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Sequía
Arte flamenco para luchar contra la sequía
Las temperaturas son más altas que nunca, la sequía se extiende por el territorio y la Junta de Andalucía gestiona de manera cuestionable el agua, como muestra el caso de Doñana. Esto pretendía ayer denunciar Juventud por el Clima Sevilla, y lo hizo ayer en la feria de abril con una performance flamenca a cargo de la peña femiista Las Asarvahás, responsables de materializar con su arte, las “sevillanas climáticas”, que el colectivo ecologista ha compuesto para la ocasión.
Junto a Juventud por el Clima (Fridays for Future Sevilla), activistas de Climathon y Rebelión Científica arropaban en la tarde del domingo, en la Portada de la Feria, a las Asarvahás mientras entonaban versos como: “Sueña la margarita con no extinguirse y salvar esta tierra en la que vive”, “Se está secando Doñana porque la Junta ha querío” o “Nos moriremos en la tierra si no hacemos algo ya”.
Desde Juventud por el Clima- Sevilla, han querido aprovechar el marco de la feria para realizar esta performance, asegurando que: “nuestro futuro se seca y nuestro territorio está en llamas”
Con este acto, los colectivos ecologistas se suman a la jornada de movilización mundial convocada el próximo viernes 19 de abril por Fridays for future. Desde Juventud por el Clima- Sevilla, han querido aprovechar el marco de la feria para realizar esta performance, asegurando que: “nuestro futuro se seca y nuestro territorio está en llamas”. El colectivo recuerda la urgencia de un cambio de modelo agroalimentario, una mejor gestión del agua, y financiar planes locales de adaptación para poder seguir viviendo en “nuestras ciudades y pueblos. Tenemos claro que sin agua, no hay vida. Salimos a las calles porque nuestra casa se abrasa”, afirman.
El colectivo además, con otras sevillanas en las que se canta: ”Pa que tos tengan derecho, da iguá donde hayan nacío”, reitera su apoyo a la ILP por la Regularización y apoyan la lucha de las jornaleras de Huelva. Para Juventud por el Clima explotación laboral y alto consumo de agua, son realidades que van de la mano en el cultivo intensivo de frutos rojos de exportación con su alto consumo de agua. El colectivo recuerda la Ley de Regadíos Intensivos que la Junta intentó sacar adelante, a pesar de las graves consecuencias que hubiera supuesto para Doñana.
Los ecologistas apuntan también a la construcción de resorts turísticos con sus campos de golf: mientras Andalucía es la región con mayores problemas de desertización del estado, alberga uno de cada cinco campos de golf en el territorio, que consumen el agua equivalente al que necesita un millón personas durante un año.
“Los gobernantes nos imponen cortes a la ciudadanía, en lugar de señalar a los verdaderos culpables. Mientras las duchas no pueden durar más de tres minutos, en el sur cada vez hay más campos de golf que derrochan”
En el Manifiesto 19A: Nuestra casa se abrasa, los colectivos recuerdan que “sin agua, no hay vida”. Que el agua ya no llega a todos los hogares andaluces, habiendo 12 millones de personas que enfrentan restricciones para acceder a algo tan básico. “Los gobernantes nos imponen cortes a la ciudadanía, en lugar de señalar a los verdaderos culpables. Mientras las duchas no pueden durar más de tres minutos, en el sur cada vez hay más campos de golf que derrochan. No es forma de gestionar la sequía”, denuncian. En este sentido exigen que se deje de señalar a los hogares por su consumo de agua y se ponga en el centro del foco a la agroindustria, y que para la gestión de los recursos se cuente con la participación ciudadana.
Los colectivos abogan por ciudades en las que se pueda vivir todo el año, sin que las altas temperaturas en verano dificulten la vida, ciudades pensadas por y para sus habitantes, en las que el turismo no desplace las necesidades de los y las habitantes. Además recuerdan que las consecuencias de la crisis climática y la falta de agua no afecta a todo el mundo por igual, y apuntan a la necesidad de tener en cuenta clase, racialización, género, en la lucha por garantizar el agua como un derecho para todas las personas y todos los territorios, señalando Gaza como un enclave de denegación brutal de este derecho. También la jornada del 19A se centrará en la defensa de la biodiversidad, recordando las emergencias de Doñana y el Mar Menor, donde miles de especies de fauna y flora se ven amenazadas por políticas ecocidas.