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Música
La presión social obliga a ayuntamientos y festivales a tratar de desmarcarse del fondo proisraelí KKR

Los efectos de la sacudida KKR han afectado a la industria de los macrofestivales. Ya son más de cien los artistas y bandas de música que o bien han anunciado su salida directa —indemnizando a los organizadores de los festivales— o han afirmado que no volverán a asistir a los macroeventos propiedad de una de las empresas invertidas por este fondo estadounidense. La mayoría de artistas han presentado su renuncia indefinida hasta que eventos como Sónar, Viña Rock o Resurrection Fest no solo se posicionen radicalmente en contra de la masacre que el Estado de Israel está cometiendo en Gaza, sino que apliquen los criterios de la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) y del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
Pero la capacidad de presión de los artistas y de las decenas de miles de personas consumidoras de estos eventos que se han organizado espontáneamente tras la publicación de la investigación de El Salto ha roto los mimbres de un sector enredado en las lógicas del capital-riesgo. Ahora, les ha tocado a las administraciones.
Rivas rompe con Share Music “porque está vinculada a KKR que, como ha quedado acreditado, es un fondo que además colabora de manera directa con la ocupación en territorio palestino”
El Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid anunció ayer, martes 20 de mayo, que pone punto y final al acuerdo que mantenía con una de las promotoras participadas por el fondo, en este caso Sharemusic!, durante los años 2026 y 2027. Sin embargo, desde el Gobierno local han dejado plasmado el problema al que se están viendo sometidos tanto artistas como ayuntamientos: las indemnizaciones a las que tendrían que hacer frente si rompen sus contratos con Superstruct, la firma controlada por KKR que aglutina en última instancia estos eventos de masas.
La corporación municipal, dirigida por Aída Castillejo (Izquierda Unida), anunció que se mantendrían los festivales organizados para este verano, pero que se cancelará el resto del contrato, que contemplaba otros seis conciertos a realizar en los próximos tres años. En declaraciones a El Salto, Castillejo explica que Rivas rompe con esta empresa “porque está vinculada a KKR que, como ha quedado acreditado, es un fondo que además colabora de manera directa con la ocupación en territorio palestino”.
Culturas
Activismo Bandas de todo el Estado anuncian su salida de los festivales propiedad del fondo proisraelí KKR
Desde el Ayuntamiento, que antes de tomar esta decisión se reunió con la Asamblea por Palestina de la localidad, se recuerda que Rivas es una ciudad que lleva décadas manteniendo un compromiso con el pueblo palestino: “Ejemplo de ello son los hermanamientos, pero también los campos de trabajo que llevamos realizando diez años y por los que más de cien jóvenes ripenses han conocido la realidad de Palestina”, indican desde la alcaldía de este municipio del sureste madrileño.
En Villarrobledo (Albacete), el impacto de la información sobre KKR ha llevado al grupo Se Puede Villarrobledo a reclamar que sea el Ayuntamiento el que decida sobre las condiciones en que se celebra el festival Viña Rock, uno de los más afectados por la renuncia de las bandas y las críticas de su público. La formación de izquierdas, en minoría en el Consistorio, ha demandado “una auditoría ética de las condiciones actuales del festival, y el fin de cualquier colaboración municipal con empresas vinculadas a la ocupación de Palestina”.
Los fundadores del Viña Rock ponen de relieve los peligros del crecimiento descontrolado
La promotora Matarile, responsable de los inicios del festival Viña Rock, ha publicado un comunicado incisivo para desvincularse de la gestión actual del evento y criticar duramente la entrada del fondo de inversión KKR en su organización. Bajo el lema “¡No en nuestro nombre!”, Matarile denuncia la apropiación de su legado por parte de los actuales responsables del festival y rechaza el uso de su historia como herramienta de marketing. “Todos los grandes imperios se construyen sobre el dolor y la injusticia”, señala el texto, alertando sobre la lógica mercantil del fondo, segundo mayor fondo de inversión del mundo, y su incursión en la industria musical.
La Élite, Gigatron, La Fúmiga y Tremenda Jauría han sido algunas de las bandas que han renunciado en los últimos días a participar en festivales vinculados a Superstruct
José Gómez, director de Matarile, recuerda que su promotora organizó el Viña Rock desde 1996 hasta 2006, llevando el festival de los 4.000 asistentes iniciales en Villarrobledo a un récord de 180.000 en Benicàssim. Asimismo, aclara que aunque una sentencia posterior otorgó la propiedad de la marca al Ayuntamiento, fue su esfuerzo el que dio valor y proyección al nombre. Matarile rompe su silencio tras años de discreción al considerar inaceptable que la empresa actual pretenda sumar 29 años de trayectoria incluyendo el período fundacional ajeno. “Nos negamos a convertir la magia del fuego en una feria con muchas luces de colores”, concluyen, en una abierta crítica a la evolución comercial del evento.
Los comunicados de los festivales no satisfacen a su público
A pesar de que son decenas los festivales afectados por la presión organizada de sus asistentes, solamente Sónar, Viña Rock y Resurrection Fest han hecho comunicados para tratar de “desvincularse” del fondo al que pertenecen. Los primeros y más criticados fueron los organizadores del Sónar que, apenas unas horas después de salir a la luz la investigación, decían “condenar firmemente todo tipo de violencia”. La avalancha de comentarios en todas las redes sociales criticando su “equidistancia” les forzó a sacar un segundo comunicado en el que explicaban: “Queremos expresar de forma explícita nuestra solidaridad con la población civil palestina atrapada en la catástrofe humanitaria que se vive en Gaza”.
Con una estructura similar, le siguieron el paso Resurrection Fest y Viña Rock, generando algunos aplausos entre una parte de sus seguidores, pero también duras críticas que exigen medidas concretas de posicionamiento en contra del genocidio que el Estado de Israel está cometiendo en Gaza. Aunque desde las cuentas de Viña Rock han ido un poco más lejos, amenazando, sin concretar el sujeto de la amenaza, con emprender acciones legales contra “quienes están detrás de esta campaña de difamación”.
Decenas de bandas se siguen sumando a la campaña de presión
La Élite, Gigatron, La Fúmiga y Tremenda Jauría han sido algunas de las bandas que han renunciado en los últimos días a participar en festivales vinculados a Superstruct. En el caso de estas tres bandas, su renuncia se produce en festivales distintos: el FIB en Benicásim, el Resurrection Fest en la provincia de Lugo, Arenal Sound (Burriana) y el Tsunami Xixón.
DGTL, Mysteryland, Amsterdam Open Air y Zwarte Cross, festivales de música electrónica que se realizan en Países Bajos, se han distanciado de KKR. El diario neerlandés Nos se ha hecho eco de las renuncias de DJ como Animistic Beliefs y Jeisson Drenth a participar en el Sónar. Otros quince DJ, como Midland y Roza Terenzi, se han retirado del festival londinense Field Day.
Al igual que ocurrió con Sónar la semana pasada, decenas de artistas, encabezados por la leyenda de la música electrónica Brian Eno, reclamaron al Field Day que se desvincule de las inversiones cómplices de KKR, adopte políticas éticas de programación y colaboración, respete las directrices de BDS y colabore con los artistas en todos los aspectos mencionados.