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Acuerdos comerciales
El bosque de sombras que rodea al acuerdo de la Unión Europea con Mercosur
En la web de Mercosur se explica que los países fundadores son Uruguay, Paraguay, Argentina, y Brasil; y que Bolivia está en proceso de integración. La web de este Mercado Común del Sur dice que es “una unión de países de que trabaja por el bienestar de sus pueblos” y lanza mensajes sobre los 15 millones de km² “con una gran variedad de riquezas y tesoros naturales que posee la humanidad” alrededor de los que se extiende el tratado.
Queda claro que el plan UE-Mercosur es un gran acuerdo, igual de grande que es el secretismo que rodea sus negociaciones, que siguen su progreso pese a las dudas sobre cómo se va a llevar a cabo su ratificación y algunas más de fondo sobre qué supondrá a efectos socioambientales y sobre el trabajo en la Unión Europea y los cuatro países latinoamericanos involucrados.
Pese a la oposición de Francia, Austria y de distintas regiones europeas, está previsto que para que el Acuerdo UE-Mercosur salga adelante se divida el texto. Es decir, para que pueda comenzar a caminar solo se necesita que el Parlamento Europeo apruebe esa parte y quedaría ratificado. Para poder aprobarse íntegramente, tendría que pasar por todos las instituciones legislativas europeas. El eurodiputado Miguel Urbán comenta que, en caso de que se mantuviese la exigencia de una ratificación completa en cada uno de los Estados miembro, Mercosur “se quedaría en papel mojado cualquier tipo de clausula que esté recogida en el texto porque esta estaría dentro del pilar político del Tratado”.
Para presentar Mercosur al escrutinio público el informe 25 preguntas y respuestas sobre el Acuerdo-UE Mercosur intenta esclarecer este tratado comercial tan importante entre la Unión Europea y estos países latinoamericanos.
El informe ha sido escrito por Tom Kucharz, miembro de Ecologistas en Acción, como encargo de asesoría de la oficina de Urbán para la delegación UE-Mercosur. La edición y publicación es por parte del Observatorio de las Multinacionales en América Latina (OMAL), Paz con Dignidad y el Grupo de la izquierda europea, The Left. El documento consta de casi cien páginas repartidas en seis capítulos y está dedicado a activistas que han dejado huella por sus reivindicaciones tanto en los movimientos sociales españoles como de América Latina.
La aceleración del proyecto
Mercosur cuenta con Uruguay y Paraguay cuya estructura productiva está casi totalmente volcada a la explotación de sus recursos naturales (agrarios, ganaderos, hídricos) y con dos países con estructuras duales en Argentina y Brasil que suman al desarrollo en el sector primario y a una fuerte diversificación productiva en el terreno industrial.
Este mercado comenzó a estrechar lazos con la Unión Europea hace 20 y, gracias al informe de OMAL y The Left, se aprecia que existe una diferencia entre otros tratados que ha firmado Europa con otros países. Este acuerdo carece de algún capítulo en donde contemple “cláusulas de resolución de controversias entre inversor y Estado (lo que se conoce en inglés por ISDS)”. Es decir, “el mecanismo utilizado por inversores y empresas transnacionales para demandar a los estados ante tribunales privados de arbitraje con el fin de reclamar indemnizaciones o impedir cambios normativos”.
La llegada al poder de Jair Bolsonaro a Brasil en el 2018 y la presidencia argentina por parte de Mauricio Macri fueron clave para el impulso del acuerdo. Estos líderes del neoliberalismo más feroz y de la ultraderecha más agresiva incrementaron sus negocios alrededor de sus políticas basadas en la minería, el agronegocio y la deforestación. Son un gran acelerador para poder relanzar esta alianza comercial que estaba en duermevela desde hacía 20 años.
La Cumbre del G-20 que se celebró en Osaka en junio del 2019 es el lugar en Mercosur y la Unión Europa estrechan la mano para comenzar a andar juntos con más fuerza y de ahí nace el “acuerdo de principio” un texto que no tiene carácter jurídico pero que se convierte en la base para comenzar el relanzamiento del tratado. Desde esa fecha, el acelerador es presionado por los presidentes latinoamericanos, la que fue Comisaria de Comercio, Cecilia Malmström y Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea.
