Petróleo
La Audiencia Nacional obliga al Ministerio de Medio Ambiente a abrir un proceso sancionador contra Petronor
La plataforma ecologista Meatzaldea Bizirik gana un recurso que abre el camino a la desmantelación de la planta de coque de la refinería de Muskiz (Bizkaia).

El capo más importante de la mafia italiana, Al Capone, cayó por una multa de tráfico; la refinería de petróleo más grande del Estado, Petronor, situada en la playa de Muskiz (Bizkaia), ha caído por un silencio administrativo del Ministerio de Medio Ambiente. Desde la apertura de la planta de coque en 2008, la asociación Meatzaldea Bizirik ha luchado contra su construcción y funcionamiento. Requirió a Medio Ambiente que abriera un expediente sancionador a Petronor por carecer del permiso de Costas para construir la planta de refinamiento de petróleo de baja calidad. Sin embargo, el Ministerio no respondió. Y ahora es la Audiencia Nacional la que exige a Medio Ambiente que abra ese proceso sancionador.
La ley establece que solo hay una sanción posible para una construcción en suelo público sin permiso de Costas: “La demolición y una multa del 50% de la inversión”, indica la abogada de la plataforma ecologista, Cristina Álvarez. Aunque la demolición de la planta de coque de Petronor parezca de momento una quimera, la letrada recuerda que este mes arrancan las tareas de demolición de la refinería de Cepsa en Santa Cruz de Tenerife.
Las activistas de la plataforma se han mostrado pletóricas hoy en la rueda de prensa en la que han repartido fotocopias de la sentencia a todas las periodistas. Asimismo, ante las expectativas de futuros recursos judiciales y un proceso legal disipado en el tiempo, la abogada ha explicado que Petronor puede “interponer un recurso al Tribunal Supremo, así ganará tiempo, unos tres o cuatro años, si el Supremo lo admite, pero el camino ya está encauzado”. Álvarez lleva una década pleiteando contra Petronor. Concretamente, contra Javier Balza, el ex consejero de Interior del Gobierno vasco que ahora ejerce de abogado de la defensa. Petronor ha sido durante la última década un emblema de las administraciones del PNV, no en vano el 11% en del presupuesto de 2018 de la Diputación Foral de Bizkaia proviene de los impuestos directos que genera Petronor –831 millones de euros en concepto de IVA, IRPF y otras cargas impositivas–.
Petronor ha sabido utilizar esa fuerza comunicativa que te otorga pagar 831 millones en impuestos –a la par que Iberdrola y algo menos que el BBVA– para fomentar a lo largo de los años una imagen de contribución social al que le siguen otros dos puntos no menos importantes en el imaginario social vizcaíno: muchos hombres quieren trabajar en Petronor porque ofrece unas condiciones laborales excelentes y, durante siete años, Petronor patrocinó al Athletic Club. Era difícil que la plataforma ecologista encontrara aliados en su lucha. Con lo que ha topado ha sido con críticas y desplantes por parte de las administraciones vascas, y con poco seguimiento social. Al fin y al cabo, es más difícil anclar un discurso donde el foco son los cuidados, el medio ambiente, la calidad de vida y la salud de los vecinos de Muskiz, que las bondades que aportan los cientos de millones ingresados en las arcas públicas, los puestos de trabajo maravillosos que crea –si exceptuamos los riesgos laborales asociados por la quema de petróleo de baja calidad– y mimar al mejor equipo de fútbol del mundo.
Aunque quedan cuatro días para que se agote el plazo para que Petronor interponga un recurso ante el Tribunal Supremo, la plataforma ecologista quiere celebrar su victoria el próximo domingo 5 de mayo en Muskiz con todos los vecinos, porque saben que la batalla más importante ya la han ganado: “Estamos encantados”, resumió Sara Ibáñez.
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