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Con su fotolibro Y tú, ¿por qué eres negro?, Rubén H. Bermúdez se ha convertido en un referente para la comunidad afrodescendiente española contando a través de su historia la de muchos otros. Sincero y empático, se nota en él una incomodidad propia del artista, que desvela sus trucos sin que por ello dejen de parecer fantásticos e hipnotizantes.
Nos sentamos a conversar con él sobre fotografía, negritud, referentes y experiencias comunes de las personas afro en Occidente.
¿Por qué eres fotógrafo, qué te llevó a escoger esa profesión?
Hay algo en la imagen que siempre me ha interesado. De pequeño me flipaban las cámaras y los videoclubs. Mis primeros trabajos fueron como mozo de almacén y en fábricas, después me empezaron a salir encargos como diseñador gráfico y con el tiempo acabé en una multinacional donde el ambiente era horrible, así que me apunté en una escuela de fotografía como vía de escape. Me dieron una beca e hice un master. Cuando lo acabé dejé el trabajo e intenté ser fotógrafo. Supongo que me dejé llevar y que tiene que ver con la libertad de horarios y la ausencia de autoridad.
Fotografía
Nuevas miradas para combatir la hegemonía
Dices que la fotografía es una herramienta con la que te relacionas con el mundo y que te permite hacer cosas que no te atreverías a hacer de otro modo, ¿cómo es esa idea?
Quizá sea una frase hecha pero sí creo que la cámara me permite acceder a personas, a lugares, o a situaciones que de otra forma me serían imposibles. Por ejemplo, recuerdo que una vez le dije a Antonio Banderas que se quitara la chaqueta y me hizo caso.
También pienso que cuando estoy en modo fotógrafo soy menos cobarde de lo habitual. Me permite ser una versión de mí mismo que me gusta. Me atrevo a hablar en público, por ejemplo.
¿Qué es la post-fotografía y qué puede aportar al mundo de la fotografía?
Quizá sería mejor que a esa pregunta te respondiera Fontcuberta. Él dice que la fotografía ha perdido sus valores fundamentales de verdad, memoria y archivo. Dice que lo que hacemos ahora, afectados por la tecnología e internet, es otra cosa y lo llama ‘post-fotografía’. En su libro La Furia de las Imágenes nos anima a gestionar con sensatez e inteligencia el poder de la imagen. También podemos consultar la idea de ‘Imagen Pobre’ de Hito Steryl.
Para mi proyecto usé las fotografías públicas y las privadas al mismo nivel. Metí todo el material, el producido por mí y el encontrado, en una sola carpeta y lo puse al servicio de mi historia. Partí de la idea de querer hacer un libro como el The Disappeared de Verónica Fieiras.
¿Por qué copiar no es robar? ¿Qué puede aportar la copia a un proyecto?
Bueno, yo he aprendido a hablar o a escribir copiando, incluso a fotografiar. Creo que copiar es una de las bases de la cultura y que es inherente a los humanos. También creo que todo es, inevitablemente, referencial.
Me gusta la idea de que los proyectos de creación son un espacio de resistencia en los que nos podemos permitir ciertos gestos, por ejemplo desafiar las leyes de copyright
Me gusta la idea de que los proyectos de creación son un espacio de resistencia en los que, por mucho que el sistema económico hegemónico sea el que es, nos podemos permitir ciertos gestos, por ejemplo desafiar las leyes de copyright. No es nada nuevo, el uso de samples en la música es un buen ejemplo. Yo digo que si la música o el cine pueden, la foto también puede.
¿En qué otros artistas te has fijado, quiénes te han inspirado?
Más allá de Verónica Fieiras, me influye mucho el trabajo de gente que trabaja con fotografía como Daniela Ortiz, Agnes Essonti, Olmo Gonzalez, Grada Kilomba o Nakeya Brown. Pero también gentes del cine, del teatro, de la literatura o de la televisión. Podría estar un buen rato diciendo nombres, pero si tengo que añadir unos pocos diría Silvia Albert Sopale con su obra No es país para negras, Ta-Nehisi Coates con su libro Entre el mundo y yo, o Cheryl Dunye con su película The Watermelon Woman. Últimamente miro bastante a Amelia Umuhire y su webserie Polyglot, a Navaja y su proyecto Negras Malas o a las cosas que hace Arthur Jafa.
En La hipótesis populistadices que la fotografía es un elemento importante en la construcción del racismo, ¿por qué?
La hipótesis populista es el nombre de una charla, en clave de humor, que di en la feria del fotolibro ‘Fiebre’. Intenté animar a mis compañeras y compañeros a hacer libros de fotografía interesantes y baratos. Les pedí hacer libros pensando en la gente y no en el canon de los coleccionistas. No sé si alguien me hará caso.
Hablar de la relación entre fotografía y racismo nos podría llevar horas. Es un tema complejo. Esa frase que me recuerdas es una expresión de Inés Plasencia, investigadora. Ella nos dice que los medios de producción y difusión de imágenes siempre han estado en manos de esos lugares del poder que provienen de Europa, siendo “los otros” representados de una manera determinada de forma sistemática.
Llegué a la conclusión de que no podía generar nuevas imágenes sin caer en diferentes trampas, así que decidí resignificar imágenes ya existentes
Puedo recomendar la lectura de Fotografía, Antropología y colonialismo (1845-2006). Puedo recomendar leer sobre la propia política de la cámara fotográfica, sobre ‘balance de blancos’ o sobre las Shirley Cards. Os animo a preguntaros qué legados nos han dejado estas prácticas y cómo nos afecta a la hora de producir y de leer imágenes.
Yo llegué a la conclusión de que no podía generar nuevas imágenes sin caer en diferentes trampas, así que decidí resignificar imágenes ya existentes.