La excomisaria de Comercio, Cecilia Mälmstrom considera que el acuerdo “se tiene que renegociar para prevenir el impacto medioambiental negativo en general y, sobre todo, para la Amazonia”
Aunque tiempo atrás Comisión Europea dio a conocer algunos informes, la totalidad del acuerdo se ha conocido en el 2020 gracias a una filtración de la población civil. Un año más tarde y con el mismo silencio, la Comisión publicó en su web diez nuevos anexos al texto junto con los compromisos de reducción arancelaria para los bienes que se iban a comercializar y el calendario de cuándo comenzarían a aplicarse estas reducciones. Al otro lado del charco, Argentina ha sido aún más opaco: el texto completo del acuerdo aún no está disponible para el público.
De este último país es Damian Paikin, profesor de la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Ciencias Sociales y que es autor de muchos artículos sobre Mercosur y sobre el entendimiento con la UE. Para Paikin, lo más grave del acuerdo es que “refuerza un sentido ya presente en las relaciones comerciales entre Europa y América Latina: el tradicional esquema materias primas por manufacturas. El estudio de impacto de la London School of Economics, realizado por pedido de la Comisión Europea, muestra claramente este sesgo primarizador que produciría el nuevo escenario en las economías del Mercosur, ya que los sectores 'ganadores' serían principalmente el sector de la carne y otros productos agrarios, mientras los perdedores serían, entre otros, textiles, automóviles y maquinarias”.
Gobiernos y colectivos en contra
En 2020, el comisario de Comercio Valdis Dombrovskis a la vez que aseguraba en el Parlamento Europeo que la ratificación del texto de este acuerdo con Mercosur, anunciaba que el Parlamento Europeo y Brasil ya estaban comenzando a pactar precompromisos. Desde ese momento, fecha en donde se comenzaba a saber parte de su contenido, muchísimas voces de gobernantes y colectivos discrepan fuertemente.
Francia, Austria y regiones como Valonia han anunciado que vetan este acuerdo. Es más, sus parlamentos junto al irlandés y al de Países Bajos han aprobado mociones contra él por la actual crisis climática, la deforestación y el impacto negativo para la agricultura local. Entre los colectivos que están en contra, destacan las Asociaciones Europeas de Organizaciones y Cooperativas Agrarias (COPA-Cogeca), el Movimiento por la Soberanía Alimentaria y cerca 1.850 autoridades locales de la Alianza por el Clima.
Todas ellas y más, han firmado el manifiesto internacional Stop Mercosur. A todos estos posicionamientos se suma el importante dato que menciona 25 preguntas y respuestas sobre el Acuerdo-UE Mercosur: “Un sondeo muestra que tres cuartas partes de la población europea se opone a la ratificación del texto".
Además de parlamentos y colectivos en contra de este acuerdo Mercosur-UE también hay un gran número de eurodiputados, entre ellos, Anna Cavazzani, eurodiputada por el Grupo de los Verdes/Alianza Liberal, que prologó un informe editado por el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (Clasco). Cavazzani cree que “todos los líderes europeos deben rechazar este tratado e impulsar que la Comisión Europea renegocie, como punto de partida importante, la sostenibilidad y el clima”.
Otra de las europarlamentarias que considera que debe renegociarse es Malmström. No es una eurodiputada más, sino que fue la Comisaria de Comercio durante la firma del “acuerdo de principio” y la que brindó por la transparencia del proceso. Hoy, comenta que, aunque no tiene información sobre cómo está yendo la negociación, considera que “se tiene que renegociar para prevenir el impacto medioambiental negativo en general y, sobre todo, para la Amazonia”.
A favor están los cuatro gobiernos fundadores del Mercosur y entre otros, España que tiene a uno de sus mayores propulsores en Europa a Josep Borrell, el PSOE, el PP, Ciudadanos o colectivos empresariales como la CEOE.
