Derecho a la vivienda
De la PAH a Desokupa y las Oficinas Antiocupación

¿Cómo hemos pasado del poder de la PAH al de Desokupa? Otra de las reacciones del orden frente a la ventana de oportunidad que abrió la década pasada el movimiento por la vivienda digna.
Boicot lona desokupa - 8
El 7 de julio, militantes del Sindicato de Vivienda de Carabanchel, el Sindicato de Barrio de Moratalaz, la Asamblea de Vivienda de Villalba, la PAH de Vallekas y la Asamblea de Vivienda de Tetuán se encaramaron en el andamio del edificio cubierto con la lona racista y fascista de Desokupa en Madrid para sobreponerle otra lona. Una más justa y equitativa. Álvaro Minguito (©)
24 ago 2023 07:00

Hoy en día, un asiduo de las tertulias políticas televisivas de este país es posible que esté alarmado por la ocupación de viviendas y que conozca qué es Desokupa y quién su impulsor. Sin embargo, quien encendía la televisión la década pasada era más probable que se encontrara en prime time a la PAH o conocer a sus principales representantes como Ada Colau o Rafa Mayoral. El cambio de guión y de enfoque no es solo fruto de una estrategia orquestada por los poderes mediáticos y económicos, sino también una pérdida de músculo, de organización y de movilización de estos movimientos sociales.

Para analizar qué ha pasado y por qué se ha producido este cambio de ciclo reaccionario hay que remontarse hasta el estallido en 2008 de la crisis capitalista (no está de más recordar que el capitalismo se perpetua entre crisis cíclicas), que trajo consigo diferentes problemas y fenómenos para las mayorías sociales de este país. Uno de ellos fue la avalancha de desahucios que se produjo en la década pasada por todo el Estado y que, a día de hoy, continúa existiendo con los alquileres como punta de lanza.

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La ONU exige una vivienda para una familia que reside en una tienda de campaña
La familia fue expulsada de su vivienda el pasado 29 de junio tras haber sido adquirida ésta por una empresa de apartamentos turísticos.

Y es que, según datos ofrecidos por el informe del Observatori DESC, entre 2008 y 2019 más de 1,7 millones de personas fueron expulsadas de sus hogares en España, cifrando en 684.385 los desahucios desde 2008. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca va más allá y eleva esa cifra en ese período hasta 1.002.000.

Sean unas cifras u otras, lo cierto es que, según los datos ofrecidos por el primer informe, basándose en las cifras oficiales del CGPJ, España alcanza el pico de desahucios en 2012, cuando se llevaron a cabo 70.257 (una media de casi 200 familias desahuciadas al día). De ahí, hasta los 54.006 del último año de la década pasada o hasta los 38.266 de 2022. Una cifra superior a los datos pre-crisis (27.251 desahucios en 2008) que muestran cómo se ha cronificado este fenómeno en nuestro país y que nunca volverá a ser como antes. Otra consecuencia que trajo aquella crisis y que ha llegado para quedarse,  parece.

Nuestro país es uno de los países de la Unión Europea con menor porcentaje de viviendas sociales construidas, con solo el 2,5% del parque público según los datos oficiales

Una crisis de vivienda o, más bien, de falta de derecho a la vivienda, que no puede explicarse sin contextualizar que nuestro país es uno de los países de la Unión Europea con menor porcentaje de viviendas sociales construidas, con solo el 2,5% del parque público según los datos oficiales, lo que significa que es uno de los países con mayores márgenes para especular con este bien básico. De hecho, España se encuentra en la posición 18, solo por delante de Rumanía, Estonia, Croacia y Portugal. En el lado contrario, Países Bajos, que tiene un 30% de vivienda social. A esto hay que añadir que España tenía la pasada década, en plena crisis, un 20% del parque de viviendas vacías. Escasez y especulación como cóctel nacional.

