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RTVE
Huelga y ‘decretazo’ en la ‘guerra’ de RTVE: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Este viernes 25 de octubre los trabajadores de RTVE estaban llamados a la huelga. Los sindicatos CGT y CNT y numerosos trabajadores afectados por la filtración del examen de las oposiciones del pasado 29 de septiembre convocaban una “huelga contra la corrupción” en el seno del ente que, aparte de subrayar las desavenencias entre fuerzas sindicales —el único detenido por la filtración es un afiliado de UGT—, volvía a sacar a relucir el descontento de una plantilla muy crítica y descontenta con la dirección de la radiotelevisión pública los últimos años.
Pero es que, además, la preparación del paro laboral ha coincidido con un decreto-ley por el cual el Gobierno de coalición reforma las condiciones de elección del Consejo de Administración del ente, otorgándole mayor al peso al Congreso en la elección de los consejeros. Entre los cambios más polémicos se encuentra el carácter ‘presidencialista’ de la reforma, que parece diseñado para evitar la permanente interinidad de los últimos años, con los relevos entre José Manuel Pérez Tornero, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa. También que los consejeros pasen a recibir un salario fijo del que carecían hasta ahora, a pesar de perder poderes y responsabilidad.
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Lío en el ente público No es Broncano, es la externalización: trabajadores de RTVE se oponen a la producción de fuera en La 1
Para sindicatos, plataformas como RTVE Sin Personal y Sin Producción Propia Interna e incluso alguno de los miembros salientes del actual Consejo de Administración, ambos acontecimientos —oposición filtrada y ‘decretazo’— no son paralelos o aislados, sino parte de una misma dinámica y modelo de gestión en el ente público, que para algunos de ellos se mantiene entre los diferentes gobiernos de PP y PSOE, y ahora PSOE con Sumar, desde hace casi dos décadas.
Oposiciones bajo sospecha
El proceso de oposiciones en la categoría de información y contenidos en RTVE ha estado en duda desde el principio. Mucho antes del 29 de septiembre, con el anuncio por la ventana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid tras seis horas de incertidumbre, el proceso fue suspendido en 2023 por la Audiencia Nacional por no respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad (al dar, se suponía, excesivo peso a la experiencia dentro de la propia RTVE y no contabilizar la de medios internacionales, por ejemplo).
De la filtración del examen, de momento, existe un solo detenido, que se produjo el 23 de octubre. Un afiliado a UGT que no formó parte del tribunal de las oposiciones, acusado de un delito de revelación de secretos y que se negó a prestar declaración, quedando en libertad. La dirección de RTVE anunció que cambiaría el sistema del tribunal y también publicó las preguntas filtradas del examen como exigían los afectados. Todo esto después de que se adelantasen en los medios y de una reunión del Consejo de Informativos con la actual presidenta del Consejo de Administración, Concepción Cascajosa.
Pablo Oro, portavoz de CGT —sindicato que no ha formado parte de los tribunales y que convocó la huelga de forma instrumental para los trabajadores afectados—, explica a El Salto que “no es solo la filtración, es una forma de trabajar opaca que está en todo RTVE. Por ejemplo, si siguen adelante de forma limpia, con las actuales bases los candidatos que aprueben no van a poder elegir destino por orden de nota. Los van a poner a dedo. Esto ocurre porque seguimos sin tener una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) pública y transparente que diga qué trabajadores hacen falta, dónde y para qué”.
El de la RPT es un viejo conflicto de CGT contra la dirección del ente en el que el Tribunal Supremo, en 2021, dio la razón a la segunda, argumentando que la existencia o no de la misma deberá depender del convenio colectivo, como en otras empresas públicas (es el caso de Correos o el Canal de Isabel II en Madrid). En un documento de este tipo se definen las atribuciones, salario u horarios de cada puesto de trabajo dentro de una empresa, de forma vinculante.
“Tenemos sospechas de que estas filtraciones han ocurrido, no te voy a decir en todas, pero sí en muchas otras oposiciones”, dice Pablo Oro, portavoz de CGT
Oro añade que “tenemos sospechas de que estas filtraciones han ocurrido, no te voy a decir en todas, pero sí en muchas otras oposiciones”. E insiste en que “el papel de los sindicatos en estos procesos tiene que ser como el de un interventor en unas elecciones, verificar que se cumplen las normas, pero no formar parte de los tribunales”, señalando de nuevo a UGT.
