Palestina
“Una bala cuesta un dólar. Si no haces boicot a Israel, tu dinero puede estar matando a un niño”

El grupo de música Sol Band nació bajo el yugo de la opresión del ente sionista de Israel. Lo creó en Gaza en 2012 un grupo de jóvenes amantes de la música folk. La última ofensiva militar iniciada en 2023 les pilló grabando un trabajo musical y decidieron exiliarse. Tras un largo viaje repleto de obstáculos administrativos, el mes pasado los integrantes del grupo lograron volver a juntarse. Ofrecieron su primer concierto tras casi dos años separados en Errenteria. Ahora viven en Bilbao y están inmersos en una gira que ya les ha llevado a tocar en Euskal Herria y Galiza.

Sol Band lo componen Rahaf Shamali (vocalista principal), Hamada Nasrallah (voz), Said Fadel (percusión y teclados), Fares Anbar (percusión), Abdelkader Abuqassim (teclados) y Ahmed Alhaddad (guitarra). Hablamos con este último, Alhaddad, con motivo de su visita a las fiestas de Zaldibia, donde ofrecieron un breve concierto en el marco de la Aniztasun Festa organizada por el colectivo Etxekonekok. Precisamente en este pueblo se ha impulsado una campaña local que invita al boicot de productos que contribuyen con el genocidio, invitando a consultar webs como Israel Boycott Guide o usar apps para móvil como No Thanks.
Dejé atrás tres genocidios en Gaza. La Franja de Gaza era como una gran prisión desde hacía 20 años
El año pasado conseguisteis salir de Gaza. No sería una decisión fácil, teniendo familia allí. ¿Cómo recordáis el momento de tomar esa decisión?
En realidad, antes de marcharme, dejé atrás tres genocidios en Gaza. Yo me fui antes que el resto de la banda. La Franja de Gaza era como una gran prisión desde hacía 20 años y nuestra generación abrió los ojos en una situación en la que no había electricidad ni agua. Así que decidí salir de Gaza para intentar encontrar un futuro mejor, intentar hacer algo... el desempleo es muy alto en Gaza debido a la ocupación israelí, porque está cerrado por tierra, mar y aire y agua. Todo está cerrado.
¿A dónde fuisteis?
Fuimos a Turquía tratando de encontrar algo. Pero éramos como exiliados, no tenemos derechos en ese país. Luchamos con nuestros documentos palestinos en todas partes y decidimos que era hora de volver a Gaza en 2023 para visitar a nuestras familias y terminar algunos trabajos musicales allí. Y entonces comenzó el genocidio. Mis amigos permanecieron en el genocidio durante siete meses. Y, por milagro, sobrevivieron. La primera vez que los vi, estaban como espectros, sin nadie. Todos pesaban muy poco y su estado mental era muy malo... algo horrible. Y eso pasó en solo siete meses, así que puedes imaginar lo que le está pasando a la gente ahora, después de casi dos años con esto. Dos años de hambre, de miedo. Realmente puedo entender la sensación de intentar dormir sin saber si vas a sobrevivir a esa noche o no.