El interés de los lobbies
Uno de los datos más interesantes que ofrece este informe es el listado de lobbies que están presionando para que este acuerdo concluya tal cual está redactado. Entre ellos está el Foro Europeo de Servicios (ESF) que integra a Apple, Google, Deutsche Bank, DHL, IBM, Microsoft, la Federación Europea de Asociaciones de Consultores de Ingeniería (EFCA), la Federación Europea de la Industria de la Construcción (FIEC) y la Federación Bancaria Europea. Este grupo aboga por la privatización y la liberalización que afectaría el acceso a servicios como la asistencia sanitaria, el agua y la electricidad.
Otro de los grupos que presionan a favor de Mercosur es el Consejo Europeo de la Industria Química (Cefic) y el sector farmacéutico los cuales defienden el monopolio de las patentes y, como se escribe en este informe abogan por la imposición de reglas más estrictas de la protección de la propiedad intelectual, que aumentan sus beneficios por la venta de medicamentos y material sanitario. Según el informe de Omal "una de las consecuencias de esta influencia sería la falta del acceso a medicamentos de la población más vulnerable y la dificultad de la producción de fármacos genéricos por parte de los países”.
Empleo en el mundo UE-Mercosur
Este entendimiento UE-Mercosur incumple diferentes normal de la OIT, la Carta Social de la UE y la Declaración Sociolaboral del Mercosur (2015). Según un estudio publicado por el sindicato UGT y que analiza el impacto del acuerdo en esta materia, solo en el Estado Español se prevé que haya entre 900 y 4.000 puestos de trabajo menos en las áreas de la agricultura, la ganadería, la silvicultura pero, sobre todo, en la industria de la alimentación, el de las bebidas o el del tabaco. Como no podía ser de otra manera, en Italia también sufrirán el desempleo.
Sergio Basoli, responsable de internacional de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) está preocupado por la pérdida de puestos de trabajo en el sector agrícola debido al incremento de importaciones procedentes de Mercosur, aunque el sindicato también reivindica por los intereses de los trabajadores americanos que "perderán sus puestos de trabajo en el sector industrial”, que como dice Damian Paikin, “es el principal promotor del empleo en la región, sobre todo en Brasil y Argentina”.
En el mundo del trabajo planea una realidad triste y frecuente en algunos países como en Brasil, uno de los socios del Mercosur: la esclavitud moderna. Según este informe, el documento "no tiene previsto sancionarla aunque afecte a miles de personas que son coaccionadas o amenazadas en trabajos domésticos, explotaciones ganaderas o fábricas clandestinas y en donde en el Brasil de Bolsonaro se está incrementando estas inaceptables condiciones laborales”
En el aire también está el abaratamiento del despido de los trabajadores europeos y ante la pregunta de si este acuerdo iba a incrementar la práctica, Sergio Basoli dice: “no puede darse una correlación directa ya que las reglas y normas de despido tienen un marco jurídico nacional”
Deforestación e impacto ambiental
Tanto en el informe 25 preguntas y respuestas como en todas las declaraciones que se escribe sobre este acuerdo aparece cargada de preocupación la palabra deforestación. Los bosques lo van a sufrir de manera importante, pero el de la Amazonia se va a llevar la peor parte. Uno de los responsables o culpables de esta situación es el nefasto trabajo de Bolsonaro en este ámbito. El presidente brasileño despidió a Ricardo Galvao, director del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) por los datos que publicaba. A pesar del despido de Galvao, el INPE sacó un dato descorazonador el paso año cuando publicó que este gigante pulmón verde terrestre perdió 13.235 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2020 y julio de 2021: un triste récord de los últimos 25 años. Por esta mala gestión, el presidente de Brasil ha sido llevada a la Corte Penal Internacional por un grupo de abogados especializados en temas climáticos tres meses después de conocerse ese desolador dato.
Ganadería
Crisis climática Zara es una de las empresas señaladas como responsable de la deforestación de la Amazonía
Según el eurodiputado Miguel Urbán, desde diferentes partidos en la Eurocámara “se exige que organismos independientes puedan verificar un elemento tan importante como la deforestación aunque la UE dijo que se iba a crear un protocolo de impacto medioambiental ” sobre todo de cara a que la legislación sobre el impacto en el medio ambiente de minas y agronegocios que se aprobó en el parlamento de Brasil. Ahora tiene que ratificarse en el senado de ese mismo país. Para Urbán, si esta ley se aprobara, el Tratado Mercosur-UE "no podría salir adelante”.
