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Política
El PSOE obtiene por sorpresa la presidencia de la Asamblea de Extremadura
Finalmente no se llegó a un acuerdo entre PP y Vox, todavía inmersos en el proceso de negociaciones que les podría permitir formar gobierno, y la Presidencia de la Asamblea de Extremadura ha recaído en Blanca Martín, quien ya detentó el cargo durante la pasada legislatura. Como vicepresidentes han quedado Lara Garlito (PSOE, vicepresidenta primera) y Manuel Naharro (PP, vicepresidente segundo). El resto de la mesa está compuesto por Elena Nevado (PP) como secretaria primera; Estrella Gordillo (PSOE) como secretaria segunda y José Antonio González Frutos, secretario tercero (Unidas por Extremadura)
Blanca Martín ha recogido los votos de su partido y los de Unidas por Extremadura, que finalmente ha colocado en la mesa a uno de sus electos (José Antonio González Frutos) con el apoyo del PSOE.
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Vox y PP, por contra, han votado a sus respectivos candidatos (Ángel Pelayo Gordillo y Abel Martín, respectivamente).
Las dos formaciones derechistas habían llegado a la sesión constituyente de la Asamblea de Extremadura sin acuerdo de gobierno y, finalmente, se ha consumado su desencuentro, que puede llevar incluso a la repetición de elecciones. María Guardiola, presidenta del PP de Extremadura, ha comparecido para explicar que no hay acuerdo con la extrema derecha y que “no puede dejar entrar en el gobierno a aquellos que niegan la violencia machista”.
El vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ya había señalado previamente en una comparecencia ante los medios que “Vox en la mesa negociadora ha renunciado incluso a tener un vicepresidente del gobierno, pero no podemos renunciar a que Vox tenga miembros en el gobierno que garanticen y aseguren el cumplimiento de cualquier acuerdo de gobierno para Extremadura”.
A la vista de la situación de ingobernabilidad que ofrecen los números y la correlación de fuerzas en el parlamento autonómico, cada vez va cobrando más intensidad la hipótesis de una repetición de elecciones autonómicas
El lunes fue entregada por parte del PP una propuesta de acuerdo de gobernabilidad que incluía 15 puntos. En el mismo bloque se incluían otros cinco epígrafes, siendo el más relevante entre estos la oferta de votar al candidato de Vox para la Presidencia del Parlamento regional, pero a esta fecha María Guardiola, líder del PP regional, mantiene su intención de no integrar a ningún miembro de Vox en el gobierno que podría constituirse sumando los votos de ambas organizaciones —33 escaños frente a los 32 de PSOE (28) y Unidas por Extremadura (4)—.
El papel de la Presidencia de la Asamblea de Extremadura es fundamental a la hora del desarrollo legislativo, pudiendo admitir a trámite o no determinadas iniciativas y condicionando, por tanto, prácticamente todo el trabajo a realizar en sede parlamentaria. La Mesa de la Asamblea es, de hecho, “el órgano de gobierno interior del Parlamento extremeño, ostenta su representación colegiada y ejerce cuantas funciones le atribuye el presente Reglamento”.
Que el PSOE siga manteniendo un puesto tan relevante es el primer resultado de un desencuentro PP-Vox que se lleva visualizando desde el mismo momento en que arrancó la campaña electoral y que se ha intensificado durante las últimas jornadas. María Guardiola ha llegado a afirmar tras la sesión de hoy, en lo que se entiende la escenificación de su ruptura con Vox, que a estos “no les importa nada Extremadura” y que por su parte “no ha encontrado más que zancadillas”.
Irene de Miguel: “todo esto obedece a una estrategia a nivel nacional, fundamentalmente de la extrema derecha, a la que Extremadura no le importa absolutamente nada y hoy lo han demostrado”
Por su parte, Irene de Miguel de UpE (Unidas por Extremadura), ha señalado a El Salto que “aquí, hoy, lo que hemos visto en la Asamblea de Extremadura es que Vox y PP no son capaces de ponerse de acuerdo para algo tan fundamental como la conformación de la mesa de la Asamblea. Y tiene mucho que ver en que todo esto obedece a una estrategia a nivel nacional, fundamentalmente de la extrema derecha, a la que Extremadura no le importa absolutamente nada y hoy lo han demostrado. Abascal quería lanzarle un órdago a Feijóo y han utilizado a Extremadura como rehén; y los diputados de Vox son unos meros títeres de sus líderes a nivel estatal [...] Creemos que si hubiera habido números para conformar un gobierno de coalición progresista, no solo hoy se habría conformado una Mesa sino que también tendríamos ya un acuerdo de gobierno y eso sería positivo para Extremadura, que lo que necesita son políticas útiles y mirar hacia adelante”.
A la vista de la situación de ingobernabilidad que ofrecen los números y la correlación de fuerzas en el parlamento autonómico, cada vez va cobrando más intensidad la hipótesis de una repetición de elecciones autonómicas.