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Flamenco
Sergio de Lope: “Ser contemporáneo es seguir vivo”
Javier García Fernández: Bueno Sergio, cuéntanos ¿cuál ha sido tu formación musical y cultural, y tu trayectoria personal como músico? Porque creo que no es una trayectoria convencional para un músico de flamenco.
Sergio de Lope: Yo empecé a estudiar en el conservatorio a los ochos años, obligado por mis padres. No tenía inquietudes musicales, más allá de cantar en el coro de la Iglesia. Tuve que escoger instrumento y elegí el saxofón. Siendo niño conocí a un músico de flamenco que me dio a conocer la música de Vicente Amigo. Comprendí que yo quería seguir en la música pero por una vía más libre. En el conservatorio me sentía encadenado. La música clásica me encanta, y la disfruto, pero la forma de tocarla e interpretarla, no me permitía ser libre. Al conocer la música de Vicente Amigo comprendí que iba a estar más cómodo en el flamenco. Yo soy de Priego de Córdoba, que no es una tierra flamenca, mi familia no es de tradición flamenca. Además, yo era un músico de viento metal que no es lo más habitual en el flamenco. En el año 1996, con 16 años, comencé a estudiar flamenco con este guitarrista. Me enseñó todas las estructuras del flamenco, las partes rítmicas, tonales, pero con el saxofón no estaba cómodo. Él me recomendó probar la flauta. Claro, yo cogí la flauta por primera vez para tocar flamenco, mis primeras referencias fueron Jorge Pardo y el Sexteto de Paco de Lucía. Esa ha sido mi primera tradición, por decirlo de alguna forma. A los 18 años, retomé el conservatorio, mientras estudiaba en la Universidad, magisterio musical. Entré en el grado superior del conservatorio, en la especialidad de flamencología. ¿Porqué flamencología? Porque era la única especialidad que me permitía tener contacto con músicos flamencos. Mi interés no era tanto hacia el instrumento, sino hacia el flamenco. Mi trabajo final de carrera fue un método de enseñanza de flauta flamenca, combinando mis estudios de flamencología y de didáctica en el magisterio musical.
JGF: El hecho de que hayas tenido una formación académica en una institución como un conservatorio, ¿cómo lo has vivido? ¿Qué piensas de que existan instituciones académicas de formación musical para el flamenco? Perteneces a una generacional que por primera vez se educó en una formación académica, lo cual ha permitido la incorporación al flamenco de gente que no venía de familias o ambientes puramente flamencos.
SdL: Bueno, todo es mejorable, por ejemplo, el hecho de que se llame conservatorio, ya está mal planteado, ¿conservatorio? ¿Para conservar qué? La música no se conserva, sino que se transmite y se comparte, se interpreta y se reinvienta. Lo cierto es que el hecho de que haya instituciones académicas que eduquen y formen a músicos flamencos ya es un paso, pues permite al menos, un lugar de encuentro. El flamenco no se puede enseñar como la música clásica, pues viene de una tradición oral, aunque sea una música culta. La música clásica tiene una tradición mucho más amplia de academicismo. Se está intentado, por ejemplo, métodos de escritura en partituras del flamenco, pero el flamenco tiene otros modos de transmisión. Supongo que habrá que inventar una notación nueva, y habrá que seguir mejorando. Las instituciones, ya sean académicas, culturales, conservatorios, siempre crean encuentros y comunidades de aprendizaje. Lo que nos pasó a nosotros es que, al haber solo un conservatorio de flamenco, los encuentros eran explosivos. Había músicos de todos sitios, México, Turquía, China. Además de gente de toda Andalucía. Además el conservatorio te permite convivir con músicos de todos lo instrumentos. Nuestra banda, por ejemplo, nació en el conservatorio. A mi me interesa mucho el concepto, por ejemplo, de la Residencia de Estudiantes, y creo que deben existir lugares de encuentro cultural, académico y de formación y aprendizaje. El encuentro la convivencia, conocer a las personas y formarte junto a ellas lleva a otro tipo de formación y aprendizaje más colectivo. Y más aún hoy en día son necesarios esos encuentros, ese conocernos y ese aprender unos de otros.
JGF: El nuevo trabajo que estáis presentando, así como el disco anterior y el conjunto de tu obra, creo que se encuadra dentro de lo que podemos llamar la nueva generación del flamenco jazz. Esto se puede percibir porque, como señalas, para vosotros el flamenco jazz ya estaba formado como estilo, como lenguaje, cuando vosotros comenzasteis a estudiar. Pero en vuestro trabajo también se perciben otras fusiones nuevas, nuevas vanguardias como el rock psicodélico, o las músicas mediterráneas. Como vives tu está fusión ¿el flamenco jazz sigue siendo una música mestiza? ¿Una fusión? ¿O se está consolidando como un estilo con su propio canon?
