Migración
Ongi etorri Gernikara!

Doce personas migrantes llegaron el pasado sábado a Gernika en la acogida organizada por Busturialdea Harrera Eskualdea, que ha contado con gran apoyo de las vecinas y colectivos como Astra y Egurre Gazte Asanblada, que cederán sus espacios para el alojamiento

Acogida gernika
Algunos de los migrantes acogidos en la bienvenida del sábado en Gernika Busturialdea Harrera Eskualdea
17 oct 2018 08:19

Gernika, símbolo de paz, ahora también lo es de acogida. Desde el pasado sábado doce personas han sido recibidas en sus calles gracias a la generosidad del movimiento popular, que ha tomado el testigo de los barrios bilbaínos y ha demostrado que si se quiere se puede realizar un modelo de acogida integral.

Euskal Herria está demostrando con creces que quiere ser una tierra de acogida. Baiona, Donostia, Irun y Bilbao han ido poniendo en marcha distintos modelos ante la parálisis institucional, un proceso llevado a cabo por la propia ciudadanía constituyéndose en redes de acogida que no solo formaban parte de Ongi Etorri Errefuxiatuak, sino que se nutren también de otros ámbitos. Sin embargo, tras meses de acogida protagonizada en Bilbao por los diferentes barrios que han ido rotando, se pidió ayuda ante la posibilidad de que decenas de migrantes se quedaran en la calle este domingo, debido a la falta de recursos y por la creencia también de que la acogida en los pueblos facilitará la inclusión.

Bakio se ha sumado también a la acogida gracias a la colaboración del ayuntamiento con la parroquia local, que acogerá a otras cuatro personas

De forma paralela, desde Busturialdea ya se estaba cocinando la acogida. Tras un intento en Bermeo, la respuesta en Gernika ante las intenciones del creado Busturialdea Harrera Eskualdea fue muy positiva, y se percibieron muchas ganas gracias en parte a la colaboración de colectivos como la asociación Arrano, Astra o Egurre Gazte Asanblada. Sin embargo, no fue hasta el pasado miércoles donde se decidió en una asamblea poner en marcha la acogida. Desde Egurre ofrecieron como espacio para dormir el segundo piso del edificio okupado Bloke Naranja, y ante la ausencia de una cocina y agua caliente, Astra ofreció sus duchas y cocinas. Por parte de la ciudadanía, la respuesta ante el llamamiento a la recogida fue masivo, y rápidamente consiguieron doce colchones y el resto de necesidades, destacando la aportación de los baserritarras y alguna panadería local.

“La esperanza es que se vaya contagiando al resto de municipios”, cuenta Nerea Zarandona, activista de Busturialdea Harrera Eskualdea, que destaca la ilusión y participación de la comarca. En concreto, otro pueblo, Bakio, se ha sumado a la acogida, esta vez con carácter institucional, ya que gracias a la colaboración del ayuntamiento con la parroquia local van a acoger también a otras cuatro personas.

Asamblea bienvenida
Asamblea de bienvenida realizada en Astra (Gernika) Busturialdea Harrera Eskualdea

“Lo que ofrecemos es un sitio seguro y tranquilo donde puedan curar las heridas de fuera, pero también las de dentro, y tomar esas decisiones tan vitales con calma, aparte de la comida que no les va a faltar nunca”, narra Nerea, que señala que respecto a la relación con el ayuntamiento aprobaron recientemente una declaración institucional de cinco puntos referentes a la acogida a propuesta de Ongi Etorri Errefuxiatuak Busturialdea. Otra de las luchas que acompañan este proceso, es que se abra un albergue en la comarca, ya que no hay ninguno en la actualidad.

Sin embargo, el éxito de la acogida popular lo que subyace es el “fracaso” de los recursos del Gobierno Vasco. Así lo reconoce Nerea, que denuncia que desde el verano los medios no han cambiado. “Se ha pasado de una estancia de tres a cinco días en la Cruz Roja, que solo vale para personas en situación vulnerable, pero nada más”, afirma esta activista, que se queja de que justo se han empezado a proponer más alternativas hace unos días al existir la posibilidad de que este domingo muchas personas se quedaran en las calles de Bilbao.

“La diferencia entre la acogida de la sociedad civil y la institucional es que estamos contribuyendo al empoderamiento de la gente migrante y refugiada”, explica Nerea, una activista de Busturialdea Harrera Eskualdea

“Aburto dice que aquí hay un modelo de acogida, pero la verdad es que la gente que está durmiendo en el albergue de Montaño tiene que salir a las 8 y no regresan hasta las 7, lo que produce mucha vulnerabilidad”, explica Nerea, que señala que hace unos días han llegado tres autobuses con personas migrantes y no se han habilitado más recursos. Precisamente, ante las “carencias de la acogida institucional” decenas de activistas de Bilboko Harrera Auzoak han estado haciendo una concentración-acampada de 72 horas en los Tinglados del Arenal, que el Ayuntamiento ha desalojado dos noches seguidas.

“La diferencia entre la acogida de la sociedad civil y la institucional es que estamos contribuyendo al empoderamiento de la gente migrante y refugiada”, explica orgullosa Nerea, que cuenta como se han ido organizado grupos de personas para hacer de traductoras, ayudar con temas sanitarios, acompañamiento a la EPA, etc. Una semana después de aquella asamblea que dio luz verde a la acogida, se celebra este miércoles otro auzolan en Gernika que espera que “conecte con más personas que aunque sea quieran tomarse un café con sus nuevos vecinos”, que tiene claro que son “sujetos de derecho”. “Les explicamos que tienen derecho a la salud por ellos mismos, no porque van conmigo. Para empezar a empoderar a la gente hay que hacerles ver que sean conscientes de sus derechos y que deben ejercerlos, y me da la sensación que eso desde las instituciones también da miedo”.

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