucho más que una entidad deportiva ya que han podido formar parte de investigaciones sociológicas sobre violencia y menores. “Hemos denunciado muchísimas veces, con fotografías incluso, situaciones donde, por ejemplo, detenían a un menor de catorce años por siete policías, poniéndoles las esposas”, explica Galindo, que ha sido denunciado en el Ministerio de Infancia pero sin resultados. ,

“Parece que a nadie le importa”, indica y asegura que lo que ellos demandan es que se aplique la Ley del Menor. “Hay unos protocolos del Ministerio del Interior que dicen que los niños deben de ser tratados con la menor espectacularidad posible en una actuación policial, como el caso de las esposas, se tiene que evitar comentarios hirientes o violentos hacia los menores o situaciones innecesarias que les asusten”. Para poner un ejemplo, pone uno cotidiano. “Hay muchas intervenciones de la policía en la Plaza Nelson Mandela. Y nos preguntamos: ¿ninguno de esos cien efectivos puede dirigirse a los niños para decirles que se alejen que puede ser peligroso?”. Esto hace que los menores presencien todo, que puedan incluso salir heridos o que luego se pregunten si podrían detener a cualquiera o que es algo aleatorio. “Si la policía tiene que actuar, que lo hagan con una perspectiva de infancia”, exigen desde Dragones. 

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