We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Economía
El fondo proisraelí KKR se hace con los grandes festivales españoles de música

Tras invertir en firmas israelíes de ciberseguridad, aportar capital para centros de datos y poseer la propiedad mayoritaria del conglomerado mediático que ofrece viviendas en territorios palestinos, el fondo Kohlberg Kravis Roberts, más conocido por las siglas KKR, es también desde enero uno de los principales proveedores de ocio y espectáculos musicales a nivel mundial.
En 2024, KKR aterrizó en la música mediante la compra de Superstruct Entertainment, grupo que organiza hasta 80 festivales en todo el mundo, entre ellos algunos de los eventos más conocidos que se celebran en España. Como publicaba Nando Cruz en enero de este año, Sónar, Viña Rock, Resurrection Fest, Monegros Desert Festival, Arenal Sound o el FIB de Benicàssim funcionan bajo la estructura de Superstruct y, por tanto, desde el año pasado, de KKR, que cerró el acuerdo de compra de la promotora por 1.400 millones de euros.
Medios de comunicación
Ocupación israelí Dos empresas israelíes que apoyan la masacre de Gaza controlan los contenidos recomendados en medios españoles
KKR participa en la promoción inmobiliaria en los territorios ocupados ilegalmente por Israel en Palestina. Lo hace a través de otro conocido conglomerado, el grupo alemán Axel Springer, del que KKR es principal inversor desde 2019. Como ya ha publicado con anterioridad El Salto, Axel Springer —dueño de medios de comunicación como Bild, Die Welt, Business Insider, Politico o Upday— tiene también una línea inmobiliaria similar a la española Idealista, llamada Yad2, que oferta viviendas en territorios ocupados. “Yad2 te ayuda a mirar hacia adelante y construir un futuro en tu próximo hogar en Israel”, indicaba un anuncio publicado en la prensa israelí en diciembre de 2024. El anuncio mostraba un mapa que incluía las zonas reconocidas por el derecho internacional como palestinas, esto es, Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Además, KKR controla también Guesty, plataforma de software de gestión de propiedades inmobiliarias con sede en Israel.
KKR, un fondo conocido en EEUU por ser parte del lobby profracking, está dirigido por Henry Kravis y George Roberts, ambos judíos estadounidenses. Kravis fue donante de Nikki Haley en la campaña de primarias del Partido Republicano de 2024. Haley es recordada, entre otros mensajes, por escribir el mensaje “acaben con ellos” en un misil israelí dirigido a Gaza. Donante republicano —con algunos escarceos para candidatos demócratas probussiness— Kravis, el nuevo dueño de los macrofestivales que se celebran en España, aportó un millón de dólares en la primera toma de posesión de Donald Trump en 2016. Además, es reconocido como un importante donante de iniciativas culturales promovidas por el Estado de Israel.
KKR tiene un portafolio público y otro que no se conoce ya que interviene a través de otros fondos de inversión. Entre lo que es público, la propia compañía refiere inversiones en software, ciberseguridad, tecnología financiera, internet, datos e información en empresas y startup de Norteamérica, Europa e Israel. En materia de ciberseguridad, KKR entró en el mercado israelí a través de la compañía Optiv, que estableció colaboración con la firma Israel IntSights, fundada por exoficiales de inteligencia de las Fuerzas Armadas de Israel (FDI).
En ese mismo campo, en el verano de 2021, KKR respaldó a la empresa Global Technical Realty (GTR), anunciando un nuevo centro de datos subterráneo de 10,5MW en Petah Tikva, ciudad creada por Israel en territorio históricamente poblado por el pueblo palestino. El centro, que tras el anuncio pasó a ocupar un lugar discreto en los medios israelís, tendría a día de hoy al menos 4.800 metros cuadrados de superficie, convirtiéndolo en la principal infraestructura israelí de este tipo.
La ramificación tecnológica llamada GTR fue fundada ad hoc por el fondo para diseñar, construir y operar centros de datos a medida en toda Europa para grandes clientes tecnológicos y actualmente ya opera y teje vínculos en Oriente Próximo.
La compañía se ha mantenido en un discreto segundo plano en las valoraciones políticas de sus asociados con respecto al genocidio. El general de cuatro estrellas David Petraeus, exdirector también de la agencia de inteligencia estadounidense CIA, se incorporó a KKR en 2013 como presidente del grupo en Oriente Medio. Petraeus fue comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán entre 2010 y 2011. En 2013, The Guardian publicó información exclusiva sobre su conocimiento de las torturas en Iraq. En sus “comentarios de mercado”, los analistas de KKR señalaban la victoria de Trump como positiva, en tanto podían servir para dinamizar los llamados Acuerdos de Abraham firmados por Israel con distintos países de mayoría árabe.