Desde CNT-RTVE, que, como CGT, se ha negado a formar parte de este sistema, consideran que “la filtración ha sido la gota que ha colmado el vaso”. “Los sindicatos que participan —aseguran— lo hacen con preguntas, evaluando a los compañeros y claro, ahí se puede colar amiguismo, favores a afiliados, etcétera..”. Exigen “un proceso transparente y seguro, no que en esta convocatoria haya habido personas que se ha baremado de tres formas diferentes en cada momento”.
Hoy paramos contra la corrupción en RTVE ✊✊ #25OHuelgaRTVE #OposicionesRTVE pic.twitter.com/PJ2KzgoFpg
— CNT RTVE (@CNT_RTVE) October 25, 2024
¿Y los opositores que no son interinos ni tienen relación actualmente con RTVE pero aspiran a una plaza? “Es una huelga de una empresa a la que no pertenezco, que me parece bien que hagan pero que no sé cómo me afecta”, explica Pablo, actualmente periodista autónomo y que vive fuera de España, por lo que la suspensión de septiembre le obligó a prolongar su estancia fuera de su residencia habitual un mes más. “Ojalá esta dinámica de huelga existiese en otros sitios en los que he trabajado —añade—, pero me da la impresión de que es una cuestión interna y que a los de fuera que aspiramos a entrar o nos perjudica o nos excluye. Entiendo que la investigación policial y sus consecuencias legales van a ser lo decisivo. En cualquier caso, yo me vuelvo a presentar”.
Un Consejo “presidencialista”
El 22 de octubre, el ministro de Transformación Digital, Óscar López (PSOE), presentaba el decreto-ley para modificar las mayorías por las que se elige y renueva el Consejo de Administración de RTVE. Actualmente, de los diez previstos solo quedaban nueve en ejercicio, elegidos en la anterior legislatura y algunos de ellos con el mandato caducado. Ahora pasarán a ser 15, 11 elegidos por el Congreso por mayoría absoluta, no cualificada, y cuatro por el Senado. Esto implica un reparto por los partidos aún más explícito que hasta ahora, y dedicación exclusiva que se traducirá en un sueldo que hasta el momento estos cargos nunca han tenido. Así, lo previsible es que el PSOE controle cuatro o cinco asientos, Sumar reciba dos, y Podemos, PNV, ERC y Junts uno cada uno —Bildu ya ha dicho que renuncia al que le correspondería—, más cuatro del PP vía Senado.
La nueva normativa otorgará más poderes al presidente del Consejo, que podrá aprobar nombramientos y contrataciones hasta ahora bloqueados, de manera que al PSOE le bastaría, hipotéticamente, con sus votos más dos de sus aliados de legislatura para nombrarlo y, a partir de ahí, dar ‘estabilidad’ a la dirección. “No había bloqueo, lo que pasaba es que Moncloa iba a perder el control del Consejo de Administración de RTVE”, explica José Manuel Martín Medem a El Salto. Actual consejero interino, a propuesta de Podemos-IU en su día, y que saltó a la actualidad estos meses tras votar en contra de varias propuestas de Cascajosa o bloquear en su día el ‘fichaje’ de David Broncano por TVE. “Cascajosa estuvo bloqueando reuniones del consejo porque sabía que una mayoría del consejo, cinco votos de nueve, habíamos decidido destituirla e iniciar una presidenta rotatoria, como se acordó en abril antes de su nombramiento”, asegura Martín Medem, uno de los pocos consejeros actuales con amplia experiencia como trabajador del ente. “Esa rotación se habría iniciado por orden de edad, empezando por Ramón Colom, que aunque lo eligió el PSOE vota por libre, y luego por mí. Y eso el Gobierno ha querido evitarlo a toda costa”.
Tanto el propio Martín Medem como otras fuentes consultadas apuntan a que el motivo son las dos vacantes que siguen existiendo en la alta dirección de RTVE: la Secretaría General y la Dirección de Contenidos Generales. La actual crisis del Consejo comenzó, de hecho, con la destitución en marzo por parte de Elena Sánchez de José Pablo López, que ocupaba el segundo de dichos cargos y principal valedor del fichaje de David Broncano, entre otras decisiones que los trabajadores de la plataforma RTVE Sin Personal o sindicatos como CGT y CNT criticaban por suponer “externalizar” la programación de la casa, y que es la batalla real de fondo en todas estas disputas.
