Música
Amaia Miranda: “Mirar la muerte con amor es una forma de honrar la vida”

En los tiempos en que la velocidad parece devorarlo todo –incluso la belleza–, Amaia Miranda compone canciones con calma. Sabe que las prisas y el ruido del mundo pueden matar el arte. Su música nace de una escucha atenta de lo que no se ve. Del enigma que vibra, sutil, entre la nota y el silencio lleno de vacío.

Hace apenas un año la música bizkaitarra nos propuso mirar a la muerte con ternura en Mientras vivas brilla; un trabajo que respira aceptación, lucidez y serenidad. Ahora presenta Cada vez que te veo lo entiendo, nuevo disco que le canta al amor en múltiples facetas: romántico, materno-filial, a las amistades, a las compañeras, e incluso hacia el mundo.

Aunque son muy diferentes, entre los discos hay una coherencia que asombra. Cantan sobre asuntos fundamentales lejos de los lugares comunes, poniendo a bailar opuestos en cuya fricción nace la vida. Son canciones que nos hablan del mismo pulso vital que hace convivir a Eros y Tánatos, la luz y la pérdida, lo finito y lo eterno.

Nos reunimos con Amaia Miranda un martes de otoño, en su casa en Barcelona, después de un año intenso de giras, proyectos, rodajes y bandas sonoras. Habla con serenidad, con la mirada limpia de quien observa sin pretensión pero con hondura. En cada respuesta asoma algo que no se puede enseñar, aunque cada vez que se ve, se entiende. La forma de estar, de pensar y de tocar, convierte los acordes de su guitarra en una pregunta sobre lo que somos.

En tu anterior trabajo el tema central era la muerte y ahora vienes a hablarnos de amor. Polos que parecen opuestos, en tu obra se tocan y se confunden. ¿Qué hay detrás de esta especie de continuidad?   
En realidad, para mí siempre han estado entrelazados. Mientras vivas, brilla hablaba de la muerte y también hablaba de amor. Son procesos que se necesitan el uno al otro. Los cuidados paliativos y el acompañamiento de la muerte para mi son gestos de amor profundo. Mirar la muerte con amor es una forma de honrar la vida. Mientras vivas, brilla mira la muerte con los ojos del amor. Ese texto del epitafio de Seikilos, la primera melodía escrita en la historia de la música occidental que dice: “mientras vivas brilla, no temas por nada en absoluto, que la vida dura poco y el tiempo merece su tributo”. Me parece una mirada amorosa y profunda al proceso de estar vivas.

Aunque parezca que van muy seguidos, las canciones de Mientras vivas, brilla son de finales del 2022, principios del 2023. Y las canciones de este disco son casi todas de primavera y verano del 2024. Ha pasado un año y medio entre el proceso de composición de unas y otras. Estaba en momentos vitales diferentes.

'A las mías' es una canción sobre el amor a mis amigas y 'Bizipoza' es de agradecimiento a todo lo que hemos vivido con Gorka Urbizu y otras compañeras músicas

Cada vez que te veo lo entiendo es un verso inspirado en un poema de Gloria Fuertes (Pienso mesa y digo silla) que ella misma recita en una canción del disco. ¿Qué hay en esta caja de música?   
Este disco habla de amor, pero no solo de amor romántico, habla de amor a distintas cosas, desde enfoques y matices diferentes. Amak dio es la primera canción y parte de una conversación que me hizo entender de verdad a mi ama. También hay una canción de amor a mis amigas, que se llama A las mías. Otra llamada Bizipoza, de agradecimiento a la gira y a todo lo que hemos vivido con Gorka Urbizu y que es extensible para las compañeras músicas que me han inspirado los últimos años.

Canción de la Juventud, para Sera y Fèlix, la compuse después del videoclip que rodamos juntos el año pasado. Ojalá pudiera saber, una canción de amor a la esperanza. Está dirigida al momento que vivimos, la esperanza es muy importante para la movilización.

En este disco está muy presente el amor desde muchos lugares, también el amor romántico y el enamoramiento, que tiene un gran impulso motor y transformador. Puede parecer naif pero me parece poderoso cantarle a todo esto. Incluso hay canción de ruptura, No todo es quererse, que habla de enfrentar el final de una relación desde el amor.

