Ley de Vivienda
El PSOE, PP, Vox y Cs tumban la ley de vivienda de la PAH y los sindicatos de inquilinos

Tras el pleno del Congreso del 14 de diciembre, solo queda una Ley de Vivienda, la del Gobierno, una norma que ignora o desvirtúa las principales demandas del movimiento de vivienda.
Fotos del panel de la votación que tumbó la Ley de Vivienda de la PAH y los sindicatos de inquilinos.
Panel de la votación que tumbó la Ley de Vivienda de la PAH y los sindicatos de inquilinos el 14 de diciembre.

Después del pleno del Congreso del 14 de diciembre solo queda una ley de vivienda en pie. Con los 274 votos de PSOE, PP, Vox y Ciudadanos, la Ley de Garantía del Derecho a la Vivienda digna elaborada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los sindicatos de inquilinos ha sido rechazada en su totalidad. Esta ley contaba con el apoyo de 120 organizaciones sociales —entre ellas los grandes sindicatos— y con el respaldo de los socios parlamentarios de izquierda del Gobierno —ERC, EH-Bildu, Unidas Podemos, Más País-Equo y Nueva Canarias—, que registraron la ley a finales de septiembre.

En la sesión del Congreso, estos partidos mantuvieron su apoyo a la norma. Sin embargo, apenas unas horas antes Unidas Podemos retiraba su firma de la ley en un gesto que pretendía, según fuentes de Podemos, evitar especulaciones y titulares sobre desavenencias internas y blindar los acuerdos conseguidos en la otra ley de vivienda, aprobada por el Consejo de Ministros el 26 de octubre. “Hemos retirado la firma como muestra de nuestro compromiso también con la ley del Gobierno, para no darle ninguna excusa al PSOE para romper el acuerdo”, dicen desde Unidas Podemos.

Ley de Vivienda
Ley de Vivienda El entusiasmo de Unidas Podemos choca con la “gran decepción” del movimiento de vivienda por la nueva ley
La PAH, los sindicatos de inquilinos y otras 120 organizaciones sociales y sindicales denuncian la falta de ambición y las escasas probabilidades de que los aspectos más avanzados de la Ley de Vivienda se terminen aplicando.

El resultado de la votación ha sido interpretado por las organizaciones y movimientos que redactaron la primera ley de vivienda como un afrenta más de una larga lista en una relación herida desde que se conoció el contenido de la ley del Gobierno, un anteproyecto que desvirtúa o ignora las principales propuestas y demandas de las organizaciones de vivienda.

Para Lucía Delgado, portavoz de PAH Barcelona, el hecho de que Unidas Podemos se haya desmarcado de esta ley “marca un punto de inflexión” en la relación entre este partido y el movimiento por el derecho a la vivienda

Desde el Sindicat de Llogaters (Sindicato de Inquilinos) de Catalunya, acusan al PSOE de darle la espalda a la ciudadanía y “ponerse junto a PP, Vox y Cs, junto a especuladores y rentistas, cerrando la puerta a una oportunidad para garantizar el derecho a la vivienda”.

Para Lucía Delgado, portavoz de PAH Barcelona, el hecho de que Unidas Podemos se haya desmarcado de la Ley de la Iniciativa de Vivienda “marca un punto de inflexión” en la relación entre este partido y el movimiento por el derecho a la vivienda.

Paco Morote, portavoz estatal de esta organización, mostraba su incredulidad: “No entendemos estas jugadas y más cuando hace tres años estábamos en un debate parecido al de hoy con la ley de vivienda de la PAH, en el que tanto PSOE como Podemos no dudaron en votar que sí. Ya sabemos que no es lo mismo defender los derechos desde la oposición que cuando uno está gobernando y debe mantener el sillón”.

Todavía es pronto para conocer el significado de la retirada de la firma de Unidas Podemos, dice a El Salto Fernando Bardera, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Madrid. Se trata de un gesto “no muy popular”, pero que puede resultar una “estrategia útil” si sirve para “rebajar la tensión” de cara a lo que viene por delante”, el periodo de enmiendas de la ley del Gobierno, y si eso consigue, al final, mejorar el texto.

“Veremos si este gesto [la retirada de la firma de UP], un poco feo, al final se amortiza y contribuye a que el periodo de enmiendas de la otra ley vaya bien y se refuerce la ley del Gobierno, que es lo importante”, dice Fernando Bardera, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Madrid

“Veremos si este gesto, un poco feo, al final se amortiza y contribuye a que el periodo de enmiendas de la otra ley vaya bien, que es lo importante. Da igual que sea un texto o sea el otro, siempre que sea garantista. El problema es que la ley del Gobierno no lo es, es muy floja. Pero si parte de nuestras propuestas pasan al otro texto en periodo de enmiendas, y la ley se refuerza y llega a ser suficientemente útil y garantista, bienvenidas sean todas las estrategias y todo lo que se haya tenido que hacer hasta ese momento”, dice.

La retirada de la firma no deja de ser algo “simbólico”, añade Bardera, mientras que los diputados de Unidas Podemos votaron a favor de la ley. “Eso es algo que no hizo el PSOE y eso es realmente lo que nos indigna”.

El texto final de la ley de vivienda del Gobierno será entregado al Parlamento antes de que termine el año, según las previsiones del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Su aprobación definitiva está agendada para el segundo semestre de 2022.

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