Lo que ya se llama “decretazo” dentro de RTVE se venía cociendo desde la ruptura de marzo, en la que Broncano y ‘La Revuelta’ (aún sin ese nombre) fueron solo una excusa
Lo que ya se llama “decretazo” dentro de RTVE se venía cociendo desde la ruptura de marzo, en la que Broncano y La Revuelta (aún sin ese nombre) fueron solo una excusa. Según las fuentes cercanas consultadas, la negociación entre PSOE y Sumar dio un vuelco cuando los interlocutores pasaron a de ser María Jesús Montero (PSOE), ministra de Hacienda, y Enrique Santiago (IU) al mencionado Óscar López y Ernest Urtasun (Sumar), ministro de Cultura. El propio Martín Medem asegura que él intentaba negociar en ese momento controlar la Dirección de Contenidos o la de Medios y Producción “que es la que dice falsamente que RTVE no tiene medios suficientes para producir su propia programación, algo que no es cierto”, afirma.
El papel de Sumar y Podemos
Tanto Martín Medem como otras fuentes internas de RTVE aseguran que Podemos otorgó su voto, el del consejero Roberto Lakidain, a cambio de la presencia del partido en los espacios de debate político de la cadena. Esto es, La Hora de La 1 o 59 segundos, entre otros. Las fuentes consultadas de Podemos y su entorno niegan este punto como razón principal de su apoyo a la dirección interina o a decisiones polémicas como la de La Revuelta.
Francisco Sierra, diputado de Sumar, portavoz en la comisión de RTVE del Congreso de los Diputados y profesor de Periodismo en la Universidad de Sevilla, asegura que “tenemos una posición muy crítica sobre el decreto, primero por el momento elegido y luego por el contenido. Vamos a proponer enmiendas para preservar la autonomía de la televisión pública y su fiscalización democrática”. Entre otras, asegura que los miembros del Consejo de Administración deben tener funciones de control sobre la presidencia como actualmente y que el Real Decreto elimina. Sierra señala también a este medio que solo su partido ha puesto sobre la mesa en el Congreso que el actual Mandato-Marco, aprobado en 2008 bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, lleva ocho años caducado, y además de la RPT sigue sin existir un contrato-programa que defina la estrategia a largo plazo.
La lucha contra la “privatización”
De fondo lo que queda es la denuncia de plataformas como RTVE Sin Personal y Sin Producción Propia Interna, que en 2020 organizó los ‘miércoles de naranja’ para protestar contra lo que entendían como una privatización de los contenidos de la cadena en favor de una serie de productoras, a “repartir” entre cercanas al PSOE o el PP.
“Si ahora mismo pones La 1, exceptuando los informativos, que por ley tienen que ser 100% producción propia, toda la programación se produce fuera de la casa. Eso no tiene sentido”, asegura el consejero José Manuel Martín Medem
“Si ahora mismo pones La 1, exceptuando los informativos, que por ley tienen que ser 100% producción propia, toda la programación se produce fuera de la casa. Eso no tiene sentido”, asegura José Manuel Martín Medem. De hecho, gran parte de la polémica soterrada alrededor del destituido José Pablo López —ahora implicado en el nacimiento de la nueva televisión que prepara por Grupo Prisa— no giraba en torno a los fichajes estrella o sus costes —el programa La Revuelta es más barato por episodio que la serie a la que sustituye en su franja, 4 Estrellas— como por realizarse sin contar con la plantilla estable de RTVE y con contratos opacos. “Nosotros nunca entramos en si un programa o serie era mejor o peor, sino en que se hiciesen en base a unas condiciones serias y producidos con trabajadores de la casa”, insiste Martín Medem. El todavía consejero en funciones —el actual Consejo permanecerá al menos hasta finales de noviembre— asegura que en numerosas ocasiones se les ha negado acceso a los contratos de RTVE con productoras o plataformas como Netflix o Prime Video. De fondo queda el posible incumplimiento de los artículos 34 y 35 del Mandato-Marco de RTVE de 2008, que al no haberse renovado es la norma vigente al respecto. Este establece unas cuotas de producción propia del 60% para los contenidos no informativos, y también que en esta modalidad —frente a la coproducción o la producción mixta— el ente debe conservar el 100% de los derechos de explotación.
Desde CGT o la plataforma RTVE Sin Personal han denunciado que muchos programas se contabilizan como producción propia para llegar al 60% pero luego son empresas privadas las que explotan el merchandising o derivados. Por ejemplo, el caso de Máster Chef. O las series que RTVE financia y promociona en foros internacionales, como Los pacientes del Doctor García o Sin límites, actualmente inaccesibles en RTVE Play, la plataforma gratuita de la pública, pero en catálogo en Netflix o Prime Video. “¿Has visto que muchos programas, casi todos, sale al final ‘En colaboración con’ empresa tal y RTVE? ¿Y en las series? Esas fórmulas nos las tenemos que comer para disimular lo que es una privatización de la televisión pública en toda regla”, asegura, indignada, una fuente interna que prefiere no ser identificada.