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Violencia machista
El movimiento feminista mueve pieza ante el caso de "La Manada de Manresa"
Las concentraciones de ayer fueron un clamor exigiendo justicia y el fin del sistema jurídico patriarcal, que acaba situando la responsabilidad de buena parte de lo ocurrido en la propia víctima. En Extremadura, la fuerza e implantación del movimiento feminista no ha hecho más que crecer en los últimos años.
Hace unos días, el Tribunal Supremo hacía publica la sentencia completa del caso "La Manada", en la que se tipificaba como "agresión sexual" lo ocurrido en Pamplona durante los San Fermines de 2016. Lo dispuesto por el Alto Tribunal venía a corregir la primera sentencia de la Audiencia de Navarra, que había concluido que los hechos eran constitutivos de un delito de "abuso sexual continuado". La variación del criterio jurídico para juzgar el caso no se entiende sin la posición de fuerza mostrada por el movimiento feminista, que ayer, día 8 de julio, volvió a salir a las calles de toda España para exigir la adecuación definitiva del derecho penal al nuevo sentido común por ellas ganado.
En Extremadura, los colectivos feministas sacaron a las calles de las principales ciudades y pueblos toda su rabia y sororidad, volviendo a demostrar que actualmente no hay otro movimiento político-social con una mayor implantación territorial y capacidad movilizadora
En el caso de "La Manada de Manresa" concurren mucho de los elementos presentes en la sentencia del Supremo, a los que habría que añadir, como agravantes, la condición de menor de edad de la víctima y la intimidación ejercida de manera aún más explícita mediante el uso de un arma de fuego. Pese a ello, la Fiscalía ha vuelto a utilizar el supuesto de "abuso sexual" y no de "agresión" en la acusación formulada en la Audiencia Provincial de Barcelona. Las concentraciones de ayer fueron un clamor exigiendo justicia y el fin del sistema jurídico patriarcal, que acaba situando la responsabilidad de buena parte de lo ocurrido en la propia víctima.
En Extremadura, los colectivos feministas sacaron a las calles de las principales ciudades y pueblos toda su rabia y sororidad, volviendo a demostrar que actualmente no hay otro movimiento político-social con una mayor implantación territorial y capacidad movilizadora. Las principales ciudades, Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia y Almendralejo, contaron con un buen número de personas concentradas en sus principales plazas, pero también municipios más pequeños como Fuente del Maestre, Montijo, Zafra o Hervás, entre otros, mostraron el despertar del feminismo organizado en las zonas rurales de una Comunidad eminentemente rural.
Las concentraciones feministas por el caso de "La Manada de Manresa" tienen lugar en un momento especialmente sensible, tras la constitución de los nuevos ayuntamientos y el malestar de los colectivos sociales, especialmente los feministas, por la entrada de la extrema derecha en consistorios como el de Badajoz. Esta capacidad de movilización y unidad de discurso podría erigir al movimiento feminista como verdadera oposición en las calles de las ciudades y pueblos gobernados por el tripartito de las derechas.
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No hay cárcel para el fiscal?
No podemos tener ese tipo de gentuza en las un nstituciones.
Teniendo como jurisprudencia o antecedente ¿Como es posible que el mal nacido del fiscal ponga este caso como abuso sexual.....debería poner agresión sexual y en base al caso de la manada de San termines de 15 años de pena ponerles 25 años por ser menor y obligarla con armas.El fiscal no tiene hijas el muy hijo de puta.
Efectivamente, el movimiento feminista, y más en territorios como Extremadura, puede ser la avanzadilla de la lucha a favor de las libertades y derechos humanos