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Tortura
Contenciones mecánicas en las cárceles catalanas: hasta cien horas atada a un colchón y hasta 32 veces en un solo año
Personas atadas a un colchón empapado por sus propias defecaciones durante toda una noche; el caso de, al menos, una mujer que ha sido atada hasta 32 veces en un solo año y de otras tantas personas inmovilizadas durante cuatro días seguidos. Son algunos de los ejemplos más sangrantes de uso de contenciones mecánicas en las cárceles catalanas en los últimos tres años expuestos por Mark Kelly, miembro del Comité por la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa, y por Olga Casado, miembro del Equipo de trabajo del Mecanisme Català de Prevenció de la Tortura (MCPT) del Síndic de Greuges, el pasado 15 de junio durante la Jornada del Dia Internacional de Suport a les Víctimes de la Tortura 2022, organizada por el Síndic de Greuges.
“No es, ni más ni menos, que la confirmación hecha pública, tras haber visualizado más de 40 vídeos de contenciones practicadas entre 2018 y 2020, de una situación que solo podemos calificar de espeluznante en lo cuantitativo y en lo cualitativo”, afirma Iñaki Rivera, director del Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans de la Universitat de Barcelona, organismo que, tras las jornadas, ha emitido un comunicado en el que exige a la Generalitat la creación urgente de un grupo de trabajo en el Parlament catalán, con la participación de expertos en derechos humanos, salud mental, personas afectadas por el uso de contenciones mecánicas, juristas, médicos y trabajadores penitenciarios, en el que se aborde el uso de este tipo de contenciones en los centros penitenciarios. Rivera va más allá y señala que los casos expuestos desde el CPT y el MCPT pueden ser constitutivos de delitos de malos tratos. “Se tendría que enviar a la Fiscalía para que el sistema penal investigue las posibles responsabilidades penales que se puedan derivar”, afirma tras recalcar que el propio inspector del CPT ha subrayado el papel de la sociedad civil en destapar este tipo de violaciones de derechos humanos ante la falta de voluntad de los gobiernos.
Rivera, cuyas denuncias de violaciones de derechos humanos en las cárceles catalanas ya le han supuesto ser víctima de presiones por vía judicial por parte de asociaciones de funcionarios penitenciarios, señala que, a partir de lo expuesto por estos organismos de prevención de la tortura, las contenciones mecánicas se han usado en las cárceles catalanas entre 45 y 60 veces cada mes. “Sale una ratio de entre 1,5 y dos veces cada día de media, lo que desmiente el argumento de las autoridades en cuanto a que las contenciones mecánicas se usan como último recurso”.
“Sale una ratio de entre 1,5 y dos veces cada día de media, lo que desmiente el argumento de las autoridades en cuanto a que las contenciones mecánicas se usan como último recurso”, señala Iñaki Rivera
“En el estudio y gráficas mostrado por la doctora Casado se pone de manifiesto una normalización en la utilización de las contenciones mecánicas, especialmente en el centro penitenciario de Brians I”, señala un comunicado del Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans lanzado a raíz de los casos expuestos por estos organizamos de prevención de la tortura.
Desde el CPT y el MCPT afirman haber constatado que, en muchas ocasiones, en las cárceles catalanas se ha hecho uso de las contenciones mecánicas a personas presas durante alrededor de 20 horas sin que hubiera “ningún tipo de necesidad, ya que las personas atadas ya se encontraban tranquilas”. Incluso se les ha aplicado este tipo de contención después de haber sido ya medicadas y estando dormidas, y confirmaron casos en los que los funcionarios de prisiones amenazaban a personas presas con aplicarles contenciones mecánicas durante más tiempo si no aceptaban ser medicados. También que, en muchos casos, las personas presas atadas estuvieron hasta seis horas sin que los funcionarios comprobaran su estado
Se ha hecho uso de las contenciones mecánicas a personas presas durante alrededor de 20 horas sin que hubiera “ningún tipo de necesidad, ya que las personas atadas ya se encontraban tranquilas”, denuncian desde el Síndic de Greugues y el Consejo de Europa
“Quedan acreditadas situaciones extremadamente preocupantes en relación al sufrimiento de las personas privadas de libertad en las prisiones de Catalunya en materia de retenciones”, apuntan desde el observatorio, organismo que denuncia que algunas de estas prácticas serían constitutivas de tratos inhumanos o degradantes según los organismos internacionales contra la tortura y constituirían una vulneración grave de los derechos fundamentales.
Desde el Observatori también denuncian que este tipo de contención —correas de cuero con las que se ata a una cama— no está prevista ni en la ley ni en los reglamentos penitenciarios. “Existe el artículo 45 de la Ley Penitenciaria del 79, que dice que solo se podrán aplicar los medios coercitivos previstos en el reglamento, y en el Reglamento penitenciario el artículo 72 tiene una enumeración en la que no se encuentran las contenciones mecánicas. Estamos hablando del uso generalizado del medio coercitivo más grave sin que esté previsto en la normativa penitenciaria, es una violación del principio de legalidad”, destaca Rivera. También resalta la opacidad en cuanto al uso de este tipo de contención ya que, aunque es obligatorio detallar en un registro cada situación en la que se aplican contenciones mecánicas, el motivo de su aplicación, su hora de inicio y su hora de finalización, desde el MCPT han constatado el apunte de uso de contenciones mecánicas solo en las historias clínicas de internos. “Hay una cifra invisible de contenciones efectivamente practicadas pero no oficialmente registradas, y esto, como mínimo, y siendo muy cauto, se puede decir que es una falta de transparencia”, añade Rivera, quien destaca que los únicos documentos en los que se regula el uso de las contenciones mecánicas en las cárceles catalanas son las guías de actuación penitenciarias, conocidas con las siglas GAP, que no son públicas y que el Síndic de Greuges ha anunciado que reclamará ante el Parlament que lo sean.
“Hay una cifra invisible de contenciones efectivamente practicadas pero no oficialmente registradas, y esto, como mínimo, y siendo muy cauto, se puede decir que es una falta de transparencia”, añade Rivera
El uso de contenciones mecánicas en las prisiones ha sido abolido ya en varios países europeos, como Reino Unido, Irlanda o Países Bajos. Sin embargo, se sigue aplicando en las cárceles españolas, a pesar de que desde el Consejo de Europa ya han urgido a España para que abola esta práctica, y en los centros psiquiátricos. En junio de 2021 dejaron de usarse en los centros de menores, tras la muerte de varios jóvenes a causa de su uso, el último de ellos Iliass Tahiri en el centro Tierras de Oria, en Almería.
Tortura
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En el caso de Catalunya, única comunidad autónoma con competencia en cárceles, la Circular 2/2021, publicada en mayo del pasado año, limitaba su uso restringiéndolo a último recurso y proponiendo, en su lugar, otras medidas de contención como celdas acolchadas, pero en marzo de este año la Conselleria de Justicia reformó la circular eliminando esta limitación a raíz de las protestas de los funcionarios de prisiones, que afirmaron que las restricciones en la aplicación de contenciones mecánicas habían supuesto un aumento en el número de agresiones sufridas por los trabajadores por parte de los internos, un argumento cuestionado por el CPT, organismo que señala que ha solicitado al Departament de Justicia catalán datos que apoyaran esta denuncia y nunca han recibido una respuesta.