SdL: Yo lo vivo con libertad. Y ese es el legado que hemos recogido de Enrique Morente. Nuestro nuevo trabajo comienza con una frase de Enrique Morente, de hecho, en su ultima entrevista, en la televisión local de Granada, que dice “yo canto flamenco, pero en realidad, soy un rockero”. Somos una generación que venimos del flamenco, nuestro lenguaje es el flamenco, nuestro acento es el flamenco y desde ahí transitamos por aquellos senderos que nos hacen sentir libres. Recuerdo una entrevista que me preguntaron ¿qué es el flamenco para ti? Y yo siempre digo que el flamenco es mi acento, es mi forma de hablar y de expresarme. Claro, pero nos gusta la música y escuchamos la que hoy es contemporánea. Ademas de los clásicos como Chano Dominguez, Jorge Pardo, Paco de Lucía. Pero claro a esos clásicos los ponemos a dialogar con toda la música que escuchamos y que nos emociona. Esa es para mi, la libertad del músico contemporáneo.
JGF: ¿Qué piensas tu de esta segunda generación del flamenco jazz? No hay demasiadas bandas jóvenes de flamenco jazz ¿Qué crees que os diferencia de aquella primera generación?
SdL: Lo que creo que nos va diferenciar es que hay un punto de partida nuevo, diferente. Nuestro punto de partida es doble, es el flamenco y a la vez, la búsqueda del otro. Nuestro punto de partida ya asume una búsqueda constante, que es algo a lo que esa primera generación llegó y que nos ha legado para que nosotros partamos desde ahí. Por ejemplo, para nosotros los cantes de ida y vuelta los ponemos en cuestión, ¿ida y vuelta solo? Quizás sean solo de ida, o solo de vuelta, o quizás esa ida y vuelta sea siempre una constante. Cuando yo compongo la música, parto del flamenco y parto siempre de un palo. Por ejemplo, el garrotín que es un palo de ida y vuelta, o de vuelta, es un palo de 4/4 y o lo hago 5/8. El 5/8 no es un compás regular, y además no es un compás que esté en el repertorio del flamenco. Pero me suena natural, y si me suena natural, me hace sentir libre. Para mi eso es lo fundamental, que cuando innoves, suene natural, suene familiar, que no suene artificioso. Para mi esa es la principal diferencia. La primera generación tuvo que partir de un flamenco que se consideraba mucho más puro y llegaron a esa búsqueda que permitió al flamenco dialogar con muchas otras músicas del mundo. Además la primera generación, en general, salvo Paco de Lucía, el reto venía del jazz. Chano Dominguez, Jorge Pardo, Carles Benavent. En nuestro caso no venimos del jazz, sino que quizás vamos hacia el jazz. Otra diferencia es que esta primera generación tuvo la suerte, de coincidir con Paco de Lucía y con Camarón. Convivieron con la luz, con unas referencias muy sagradas y muy superiores al resto. Paco hacíaa flamenco, pero era tan inteligente que mimetizaba, que absorbía, y lo expresaba de nuevo de forma diferente.
JGF: Ser de luz es vuestro nuevo trabajo, grabado durante 2019 y con el que, estáis en plena gira. Hace unas semanas estabais en Orjiva, en la Alpujarra de Granda, ahora acabáis de llegar de Berlín. Cuéntanos cómo está siendo la gira, el compartir el disco con la gente. Además hay algo curioso, vosotros hacéis las giras, y una vez que habéis compartido el disco, lo grabáis. Osea primero lo creáis, lo compartís y luego lo grabáis, de alguna forma, se puede decir que el camino, el tránsito, está también presente una vez que llegas al estudio....
SdL: El curioso, por que la música es ciencia, y la ciencia siempre se debe refutar. La hipótesis siempre debe ser contrastada, y revisada. Pero tal y como está estructurada la industria. Tu grabas el disco y luego lo compartes, en vez de compartirlo, someterlo a crítica, y luego grabarlo. Siempre me lo planteaba, y me resultaba muy extraño. Grabas el disco, luego lo pruebas y cuando llevas 30 conciertos, el disco ha cambiado completamente, y te apetece volver a grabarlo de nuevo, pues ya lo has probado. Por eso le dí la vuelta al proceso de creación. No quería un disco que después de grabarlo me quedara un sabor de boca de querer volver a grabarlo. La experiencia del disco está siendo muy gratificante. Hemos echo 35 o 40 concierto. Los conciertos los grabamos, y lo vamos escuchando constantemente, reaccionando a como el público lo recibe. También reaccionando a como nosotros lo vivíamos en el escenario. Se puede decir que el público está presente en la grabación del disco. Después de 40 conciertos grabados. Juanfe Sánchez, el bajista lo ha montado como disco. El directo que tenemos ahora mismo que estamos compartiendo también incorpora temas nuevos que están siendo preparado para disco. El disco Ser de Luz, estaba grabado desde febrero de 2020, con mi propia inversión económica personal, pero lo paralizamos todo. La gente no estaba preparada para recibir nada. Ni para escuchar. La situación era insostenible y había que esperar. Entonces lo sacamos en mayo de 2021, pero todos los eventos de verano ya estaban cerrados, así que lo vamos a estar compartiendo todo el otoño, el invierno y el verano que viene.