Palestina
Palestina Imputan a dos capitanes de buque implicados en el comercio de armas con Israel
Protestas internacionales contra la actividad proisraelí de KKR
La entrada de KKR en el negocio de la música en vivo ya ha generado polémica en Reino Unido en el contexto de las protestas contra el genocidio que Israel lleva a cabo en Palestina y que ya ha dado como resultado 52.000 personas asesinadas en Gaza. Boiler Room, una plataforma de organización de shows de música en vivo, también comprada en enero de 2025 por Superstruct, manifestó el pasado mes de marzo sus contradicciones ante el hecho de que su nuevo propietario “tiene inversiones que categóricamente no se alinean con nuestros valores”.
Boiler Room salía al paso de las crecientes críticas en un comunicado en Instagram, en el que reconocían que la promotora “ha pasado por varios cambios de control, inversores, juntas directivas y propiedad, y a pesar de ello, [su] compromiso con la independencia editorial y con Palestina nunca ha flaqueado”. En el comunicado recalcan que su programación la realizan siguiendo las directrices de la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) y del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), lo que implica la no contratación de artistas israelíes para sus sesiones, pero, como también señalan, el personal de Boiler Room no tiene “voz ni voto en nuestra propiedad”.
En abril, el diario sensacionalista The New York Post refería una acción de boicot “silencioso” por parte de Boiler Room que habría cancelado, sin explicaciones, todos los eventos que tenía previsto emitir en Tel Aviv.
En Finlandia, un colectivo de trabajadores del Flow Festival, principal festival de Helsinki, ha reaccionado a la compra del evento creando una “huelga flow” destinada a que los grupos y artistas dejen de colaborar con Flow Festival “hasta que se alcancen los objetivos de la campaña Flow Strike”. Los objetivos son “poner fin a todas las asociaciones entre Flow Festival y empresas afiliadas al Estado de Israel o a las empresas israelíes” y también “conseguir que el propietario de Flow Festival, KKR, desinvierta en empresas israelíes o empresas que hagan negocios con el estado de Israel”.
El BDS pide a los grandes festivales y a las instituciones que se alejen del fondo
Uno de los mensajes públicos que ha denunciado los vínculos entre los macroeventos de ocio y esta firma ha venido desde el BDS Galiza. A propósito del anuncio de grandes carteles como el del Resurrection Fest u O Son do Camiño, cuya coorganización también depende, en última instancia, de KKR, desde la organización propalestina, y siguiendo la estela de lo ocurrido con Boiler Room, han llamado a las empresas creadoras y principales anunciantes, así como a sus trabajadores y trabajadoras, a tomar una posición clara al respecto y distanciarse públicamente de la participación de KKR en la ocupación de tierras palestinas por parte del Estado de Israel.
El desembarco del fondo en Galicia ha sido pleno. El crecimiento del volumen de negocio de eventos que, como los anteriormente mencionados, congregan a cientos de miles de personas, ha motivado esta entrada y, hasta cierto punto, ha sido azuzado por las instituciones. A saber: la Xunta de Alfonso Rueda ha repartido decenas de millones en contratos negociados sin publicidad —sin concurso público—, dopándolos hasta convertirse, desde cero, en los más grandes de su territorio.
Con este telón de fondo, en el BDS anima a los organizadores a emplear vías éticas de contratación de artistas, también a aquellos y aquellas que hayan tenido posiciones firmes contra la masacre en la Franja de Gaza.
Esta redacción se ha puesto en contacto con la organización del Resurrection Fest, Viña Rock, Sónar y O Son do Camiño para recabar su posición acerca de los negocios que lleva a cabo el grupo al que pertenecen, pero hasta la fecha de publicación del artículo no se ha producido respuesta.
Relacionadas
Altri
Altri Centos de persoas enchen o río Ulla nunha protesta histórica contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Galego
Manifestación Miles de persoas enchen Compostela cun berro único en defensa da lingua galega
Activismo
Activismo Os nove detidos na protesta en apoio a Palestina de Compostela esixen a retirada de tódolos seus cargos
Esto de que 4 ricos sean dueños de todo es insoportable.
Y ahora qué hacemos las que llevamos años yendo a festivales que son míticos en el territorio y que fueron espacios para la expresión cultural y de vanguardia?? Esto es un horror. No dan tregua...
La verdad que no dejáis de sorprender con estas noticias.. Me encanta leeros y estar informada gracias a vuestras investigaciones que nos abren los ojos en este mundo ciego.