Será algo de lo que habréis hablado mucho dentro de Sol Band, porque cada persona tendrá su experiencia del horror.
Ayer estuvimos hablando de cuando hubo una especie de alto el fuego durante un mes durante el genocidio. Hamada me contaba que desde el primer día, su mente no era capaz de imaginar que un día dormiría a salvo, que es como estar estresado y con ansiedad durante dos años. Y como la ocupación israelí no ataca a objetivos específicos o militares, vives con esa sensación constantemente. Los aviones sobrevuelan el cielo de Gaza y lanzan bombas por todas partes, matando civiles. La mayoría de los asesinados son mujeres y niños. Y ahora, por fin, hemos conseguido llegar a Euskal Herria.
Antes habéis pasado por otros países. ¿Por qué os habéis quedado en Euskal Herria?
Como decía, hemos estado en Turquía y luego en Francia y Bélgica en 2021. Conseguimos un trabajo del Consejo Francés en Palestina en el Festival Arabesques de Montpellier. Hemos visitado muchos países a lo largo de nuestra vida. ¡Es una historia muy larga que daría para un documental de tres horas! Hemos pasado muchas cosas, muchas luchas, muchas historias. Después de eso, conseguimos llegar aquí, a Euskal Herria. Ha sido como un sueño para nosotros después de haber pasado tantas dificultades. Es la primera vez que encontramos un lugar con tanta solidaridad y apoyo. Sentimos que desde aquí podemos difundir nuestra música al mundo y hacer llegar nuestro mensaje.
La primera vez que vi al resto del grupo, estaban como espectros, pesaban muy poco y su estado mental. eso pasó en solo siete meses. Imagina cómo está la gente ahora después de casi dos años con esto
En Euskal Herria están proliferando las acciones de boicot a productos que colaboran con el sionismo. Lo hemos visto en las fiestas de Bilbo y ahora, a pequeña escala, en las de Zaldibia. A algunas personas les parece que comprar o dejar de comprar Coca-Cola no supone un gran cambio. ¿Por qué creéis que el boicot es importante?
A cualquiera que esté leyendo este artículo, le diría que reflexionen y piensen en cómo lo sentirían si su familia tuviera que enfrentarse a esto. Una bala cuesta uno o dos dólares. Comprando cierto producto tal vez estás dando ese dinero directamente para matar a alguien. Tu dinero, esos dos dólares, pueden estar matando a un niño en Gaza que podría ser un familiar tuyo o tu hijo. Espero que Alá bendiga a todos y que no tengan que enfrentarse a lo que nosotros hemos vivido en Gaza. Pero por favor, actúa en tu vida. Apoya a las empresas locales y, de paso, ayudarás a tu economía local. Será mejor para ti, para tu familia, para tu comunidad, para tu país y para todos. Y evitarás matar a personas. Y no solo tú. Invita a tu gente. Sigue hablando de esto. Si ves a alguien, intenta hablar con él amablemente e intenta enseñarle y decirle con suavidad la historia que te he contado, la historia de los dos dólares.
Muy cerca de aquí está la empresa CAF, de trenes. Está señalada por la ONU porque ha aceptado un proyecto de tranvía que une asentamientos ilegales de Israel en Cisjordania y que cuenta con el rechazo de los sindicatos [aquí el documento donde se la menciona]. Se la ha acusado de ser cómplice del genocidio y de la ocupación israelí ilegal junto a otras empresas vascas como Sener o Irizar. ¿Cómo valoras la movilización del pueblo vasco, y también del resto del estado, como hemos visto recientemente en las protestas de La Vuelta?
Si toda la gente del mundo hiciera lo mismo que se está haciendo aquí, el genocidio se habría detenido en los primeros días o en el primer mes. Se están manteniendo las conexiones y el apoyo comercial, el flujo de dinero. Incluso en el ámbito cultural se apoya la ocupación. Así es como ha sido posible la ocupación hasta hoy, durante 80 años. Porque a nadie le importa en este mundo. Nadie dice que no, ni intenta evitar esta matanza y este genocidio que está ocurriendo. Así que espero que todos los países, todos los gobiernos y todos los responsables de la toma de decisiones hagan lo mismo que se está haciendo en Euskal Herria. Lo apreciamos mucho y estamos muy orgullosos de ello.

¿Qué crees que debería hacer Europa y sus gobiernos para contribuir al fin del genocidio?
No estoy en el lugar de los que toman las decisiones. Soy músico. Desde mi infancia, mis amigos y yo intentamos transmitir nuestro mensaje a través de la música. Hacemos todo lo posible a través de la música. Así que cada uno puede dar lo mejor de sí mismo a través de lo que puede, de lo que es capaz de hacer. Hago un llamamiento a todos los artistas y músicos que quieran crear cualquier obra, cualquier obra de arte o cualquier música. Estamos abiertos a colaboraciones y a hacer cualquier cosa que pueda detener lo que está pasando.
¿Por qué es importante la música en esta difícil situación? ¿Cómo ayuda a las personas?
Todas las canciones que estamos cantando ahora en los escenarios fueron compuestas, escritas y grabadas durante el genocidio dentro de la tienda de campaña, durante el viaje de evacuación, en esos días tan peligrosos. Mis amigos estaban a punto de ser asesinados por intentar hacer música. Todas estas canciones hablan de historias, historias reales que ocurrieron en Gaza durante el genocidio. Estamos tratando de transmitir estos mensajes e historias al mundo a través de nuestras canciones. Así es como creemos que la música puede generar resiliencia y hacer llegar el mensaje del pueblo palestino.
Apoya a las empresas locales y, de paso, ayudarás a tu economía local. Será mejor para ti, para tu familia, para tu comunidad, para tu país y para todos. Y evitarás matar a personas. Y no solo tú. Invita a tu gente. Sigue hablando de esto
Israel
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