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Servicios públicos
“El deporte no se vende, el deporte se defiende”, usuarios de Bola de Oro, en Granada, contra la privatización
A pesar de la lluvia y el frío, decenas de vecinos, vecinas y usuarios han desafiado las inclemencias del tiempo y se han concentrado este lunes 26 de febrero en la entrada del Complejo Deportivo Bola de Oro en señal de protesta por la inminente privatización que parece van a sufrir estas instalaciones municipales. La protesta ha sido convocada por las asociaciones vecinales Bola de Oro, Quinta y Conejeras, Carretera de la Sierra y las AFA del CEIP Virgen de las Nieves y el CEIP José Hurtado. Aunque no se dispone de ningún documento oficial y público, y si de una imagen que aporta ciertos datos, parece que lo que empezó como un rumor en una sesión de la Junta Municipal de Distrito Genil, se vio confirmado por recientes declaraciones del responsable de deporte del actual equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada.
La concejalía de deportes del consistorio granadino gestiona distintos complejos deportivos de propiedad municipal en nuestra ciudad: Polideportivo Aynadamar en Haza Grande, el Pabellón cubierto del Cerrillo de Maracena, el Polideportivo de la Chana, el de Nuñez Blanca en el Zaidín, Pádel Sierra Nevada, Paquillo Fernández y la piscina Arabial.
El complejo deportivo de Bola de Oro, a orillas del Río Genil, es una de las instalaciones deportivas más céntricas de la ciudad y atiende a cientos de usuarios entre los que se encuentran vecinos y vecinas del distrito y también residentes en pueblos cercanos como Cenes de la Vega o Huétor Vega.
Bola de Oro oferta más de 60 actividades en un pabellón que, además, ofrece actividades los fines de semana. Cuenta con actividades médico deportivas: gimnasia en el agua, natación o pilates en su vertiente terapéutica para embarazadas, personas mayores, personas con necesidades especiales o aquejadas por distintas dolencias; y físico deportivas: de práctica al aire libre como atletismo o tenis; clases de gimnasia acrobática, pilates, zumba, yoga, padel en el pabellón cerrado; y en la piscina cubierta se imparten cursos de natación para distintas edades, nado libre, aquagym y aquazumba. Todas las actividades son muy demandadas y las plazas se agotan por lo general, con excepción de algunos horarios, en pocos días.
Bola de Oro oferta más de 60 actividades físico y medico deportivas que dan un servicio a cientos de personas no sólo del distrito, también de los pueblos cercanos.
Los precios, recientemente actualizados, suelen rondar entre los 23 euros al mes por las actividades regulares de dos días a la semana. Jugar una partida al tenis puede costar entre 10 a 12 euros la hora dependiendo si necesita iluminación, y el pádel oscila entre 14 y 15 euros la hora. La natación libre cuesta entre 3 y 5 euros, y se pueden adquirir bonos con 10 pases que oscilan entre 20 y 40 euros, dependiendo del horario.
La privatización de las instalaciones deportivas ha caído como un jarro de agua fría entre usuarios, vecindario y personal laboral. En Bola de Oro trabajan actualmente 13 funcionarios públicos, que serían distribuidos a otros puestos en la administración, y dos trabajadoras contratadas de forma directa por el Ayuntamiento que, al no ser funcionarias, perderían sus puestos de trabajo y situación en la bolsa de empleo al desaparecer el puesto donde contaban con antigüedad. El cambio de gestión también afectaría a los monitores y monitoras, una plantilla de alrededor 40 trabajadores fijos-discontinuos entre socorristas, coordinadores y monitores, contratados por la empresa EBONE en una subcontrata municipal que los posiciona en una situación incierta y delicada, que han expresado a este medio su preocupación y desconcierto ante el futuro que les espera.
La plantilla de Bola de Oro no sólo teme por sus puestos de trabajo y condiciones, también sobre el futuro de las actividades deportivas.
Esta plantilla presta sus servicios especializados en los distintos centros deportivos municipales de la ciudad y, según fuentes consultadas por El Salto Andalucía, afirman estar “satisfechos y encantados con su trabajo”. Temen no sólo por las repercusiones que el cambio de gestión pueda traer a su posible subrogación sino también al riesgo de que la ciudadanía, especialmente la población más vulnerable no pueda acceder a las actividades deportivas y terapéuticas y haya un descenso en el volumen de usuarios, “y hablamos como profesionales y como seres humanos”. Admiten que se podrían hacer muchas mejoras en el servicio, como abrir nuevos grupos y aumentar el número de plazas y que lo más importante es que “todo el mundo pueda recibir el servicio y nosotros podamos seguir atendiendolos”.