A raíz de este fenómeno, nació la Plataforma de Afectados por las Hipotecas en febrero de 2009 para combatir esta lacra, desafiando las leyes del sistema al año siguiente, cuando en noviembre de 2010 frena el primer desahucio de la historia en nuestro país, consiguiendo anteponer de esta forma el derecho a la vivienda al del lucro y la especulación de la propiedad privada. Un hito que trajo consigo que el movimiento por la vivienda consiguiera parar 2.045 desahucios entre 2010 y 2017, según datos ofrecidos por Stop Desahucios; y/o la campaña ‘Obra Social de la PAH’, que atacaba directamente al corazón de la especulación de entidades bancarias y fondos buitre, pasando a la acción en nuestro país con decenas de ocupaciones para familias de pisos e incluso bloques de edificios vacíos pertenecientes a estas entidades. Una apuesta que ponía en jaque la función de la propiedad privada y que rompía varios consensos.

De esta forma, durante la pasada década, era muy normal ver en tertulias de prime time a portavoces del movimiento por el derecho a la vivienda enfrentándose a los voceros de los intereses privados especulativos. Algo que permitió que se produjera un cambio de paradigma y que se abriera una ventana de oportunidad para normalizar la ocupación por parte de familias desahuciadas y sin hogar de viviendas vacías utilizadas para la especulación inmobiliaria.

Con todo esto, hagamos un salto en el tiempo. Nos vamos a nuestro año, el 2023. En él hemos pasado a que el foco mediático y los marcos ideológicos hegemónicos en los grandes medios sean los de la derecha mediática y política, teniendo como mejores representantes a Desokupa o las Oficinas Antiocupación.

Durante la pasada década, era muy normal ver en tertulias de prime time a portavoces del movimiento por el derecho a la vivienda enfrentándose a los voceros de los intereses privados especulativos. Algo que permitió que se produjera un cambio de paradigma

Hoy en día, por tanto, hablar de vivienda ya no es hablar de la PAH o Stop Desahucios, sino de Desokupa y de la alerta mediática generada para intentar hacer creer a la mayoría social que el principal problema de vivienda que tenemos en este país es que te la puedan ocupar, no que te puedan desahuciar de ella.

Esto empieza a forjarse a mediados de la pasada década, cuando la extrema derecha en nuestro país está preparándose para asaltar los consensos sociales, para crecer y generar hegemonía. En ese contexto, Desokupa, que surge desde la extrema derecha, nace en 2016 para contrarrestar el contrapoder popular que había construido organizaciones como la PAH, con centenares de asambleas activas en todos los rincones del país. En paralelo, Vox no dejaba de crecer y de aumentar su presencia en las instituciones.

Ante el peligro que suponía que el derecho a la vivienda avanzara y que,  por tanto, se redujera el número de viviendas dedicadas a la especulación, los propios especuladores del mercado inmobiliario, tanto entidades jurídicas como físicas (aquellos que tienen varias propiedades y que pretenden vivir de nada más y nada menos que de la extracción de salario de el y la obrera a través de un alquiler) ponen en marcha, a través de los partidos políticos que les representan, diferentes vías para frenar esto y que todo continúe según los quehaceres del mercado.

Desokupa, que surge desde la extrema derecha, nace en 2016 para contrarrestar el contrapoder popular que había construido organizaciones como la PAH, con centenares de asambleas activas en todos los rincones del país

Una opción es la del PSOE y, para muestra, un botón. Nos remontamos a abril de 2014. Casi 30 personas, entre ellas menores, eran desalojadas de la Corrala Utopía de Sevilla. La plataforma no consiguió que la Junta ni el Ayuntamiento acogieran sus reivindicaciones y que esas viviendas de entidades financieras pasaran a formar parte del parque de viviendas sociales para alquiler de familias necesitadas. Sin embargo, sí consiguió que la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, en aquellos momentos en manos de Izquierda Unida, cuya consejera era Elena Cortés, les realojara facilitándoles las llaves de unos pisos para que las familias tuvieran asegurado el derecho a la vivienda. ¿Qué hizo entonces el PSOE tras eso? Abrir una crisis profunda con IU que acabo con la ruptura del cogobierno andaluz.

Dos años después, en 2016 otro ejemplo más. Varias familias que vivían en la Corrala Solidaridad de Almendralejo, bloques de viviendas vacías ocupadas pertenecientes al ‘banco malo’, iban a ser desahuciadas. Llevaban liberando ese edificio para familias necesitadas más de dos años y le plantearon al Gobierno de Fernández Vara en varias ocasiones que ese edificio pasara a cumplir una función social. La respuesta final de Vara y los suyos fue proteger los intereses de los especuladores, ofreciéndole a las familias un alojamiento fuera de ese edificio, para dar carpetazo a este proyecto social, a esa lucha.

