Memoria histórica
Una nueva primavera para Extremadura: un 25 de marzo extremeñista

Una nota sobre el extremeñismo desde la base del 25 de marzo. Porque extremeñismo hubo, hay y habrá. Hace falta relanzarlo, hacer de él un movimiento social, político y cultural amplio, útil, capaz de devolver el amor propio a un pueblo que no resiste más heridas ni agravios.
Campesinos 1936 Extremadura 25 marzo
Campesinos extremeños, saludando con el puño, tras llevar a cabo las ocupaciones de fincas en Marzo de 1936. Foto: David Seymur.
@albertohidalgo
25 mar 2021 10:33

Otra vez en las calles, ahora contra una mina a cielo abierto bajo uno de los mayores tesoros históricos de Extremadura, contra una mina de litio a los pies de la ciudad de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad y orgullo de nuestra gente. Seguimos luchando por una Extremadura limpia, que no sea el vertedero de nadie, que no tolere más expolio ni dependencia.

En el pasado el pueblo extremeño ya consiguió parar en las calles la central nuclear de Valdecaballeros y el proyecto de refinería de petróleo en Tierra de Barros. Dos importantes victorias, pero faltan muchas. La primavera vuelve a traer vientos de rebeldía a nuestra tierra. Sin duda, las manos unidas que abrazaron la ciudad de Cáceres hace varias semanas tienen memoria de lucha.

En el pasado el pueblo extremeño ya consiguió parar en las calles la central nuclear de Valdecaballeros y el proyecto de refinería de petróleo en Tierra de Barros

El 25 de marzo de 1936 decenas de miles de campesinas y campesinos tomaron pacíficamente los cortijos para acabar con el latifundio y la miseria, alzaron la voz para que Extremadura fuera, por fin, de quien la trabaja. Hoy seguimos defendiendo la tierra. Hoy continuamos la pelea para acabar con el paro, la precariedad, la pobreza, la emigración, la crisis climática o la violencia machista, para conquistar un futuro extremeño de dignidad, donde quepamos todas y todos. ¿Qué es el extremeñismo sino cuidar y defender lo nuestro, nuestra tierra y nuestra gente, el bien común de nuestro pueblo? Quizás en Extremadura hemos sido y somos más extremeñistas de lo que creemos. Nos hemos comprendido poco, nos hemos querido menos y no nos hemos reivindicado apenas. Pero eso está cambiando, lo estamos cambiando.

¿Qué es el extremeñismo sino cuidar y defender lo nuestro, nuestra tierra y nuestra gente, el bien común de nuestro pueblo?

Ser extremeñista es querernos hoy un poco más. Es valorar nuestra cultura y nuestras lenguas. Es denunciar la deuda histórica con nuestros servicios públicos y nuestras infraestructuras. Es luchar contra el vaciamiento de nuestros pueblos. Es frenar la sangría de la emigración. Es abrazar a quien llega y exportar solidaridad. Es, sobre todo, mejorar la vida de la gente y ganar el futuro.

Memoria histórica
Memoria histórica El secreto girasol del 25 de Marzo
El 25 de marzo de 1936 un ejército de parias, con yunta o sin yunta, puso en pie la revolución silenciada de Extremadura. ¿Cómo es posible que un acontecimiento de esa trascendencia esté ausente de los programas de estudio y de la “memoria democrática” institucional en Extremadura?

Extremeñistas fueron, entre otros, Luis Chamizo, José María Gabriel y Galán, José López Prudencio y Antonio Elviro Berdeguer. Y todas esas mujeres extremeñas que no conocimos porque la historia oficial supo negar e ignorar. También fueron extremeñistas el Bloque Popular de Extremadura y el Partido Socialista del Pueblo Extremeño. Tenemos historia de resistencia y amor propio, pero nos la han robado. Hay que recuperarla y hacerla herramienta del presente.

Extremeñistas fueron, entre otros, Luis Chamizo, José María Gabriel y Galán, José López Prudencio y Antonio Elviro Berdeguer

¿Acaso no puede considerarse extremeñista hoy el trabajo de la Asociación 25 de Marzo por el rescate de una memoria popular, la movilización de la Plataforma Ciudadana ‘Milana Bonita’ por un tren digno, el compromiso de OSCEC en defensa de las lenguas extremeñas o la lucha de la Plataforma ‘Salvemos La Montaña de Cáceres’ por un futuro verde y ecológico? Algo se está moviendo en nuestra tierra. Solo hay que querer escucharlo. Saber mirar a los ojos de la gente que no se conforma, que lucha por construir otro futuro, un futuro digno aquí. Saber organizarnos, cooperar, unir luchas y levantar una alternativa sólida por y para Extremadura, especialmente desde nuestros pueblos.

Extremeñismo hubo, hay y habrá. Hace falta relanzarlo y empoderarlo, hacer de él un movimiento social, político y cultural amplio, útil, capaz de devolver la ilusión, la iniciativa y el amor propio a un pueblo que no resiste más heridas ni agravios. Asumamos el desafío, sin miedo. Está en nuestras manos.

Un 25 de marzo más el pueblo extremeño no se resigna. Lucha por los que gritaron antes, lucha por las que vendrán. Por una nueva primavera de rebeldía. ¡Estremaúra, alevanta-ti i ahila!

Extremadura
25 de marzo: Historia, memoria y esperanza
Este año también es necesario recordar a los miles de hombres y mujeres que un día se alzaron en Extremadura. Un libro sobre dicho acontecimiento verá la luz próximamente.
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#85877
28/3/2021 9:25

la imagen no puede ser mas simbolica y acertada, los campesinos y a sus espaldas la propaganda del monstruo colonial y tecnofascista de Bayer

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