Pensiones
La convocatoria de huelga general divide al movimiento de pensionistas de Euskal Herria
Representantes del movimiento de pensionistas han mostrado hoy su total desacuerdo con la convocatoria de huelga realizada esta semana por parte de “una corriente del movimiento de pensionistas que habló en nombre de todos” y que están respaldados por los dos grandes sindicatos ELA y LAB.

¿Movimiento social o aparato político? La pregunta estaba hoy en el aire en la sede de Bolunta de Bilbao, donde esta mañana representantes del movimiento de pensionistas de Euskal Herria han ofrecido una rueda de prensa para mostrar su total desacuerdo con la convocatoria de huelga general realizada esta semana por parte de “una corriente del movimiento de pensionistas que habló en nombre de todos”.
La facción de hoy ha querido destacar la “pluralidad y diversidad” del movimiento y ha criticado velada, pero duramente, “a los tres pensionistas” que participaron en la rueda de prensa del pasado martes. Los portavoces no han querido entrar a valorar la estrategia adoptada por sus compañeros, ni si pretenden instrumentalizar el movimiento social a través de los sindicatos. Pero las preguntas estaban ahí y el runrún de esta división interna llevaba meses en la ciudad.
El proceso de acuerdos que venían sucediéndose desde hace dos años en las asambleas de pensionistas empezó a llenarse de discrepancias cuando una parte propuso que el siguiente paso a dar era una huelga general, enmarcada en la reivindicación de la Carta de Derechos Sociales y confirmada para el jueves 30 de enero de 2020. Los pensionistas de hoy tampoco han querido cuantificar a las dos corrientes, ni ponerles nombre, pero parece evidente que una tiene nombre abertzale y la otra es más heterogénea, incluyendo diversas ideologías, también la abertzale. Aparato político o movimiento social.
Y aunque no han querido hablar de más, han destacado un punto que da muchas pistas a la hora de valorar quién ha dado un golpe sobre la mesa: “Teníamos acuerdos y consensos, pero en un movimiento diverso no puede haber sistemas de votación. Este es un movimiento social y hay que llegar a acuerdos aunque haya gente que se sienta tentada de hegemonizarlo”, ha indicado Jon Gorrotxategi.
Gorrotxategi ha reconocido que, “hoy por hoy, no hay división en el movimiento, pero se ha resentido”. Su compañera de militancia, Marian Esnaola, ha indicado que en las asambleas “seguiremos trabajando juntas”. Insisten en que “buscamos una actuación unitaria desde la autonomía”.
Esta corriente considera que los pasos a dar ahora son buscar alianzas en el Parlamento vasco y en el navarro para que les faciliten llevar sus peticiones al Congreso de los Diputados. Por su parte, la otra facción entiende la huelga general, convocada principalmente por los sindicatos ELA y LAB y siguiendo el ejemplo del movimiento feminista en los últimos dos 8 de marzo, como un salto cualitativo en la forma de movilizarse. Todos reivindican un sistema de pensiones públicas dignas, que sitúan en un mínimo de 1.080 euros.
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