Otra opción es la de las derechas representadas por PP y Vox. La del partido de extrema derecha es directamente la de apostar por financiar directamente a Desokupa con dinero público. No hace falta extenderse en explicar lo que es Desokupa, de donde vienen sus líderes y sus prácticas de sicarios de la especulación.

La propuesta del Partido Popular, tal y cómo planteó Pablo Casado ya en 2020, es encarcelar a las familias que ocupen una vivienda. Entre que desaloje un grupo de matones neonazis o que encierren en la cárcel entre uno y tres años al padre o la madre que ocupe una vivienda vacía no sabemos que es lo más traumático para una familia. En lo que sí están de acuerdo ambos partidos de la derecha es en poner en marcha las Oficinas Antiocupación allá donde gobiernen, otra reacción más a la PAH.

Entre que desaloje un grupo de matones neonazis o que encierren en la cárcel entre uno y tres años al padre o la madre que ocupe una vivienda vacía no sabemos que es lo más traumático para una familia

Y es que, volviendo al giro hegemónico, al cambio de ciclo que se ha dado en esta década, de las PAHs a Desokupa, hay que señalar que esta organización no es más que una de las reacciones del orden económico a la ventana de oportunidad que abrió la década pasada la PAH y el movimento por la vivienda. Es la reacción más reaccionaria, valga la redundancia. La reacción más represiva y violenta y que llega más lejos en lo simbólico, en las formas, pero no tiene porqué en el contenido, ya que este se halla dentro de las leyes y de las estructuras que posee el capitalismo actual en nuestro país para asegurar el derecho a la propiedad y a la especulación por encima del derecho a la vivienda. Es una fuerza represiva más del orden actual de las cosas, pero sin la legitimidad que otorga una orden judicial de desalojo que sí tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los procesos de desahucios a familias. Cuando el capitalismo no puede perpetuarse como lo estaba haciendo hasta ahora siempre recurre a la extrema derecha y, en este caso, ante la incapacidad para desalojar con rapidez como les gustaría a los especuladores surge Desokupa para cumplir el mismo papel de que las FyCSE pero al borde de la ley.

Sin las PAHs y las luchas por el derecho a la vivienda que llevaron a la ocupación de viviendas vacías de bancos y fondos buitre probablemente no hubiera existido Desokupa, al igual que tampoco hubiera existido Vox tal y cómo lo conocemos sin el importante avance del feminismo la pasada década, o el del proceso independentista en Cataluña. Son reacciones, experimentos del sistema, para aplacar las luchas y reivindicaciones que van a la raíz de problemas.

No significa ello que Desokupa sea hijo de las luchas de la PAH o que la PAH haya engendrado a Desokupa; al contrario, es su antítesis. Es un proceso que podría llamarse como natural y completamente normal dentro de un escenario de lucha de clases. Cada clase juega sus cartas en el orden actual de las cosas, en el terreno de juego en el que se juega la partida.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Barcelona
Derecho a la vivienda Primera conquista del 5A: acuerdo para regular los alquileres de temporada en Catalunya
El Govern junto con ERC, las CUP y Comuns pactan una ley que regulará los alquileres de temporada y por habitaciones, y creará un cuerpo de inspectores de vivienda, medidas pioneras en España.
Madrid
Derecho a la vivienda Ocupan una sede de Blackstone para pedir una solución para Virginia, obligada a vivir entre goteras
La Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid y Blackstone “se pasan la pelota” y se niegan a dar soluciones al caso de una vecina de Tetuán con graves problemas de salud que lleva siete años viviendo en un piso público en ruinas.
Agus
27/8/2023 2:11

La síntesis a la PAH y Desokupa es una ley de vivienda social. No sabemos si algún día saldrá, no bajo un gobierno del psoe.

0
0
Amiga
26/8/2023 10:06

Se ha azuzado el miedo de una mayoría social que es propietaria como herencia de la política franquista frente al derecho a la vivienda de los que no han podido comprar casa. El miedo mueve mucho más que la solidaridad

0
0
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
O Teleclube
O Teleclube 'Sorda' o debut persoal de Eva Libertad chega a 'O Teleclube'
A directora murciana estrea a súa ópera prima ao carón da súa irmá e protagonista, Mariam Garlo.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.