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Memoria histórica
El Gobierno extremeño asiste por sorpresa a dos actos de reinhumación y homenaje a víctimas de la Guerra Civil

El pasado miércoles 14 de mayo, como señaló irónicamente un conocido activista de la memoria histórica extremeña, “Antígona y Creonte volvieron a verse las caras” en dos cementerios de la provincia de Badajoz, frente a frente, en sendos actos organizados por familiares de represaliados durante la guerra civil en compañía de asociaciones memorialistas extremeñas y Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, impulsado por el Gobierno vasco.
Por la mañana se celebró, en el cementerio viejo de Badajoz, un acto cívico de reinhumación y homenaje de José Gómez Narváez, ebanista natural de La Haba, muerto de hambre en abril de 1941 en la prisión franquista de Orduña (Bizkaia), un campo de concentración que los sublevados abrieron en el colegio de los Padres Jesuitas y donde debió de conocer a José Pozo García, agricultor, natural de Aceuchal, en cuyo cementerio se repitió por la tarde un acto de iguales características. José Pozo murió a causa de las duras condiciones represivas, en marzo de 1942. Ambos encontraban, más de ochenta años después, la sepultura digna que el estado franquista les negó y que desde determinados ámbitos extremeños se sigue cuestionando. Entre estos últimos, aparentemente, el propio Gobierno de Extremadura, que explícitamente pretende acabar con la Ley de Memoria Histórica actual para sustituirla ―en compañía de VOX, su socio parlamentario― por otra nueva que define como de “concordia”, el término que, como recuerdan las asociaciones memorialistas, fue utilizado en la legislación franquista.
Memoria histórica
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Este ejercicio de memoricidio que se pretende llevar a cabo por parte del ejecutivo extremeño no impidió que la actual Consejera de Cultura del actual Gobierno de la Junta de Extremadura, Victoria Bazaga, estuviera presente en los dos actos cívicos organizados en Badajoz y Aceuchal, reclamando en todo momento frente a la prensa un lugar protagonista que todas las asociaciones memorialistas cuestionan, tal y como le han hecho saber en diversas ocasiones.
Ante la mirada atónita de muchos y muchas de las asistentes a los actos, la consejera tuvo que escuchar la lectura del “Manifiesto por la Dignidad y la Memoria en Extremadura, y en recuerdo de las víctimas del golpe y la dictadura franquista”, en el que las asociaciones que lo suscriben reiteran su determinación rotunda de seguir impulsando desde la sociedad civil, desde el compromiso personal y colectivo, y con el trabajo de las asociaciones, de la ciudadanía, de otros movimientos sociales y del resto de las instituciones democráticas todas las iniciativas de recuperación de la memoria histórica de las extremeñas y de los extremeños. “A pesar de lo que pretenden PP y VOX”, concluye el manifiesto, “en Extremadura el movimiento por la Memoria Histórica y Democrática seguiremos hablando del franquismo, seguiremos dignificando a las víctimas, seguiremos recordándoles la historia, seguiremos haciendo memoria”.
Las asociaciones que participaron coinciden en que la presencia de la consejera en los actos de ayer fue, “cuando menos, anodina”, y lamentan que “tratara de hacer política y de sustraer el protagonismo de los familiares más cercanos de las víctimas”
La consejera Victoria Bazaga manifestó ante algunos medios su incomodidad por “no haber sido invitada formalmente al acto” y subrayó en todo momento el esfuerzo económico que la Junta de Extremadura hace para recuperar la memoria, algo que entraría en abierta contradicción con su intención de retirar tales apoyos a las iniciativas de este tipo, atendiando a la propuesta de ley de concordia que pretende sacar adelante con sus socio VOX, un partido que, fuentes de las organizaciones de recuperación de la memoria histórica definen como “claramente negacionista de los hechos acaecidos durante y después del golpe de Estado franquista de 1936, cuya tesis apoya el Partido Popular y el Gobierno de Extremadura, tal y como se desprende del contenido de la ley anti memoria que pretende aprobar”.
Las asociaciones que participaron coinciden en que la presencia de la consejera en los actos de ayer fue, “cuando menos, anodina”, y lamentan que “tratara de hacer política y de sustraer el protagonismo de los familiares más cercanos de las víctimas, a quienes siempre se les da dado protagonismo en este tipo de actos de reinhumación y homenaje, por ser los directamente afectados”. Estas asociaciones señalan, a su vez, que “continuarán recordando a las víctimas y sus circunstancias, con actos de diverso tipo, como el que tendrá lugar el próximo sábado 17 de mayo organizado por CNT y la ARMHEX (Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica de Extremadura), consistente en realizar una ruta a pie por los lugares relacionados con la guerra civil y la represión en Mérida, y que partirá a las 10:00 de la mañana del Convento de Santo Domingo, el campo de concentración donde estuvieron y fueron torturados y asesinados muchos de los represaliados, algunos de ellos trasladados después el penal de Orduña”.