El cine, el amor y los cuidados entre extraños

El estreno de tu doble videoclip, Amak dio / Entre mi sangre y el llanto, al que tuvimos la suerte de asistir, sucedió el seis de octubre en Zumzeig, con una afluencia de público que dobló el aforo y superó todas vuestras expectativas. Hubo que improvisar un plan alternativo, aprobado in situ en consejo de sabias express junto a dos de las tuyas, Aina e Inma. Se decidió repetir la proyección para asegurar lo que repetías más importante: “que nadie se quedé fuera”. Llamas vídeoclip a una pieza de cine, de casi diez minutos, que recuerda a Lynch y a Wenders. ¿Por qué has hecho esto?
Amo el cine y he crecido viendo videoclips. Hay algunos con ideas muy sencillas que me encantan, como el de Radiohead, con Tom Yorke abriendo puertas sin parar a nuevos espacios; el de Oneohtxix Point Never, con un actor moviéndose en un formato 4/3; el vídeo de un directo de media hora del disco de Dijon; el de The Barrel de Aldous Harding, todos los que está haciendo Mk.gee…

Este cortometraje es tu segundo videoclip, muy pocos para tu discografía si tenemos en cuenta la media dentro de la industria musical.
Los videoclips son procesos creativos muy interesantes. Algunos artistas los abordan desde lo artístico, otros con un enfoque más publicitario. No lo critico, hacemos las cosas como podemos. Es algo que nos pide la industria pero yo no tengo siempre claro si tiene sentido.

Eso pensabas, hasta que viviste un flechazo que inspira tu Canción de la Juventud.
Descubrí el trabajo de Sera y Fèlix gracias a un videoclip que hicieron para el grupo Vitara. Era una de esas ideas sencillas que me encantan: pantalla partida, con una mujer que se sube en un autobús y un hombre que está en ese autobús. Vemos las dos perspectivas hasta que se encuentran. Cuando vi este videoclip, sentí que quería hacer algo con ellos. Y les escribí.

Resultó que conocían mi música y les gustaba un montón. Entonces hicimos el videoclip de la canción Será mejor. Fue una experiencia preciosa, estaban viviendo en Berlín y viajé hasta Alemania para grabar allí con ellos. Aquellos días fueron tan bonitos y tuvieron tanto sentido para mí a nivel humano, que quería volver a vivir algo así con este disco.

En el caso de Será mejor les di todo el disco para que escogieran la canción. Esta vez tenía claro que Amak dio iba a ser un single, tenía que estar en el vídeo. Rápidamente nació la idea de hacer dos canciones para que diese tiempo a explicar algo con un poquito más de profundidad. Ellos tenían muchas ganas de retratar a personas reales y no sólo a actores y habían conocido al cowboy paseando por Berlín. Les fascinó y le propusieron retratarle. 

'Amak dio' es una canción que nace de una conversación con mi madre en la que sentí en un momento que ella había estado en mi lugar y que yo, si tengo la suerte, estaré en el suyo

Aunque les di libertad total para hacer el video, para mí era importante que, aunque fuese de manera simbólica, hubiese algún nexo con las canciones. En este caso lo que hemos cogido es, por un lado, sus ganas de representar el amor como el cuidado entre desconocidos. Por otro, yo les pedí incluir algo de la canción Amak dio. Es una canción que nace de una conversación con mi ama, en la que sentí en un momento que ella había estado en mi lugar y que yo, si tengo la suerte, estaré en el suyo. En el Videoclip, aunque es muy sutil, todos los personajes van pasando por lugares en los que los otros personajes han estado. Simboliza que todos podemos estar en el lugar de la otra, ser la otra.

La herencia y la lengua: raíces que cantan

¿Qué dice tu ama de su canción Amak dio?
¡¡Está muy emocionada!! Le hace mucha ilusión. Soy de Leioa y en mi familia sólo una amama es de Euskal Herria, el resto son de Cantabria y de Burgos. Mi aita y mi ama sí que entienden euskera pero no lo hablan. Mi ama de pequeña entró en un grupo de dantzas y siempre le ha fascinado la cultura de aquí. Ese amor me ha animado muchísimo a componer y cantar en euskera. Y ahora también, gracias a la vuelta a casa con la gira de Gorka, estoy hablándolo más que nunca.