JGF: En varias entrevistas y en tu propia música se percibe muy presente la figura de Enrique Morente y su legado. Podríamos decir que el legado de Morente es muy reivindicado actualmente, pero a pensar de ese reconocimiento pocos artistas se han atrevido a retomar su actitud experimental en el flamenco y su radicalidad. El puerto de destino al que el llegó no ha sido el puerto de salida de demasiados músicos, ¿cómo vives tu ese puerto de salida que supongo recoger el legado de Enrique Morente?
SdL: Bueno, yo admiro por encima de todas las cosas a Enrique Morente como intelectual, como creador, como compositor. Enrique entendía el flamenco como voz de la cultura, defendía un flamenco que estuviera siempre al lado de la cultura. En la obra de Morente se puede ver el papel que tiene el mundo literario y el mundo de la cultura. Incorporar la poesía de San Juan de la Cruz, Federico García Lorca o Miguel Hernández, o el arte de Pablo Picasso. Enrique fue un vanguardista a la hora de fusionar el flamenco con el resto de las expresiones artísticas y culturales. Para mi Enrique fue un iluminado. Igual que Paco de Lucía fue un iluminado respecto a la guitarra, y a la proyecto de la guitarra a nivel mundial, para mi Enrique supo poner el cante y su dimensión artística y literaria en una nueva dimensión cultural. Eso es lo que yo más admiro de Enrique, su capacidad de proyectar el futuro del cante, como decía Faustino Nuñez. Yo tengo la espinita de no haber conocido a Enrique, no tuve la oportunidad. Yo seguía a Enrique mucho, desde Cordoba donde yo estudiaba con Faustino Nuñez, el me hablaba mucho de él y yo lo escuchaba y lo seguía. Su muerte me pilló viviendo en Sevilla y para mi fue un palo muy gordo, comprender que no iba a conocer a una persona que me impactaba muchísimo y cuya obra me guiaba profundamente.
JGF: ¿Cómo vives tu la fusión del flamenco en la actualidad? ¿Hacia dónde crees que van las tendencias de mestizaje, de fusión y de encuentro del flamenco con otras músicas del mundo?
SdL: Bueno yo una vez escuché aun músico de rock decir que el flamenco era como un gigante feroz que lo devoraba todo. Claro que lo devora todo, tiene mucha memoria, tiene la memoria de las cosas antiguas. El flamenco actual es muy contemporáneo, como música, como genero. Yo entiendo que a partir de 1850, aunque viniera de otras músicas, que eran diferentes. El flamenco nace como estilo musical, como espectáculo, como genero, pero claro ¿de donde viene eso? ¿de donde se alimenta? Al final, la formación musical que tienen los flamencos es demasiado amplia y bestial. En compas, en ritmo, en tema modal y tonal. Andalucía está situada entre Oriente y Occidente, entre el Norte y el Sur, puerto a América, besando a África. El flamenco, bebe del desarrollo de unas melodías super desarrolladas de las músicas orientales, también bebe del desarrollo de las armonías en las músicas occidentales, en la llamada música clásica. El flamenco aúna las melodías de las músicas orientales y las armonías de la música clásica occidental. En cuestiones de ritmo, tiene el 2/4 de Latinoamericano, el 6/8 de África y el 3/4 de Europa, como por el ejemplo el Vals. Y cuando juntas esos tres compases, tienes, el tanguillo de Cádiz. ¿Cómo no va a ser un gigante? Claro que el flamenco se alimentado de todo las culturas musicales del mundo, por el punto estratégico que ocupa Andalucía en el mapa del mundo.
JGF: Hacia donde crees que van las fusiones del flamenco, si antes el canon era un flamenco muy encorsetado, que trataba de enunciarse como puro y ahora el flamenco jazz comienza a ser un nuevo estilo ya consolidado, con su propio canon y su propios referentes, hacia donde crees tu que se dirigen las nuevas fusiones y desde donde nacerán las nuevas vanguardias...