Defensa del modelo actual de gestión pública
Las asociaciones de vecinos han iniciado una recogida de firmas digital en Change.org que cuenta hasta día de hoy con más de 2.600 apoyos. En la lista de comentarios podemos encontrar distintas motivaciones ciudadanas para rechazar la gestión privada de la instalación pública que van desde el temor a un aumento de precio de los servicios, el recorte y la limitación de las actividades; la posible pérdida de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el polideportivo; hasta el impacto en el personal laboral que “podría no ser recontratado por la empresa privada o enfrentar condiciones laborales menos favorables”.
La ciudadanía firmante defiende el modelo actual, “fuente de salud y servicio social con una enorme demanda” en unas instalaciones que consideran “haberse pagado y mantenido con dinero público y por tanto, pertenecer a la ciudadanía y no al gobierno de turno”.
“La privatización va a afectar a nuestra salud y nuestro bolsillo. Las cosas cambiarán, si tienen una actividad que no es rentable, la van a quitar, van a dejar a muchas personas en el aire”, Loli Peña de la Asociación de Vecinos de la Carretera de la Sierra.
Loli Peña, de la Asociación de Vecinos de la Carretera de la Sierra, nos cuenta en declaraciones a El Salto Andalucía que “en nuestra asociación está todo el mundo en contra de la privatización, sinceramente es algo que va a afectar a nuestra salud y nuestro bolsillo. Cuando la privaticen, las cosas cambiarán; si tienen una actividad que no es rentable, la van a quitar, eso es así, van a dejar a muchas personas en el aire”.
Pablo Flores, de la Asociación de Vecinos de Bola de Oro, afirma que la convocatoria vecinal pide que se mantenga la organización y financiación del pabellón como servicio público a través del Ayuntamiento de Granada, como se viene haciendo hasta ahora. Entiende que dar la oportunidad a que un servicio público se convierta en un negocio, perjudica a la ciudadanía, “porque ya hay negocios de este tipo en el barrio, tenemos el Serrallo muy cerca, que está explotado de forma privada, algo nada reprobable, pero nos gustaría que en Bola de Oro se mantuviera este servicio público. La privatización supone una ruptura del Estado de Bienestar y mantengo la defensa del servicio público que cubre mejor las necesidades de la población”.
“Ya hay negocios de este tipo en el barrio, tenemos el Serrallo muy cerca que está explotado de forma privada, pero nos gustaría que en Bola de Oro se mantuviera este servicio público”, Pablo Flores de la Asociación de Vecinos de Bola de Oro.
La información que maneja el vecindario habla de una concesión a 15 años, por 4.250.000€ que será licitada en el primer trimestre de este año. Incluye la construcción de un edificio de usos múltiples que se situará en el espacio de la entrada del pabellón, donde se encuentra el cubo, las canchas de baloncesto, futbito, ping pong y parque infantil. También especulan que la privatización va a afectar poco a poco a otros pabellones deportivos municipales.
El pasado viernes 16 de febrero, el concejal de deporte del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento del Partido Popular hizo pública la voluntad de iniciar un proceso de cambio en su modelo de gestión del deporte municipal haciendo concesiones administrativas a empresas externas para que sean estas las que gestionen las instalaciones municipales. Jorge Iglesias habló de una colaboración público-privada en una fórmula que según él “no se trata de privatización, sino de concesiones administrativas que garantizan los puestos de trabajo y precios asequibles para los ciudadanos” y que renovaría por una parte una gestión ya desfasada y que no se ha adaptado a los cambios sociales, y lograría por otra una inversión en la mejora y renovación de las instalaciones que el Ayuntamiento no se puede permitir, un “modelo rentable para las empresas y útil para los ciudadanos y para los ayuntamientos“, con “experiencias muy exitosas en Granada como los centros Deportivos Antonio Prieto Castillo (Inacua) o el O2 Wellness Neptuno”.
Bola de Oro no es el primer caso
Ciertamente la externalización de la gestión y explotación del Complejo Deportivo Bola de Oro no sería una novedad en la ciudad y se pondría a la cola de un proceso ya experimentado en otras instalaciones municipales granadinas.
La contratación de la gestión y explotación del Centro Municipal Deportivo Antonio Prieto se concedió mediante una licitación anunciada el 28 de julio de 2016 y formalizada el 7 de febrero de 2017 según figura en la Plataforma de Contratación del Sector Público del Ministerio de Hacienda. La adjudicación del servicio del centro en la zona norte de la ciudad se concedió por 25 años a Inacua, perteneciente a la empresa Ferrovial, con un contrato de 2.966.862,37 euros bajo el mandato del Gobierno del PSOE.
El centro ofrece actualmente 38 actividades entre las que se encuentran actividades terapéuticas, deportivas, zumba, pilates, yoga, bailes latinos, etc. Los precios son más caros que los actuales en Bola de Oro y responden a ese modelo privado por abonos que facilitan el uso de las instalaciones durante todo el día con matrícula inicial de 40 euros y abono individual de 42,40€; también ofertan una versión familiar con un abono de 60€ mensuales que incluye a hijos menores de 18 años. El O2 Wellness Neptuno ofrece sus actividades deportivas también con packs de distintos servicios deportivos y un precio mensual de 68,95€.