Es bonito que su canción saliese así porque sigo sin elegir los idiomas. Empiezo a moverme por la guitarra y claramente me sale algo en un idioma, en general tiene que ver con los que estoy utilizando en el momento. Igual algún día lo racionalizaré, como estoy racionalizando ahora el proceso compositivo, porque creo que los idiomas hay que cuidarlos. Pero me parece precioso que su canción me saliese en euskera cuando es algo a lo que ella me ha animado muchísimo.

La libertad y el oficio

Tienes una manera de hacer distinta a la que impera en la industria, ¿hay una voluntad de hacer las cosas diferente?   
No hay voluntad de ir a la contra de nada, sino a favor de las canciones. Tengo la suerte de que puedo dedicarme a la música a día de hoy. Puede que eso cambie, soy muy consciente. Me puedo dedicar haciendo cosas diferentes, que además todas me llenan un montón. Actualmente estoy con Christina, con Gorka, produciendo discos con personas diferentes y haciendo cosas de vez en cuando para el cine. Hace poco grabé las guitarras de la película Maspalomas para Aran Calleja.

Tengo la suerte de que no tengo que vivir de mi proyecto. A mi proyecto no le pido que genere económicamente. Tomo decisiones por la música, por lo que me apetece hacer. A veces sé que no son los caminos más habituales, pero estoy contenta porque realmente hago lo que quiero hacer con mi música.

Que el proceso creativo se vea intervenido por el el proceso comercial. Eso tiene que ser un tema también, ¿no? Cómo conjugar las dos cosas.
Eso está ahí porque vivimos en el sistema en el que vivimos y la música es un oficio, algo que creo que a veces se nos olvida. Elevamos el arte a un lugar que parece que no pueda ser un oficio. Lo es y estaría bien que pudiera salir de la precariedad. Es un oficio que cumple una función que también es necesaria en la sociedad. Es siempre un equilibrio: entre cómo hacer y cómo mantener tu voz y las cosas en las que crees, y a la vez cómo poder subsistir para poder seguirlas haciendo y que eso, con suerte, pueda llegar a las personas. 

'Ojalá pudiera saber' es una canción de amor a la esperanza que está dirigida al momento que vivimos, porque la esperanza es muy importante para la movilización

A diferencia de otros oficios, la música tiene un poder de sanación cuando se escucha y el proceso de composición musical puede ser catártico. 
Todos los oficios son necesarios pero la música es parte del ocio de  gran parte de las personas, es un espacio de encuentro colectivo para desfogar un montón de emociones. Un espacio de diversión, de fiesta y baile. Un espacio de esperanza, de sentirse parte de algo. Un espacio identitario y también un escenario para entrenar nuestro pensamiento crítico y aprender a mirar de otras formas.

Acompañar otros proyectos

En tu proyecto te acompañas de artistas y tú también acompañas los proyectos de otros artistas con el sonido de tu guitarra. ¿Qué te aporta?
Tener espacios donde tocar la guitarra eléctrica o la clásica de otras maneras es emocionante para mí. Y es muy necesaria esa contraparte. Porque acompañar tiene una cosa muy bella y muy agradecida, que tú estás ahí remando pero no eres quien tiene que llevar el timón.

Para mí es puro disfrute pasármelo bien tocando y cuidando que la persona que acompaño esté a gusto. Es muy bonito vivirlo desde este lado, me ha enseñado a liderar mejor mi proyecto. Es algo que utilizo para cuidar mejor de las personas que trabajan conmigo.

Compaginar tu proyecto personal con el de Gorka Urbizu y el de Christina Rosenvigne es una canción que suena un poco a locura.
La verdad es que he tenido suerte, se ha podido compaginar todo bastante bien, sin que muchos conciertos coincidan. Ha sido frenético, intenso, bonito, inspirador y muy agotador. Ahora necesito calma, casi siempre compongo cuando estoy aburrida o haciendo otra cosa. Quiero frenar y pasar en casa tres días seguidos, para coger la guitarra y volver a hacer canciones. Tengo ganas de cosechar lo que ha germinado a nivel de inspiración.

