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Tribuna
Se trata de recuperar nuestra vida
Secretario General CGT
Secretaria de Formación CGT
Muchas tenemos claro que la reducción de la jornada laboral ya está presente en el debate público. Se trata de una disputa por la riqueza y los recursos, una pugna entre la clase trabajadora y el capital, principalmente hablamos de una batalla por el tiempo dedicado al trabajo que implica también el reparto de la riqueza que generamos. Si analizamos cómo llegamos a casa después de nuestra jornada laboral, de hacer la compra, la comida, los trabajos de cuidados, nos damos cuenta que el cansancio físico y mental no nos permite disfrutar de un tiempo mínimo de descanso, ni de un tiempo mínimo para ver a nuestros hijos e hijas o cuidar a nuestros familiares. Si nos planteamos cuánta vida pasamos en el trabajo y en el trayecto de camino al mismo, llegamos a la conclusión de que entregamos lo mejor de nuestra salud y nuestro tiempo a cambio de un salario que en la mayoría de los casos nos da justo para poder vivir, mientras los empresarios se enriquecen a nuestra costa.
Los avances en productividad y tecnología han servido exclusivamente para aumentar la riqueza de modo exponencial de las grandes empresas
Hace más de 100 años el movimiento obrero libertario logró conquistar la jornada laboral de ocho horas con la huelga de la Canadiense y comprobamos que los avances en productividad y tecnología han servido exclusivamente para aumentar la riqueza de modo exponencial de las grandes empresas. Mientras tanto, y pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral. Este contexto debería de ser suficiente para que, al igual que luchamos por salarios dignos y mejores condiciones laborales, la batalla por reducir la jornada laboral de una manera contundente y sin reducción de salario sea una realidad en la que creer.
También hay que ser consciente de que el desarrollo de esta reivindicación no será sencillo. Cada sector, empresa o centro de trabajo presenta realidades complejas y dispares y lograr una reducción de la jornada laboral implica recorrer un camino hasta llegar a una reducción de jornada mucho más amplia y contundente que la propuesta por el Gobierno, una reducción de jornada que nos haga recuperar nuestras vidas.
Reducción de jornada
Pedro Gomes “Ya no se puede ignorar el debate de la reducción de jornada laboral”
Ya sabemos que pese a los cantos de sirena las empresas también saldrían beneficiadas de esta medida, pero ¿En qué nos beneficiará la reducción de jornada a los trabajadores y trabajadoras? En esto a nuestro juicio, hay seis puntos fundamentales:
- Más tiempo libre:para dedicarlo a lo que realmente queremos y que nos realiza como personas, poniendo la vida en el centro.
- Mejor reparto del tiempo en las tareas de cuidados: para avanzar hacia un reparto más equitativo entre hombres y mujeres poniendo en valor esos trabajos de cuidados tan necesarios para el mantenimiento de la vida.
- Desaparición de la brecha salarial: para acercarnos a una igualdad real de condiciones laborales entre toda la clase trabajadora e igualar las oportunidades de disfrutar de las mejoras en las condiciones laborales.
Reducción de jornada
Resultado consulta a socias A nuestras socias les parece bien que trabajemos 32 horas a la semana, nosotras dudamos
- Aumento del salario por hora: para mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras a jornada parcial. Trabajar menos para trabajar todas, pues la reducción de jornada obligará a las empresas a contratar a más trabajadores y trabajadoras reduciendo el paro y la parcialidad involuntaria, que ahora afecta sobre todo en las mujeres, (1,5 millones de mujeres trabajan a tiempo parcial de forma involuntaria), dado que el trabajo de cuidados recae sobre las mujeres, desencadenando trayectorias laborales más irregulares y precarias.
- Mejora de la salud y la seguridad laboral: para mejorar la salud física y mental de la clase trabajadora, reduciendo el estrés laboral y los accidentes de trabajo. En 2023, los accidentes laborales se han cobrado nada más y nada menos que 721 vidas (30.000 en los últimos 30 años). Habiéndose producido un aumento de los accidentes in itínere. Siendo las causas de los accidentes el sobre esfuerzo físico (casi un 30%), dejando claro que los infernales ritmos de trabajo tienen una incidencia nefasta para la salud.
-Aumento del empleo, erradicando las horas extraordinarias. La tasa de paro ha subido a un 12,29% en el primer trimestre según la EPA, afectando mucho más a las mujeres y a los jóvenes. En el cuarto trimestre del 2023 el paro afectaba al global de las mujeres en un 13, 4%. Y un 28,4% a los jóvenes menores de 25 años. Con la reducción de la jornada habrá más empleo disponible para mayor número de personas.
Pero nada de esto se nos va a regalar a la clase trabajadora, al igual que no se lo regalaron hace más de 100 años. La unión y organización de una clase trabajadora cada vez más fragmentada, ha de ser el inicio del camino para aumentar los derechos y mejorar nuestras condiciones.
Es necesario transmitir la necesidad de abordar la reducción de jornada sin reducción de salario con urgencia
No podemos olvidar que el hambre, la explotación, la desigualdad, las discriminaciones y la represión, junto al control y manipulación de la población, son la moneda de cambio que el capitalismo emplea a diario contra nuestra clase social, la de trabajadoras y trabajadores; que el saqueo de los recursos y fuentes de energía del Sur por parte de los capitalistas son la norma. Capitalistas que propician guerras para beneficiarse de los recursos de las poblaciones aún cometiendo genocidios como en Gaza. Capitalismo basado en un crecimiento económico y la mercantilización de todos los recursos, que pone en riesgo la propia vida en nuestro planeta, la de nuestra especie y la del resto de especies. Hecho al que debemos poner freno, pues es responsabilidad nuestra ante nuestros descendientes dejarles un planeta donde sea posible la vida.
Por todo esto, es necesario transmitir la necesidad de abordar la reducción de jornada sin reducción de salario con urgencia, y nada mejor que hacerlo como lema el 1° de mayo, el día de la trabajadora y del trabajador, y así luchar por transformar esta realidad sin futuro y empezar a construir una sociedad basada en la solidaridad, el apoyo mutuo y la autogestión, reivindicando servicios públicos de calidad, pensiones dignas, acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, acabar con las desigualdades, exigiendo derechos de las personas migrantes y el fin de este capitalismo salvaje, rechazando la partitocracia burguesa que nos convierte en meros votantes y sujetos pasivos, así como el sindicalismo institucional y aburguesado que es mera correa de transmisión del poder económico y político. Porque no se trata solo de reducir la jornada laboral, se trata de trabajar menos para trabajar todas, se trata de recuperar nuestra vida.