SdL: Yo considero que la tradición y la vanguardia son palabras que no se entienden la una sin la otra. Una tradición se afirma tras una vanguardia, y una vanguardia siempre nace de una tradición, a la que trata de superar y sobrevivir. Ser contemporáneo, significa seguir vivo. Está claro que la tradición hay que conocerla, estudiar para partir de ahí. En el flamenco la base es el cante, el cante siempre es el centro de todo. El cante se baila, el cante se acompaña, el cante es el centro. A partir de ahí siempre se acompaña de nuevas formas. A mi ahora mismo me interesan por ejemplo por ejemplo Ibrahim Maalouf que es francés de origen libanes o Tigran Hamasyan que es armenio, son músicos de jazz contemporáneo pero que expresan su música desde su propia cultura, fusionando sus culturas ancestrales con el jazz contemporáneo. A mi me interesan estos artistas para ver como se enfrentan al jazz. El jazz finalmente es otro gigante que lo devora todo, que ha desarrollado la vorágine de la improvisación. Yo no soy jazzero, pero me acerco al jazz, como hace otra gente improvisando tanto en el estilo, como en el escenario. Improvisar también es una actitud ante los lenguajes, atreverse a improvisar para expresar nuevas ideas, nuevos mundos. Atreverse a llegar a nuevos públicos, a nueva gente. El jazz es una música elitista, y el flamenco es una música popular, por eso vivir de forma improvisada en el flamenco jazz genera de nuevo, un lenguaje con el que comunicarte con la gente.
JGF: Por último, como ves el escenario de las nuevas propuestas que se están dando. Vivimos un boom de nuevos lenguajes que nacen de lo andaluz o de lo flamenco en un sentido amplio. Por ejemplo con fenómenos como Rosalía, otras propuestas más jondas como Israel Fernández o Rancapino Chico y propuestas más vanguardistas como Rosario La Tremendita, el Niño de Elche, y otras propuestas como Califato ¾ o Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. ¿Cómo ves el escenario cultural andaluz y la industrial musical?
SdL: Bueno yo creo que quien ha dado en la clave ha sido Rosalía, ha tenido que venir desde Barcelona, y ha sabido dar en la tecla. expresar lo que la gente necesitaba escuchar y ha captado al gran público, a la industria, a los medios y a creado un nuevo lenguaje. Yo con Rosalía desde el primer momento quise ser prudente. Pero en una ocasión la vi en un video en Chile, con un estadio lleno saltando y gritando mientras Rosalía cantaba fandangos de Huelva, y dije, aquí hay algo de verdad. Aquí hay algo. Me quito el sombrero por que nos está abriendo el camino a todos, está movilizando al público y a la industria. Rosalía ha estudiado, ha sido alumna de Faustino Nuñez, como yo. Conoce la tradición y la ha estudiado. A ti te puede gustar más o menos como canta Rosalía, pero Rosalía está enunciádose desde un fandango o desde una soleá. Rosalía no hace un flamenco tradicional, pero está ampliando el lenguaje del flamenco, y eso nos permite a los demás enunciarnos de nuevo.
Respecto al resto de propuestas que comentas,tengo que decir que tanto a Califato ¾ como a Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, no los conozco tanto. Es cierto que representan una escena que no es flamenco, ni es una música demasiado elaborada, que no tiene una tradición artística o cultural detrás, pero es cierto que están sabiendo convocar al gran público. Por ejemplo El Niño de Elche si que me parece uno de los grandes virtuosos de nuestro tiempo, un conocedor profundo de la tradición que se atreve a tener una actitud experimental. Pienso algo parecido de Rosario la Tremendita. Una virtuosa y una vanguardista que respeta y conoce la tradición. Israel Fernandez y Rancapino Chico hace un flamenco tradicional que respetan y que expresan de una forma muy jonda, y eso yo lo respeto. Reinventar lo jondo y la tradición, también es una forma de vanguardia.
Lo que creo que es que lo que si ha cambiado es la forma de vivir y disfrutar el flamenco por parte de la gente, del público. La gente ya no quiere ver flamenco sentados en su silla, la gente quiere vivir el flamenco dando saltos y gritando. El flamenco por ejemplo necesita más festivales y menos certámenes. Hacen falta festivales de flamenco, que lleven el flamenco a la gente joven, y que lleven la gente joven al flamenco. Esas nuevas formas de sentir, de disfrutarlo y de vivirlo tienen que llegar al flamenco. Tanto los artistas que sepan llegar a la gente joven como los festivales y la industria que sepan crear esos espacios de encuentro son los que van a construir el futuro.
JGF: Muchas gracias por todo Sergio, esperamos que Ser de Luz siga siendo faro, y que puedas seguir desarrollando tu trabajo, desde esa ida y vuelta de la tradición y la vanguardia.
SdL: Gracias a ti Javier