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Minería
La patronal minera alimenta una guerra judicial contra ecologistas que denuncian sus vertidos contaminantes
“Asalto violento con intimidación”. Esas son las palabras que ha decidido utilizar la patronal gallega de las empresas mineras, la Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG), para referirse a una acción pacífica con la que Ecoloxistas en Acción trataba de poner sobre la mesa los peligros de los vertidos contaminantes de las minas coruñesas de San Finx y Touro. Tras pedir permiso para entrar las oficinas del organismo ubicadas en un edificio público de la Xunta en Expocoruña, varios activistas quisieron hacer entrega de unas botellas de agua recogida en los vertidos de ambas minas para invitar, simbólicamente, a la cúpula de la patronal a beberla. “El personal de la Cámara rechazó la invitación”, bromea Cristóbal López, portavoz de la organización. Sin embargo, la directiva de la Cámara Mineira ha anunciado “medidas legales” contra los activistas que, gracias a haber grabado todo el proceso pacífico, probablemente se sumen a la cada vez más larga lista de sobreseimientos de lo que parece ser una suerte de estrategia de lawfare desordenado que está por ver si acabará cuajando. Por ahora, entre las personas que conforman la organización no tienen duda de que es otro caso más de pleitos estratégicos contra la participación pública (SLAPP, por sus siglas en inglés).
Medio ambiente
Medio ambiente La lucha por la defensa del mayor banco de berberechos de Galicia: “Los vertidos nos van a dejar sin futuro”
Es probable que en las oficinas de este organismo financiado por la Xunta de Galicia no hayan pasado inadvertidos los últimos análisis de la propia Consellería de Medio Ambiente sobre las aguas fluviales del entorno de San Finx que han constatado niveles de cadmio hasta 78 veces por encima de lo permitido por ley. No solo de cadmio. Los análisis de los técnicos de Augas de Galicia también encontraron niveles preocupantes de otros metales pesados como cobre o zinc y que superan 48 veces y 8 veces respectivamente los valores máximos permitidos. “Y a pesar de estos datos totalmente objetivos pretenden intimidarnos con acciones judiciales que es evidente que no van a ir a ningún lugar”, despacha la polémica López.
Pero lo que parecía una acción para pretender infundir miedo entre activistas se ha convertido en un motivo más de acción social. Esta misma semana, Ecoloxistas ha puesto en conocimiento de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos, Mary Lawlor, lo que consideran un “uso sistemático de denuncias abusivas e infundadas” también por parte de la empresa minera que explota San Finx, Tungsten Sano Finx SL. “Son denuncias con afán intimidatorio contra las organizaciones ecologistas y sociales que venimos denunciando la situación ilegal de la explotación y los daños ambientales que causan sus vertidos”, señalan. Lo hacen a tan sólo siete quilómetros de la ría de Muros e Noia, donde se encuentra el mayor banco de berberechos de Galicia y donde la población local vive fundamentalmente del mar.
Medio ambiente
Minería Varios ecologistas taponan los vertidos contaminantes de una mina gallega que autorizó la Xunta
De hecho, hace apenas unas semanas que que la empresa minera se querelló contra la organización por la realización de un acto simbólico de protesta del pasado 5 de julio en el que bloquearon brevemente la tubería por la que la empresa realiza “vertidos ilegales”. Precisamente, a raíz de esta protesta y de las cartas enviadas a la Consellería de Medio Ambiente por ese grupo y la plataforma regional contra los vertidos, se ha iniciado un procedimiento sancionador que podría imponer una multa de hasta 300.000 euros a la empresa, una vez comprobados los alarmantes niveles de metales contaminantes en las inmediaciones de San Finx.
Es la segunda vez en menos de un año que esta minera presenta una denuncia contra Ecoloxistas con un pretexto similar
Es la segunda vez en menos de un año que el grupo australiano que es propietario de San Finx presenta una “denuncia falsa” contra Ecoloxistas en Acción, que ya había sido denunciada en 2022 ante el juzgado de Negreira con un pretexto similar, meses antes de que la Xunta declarara la caducidad de las concesiones mineras y que se iniciara un procedimiento sancionatorio por vertidos ilegales en contra de la mina Santa Comba. En ese momento, el tribunal archivó de inmediato la demanda por falta de fundamento. Aunque la organización ecologista confía en que el resultado esta vez será idéntico, han decidido denunciar el caso ante la relator especial de la ONU porque se trata de “un uso sistemático del acoso judicial intentando criminalizar y frenar a los movimientos sociales para que no denuncien las ilegalidades cometidas por las empresas”, denuncia el portavoz de Ecoloxistas en Acción.
