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Va desapareciendo —o eso parece— de los medios de comunicación la psicosis por la escasez y el precio del aceite de oliva. Hace justo dos meses publiqué al respecto un artículo titulado “Aceite de oliva: el precio del oro líquido” que se hizo viral. Ahora, con la perspectiva que da el paso del tiempo, es buen momento para analizar lo que decía y lo que preveía.
Consumo
Oro líquido Aceite de oliva: el precio del oro líquido
Básicamente analizaba, entre otras cosas, las estadísticas de producción y consumo de aceite de oliva en España y llegaba a la conclusión de que la sequía y el cambio climático podían explicar la bajada de producción respecto a otros años, pero en ningún caso eran la causa de la escasez y encarecimiento del “oro líquido”.
Cifras de la campaña
Ahora que tenemos todos los datos de la campaña 2022/2023, que acabó en septiembre, vamos a ver cómo han ido las cifras.
Finalmente, la producción de aceite de oliva en la campaña que acaba de terminar ha sido de 665.800 toneladas de aceite. El consumo nacional ha estado, como adelantaba en el anterior artículo, por debajo de las 400.000 toneladas. Concretamente, 367.000. Es decir, este año hemos consumido 227.200 toneladas menos que la campaña anterior, lo que supone una bajada nada más y nada menos que del 38,21%. Es lo que ocurre cuando aprietas tanto para maximizar beneficios. Suele pasar que se vuelve en tu contra y bajan las ventas. Queda claro que la población española ha optado por reducir el consumo de aceite de oliva y/o sustituirlo por otros aceites vegetales. En el caso del aceite de girasol, su consumo en los hogares españoles aumentó un 32,10% entre agosto de 2022 y agosto de 2023.
Pero vayamos al quid de la cuestión. Si hemos producido 665.800 toneladas de aceite y hemos consumido 367.000 ¿por qué esa alerta por escasez y ese aumento de precio?
Como publiqué en su momento, en los diez primeros meses de la campaña 22/23 ¡habíamos exportado el 91,70% de toda la producción anual! Pero entonces ¿cómo han quedado los datos a final de campaña?
Como hemos exportado más de lo producido, tenemos que recurrir a importar aceite de oliva de otros países
Con la temporada concluida, los datos del Ministerio cifran en 715.000 las toneladas exportadas de aceite de oliva. Es decir, ¡hemos exportado el equivalente al 107,39% de la producción nacional! Exportamos, por tanto, incluso una parte que debe proceder de las existencias almacenadas y/o de las importaciones.
Porque, efectivamente, como hemos exportado más de lo producido, tenemos que recurrir a importar aceite de oliva de otros países.
Vuelvo a repetir. Esto es, claramente, el motivo que produce escasez y, ante una reducción de la oferta, aumenta el precio. Es el mercado, amigos. El negocio puro y duro por encima de todo lo demás.
La subida del precio
A finales de septiembre La Sexta Columna emitió un programa sobre el precio del aceite de oliva. Trataba, entre otros, un tema interesante como es la entrada de grandes fondos de inversión en la producción de aceite de oliva. Grandes capitales que lo mismo les da invertir en olivos que en petróleo o armas; especulación para conseguir el máximo beneficio a costa de lo que sea. En este caso en referencia al agua en olivares superintensivos que, curiosamente, se localizan en regiones con importantes problemas de acceso al agua como Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha.
Además de esta especulación se aborda la que llevan a cabo determinados almacenes que guardan el aceite de oliva para crear también una sensación ficticia de escasez. Esperan a que suba el precio y entonces lo ponen a la venta, algo que quizá no sepa mucha gente. En una parte del programa se habla, precisamente, del aumento de la exportación en las últimas décadas. La gráfica lo refleja perfectamente.
Algunas de las declaraciones que se pueden escuchar en el programa lo dejan claro. Uno de los propietarios de una empresa familiar oleícola describía los problemas que estaban teniendo con el aumento de los costes de producción, el cambio climático con lluvias y altas temperaturas a destiempo etc... Hablando de sus exportaciones a China o Colombia, finalizaba con una reflexión lapidaria: “Estamos en un mundo globalizado, con lo cual aquí no hay barreras, no hay puertas y menos si hablamos de la Comunidad Europea. Entonces yo vendo esto y quien venga a comprármelo a mi precio se lo lleva”. Chimpún.
A nadie que esté leyendo estas líneas le parecerá normal que hayamos vendido fuera de España toda la producción nacional y parte de las reservas y/o importaciones. No hay por dónde cogerlo
Así, si toda la producción nacional vienen a comprárnosla de otros países, nos vemos como nos estamos viendo. Es bien sencillo. Y, ojo, que no estoy diciendo nada que se le parezca a la prohibición de exportaciones ni autarquía ni barbaridades del estilo. Digo que se deben establecer mecanismos que beneficien, premien y favorezcan la venta en cercanía para cubrir la demanda interna, poniendo ciertos límites a la especulación que he venido comentando y a la exportación desproporcionada. Porque creo que a nadie que esté leyendo estas líneas le parecerá normal que hayamos vendido fuera de España toda la producción nacional y parte de las reservas y/o importaciones. No hay por dónde cogerlo.
Es cierto que se firman contratos plurianuales con los que tienes que cumplir, pero viendo que las cosechas no son las mismas que hace dos o tres años, alguien, principalmente el Gobierno de España, debería poner orden en esas transacciones internacionales para que no superen un porcentaje determinado de la producción nacional anual que cubra la demanda interna.
Porque ¿cómo se prevé la campaña 2023/2024?
Su inicio ha venido acompañado de una reducción del precio de AOVE del 2,72% durante el mes de octubre. Como ya adelanté, a pesar de la sequía y el cambio climático, esta campaña se espera mejor que la anterior. Estimé alrededor de las 750.000 toneladas, cifra que ha sido elevada por el Ministerio de Agricultura hasta las 766.000 toneladas de aceite de oliva.
Sin duda, muy por encima del consumo interno, por lo que no debería haber problemas de escasez este año a no ser que se vuelva a permitir que se exporte el 100% de esas 766.000 toneladas de producción anual.
¿Estamos a tiempo de evitarlo?
¿Alguien del Gobierno mira las estadísticas oficiales del propio Gobierno?
¿Alguien ha tomado nota de lo que ha ocurrido este año?
¿Alguien quiere evitar que se repita?
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Sí no hay control PÚBLICO ésto se desmadra como así a sido
Sí vendo más de lo que voy a producir, eso es algo que no se sabe hasta que No esta finalizando la campaña, puesto que lo único que saben es lo que tienen comprometido y tienen que cumplirlo y eso significa que el método es incorrecto y para que las y los ciudadanos no seamos los paganos de los errores de los mayoristas, que siempre ganan, hay que hacerlo de forma que quien se equivoque pague y no el consumidor del Estado 🤷sino los mayoristas 💪🏾
Bueno el artículo da datos muy interesantes pero el quid está en lo que el propio artículo cita, los contratos plurianuales de exportación, porque ya ha aparecido en telediarios y lo he comprobado de primera mano, el aceite está más barato en el extranjero luego no es tan buen negocio exportarlo si en casa el precio está disparado.
Considero que pese a las leyes del mercado sagradas y tal, hay que poner coto a estos disparates a la hora de firmar contratos, no es de recibo que el principal exportador de aceite sea el que más paga, también veo que eso de que estaba más barato en el extranjero porque había más reservas allá debido a la menor demanda es un dato cuanto menos dudoso vistas las cifras de exportación