El capítulo más sangrante en este modelo de gestión mixto público-privado está todavía por cerrar. El centro deportivo We de Granada, el que fuera el complejo deportivo más grande de Andalucía, cerró en septiembre de 2021 después de que la empresa Alhambra Sport Club abandonara la concesión administrativa efectuada por el Ayuntamiento de Granada tras unos meses de actividad. Según información de la época, el centro generó un total de 197.896 euros de deuda, se despidieron 36 personas y el Ayuntamiento tuvo que rescindir el contrato ante la imposibilidad material de rescatarlo. El año pasado se licitó de nuevo su concesión a la que se presentó tan sólo una empresa, Extensión Deportiva XXI S.L. El caso estaba pendiente en septiembre de 2023 de la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Almería que debía decidir si los intereses de la empresa correspondían con los de la junta de acreedores cuyo miembro principal es La Caixa pero donde está también el Ayuntamiento de Granada.
Un fenómeno que también ha afectado a instalaciones deportivas en la zona metropolitana. En Huétor Vega, Inacua, llevaba gestionando más de un año el servicio externalizado de pádel, gimnasio y piscina municipal cuando sobrevino la pandemia en 2019. Según nos cuenta Jesús Fernández, primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Huétor Vega y actual responsable de deportes del equipo de Gobierno, la empresa tuvo que suspender las actividades y renunciar a la explotación de las instalaciones por la crisis sanitaria del coronavirus. Jesús hace un balance positivo de la gestión realizada por Inacua comparándola con otras que ”no la habían llevado bien“ y nos explica que el principal escollo a la hora de realizar una negociación en la gestión de los servicios deportivos reside en la piscina cubierta “cuyo mantenimiento es lo más caro” y requiere por parte de la empresa privada de un ingreso “extra” que compense.
“El principal escollo en la gestión de los servicios deportivos reside en la piscina cubierta cuyo mantenimiento es lo más caro y requiere por parte de la empresa privada de un ingreso extra que compense”, Jesús Fernández Fernández, concejal de Deportes en Huétor Vega.
Jesús dice apostar por la gestión municipal directa de las instalaciones deportivas,”dentro de lo que el presupuesto municipal nos permita” y su concejalía ya ha retomado la gestión de las pistas de pádel y está tratando de recuperar la de la piscina que, “aunque se recepcionó en buen estado, con el paso del tiempo, han sido casi cuatro años, se encuentra ahora con elementos muy deteriorados”.
“Por unas instalaciones deportivas municipales, públicas, que favorecen la salud y el bienestar”, Joan Carles March, experto en salud pública
Joan Carles March, epidemiólogo, experto en salud pública y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, ha defendido en declaraciones a este medio que las políticas públicas deben fomentar la salud a través de la práctica deportiva, “si el sistema sanitario español se sustenta solamente en lo asistencial y lo farmacológico, y deja a un lado lo preventivo estamos abocados a una situación donde vamos a tener cada vez gente más dependiente, con pocos recursos para asistirlos. Es necesario fomentar más movimiento y menos medicamentos”.
“Es necesario prescribir más movimiento y menos medicamentos. Las políticas públicas deben fomentar la salud a través de la práctica deportiva”, Joan Carles March, especialista en Salud Pública de la EASP.
Para que esta prescripción sea realista, el experto en salud pública recomienda que se ejerza desde lo público, “en las consultas de atención primaria se ha de recomendar la actividad física, y desde lo público debe provenir no sólo lo que hay que hacer sino también dónde y cómo hay que hacerlo. Es evidente que lo lógico y lo que ayuda es desarrollar la actividad en lugares públicos”. El experto nos recuerda que la actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, que ayuda a reducir los síntomas de la depresión y ansiedad; y mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
“Los niños, los adultos y las personas mayores necesitan hacer deporte”, una afirmación habitual de los profesionales sanitarios que Joan Carles extiende a la salud mental: “El deporte también potencia la memoria, la concentración y la agilidad mental; reduce el estrés, favorece el sueño, ayuda a combatir la ansiedad y mejora el humor y la autoestima”. Por otro lado, el experto en salud pública advierte que el envejecimiento no es un concepto asociado a una persona decrépita, mayor, sino que empieza mucho antes de lo que pensamos: “el envejecimiento activo empieza incluso en los primeros inicios de la adultez y, en ese sentido, cuando el individuo es consciente de que el movimiento es indispensable para su salud y que tiene los instrumentos y los apoyos institucionales necesarios, puede dar un cambio radical; este es un cambio de paradigma donde el sistema sanitario se puede ahorrar millones de euros”.