Un acoso judicial que viene de largo
La minera de San Finx es conocida entre el ecologismo gallego por utilizar este tipo de estrategias de ataque judicial. Ya en 2017 había denunciado ante los juzgados de Noia a otras dos organizaciones ecologistas con pretextos similares. Verdegaia había sido denunciada por fotografiar “obras ilegales”, lo que dio lugar a un procedimiento sancionador en Augas de Galicia en el que la empresa fue multada con varios miles de euros y obligada a derribar todo lo construido. En el caso de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), el grupo ambientalista fue denunciado por tomar muestras de agua que, tras ser analizadas, arrojaron grado de contaminación preocupantes con metales pesados. En ambos casos, la Fiscalía solicitó el archivo de las acciones por tratarse de denuncias infundadas.
La minera de San Finx es conocida entre el ecologismo gallego por utilizar este tipo de estrategias de ataque judicial. Tanto Adega como Verdegaia han sufrido intentos similares
Peligros para el medio ambiente y la salud
Pero el problema que subyace va mucho más allá de las acciones judiciales contra Ecoloxistas, Verdegaia o Adega. Los vertidos de sustancias tóxicas como el cadmio, el cobre y el zinc se han convertido en una creciente preocupación medioambiental en todo el mundo. Estos metales, que se encuentran en numerosas actividades industriales y mineras, representan una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos y terrestres, fundamentales en la economía del litoral gallego, así como para la salud humana. A medida que la demanda de productos manufacturados aumenta, también lo hace la producción y liberación de estos contaminantes en los Estados donde se explotan.
La acumulación de cadmio, el vertido más preocupante en San Finx, en el cuerpo humano a lo largo de los años puede llevar a enfermedades crónicas graves como enfermedades renales y óseas
El cadmio se acumula en los suelos y cuerpos de agua, contaminando los cultivos y afectando a la fauna acuática, donde son especialmente sensibles los bancos marisqueros. Además, es bioacumulativo, es decir, que se concentra a medida que avanza en la cadena alimentaria, pudiendo alcanzar niveles peligrosos en los seres humanos que consumen alimentos contaminados. Junto a él, el cobre, cuando se deposita en ríos y océanos, puede interferir en la reproducción de peces y otros organismos acuáticos y afectar gravemente los ecosistemas acuáticos. Además, el cobre es tóxico para muchas formas de vida microscópica, lo que desencadena desequilibrios en las cadenas alimentarias y perjudica a la biodiversidad.
La exposición continua a estos metales pesados a lo largo del tiempo puede tener efectos devastadores en la salud humana. La literatura científica al respecto ha demostrado que la acumulación de cadmio en el cuerpo humano a lo largo de los años puede llevar a enfermedades crónicas graves como enfermedades renales y óseas. Además, la exposición a largo plazo al zinc y el cobre en niveles elevados puede contribuir al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
Minería
Guerra xudicial da patronal mineira contra ecoloxistas que denuncian as súas verteduras contaminantes
“Asalto violento con intimidación”. Esas son as palabras que decidiu empregar a patronal galega das empresas mineiras, a Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG), para referirse a unha acción pacífica coa que Ecoloxistas en Acción trataba de poñer sobre a mesa os perigos das verteduras contaminantes das minas coruñesas de San Finx e Touro. Tras pedir permiso para entrar as oficinas do organismo localizadas nun edificio público da Xunta en Expocoruña, varios activistas quixeron facer entrega dunhas botellas de auga recollida nas verteduras de ambas minas para invitar, simbolicamente, á cúpula da patronal a bebela. “O persoal da Cámara rechazou a invitación”, chancea Cristóbal López, voceiro da organización. Con todo, a directiva da Cámara Mineira anunciou “medidas legais” contra os activistas que, grazas gravar todo o proceso pacífico, probablemente se sumen á cada vez máis longa lista de sobresementos do que semella ser unha sorte de estratexia de lawfare desordenado que está por ver se acabará callando. Por agora, entre as persoas que conforman a organización non teñen dúbida de que é outro caso máis de preitos estratéxicos contra a participación pública (SLAPP, polas súas siglas en inglés).
Medio ambiente
Medio ambiente A loita polo maior banco de berberechos de Galicia: “As verteduras vannos deixar sen futuro"
É probable que nas oficinas deste organismo financiado pola Xunta de Galicia non pasaran inadvertidos as últimas análises da propia Consellería de Medio Ambiente sobre as aguas fluviais da controna de San Finx que constataron niveis de cadmio ata 78 veces por riba do permitido por lei. Non só de cadmio. As anáises dos técnicos de Augas de Galicia tamén atoparon niveis preocupantes doutros metais pesados como cobre ou zinc e que superan 48 veces e 8 veces respectivamente os valores máximos permitidos. “E a pesar destes datos totalmente obxectivos pretenden intimidarnos con accións xudiciais que é evidente que non van ir a ningures”, despacha a polémica López.
Mais o que semellaba unha acción para pretender infundir medo entre activistas converteuse nun motivo máis de acción social. Esta mesma semana, Ecoloxistas puxo en coñecemento á Relatora Especial das Nacións Unidas sobre a situación das persoas defensoras de dereitos humanos, Mary Lawlor, o que consideran un “uso sistemático de denuncias abusivas e infundadas” tamén por parte da empresa mineira que explota San Finx, Tungsten Sano Finx SL. “Son denuncias con afán intimidatorio contra as organizacións ecoloxistas e sociais que vimos denunciando a situación ilegal da explotación e os danos ambientais que causan as súas verteduras”, sinalan. Fano a tan só sete quilómetros da ría de Muros e Noia, onde se atopa o maior banco de berberechos de Galicia e onde a poboación local vive fundamentalmente do mar.