Se nota en ti una cierta inseguridad propia del artista, algo así como el síndrome del fraude, háblame sobre esta percepción.
Al principio lo pasaba fatal. La primera vez que hablé en público no sabía si iba a ser capaz de articular palabra o qué iba a pasar. Hablando con otras gentes he visto que es una cosa que nos pasa a bastantes. En The Watermelon Woman, que la citaba antes, tratan este tema.
No sé, no tengo una solución, supongo que es algo que tenemos que surfear. También me gusta que sea así, creo que está bien dudar. Cuando comienzo las clases suelo decir que soy el profesor sin autoridad, y nos reímos.
¿En qué otros proyectos estás trabajando ahora?
Estoy trabajando en algo a lo que llamo “una película”. Me dieron una beca para artistas visuales y en el dossier puse que pretendo hacer un film que amplifique, tensione y haga más rico el proyecto Y tú, ¿por qué eres negro?. Ahora mismo no sé qué voy a hacer, pero me ronda la idea de diluir, aún más, la autoría.
Moha Gerehou dice hablando de tu libro Y tú, ¿por qué eres negro? que “un relato autobiográfico puede contar la historia personal de muchos”. En tu caso creo que efectivamente lo has conseguido, ¿qué piensas tú?
Yo intenté desprenderme de las idea de “ser representante de las personas negras” o de “hablar en nombre de”. Me aterraba que mi libro se pudiera leer desde esa perspectiva. Mi estrategia fue hablar en primera persona y asociar algunas ideas a mis anécdotas personales. Tenía la esperanza de que hubiera alguien que lo sintiera suyo, pero es una sorpresa que tanta gente me diga que se siente identificada. Me hace sentir muy bien.
Intenté desprenderme de las idea de “ser representante de las personas negras” o de “hablar en nombre de”. Me aterraba que mi libro se pudiera leer desde esa perspectiva
¿Cuándo se empieza a ser negro y por qué? En tu libro dices que la primera vez que te llamaron negro fue de pequeño estando en un mercado.
Sí, así comienza el libro: “La primera vez que alguien me llamó negro estaba en un mercado con mi abuela. Fue otro niño pequeño. Utilizó la palabra “negrito”. Nadie dijo nada; yo tampoco”. Es un poco homenaje al Me gritaron negra de Victoria Santa Cruz o al La experiencia vivida del negro de Fanon.
El extrañamiento, el tabú, quién define quién es blanco o quién es negro. Son las ideas que creo rondan esas primeras páginas.
Creo que tu libro, como ya te dije en su momento, es una herramienta que nos has facilitado a la comunidad africana y afrodescendiente para pensarnos, ¿cuál era tu intención al hacerlo?
No sé cuál era mi intención al hacerlo, creo que es una pregunta que pocos autores pueden responder de las cosas que hacen. Sí que me puse algunas líneas rojas, intenté que nadie se sintiera muy mal al leerlo, ni quería juzgar a nadie. Tampoco quería una cosa domesticada.
Creo que del libro no se desprenden muchas certezas, así que esa definición de “herramienta para pensarnos” me gusta mucho.
¿A quién te diriges con tu libro?
Tenía una cantidad creciente de imágenes y no tenía cómo clasificarlas. Para poder dar con una narrativa, y poder hacer el libro, me hice tres preguntas que fueron decisivas: ¿Qué tipo de autor quiero ser?; ¿Desde dónde hablo?; ¿A quién le hablo?
Hablas en el especial que te dedicó “La aventura del saber” de La 2 de quién te da la legitimidad para hablar de negritud, ¿quién te la da?
No soy mucho de cuestionar legitimidades para poder hablar, supongo que te refieres a cuando cuestiono quién me da la legitimidad como artista o como autor. Para mí era importante que la audiencia no fuera exclusivamente la del mundo del arte contemporáneo, el museo o la institución. No me interesaba que solo ese margen me reconociera. Para mí es muy emocionante ver a gente negra posando con el libro de manera orgullosa.
Racismo
Moha Gerehou: “Vox habla de cerrar las fronteras como si ahora estuviesen abiertas”
Inquieto, inteligente y buen conversador, Moha Gerehou divulga la realidad afrodescendiente y la lucha antirracista en multitud de charlas y conferencias en todo el Estado.
Te he escuchado decir que leyendo Entre el mundo y yo te diste cuenta de que hay experiencias comunes de las personas afro en Occidente, ¿cuáles serían esas experiencias?
No sé si hay unas experiencias comunes, pero sí que al leer ese libro me reconocí en un montón de reflexiones o de relatos que el padre le decía a su hijo. Particularmente de ese libro me fijé en la potencia de convertir una carta privada en un relato público. Encontré mi tono. Me permitió opinar casi con total libertad y además creo que hace que la aproximación de los lectores sea más empática.
¿Eres consciente de que te estás convirtiendo en una referente para la comunidad afrodescendiente? ¿Cómo llevas este hecho?
Hay gente haciendo cosas verdaderamente importantes a las que no se les presta ninguna atención. Pero sí, supongo que si quieres hacer un libro de fotos, o te interesa la imagen, soy un referente. No sé, la primera vez que hablé en público vinieron varias personas negras y decían que estaban allí para verme a mí. Supongo que esto habla de la ausencia de visibilidad y de la necesidad de representación. Es agotador, y absurdo, cuando te nombran otra vez “el primer negro que”.
Antes de sacar el libro me imponía mucho que hubiera gente mirándome, me aterraba en verdad, pero ahora lo llevo mejor.
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Estupenda entrevista además de interesante. Siempre se da visibilidad a personas desconocidas y muy válidas.
Me encanta leer las entrevistas de Elena García. Siempre tienen interés.
Muy buena entrevista. Felicidades al entrevistador y al entrevistado.
Un saludo