Entre los incumplimientos que la UE está realizando en materia medioambiental figuran: La estrategia de la granja a la mesa , la Estrategia europea de la biodiversidad o el texto del Partenariado de la Declaración de Ámsterdam o Declaración de ambiciones para el 2025 que persigue, justamente, no seguir importando productos agropecuarios vinculados a la deforestación y al que España se ha incorporado hace poco más de un año. Sobre estos incumplimientos, Kurcharz da un dato: España es uno de los países que más soja importan y en 2019, el 17% de la compra estaba vinculado a la deforestación de la Amazonia y en el desplazamiento de agrotóxicos en Argentina y Paraguay.
La relación comercial entre España y Brasil
¿Qué tipo de productos exporta Brasil a España y cuáles exporta nuestro país a Brasil? En primer lugar hay que dejar constancia el déficit comercial que genera esta relación comercial ya que España exporta a Brasil 4000 millones de euros y Brasil a España 2000 millones. Los productos que más se exportan de España a Brasil es el petróleo refinado, pesticidas y las piezas de vehículos. De Brasil a España el producto que más se exporta es petróleo crudo. Tom Kucharz, el autor de este informe, nos da un ejemplo del costoso intercambio económico y medioambiental de uno de los productos: el petróleo crudo. “El producto viaja aquí, lo refinamos y lo enviamos en barcos para que lo consuman allí en vehículos”, explica este investigador.
Por otro lado, España es el mayor productor de piensos compuestos para ganadería, produciendo 37 toneladas anuales. Este alimento se produce con soja que se trae de América Latina, sobre todo, de Brasil. A este respecto, Miguel Urbán comenta: “Hay que vincular al partido del agronegocio con 'el partido de la macrogranja'. Denunciar, justamente, a esa extrema derecha que son los principales beneficiarios de este acuerdo”.
Medio rural
Ganadería El boom de las macrogranjas se agudiza en 2021: “Se llevan el dinero y nos dejan la mierda”
Oficialmente no se puede hablar de una fecha concreta para que esta unión comercial comience aunque Miguel Urbán considera que pudiera ser, con mucha probabilidad, después de las elecciones que comienzan en Francia hoy y que vivirán su segunda vuelta el 24 de abril. En este momento, las noticias sobre las movilizaciones de la Francia rural tienen un perfil más bajo por la guerra de Ucrania que marca la agenda en casi todos los medios de comunicación.
A pesar de lo que ha comentado el eurodiputado Urbán, hay un hecho que puede dar una pista de la posible rápida puesta en marcha del acuerdo que tiene que ver con la situación en Ucrania. En los últimos días, respecto a esa guerra y al impacto del cese de importaciones ucranianas, se ha sabido por diferentes medios de comunicación españoles que el ministerio que dirige Luis Planas ha flexibilizado el número de pesticidas en el maíz y en las materias primas que hacen posible la producción de alimentos para animales desde España. Por ese motivo, a Planas y la Asociación Española de Comercio Exterior de Cereales y Productos Análogos (Aecec) les ha bastado dos reuniones para dar luz verde a estas compras ya que, según su criterio, no presentan ningún peligro grave.
Sobre cómo puede afectar la guerra entre Rusia y Ucrania en la puesta en marcha del entendimiento, la Oficina Europea en Madrid no responde aunque recalcan que: “La UE no está procediendo a la ratificación por el momento. Actualmente estamos trabajando en un instrumento adicional que acompañe al acuerdo y que aborde estas preocupaciones. El objetivo es aportar más claridad y detalle a los compromisos de ambas partes” y añaden que esta relación comercial tiene una gran importancia económica y geoestratégica: "Une a nuestras regiones en asociación y cooperación. No ratificarlo supondría un revés para la reputación de la UE en la región y proporcionaría una importante ventaja a otros socios comerciales, como China o Estados Unidos”.
Aunque la fecha para su puesta en marcha aún está en el aire, las organizaciones y colectivos internacionales seguirán presionando para que este gran acuerdo comercial no deje la estela de desempleo y de impacto medioambiental negativo que promete.