Medio ambiente
Minería Varios ecoloxistas taponan as verteduras contaminantes da mina de San Finx que autorizou a Xunta
De feito, hai apenas unhas semanas que a empresa mineira se querelou contra a organización pola realización de acto simbólico de protesta do pasado 5 de xullo no que bloquearon brevemente a canalización pola que a empresa realiza “verteduras ilegais”. Precisamente, a raíz desta protesta e das cartas enviadas á Consellería de Medio Ambiente por ese grupo e a plataforma rexional contra as verteduras, iniciouse un procedemento sancionador que podería impoñer unha multa de ata 300.000 euros á empresa, unha vez comprobados os alarmantes niveis de metais contaminantes nas inmediacións de San Finx.
É a segunda vez en menos dun ano que esta mineira presenta unha denuncia contra Ecoloxistas cun pretexto similar
É a segunda vez en menos dun ano que o grupo australiano que é propietario de San Finx presenta unha “denuncia falsa” contra Ecoloxistas en Acción, que xa fora denunciada en 2022 ante o xulgado de Negreira cun pretexto similar, meses antes de que a Xunta declarara a caducidade das concesións mineiras e que se iniciara un procedemento sancionador por verteduras ilegais en contra da mina Santa Comba. Nese momento, o tribunal arquivou de inmediato a demanda por falta de fundamento. Aínda que a organización ecoloxista confía en que o resultado esta vez vai ser idéntico, decidiron denunciar o caso ante a relatora especial da ONU porque se trata “dun uso sistemático do acoso xudicial intentando criminalizar e frear os movementos sociais para que non denuncien as ilegalidades cometidas polas empresas”, denuncia o voceiro de Ecoloxistas en Acción.
Un acoso xudicial que vén de atrás
A mineira de San Finx é coñecida entre o ecoloxismo galego por utilizar este tipo de estratexias de ataque xudicial. Xa en 2017 denunciara ante os xulgados de Noia a outras dúas organizacións ecoloxistas con pretextos similares. Verdegaia fora denunciada por fotografar “obras ilegais”, o que deu lugar a un procedemento sancionador en Augas de Galicia no que a empresa foi multada con varios miles de euros e obrigada a derrubar todo o construído. No caso da Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega), o grupo ambientalista foi denunciado por tomar mostras de auga que, tras ser analizadas, tiraron graos de contaminación preocupantes con metais pesados. En ambos casos, a Fiscalía solicitou o arquivo das accións por tratarse de denuncias infundadas.
A mineira de San Finx é coñecida entre o ecoloxismo galego por utilizar este tipo de estratexias de ataque xudicial. Tanto Adega como Verdegaia sufriron intentos similares
Perigos para o medio ambiente e a saúde
Pero o problema que subxace vai moito máis aló das accións xudiciais contra Ecoloxistas, Verdegaia ou Adega. As verteduras de substancias tóxicas como o cadmio, o cobre e o zinc convertéronse nunha crecente preocupación medioambiental en todo o mundo. Estes metais, que se atopan en numerosas actividades industriais e mineiras, representan unha seria ameaza para os ecosistemas acuáticos e terrestres, fundamentais na economía do litoral galego, así como para a saúde humana. A medida que a demanda de produtos manufacturados aumenta, tamén o fai produción e liberación destes contaminantes nos Estados onde se explotan.
A acumulación de cadmio, a vertedura máis preocupante en San Finx, no corpo humano ao longo dos anos pode provocar enfermidades crónicas graves como enfermidades renais e óseas
O cadmio acumúlase nos solos e corpos de auga, contaminando os cultivos e afectando á fauna acuática, on son especialmente sensibles os bancos marisqueiros.Ademais, o bioacumulativo, é dicir, que se concentra a medida que avanza na cadea alimentaria, podendo alcanzar niveis perigosos nos seres humanos que consumen alimentos contaminados. Xunto a el, o cobre, cando se deposita en ríos e océanos, pode interferir na reprodución de peixes e outros organismos acuáticos e afectar gravemente os ecosistemas acuáticos. Ademais, o cobre é tóxico para moitas formas de vida microscópica, o que desencadea desequilibrios nas cadeas alimentarias e prexudica a biodiversidade.
A exposición continua a estes metais pesados ao longo do tempo pode ter efectos devastadores na saúde humana. A literatura científica ao respecto demostrou que a acumulación de cadmio no corpo humano ao longo dos anos pode levar a enfermidades crónicas graves como enfermidades renais e óseas. Ademais, a exposición a longo prazo ao zinc e o cobre en niveis elevados pode contribuír ao desenvolvemento de enfermidades neurodexenerativas.
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