Quitando el ritmo, formar parte de los proyectos de Chris y Gorka ha tenido que ser muy enriquecedor, a nivel profesional y a nivel creativo. 
Me siento súper afortunada porque trabajo con artistas que admiro muchísimo. Gorka y Chris son personas generosas conmigo y creo que la música que hacen es generosa, por cómo la hacen y cómo la defienden. Para mí, ambos casos han sido un aprendizaje super bestia. Ver trabajar y ver cómo levantan su proyecto personas tan consolidadas, con una visión tan bella e inspirada de la música y de la vida es un regalo.

El misterio de crear

Cada artista tiene su forma de crear. Algunos siguen un método casi artesanal, otros esperan a que lleguen las musas. ¿Dónde te sitúas tú? 
Mi opinión sobre este tema ha ido cambiando y me imagino que volverá a cambiar. Supongo que en distintas épocas funcionan cosas distintas. Siempre he compuesto desde la guitarra y del tirón, de eso que sientes que la canción está dentro de la guitarra. Tenía (y tiene) algo de mística pero ahora estoy repensando este proceso.

Gran parte por el encuentro con Nacho Mur, que ha producido este disco y ha sido muy bonito e inspirador trabajar con él, también a nivel de composición. Enfrentarme a cambiar partes de canciones que no funcionaban, cambiar también la forma de cantar las canciones para encontrar aquello que las hace más emocionantes, e incluso componer a propósito para una fecha. La labor de la producción es fundamental y es a menudo un rol muy invisibilizado.

En este disco Nacho me ha ayudado a tender un puente entre cómo sonaba y cómo siempre he querido sonar y me siento infinitamente agradecida por eso. Creo que ha entendido muy bien mi universo y aquello emocionante de mis canciones.

De hecho, fue su propuesta grabar este disco. Yo le propuse producir juntos una canción y él me devolvió el reto “de acuerdo, en septiembre grabamos un disco”. Así que es la primera vez que me he enfrentado al proceso de componer cada día durante unos meses y, aunque ha tenido momentos más frustrantes, he aprendido muchísimo y estoy muy contenta con este disco.

Tienes que dejar tiempo para vivir, porque si estás encerrada en casa tampoco tienes nada para contar, cada vez pienso más que tienes que explorar y dedicarle tiempo consciente a la creación

Algunas canciones son un viaje para el espíritu. ¿Cuál es la fórmula para componer esa magia? 
Últimamente he tenido muchas conversaciones con Nacho [Mur] sobre si se puede estudiar –o no– lo que hace que una canción sea emocionante. Soy de la opinión de que no se puede. Se puede analizar, claro, de manera profunda, si quieres; pero siempre queda algo desconocido, que nunca logramos explicar en palabras. Creo que lo que hace emocionante a una canción es justo ese elemento incognoscible.

Se pueden afinar ciertas cosas y abrir nuevos caminos a través del estudio, que puede ser simplemente escuchar mucha música e ir a muchos conciertos. Crear implica una combinación equilibrada de factores. Tienes que dejar tiempo para vivir, porque si estás encerrada en casa tampoco tienes nada para contar. Pero cada vez pienso más que tienes que explorar y dedicarle tiempo consciente a la creación.

Hemos terminado, Amaia guarda silencio. Su guitarra descansa al lado, como un cuerpo que aún respira. Hablar con ella es comprender que la música puede ser una forma de oración laica, un gesto político y poético, una ternura radicalmente amorosa. Su voz es una una fe sin templo, que se sostiene en lo cotidiano: en los vínculos, en la escucha, en los silencios compartidos. Canta para recordarnos que vivir también es cuidar; que amar, en un mundo que se acelera y se olvida, es un acto de resistencia. Amaia Miranda se despide y deja en el aire una certeza serena: mientras alguien siga tocando con esa verdad, la esperanza seguirá teniendo sonido.